Un amor puede durar toda la vida?
La historia de amor mas dulce
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BOSQUE
Cuando Ada salió del hospital, volvió a su rutina normal, iba a la preparatoria y cuando las clases terminaban tenía que regresar de inmediato a casa.
Kai no volvio a verla en esos días que pasaron, estaba viendo cómo le iba a explicar que tenía que secuestrarla.
— yo lo haré ~ no quiero que nadie le haga algo — Kai no iba a dejar que lastimaran a Ada.
— joven Kai ~ cuando actuará ~ debo informarle a su padre.
— yo lo haré — dice molesto y se va a su cuarto.
...📱...
— padre pronto le sacaré información a su hija.
— muy bien hijo ~ y como es la niña.
— normal — serio y colgó.
Mientras Ada iba caminando cerca de un parque vio a Kai sentado en un columpio así que se acercó a saludarlo
— hola — con una gran sonrisa.
— que haces acá.
— perdón Ada — dejándola inconsciente.
Iban a llevar a Ada a una de las casas que tenía oculta en el bosque, además si Kai quería estar solo con ella ese era el mejor lugar.
Kai mando a todos a qué regresen a casa.
— escuchen — firme — no quiero que nadie venga aquí ~ si alguno de ustedes aparece ~ los mato — sacando su arma.
— yo informaré a mi padre y si pasa algo me llaman por teléfono.
— si joven Kai — todos.
En la casa
— pareces un ángel mientras duermes — observándola todo el tiempo.
— tal vez tengas hambre cuando despiertes ~ iré a prepararte algo — sale del cuarto.
— ahhh ~ me duele la cabeza — se despierta adolorida.
Para Ada era todo extraño no reconocía nada ni siquiera sabía dónde estaba, pero por alguna razón no sentía que estaba en peligro más bien se sentía protegida.
— despertaste — viendo a Ada.
— Kai — sorprendida.
— tú — empieza a recordar lo que pasó.
— perdón no quería herirte ~ perdón — con ojos de cachorro.
— que lindo — agarrando sus mejillas.
— pero que hago acá ~ que quieres de mí.
— no estás molesta ~ deberías estar gritando.
— no pues estaré mejor aquí que en mi casa ~ hoy obtuve una mala nota y sé que mi madre me castigará.
— así que aquí estoy mejor — tapándose con la frazada.
— come algo — Ada después de tiempo iba a comer algo rico.
Mientras estaban comiendo Kai le empezó a contar todo a Ada, desde quien era él y lo que tuvo que vivir con su padre luego de la muerte de su madre, también le dijo la razón por la que la secuestro pensó que Ada se enojaría con él pero no.
— entonces quieren saber a qué se dedica mi padre — sin darle importancia mientras come.
— si — no podía mirarla, se sentía muy mal porque piense que solo por eso acepto llevarla a la Plaza Roja.
— desde el inicio tú sabías quién era ~ por eso aceptaste llevarme a la Plaza Roja — triste.
— no ~ no sabía quién eras ~ te lleve porque quise hacerlo — tomando sus manos.
— cuando fui al hospital ~ fue porque mis hombres dijeron que su hija se encontraba ahí.
— pero cuando te ví solo quise cuidarte ~ no quiero que pienses que me acerque a ti por algo malo.
— jiji ~ no pienso nada creo que es bueno estar contigo.
— pero lamento decepcionarte ~ no se nada acerca del trabajo de mi padre.
— aunque vivo con él durante 14 años ~ siempre es cuidadoso con lo que hace.
— 14 años — sorprendido.
— eres una niña.
— oye ~ tu igual eres un niño.
— bueno no hablemos de eso ~ entonces porque te mantienen tan oculta.
— tienen miedo de que les diga todo lo que me hacen ~ pero también saben que nadie me creerá por ser una niña.
— por eso solo me encierran además como su única hija quieren que sea perfecta.
— como no se nada — algo triste — me devolveras — con la mirada baja.
— no como crees ~ hay que quedarnos aquí unos días.
— yeah — muy feliz.
Cuando llegó la noche Kai decidió llevar a Ada a un lugar muy especial donde podrían ver un hermoso paisaje.
— es hermoso — con brillo en los ojos.
— lo es ~ es muy hermoso — viendo a Ada.
— hace un poco de frío — frotando sus manos para no congelarse.
— ten — le pone su chaqueta y la abraza por la cintura.
— gracias — sonrojada.
Ada y Kai permanecieron abrazados sin decir nada, solo escuchando los latidos de sus corazones.
— regresemos — Ada tomo la mano de Kai.
En la casa
— duerme conmigo — golpeando el lado de la cama — hay mucho espacio.
— Ada ~ entiendes lo que dices.
— si — muy emocionado.
Kai no dijo nada, obvio él quería por una vez dormir sin tener pesadillas sabía que con Ada nada malo podria ocurrir, esa noche al lado de Ada tuvo uno de los sueños más bonitos.