Siempre nos hablan del tiempo como algo lineal, primero el pasado, luego el presente y por último el futuro y también nos hablan de que el único tiempo real es el presente, porque el pasado ya pasó y el futuro no está hasta que llega, pero ¿Qué tal si no fuera así? ¿Qué pensarías si te digo que el tiempo, paradójicamente, es y no es línea a la vez? ¿Y que vivimos varios momentos al mismo tiempo y esto no se limita para nada al presente?
Te invito a descubrir poco a poco la complejidad de esta historia y a sumergirte en un océano de emoción a medida que leas su trama.
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Capítulo XXII, Eduardo
Mi lengua y la de Alicia se acariciaban mutuamente mientras que la piel de ella era mi lienzo y mis dedos el pincel con el que dibujaba las expresiones placenteras en su rostro y a poco a poco los sonidos de su boca también se tornaban un reflejo de ese arte.
Ella también me tocaba, yo no sólo era el pintor, también era el lienzo y ella no sólo era lienzo, también era pintora.
Así era como estábamos celebrando nuestro aniversario. Usando nuestros cuerpos.
Su boca abandonó la mía para besar otras partes de mí, poco a poco descendiendo para luego satisfacerme de manera más profunda con su lengua en el instrumento más íntimo de mi anatomía. Pronto yo hice lo mismo por Alicia.
Y al final nos hicimos uno solo durante más de dos horas.
Justo después de que el calor de la lujuria abandonó mi ser, no pude evitar pensar que la guerra iniciaría antes de que pudiéramos cumplir otro aniversario y que moriríamos antes de eso, justo el día en que llegaría la primera legión, que yo resucitaría y que tal vez, sólo tal vez, Alicia también resucitaría y que incluso si nuestra relación seguía a lo largo del transcurso de esa primera guerra e incluso en la segunda, lo cierto es que estaríamos viviendo un infierno mientras nos aferrábamos el uno al otro.
Y yo ya había vivido algo así con una de las parejas que tuve en uno de los ciclos anteriores del bucle, su nombre es Ambar, Ambar White, y en aquel entonces la vi morir devorada por uno de los demonios más poderosos. Ver eso rompió mi corazón en trillones de pedazos y aunque la ira que sentí elevó mi poder lo suficiente para matar a todos los demonios que en ese momento albergaba el campo de batalla y eso disminuyó el número de muertes humanas, tan sólo quedé vacío, luego de consumar esa pequeña venganza quedé total y completamente vacío donde antes había estado un corazón, duré el resto de la guerra sin sentir nada, incluso cuando morí en la primera batalla de la guerra siguiente no hubo sentimiento ni emoción alguna en mí hasta que ya el tiempo había retrocedido una vez más. De pronto, la voz de Alicia me sacó de mis pensamientos.
—Amor, acabamos de hacer el amor y de pronto parece que te has ido a otra parte.
—Lo siento, amor, sólo me quedé pensativo, no me fue mi intención.
—Bien, iré a traerte mi regalo de aniversario, espero que tú también tengas uno para mí o vamos a tener una larga conversación.
Ella salió de nuestra habitación y cerró la puerta tras de sí. Inmediatamente después me levanté de la cama y abrí la puerta corrediza del armario de madera, donde mi regalo para ella estaba oculto dentro de una caja con un listón que a su vez estaba dentro de una mis cajas de zapatos. Agarré la caja de zapatos, la puse sobre la cama y la destapé, entonces saqué la caja con el listón de regalo. Me vestí rápidamente mientras esperaba que Alicia regresara, sentía que un regalo como este era más apropiado entregárselo estando vestido, además, por experiencia sabía que ella regresaría vestida a entregarme mi regalo. Pocos segundos después de que terminé de vestirme Alicia entró al cuarto con una caja algo grande envuelta en papel de regalo.
Cogí la pequeña caja que contenía mi regalo. Intercambiamos las cajas.
—Abre el tuyo primero, me muero de ganas por ver la cara satisfacción que pondrás —dijo ella.
Cumplí con su petición. Cuando rompí el papel de regalo mi vista se encontró con la caja de un Play Station 6. El Play 6 era la última generación de Play Station, la cual había salido al mercado hace tan sólo un mes. Y eso en lo que respecta a este ciclo del bucle, porque en todas las repeticiones anteriores el Play Station 6 había salido un par de años después de la derrota de la primera legión de demonios, antes de la llegada del resto de legiones, en cambio la salida de esta maravillosa consola se había adelantado en esta versión de la realidad. Alicia nunca había tenido problemas con que a mí me gustaran los videojuegos, de hecho, a veces jugaba conmigo, pero nunca esperé que me regalara una consola de última generación, aunque se tratara de un regalo a aniversario.
—¡Tu cara de felicidad no tiene precio! —exclamó ella.
—¡Gracias, ahora abre tu regalo!
