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Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños
Popularitas:151.5k
Nilai: 4.8
nombre de autor: melissa de Menez

Mi nombre es Carolina estoy casada con Miguel mi primer amor a primera vista.
pero todo cambia en nuestras vida cuando descubro que me es infiel.
decido divorciarme y dedicarme más tiempo y explorar mi cuerpo ya que mis amigas me hablan de un orgasmo el cual desconozco y es así como comienza mi historia.

NovelToon tiene autorización de melissa de Menez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 11

Un suave toque en la puerta llamó la atención de ambos. Margaret, que seguía junto a Eric, levantó la voz con calma.

—Adelante.

La puerta se abrió lentamente, y Carolina asomó la cabeza con timidez.

—Buenas tardes, señora Margaret. No sabía que estaba ocupada... Puedo volver después.

Margaret esbozó una sonrisa cálida.

—No te preocupes, Carolina, pasa. Estábamos terminando.

Carolina entró con pasos cuidadosos, sujetando un par de papeles. Cuando levantó la mirada para dirigirle un rápido asentimiento a Eric, sus ojos se encontraron con los de él. Eric la observaba con intensidad, como si quisiera descifrar algo en ella.

Carolina sintió un estremecimiento y bajó la mirada al instante, intimidada por su presencia.

—Solo venía a entregarle estos documentos, señora Margaret —dijo con voz suave mientras extendía los papeles hacia la mujer.

Margaret los tomó con una sonrisa, agradecida por la dedicación de Carolina.

—Gracias, querida. ¿Has tenido un buen día en la tienda?

—Sí, señora, todo ha ido bien —respondió Carolina, aún evitando la mirada de Eric, aunque podía sentir que él no dejaba de observarla.

Margaret notó el ambiente un poco tenso y decidió romperlo.

—Carolina, este es mi hijo, Eric. Seguro ya lo viste antes, pero no formalizamos las presentaciones.

Eric inclinó ligeramente la cabeza, su expresión era seria, pero cortés.

—Un placer —dijo con una voz profunda que resonó en el pequeño despacho.

Carolina apenas levantó la mirada para devolverle el saludo.

—El gusto es mío, señor Eric.

Margaret miró a ambos con una ligera sonrisa, aunque notó la incomodidad de Carolina.

—Carolina, te dije que vinieras porque necesito que te encargues de unos obsequios que quiero regalar a las empleadas de la empresa de mi hijo Eric. Necesito que vayas a la empresa de mi hijo; allí busca a Juan, quien te dará la información exacta de cuántos empleados hay. ¿Te parece bien? ¿Puedes hacer ese trabajo?

—Sí, claro que sí puedo, señora Margaret.

—Bien, gracias por traer esto, Carolina. Si necesitas algo más, no dudes en decírmelo.

—Claro, señora Margaret. Con permiso.

Carolina salió apresurada, sintiendo que su corazón latía más rápido de lo normal. Una vez fuera, respiró hondo, tratando de calmarse.

Dentro de la oficina, Margaret giró hacia Eric con una ceja levantada.

—Veo que ya causaste una impresión.

Eric soltó una leve risa, aunque su mirada seguía fija en la puerta por la que Carolina había salido.

—No fue intencional, madre. Aunque... es interesante.

Margaret le dio una palmadita en el hombro, divertida.

—Por favor, hijo, no me metas en problemas con mis empleadas. Además, Carolina es diferente, es casada y tiene una hija.

Eric solo sonrió de lado, sin decir nada, mientras Margaret volvía a revisar los papeles.

Eric se levantó de la silla, ajustándose el reloj mientras miraba a su madre con un leve asentimiento.

—Bueno, mamá, me voy a la empresa. Llámame cuando estés con mi hija, ¿de acuerdo?

Margaret sonrió con ternura, mientras organizaba unos papeles en su escritorio.

—Por supuesto, hijo. Te lo haré saber en cuanto la recoja.

Eric hizo un leve ademán de despedida y caminó hacia la puerta. Justo antes de salir, giró la cabeza para mirarla una última vez.

—Gracias por todo, mamá.

—Siempre, Eric —respondió Margaret, con una calidez que sólo una madre podía ofrecer.

Cuando la puerta se cerró detrás de él, Margaret suspiró y murmuró para sí misma:

—Ese hijo... algún día encontrará el equilibrio que necesita.

Mientras tanto, Eric bajaba las escaleras con pasos firmes, sus pensamientos divididos entre su hija y la inminente jornada en la empresa.

Se escuchó un suave golpe en la puerta.

—Adelante —dijo Margaret, dejando a un lado unos papeles.

Carolina entró con paso vacilante, sosteniendo una carpeta.

—Disculpe, señora Margaret. Quería saber para cuándo es la entrega de estos regalos.

Margaret la observó con atención, notando la expresión cansada en su rostro.

—Es para Nochebuena, Carolina. Pero dime, ¿te sucede algo? Te noto triste… ¿Tienes problemas?

Carolina intentó esbozar una sonrisa, pero su voz tembló al responder:

—No, señora, estoy bien. Sólo… han sido días complicados.

