Kairos y Alessia , el primer amor de cada uno, Separados por una promesa de matrimonio. Zahraea, la esposa de Kairos tienen un accidente junto con él por una rabieta de celos de su primer amor. Después del accidente , Kairo puede leer todos los pensamientos de su esposa Zahraea, y Kairos decide no mencionar el divorcio nunca más, pero Zahraea no está de acuerdo con Kairos.
NovelToon tiene autorización de Anawin para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
UNA FUNDACION A NOMBRE DE ALESSIA *
Zahraea, anuncio a los medios que necesitaba de ir algo importante y cuando llegó la fecha, el aire en el salón de conferencias estaba cargado de expectativa. Decenas de reporteros, empresarios y filántropos esperaban el gran anuncio de Zahraea, quienes la conocían no solo por su apellido, sino por su creciente influencia en el mundo empresarial y benéfico.
Los flashes de las cámaras estallaban mientras ella subía al escenario, vestida con un traje blanco impecable que irradiaba poder y elegancia. Hoy sería un día inolvidable.
Kairos estaba sentado en primera fila, su rostro era una máscara de calma, pero Zahraea podía sentir su atención fija en cada uno de sus movimientos. No sabía que él estaba leyendo su mente, esperando entender qué jugada planeaba ahora.
—Zahraea: Damas y caballeros —comenzó con voz firme y melodiosa—, es un honor estar aquí para compartir un proyecto que toca profundamente mi corazón.
Un murmullo de expectación recorrió la sala.
—Zahraea: A lo largo de los años —continuó ella—, he visto cómo muchas mujeres enfrentan dificultades emocionales y psicológicas cuando atraviesan relaciones complicadas. Algunas veces, la obsesión puede convertirse en una enfermedad peligrosa, no solo para ellas, sino para las personas a su alrededor.
La sala quedó en un silencio sepulcral. Kairos entrecerró los ojos.
—Zahraea: Es por eso que me enorgullece anunciar la creación de una fundación benéfica dedicada a brindar apoyo psicológico a mujeres que sufren trastornos mentales y problemas de obsesión con hombres casados.
Los murmullos en la sala se intensificaron. Varias personas intercambiaron miradas, tratando de procesar la indirecta brutal que Zahraea acababa de lanzar.
—Zahraea: Esta fundación llevará el nombre de Alessia, en honor a todas aquellas mujeres que han pasado por situaciones similares y necesitan ayuda para encontrar un camino más saludable.
Las cámaras apuntaron inmediatamente a Kairos. Los reporteros se inclinaron hacia adelante, ansiosos por ver su reacción.
Pero Kairos no reaccionó, ni un solo músculo de su rostro se movió.Por dentro, Zahraea se divertía. Sabía que él estaba reprimiendo su sorpresa.
La noticia se esparció como pólvora. En cuestión de minutos, los teléfonos de los reporteros vibraban con notificaciones, y las redes sociales estallaban con comentarios y teorías sobre la
"Fundación Alessia".
Al otro lado de la ciudad, Alessia vio la transmisión en vivo y sintió la sangre hervirle. ¿Cómo se atrevía Zahraea a hacerle esto?
La fundación no solo hacía parecer que ella estaba enferma, sino que la dejaba como una mujer peligrosa y obsesiva ante los ojos del mundo.
Mientras tanto, Zahraea disfrutaba del caos. Había ganado esta ronda o al menos eso creyó.
—Kairos: Me gustaría tomar la palabra —dijo, levantándose de su asiento.
El moderador del evento no dudó en acercarle el micrófono. Todo el mundo contuvo el aliento.
Kairos subió al escenario con calma, se colocó junto a Zahraea y la miró con una leve sonrisa. Ella conocía esa sonrisa. Era peligrosa.
—Kairos: Me alegra ver que mi querida esposa ha tomado la iniciativa para ayudar a quienes lo necesitan —dijo con voz firme y convincente—. La salud mental es un tema delicado y, como hombres, también tenemos la responsabilidad de apoyar a las mujeres en su bienestar emocional.
Los aplausos comenzaron a sonar. Zahraea sintió una leve punzada de desconfianza. ¿Qué estaba tramando?
—Kairos: Por esa razón, me enorgullece anunciar que haré una donación significativa para esta noble causa —continuó —. Quiero que esta fundación tenga los mejores recursos, los mejores especialistas y la mejor atención para aquellas mujeres que necesiten ayuda, y también para hombres que padecen de este problema.
Los aplausos aumentaron. Los flashes de las cámaras se intensificaron.Zahraea apretó los dientes tras su sonrisa perfecta. Kairos lo había hecho otra vez.
En lugar de defender a Alessia o enojarse, había convertido el escándalo en una obra de caridad, dejando a Alessia como un caso clínico sin posibilidad de defensa.
El golpe fue definitivo cuando Kairos se giró hacia Zahraea y, con una voz dulce, le dijo —Gracias, amor, por pensar en este hermoso proyecto. Estoy orgulloso de ti.
Zahraea supo en ese instante que su jugada se le había revertido. La prensa ya no hablaba de Alessia como una víctima, sino como una mujer que necesitaba tratamiento. Kairos había tomado su provocación y la convirtió en una narrativa que lo beneficiaba aún más.
Los reporteros comenzaron a lanzar preguntas.
—Señor Thompson, ¿cree que la fundación ayudará a prevenir casos como el de la señorita Alessia?
—¿Podría compartirnos cuánta será la donación que hará?
—¿Cómo ha sido el apoyo de su esposa en este proceso?
Kairos respondió con calma, manejando la situación a la perfección. Zahraea se mantuvo a su lado, sonriendo con elegancia, pero por dentro quería matarlo.
Cuando finalmente bajaron del escenario y salieron del evento, Zahraea caminó junto a Kairos en silencio. No quería darle la satisfacción de mostrar su frustración.
Pero él sabía lo que estaba pensando.
—Kairos: ¿Quieres decirme algo, esposa mía? —preguntó con una sonrisa de satisfacción.
Zahraea lo miró de reojo —Nada en absoluto —respondió con indiferencia—. Solo estoy sorprendida de lo generoso que puedes ser cuando te conviene.
Kairos se rió suavemente —Y yo estoy sorprendido de lo creativa que eres cuando intentas hacerme quedar mal.
Zahraea sonrió con frialdad —¿Quién dice que he terminado?, soy muy rencorosa y ese accidente no lo olvidaré jamás.
Kairos la miró con diversión —No esperaba menos de ti.
Mientras subían al auto, Zahraea ya estaba planeando su siguiente jugada, pero no pudo contenerse a preguntar
Zahraea: Kairos, ¿Acaso ya no quieres divorciarte cuando tú mismo lo pediste?, ¿ eres consiente que puedes perder a la mujer que amabas con tanta devoción y espera?