Ella desenvolvió el lanzo y abrió la cajita y entonces sacó un collar de oro de la que colgaba un corazón de ese mismo material. Su rostro se iluminó.
—¡Gracias, mi vida! —Su tono de felicidad era aún mayor al de antes.
—Voy a ponértelo.
Dejé la caja del Play sobre la cama, caminé hacia Alicia, ella me entregó el collar en las manos, me puse detrás de ella y puse el collar en su cuello. Entonces la voleé para verla de frente con el collar puesto.
—Te queda realmente precioso.
Ella respondió besándome con pasión.
Desayunamos en casa. Fue un desayuno sencillo, un par de sándwiches para cada uno, untados con mantequilla y rellenos con dos lonjas de jamón y de queso amarillo cada uno; además de estar tostados en nuestra tostadora eléctrica.
—Hice una reserva para cenar en un restaurante cinco estrellas, se llama El Dragón Rojo —comenté.
—Vaya, dos regalos y yo que sólo te compré uno.
—Siendo justos, la comida en el restaurante es un regalo para ambos, pero si quieres compensarme de alguna forma, lleva el placer hasta su límite máximo esta noche, déjame total y completamente agotado.
—¡Eso haré! —sonrió. Su sonrisa fue especialmente picara.
Las horas fueron pasando rápidamente. Alicia preparó puré de papas y pollo relleno cocinado en el horno para el almuerzo. Cada bocado que probé de ese almuerzo me supo a gloria y de beber ella preparó jugo de naranja endulzado con esplenda, el jugo también estuvo realmente delicioso.
Cada segundo de este tipo experiencias es precioso. Las cosas cambiarían en cuanto tuviéramos que enfrentar a la primera legión demoníaca. Desde el principio, antes de que iniciara la primera repetición del bucle, el rey de este reino había tomado medidas para enfrentar al ejército demoníaco y el ejército había jugado un papel esencial, en aquella primera ocasión todos ellos fueron derrotados por la primera legión, pero nos dieron tiempo a los que recibimos el poder para reunirnos y organizarnos para el combate y así nosotros derrotamos a la primera legión y luego nos juntamos con otras personas de otros reinos que también habían despertado el poder, aunque lo habían hecho horas o días después de nosotros, y juntos combatimos a las legiones que surgieron después, todo eso fue horrible y al final fuimos aniquilados por la abismal diferencia numérica contra las millones de legiones. Esto fue variando en las repeticiones del bucle que se inició una vez los demonios arrasaron con la humanidad, pero lo cierto es que la gran belleza de vivir, al menos para mí, terminaba el mismo día en surgía la primera legión y esto seguirá siendo así hasta superar el bucle, espero llegar con vida a ese final y tener al menos un par de décadas para disfrutar después de eso.
—Hiciste un almuerzo mundial mi vida, te quedó mundial.
—Gracias, cariño.
Luego de eso decidí estrenar mi regalo, que incluía un juego donde el protagonista era un ninja. Resultó ser el juego de acción más difícil y a su vez más emocionante que había jugado en toda mi vida, estuve jugando por tres horas y ni siquiera pude completar la primera misión, aunque sí pude llegar al primer punto de guardado de esta. Durante todo ese tiempo mi prometida me estuvo observando jugar, ella permaneció en silencio y cuando giré mi cuello para ver su rostro, hallé una de las sonrisas de satisfacción más grandes que le hubiera visto en todo el tiempo que llevaba conociéndola.
—Me alegra que te gustara tu regalo —dijo ella sin dejar de sonreír.
—Bueno, vamos a arreglarnos para la cena de esta noche, la reservé para las nueve y ya son las seis.
—De acuerdo.
Guardé el juego, la consola y luego me metí a bañar. Ya para las seis y cuarenta estaba listo para salir. Estuve viendo televisión por una hora mientras esperaba que Alicia estuviera lista.
—Bien cariño, estoy lista —Ella caminaba de forma tan sensual con ese vestido blanco a medio muslo que hizo que la excitación recorriera cada milímetro de mi piel.
—Bien, vamos.
El restaurante tenía un ambiente muy elegante en el que destacaba principalmente una gran fuente con una estatua de Dragón color negro de cuya boca salía el chorro principal de agua.
Pedí una lasaña, la cual por la descripción era lo bastante grande para que ambos quedáramos satisfechos a pesar de que cada uno come lo que normalmente comerían dos personas y de beber ordené una botella de vino tinto de veinte años. Comimos hasta terminar por completo con la lasaña y para entonces quedaba menos de la mitad de la botella de vino. Seguimos bebiendo y a medida que la botella se terminaba, la conversación se tornaba más caliente. Una vez se acabó el vino, pagué la cuenta y nos marchamos en un taxi, ninguno de los dos estaba en condiciones de conducir, además seguramente no le pasaría nada a nuestro carro, estaba en un estacionamiento seguro.
Al llegar a casa, Alicia cumplió con su promesa, me devoró centímetro a centímetro hasta dejarme agotado.