Margaret frunció el ceño y dejó el bolígrafo sobre el escritorio.

—Ven, siéntate conmigo. Algo me dice que necesitas hablar.

—No quisiera molestarla con mis asuntos personales —contestó Carolina, bajando la mirada.

—Molestarme, no. Ayudarte, sí. A veces necesitamos desahogarnos.

Carolina dudó por un instante, pero finalmente tomó asiento frente a Margaret. Soltó un suspiro profundo y apretó las manos sobre su regazo.

—Es mi matrimonio… —comenzó con voz queda—. Con Miguel, las cosas van de mal en peor.

Margaret ladeó la cabeza, mostrando preocupación.

—¿Qué está pasando, querida?

Carolina respiró hondo antes de continuar.

—Ya no es el hombre del que me enamoré. Apenas me presta atención, siempre está ocupado con su trabajo, y cuando está en casa parece… distante. No sé si soy yo o si… algo cambió entre nosotros.

Margaret la escuchó con calma, sin interrumpir.

—Ayer intenté algo diferente. Me arreglé, me puse ropa especial… pero me rechazó. Dijo que estaba cansado. Me siento invisible, señora Margaret.

—Carolina, lo siento mucho. Eso debe ser muy difícil para ti —respondió Margaret con voz suave—. ¿Has intentado hablar con él? Decirle cómo te sientes.

Carolina negó con la cabeza, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—No sé si él quiera escucharme. Parece que está en su propio mundo. A veces pienso que soy yo quien está fallando, pero no sé qué hacer para arreglarlo.

Margaret se inclinó hacia ella, colocando una mano reconfortante sobre la suya.

—Escucha, Carolina, tú no eres responsable de llevar toda la carga del matrimonio. Ambos tienen que trabajar en ello. Pero, pase lo que pase, no dejes que esta situación te haga sentir menos. Tú eres una mujer valiosa y fuerte.

Carolina asintió con los ojos enrojecidos, agradecida por las palabras de Margaret.

—Gracias, señora. No sabe cuánto necesitaba hablar con alguien.

—Siempre que necesites apoyo, estaré aquí —respondió Margaret con calidez—. Y si necesitas más que palabras, buscaré cómo ayudarte.

Carolina se levantó, sintiendo un pequeño alivio en su pecho.

—Gracias, de verdad. Ahora iré a organizar los regalos.

—Tómate tu tiempo, querida. Y recuerda: nunca estás sola.

Mientras salía de la oficina, Carolina sintió una chispa de esperanza. Tal vez aún había una forma de reconstruir su vida.

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Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
Mucha sinvergüenza tan descarada y Miguel, ni se diga, ojalá Andrea no se deje deslumbrar por ellos. 😡🤨🇨🇴
Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
A caramba , ya cambiaron los conceptos, una mujer que se involucra con un hombre casado , consciente de la situación, es considerada una buena persona, bueno que se puede esperar de Miguel, un hipócrita traidor. 🤔😡🤨🇨🇴
Betty Saavedra Alvarado
Eric y Caro se sienten atraídos ellos van ser padres ya es hora que Caro converse con el los recuerdos vendrán solos
Betty Saavedra Alvarado
Margaret tu cómo mamá deberías conversar con el irle diciendo las cosas poco a poco y los recuerdos volverán
Emperatriz Reales
Miguel malmarido, q ahora quiere lo q perdio, carolina no se espabila
Maria Mongelos
Gracias querida autora por los capitulos, está muy buena😊
Maria Mongelos
Espero que Miguel no se haya hecho ilusiones de volver con Caro
Gema Arcos Rubio
porque no terminan el libro siempre hacen lo mismo joder
Maria Mongelos
Tal vez deberian de decirle la verdad😊
Yolanda Otañez
excelente solo que ya no me dejas descargarla
Melissa de Mendez: Gracias
total 1 replies
Virginia Almeida
excrlente historia pero ys queremos final felis porf
Suleima Dominguez Guzman
gracias autora excelente capítulo
Nancy Parraga
Miguel aprovechándose de la situación que hombre más horrible el debe de tener claro que el fue el primero de dejarlas y ahora debe mantenerse alejado de Carolina ya que espera un nene debería visitar a su hija y irse
Belkys Soto
más capitulos diarios, más capitulos diarios, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos
Marta Balmaceda
hermoso!!!!!!!
Melissa de Mendez: Gracias
total 1 replies
Roxana Cruz 🇦🇷
Miguel siempre metiéndose adónde no le incumbe en la relación de Eric y Carolina. Él fue el culpable de que su matrimonio fracasará. No te metas adónde nadie te llamá déjala ser feliz y que llevé un embarazo tranquilo
Nani Aguirre
muy atrapante
Melissa de Mendez: Gracias
total 1 replies
Marcela Moro
hermosa tu novela cada capítulo me atrapa más
Melissa de Mendez: Gracias
total 1 replies
Candi Pelaez
Excelente
Melissa de Mendez: Gracias
total 1 replies
Maria Mongelos
Poco a poco Eric va a recuperar la memoria y pobre de Andrea. va a terminar en un psiquiatrico
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