¿Qué tiene de malo ser pobre?
Yo solo quería trabajar y llevar una vida en paz lejos de mis hermanos.
Alejandro un CEO egocéntrico que me convierte en su protegida.
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Búsqueda
~Alejandro~
Después de lo de anoche hemos buscado a Megan por toda la ciudad. Revisé las cámaras de seguridad y salía todo, teníamos el número de placa del auto.
— Morgan, busca al dueño de ese carro— Le dije.
Morgan, el mejor detective del país y mi amigo desde la niñez.
— No quiero que está información llegue a los medios de comunicación — Le dije a unos de mis guardaespaldas.
Como pude bajar la guardia. Una vez siendo niño mientras mi madre me cuidaba en el parque, unos hombres encapuchados me secuestraron, fue un horror lo que viví y vivió mi familia. Y todo por una pasada de cuenta. Gracias a Dios, salí bien librado por qué mi padre me movilizó con todos sus hombres. Desde ese entonces me crié rodeado de guardaespaldas. No puedo creer que viva de nuevo el mismo sentimento con Megan.
Fui a la casa de mis padres.
— Hola mamá, necesito hablar con papá.
—Esos milagros que pasan. Esta en el despacho.
Caminé de prisa al despacho.
— Papá necesito que me ayudes.
— Ni buenos días ni nada. Mal educado. Parece que se te olvida que estoy muy enojado contigo.
— Papá— grité— Ayúdame.
— Es sería la cosa. No me digas que la empresa está en problemas.
— No. La empresa está bien. Es Megan. Anoche la secuestraron.
— Aja y como quieres que te ayude.
— Papá, es mi esposa. Tu tienes contactos que yo no tengo. Necesito esos contacto.
— ¿Quieres que la encuentre?. Lo haré por qué eres mi hijo nada más.
— Papá. A esa mujer la amo, así como tú amas a mi mamá, yo la amo a ella.
— No compares. Cuéntame o dime la informacion que tengas.
Ahí estaba con él señor que llevaba como 5 años de no hablarle pidiendo de su ayuda. Y ahí estaba él ayudándome.
En un dos por tres mi padre había reunido 10 000 hombres para buscar en cada rincón del país a Megan.
Recibí una llamada de Morgan.
— Lo tenemos. El dueño es nada menos ni nada más que Horario Pérez.
— ¿Quién es Horacio Pérez?
— El jefe de una banda de sicarios, si le hiciste algo directa o indirectamente a él o alguien de su familia seguro sea una pasada de cuenta.
— Es que no sé quién es.
— O alguien pagó por un servicio.
Mi cabeza era lío.
— Padre el carro es propiedad de un tal Horacio Pérez.
— ¿Horacio Pérez? No puede ser. Tu esposa ya no debe estar viva. Él es aterrador y muy peligroso.
— Ayudame a encontrarla.
Recibí una llamada de un número privado.
— Si quieres a tu adorada esposa, ven por ella. Pero si vienes acompañado o vienes con la policía le vuelvo los sesos— Colgó.
Me envió una imagen de Megan.
Otra vez la llamada.
— Ven a la casa abandonada km 66. Ya sabes solo.
— Está bien. Solo una pregunta ¿por qué?
— La respuesta la tiene tu padre.
Que tiene que. era mi padre, mi padre pagó, para que la matasen o qué diablo pasa aquí.
— Papá una pregunta y quiero que me digas la verdad. ¿Conoces a ese hombre?
— Por qué el pasado me busca. No voy a mentirte. Te acuerdas cuando te secuestraron de niño, es ese mismo hombre. Cuando te secuestraron a ti era para pedir una suma exagerada de dinero, pero en el momento de rescatarte, en medio de los disparos, una bala mató a su hijo. Es pasada de cuenta.
— Quiere que vaya solo a una dirección que acaba de darme. Él tiene a Megan. Me envió una foto.
— Que no se te ocurra ir. Eso es lo que quiere que pierdas el control y te entregues, será el fin de ambos.
Caí ser rodillas llorando. Mi padre nunca me había visto de esta manera. Mi madre entró.
— ¿Que le hiciste?
— Es el viejo de Horacio Pérez. Tiene a su esposa.
— Amor tienes que hacer algo— le dijo mi mamá a mi padre.
— Tenemos que idear un plan Alejandro, te quiero fuerte y con los huevos bien puesto.
Activé en mi celular la ubicación en tiempo real con el celular de mi papá.
Subí al auto y llegué a la dirección que me habían dado, fui solo.