Anya siempre había llevado una vida tranquila hasta que conoció a Alicia, la nueva estudiante del instituto de la manada. Lo que comenzó como una bienvenida amigable pronto se convirtió en un infierno cuando Alicia, con su talento para la manipulación, consiguió volver a todos los amigos de Anya en su contra. Incluso los atractivos trillizos Ethan, Damien y Gael caen en las mentiras de Alicia y se burlan de Anya públicamente. Después de un ataque verbal por parte de un grupo de chicas influenciadas por los rumores, Anya decide contarles a sus padres lo que está pasando y se muda con su tía en otra ciudad.
En su nuevo hogar, Anya conoce a Emma y Max, sus primeros amigos verdaderos en mucho tiempo, quienes la ayudan a recuperar su confianza. Dos años después, se ve obligada a regresar a su antigua ciudad y descubre que está destinada a estar con los trillizos por un vínculo de la luna en la comunidad de licántropos. A pesar del destino dictado, Anya todavía siente dolor y traición.
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Capitulo XX
Algunos minutos atrás....
Ethan avanzaba por los pasillos del edificio, con el informe sobre los pícaros bajo el brazo. Se dirigía a la oficina de su padre, el Alfa Dereck, para entregar la información sobre los movimientos sospechosos que había detectado. Sin embargo, cuando llegó al cuarto adyacente a la oficina, unas voces captaron su atención.
Se detuvo en seco.
Damien y Anya discutían. Podía oír las palabras entrecortadas a través de la pared, y aunque su instinto le decía que no debía espiar, una parte de él no pudo evitar quedarse allí.
¿Por qué estoy acá escondido como un jodido espía? Debería solo salir y abordarlos de frente.
Pensó, sintiéndose casi patético por esconderse. Aun así, algo en la conversación lo mantenía en su lugar.
- No creas que es tan fácil, Anya — espetó Damien, su tono frío como el acero —. Lo que has hecho no solo te afecta a ti. Has puesto a toda la manada en riesgo, a tu familia...
Ethan frunció el ceño, sus pensamientos interrumpidos por esa revelación.
¿Qué demonios hizo esa tonta?
El tono de su hermano indicaba algo grave, y el pulso de Ethan aceleró. De repente, escuchó la amenaza de Damien hacia Anya, cortada a medias por el sonido de su partida. La furia de su hermano era evidente, y cuando el eco de sus pasos se desvaneció él también soltó la respiración que sin darse cuenta estaba conteniendo, no sabía qué pensar al respecto.
(...)
En la oficina del Alfa....
- Buenas tardes, alfa — bajó levemente la cabeza en señal de saludo y respeto.
- ¿Anya? Vaya, no esperaba verte por acá sin que yo te convocara antes — dijo levemente confundido.
- Eh sí... bueno, es solo que — dudaba demasiado tras cada palabra que salía de su boca — en realidad, bueno, quería mm hablar con usted sobre algo.... importante.
Dereck alzó una ceja, extrañado por el comportamiento poco común de la joven frente a él.
- Claro, dime qué vienes a contarme. — pidió, mientras retomaba su postura y prestaba total atención a la chica.
Seguido, hizo una seña para que tome asiento y hable. Anya tomó un poco de aire para luego soltarlo en un suspiro, Dereck seguía confundido y a su vez, perdía de a poco la paciencia.
Cualquier otro día podría haberlo dejado pasar, pero justamente ese día y en ese momento, tenía la menor cantidad de tolerancia con todos a su alrededor debido a los acontecimientos que habían estado sucediendo en la manada y que lo mantenían con el estrés a tope últimamente.
- Yo, bueno, usted conoce a mis amigos, ya sabe, ¿cierto? Por quienes vine a hablarle el otr-
Fue cortada abruptamente por la voz gruesa del alfa, una que también demostraba impaciencia y que demandaba ir al grano.
- Anya, puedes hablar sin rodeos? Ve al punto de una vez — pidió, por no decir que era más una exigencia que otra cosa.
Eso solo hizo que los hombros de Anya se tensaran y un nudo en su garganta se formara.
- Alfa Dereck... yo... — empezó Anya, con la voz contenida y vacilante.
Afuera de la oficina del alfa....
No lo pienses demasiado, Ethan, se dijo. Simplemente entra.
Cuando por fin cruzó el umbral de la oficina sin siquiera tocar, sintió la tensión en el aire. Anya estaba allí, rígida, sin saber cómo decir su pecado.
Ethan notó el leve temblor en los hombros de ella; estaba a punto de confesar.
Antes de que Anya pudiera proseguir, Ethan había entrado de golpe en la habitación, interrumpiendo la conversación de manera abrupta. ella lo miró con sorpresa, incapaz de ocultar la confusión en sus ojos. No esperaba verlo allí, mucho menos que interfiriera.
- Ethan, ¿qué sucede? — preguntó Dereck, con una mezcla de desconcierto y curiosidad.
Ethan tragó saliva, consciente de que no tenía un plan definido. Actuó por impulso, pero ahora necesitaba algo con qué desviar la atención.
Recuerda por qué viniste aquí, se recordó.
- Padre, hay algo urgente de lo que debemos hablar — dijo él con firmeza, mirando directamente a su padre —. Sobre los pícaros. He traído un informe de movimientos sospechosos cerca del límite del territorio.
El Alfa arqueó una ceja, claramente interesado. Aunque su atención estaba dividida entre Anya y Ethan, los problemas con los pícaros siempre tenían prioridad.
- ¿Movimientos? — repitió el Alfa Dereck, enderezándose en su asiento —. ¿Siguen causando problemas?
Ethan asintió, adoptando una postura seria.
- Están organizándose. No solo eso, escuché rumores de que han hecho alianzas con manadas enemigas. Si no actuamos rápido, podríamos estar enfrentando una amenaza inminente.
El Alfa frunció el ceño. Era evidente que esto lo preocupaba más que la confesión que Anya estaba a punto de hacer. Los asuntos territoriales eran graves, y cualquier señal de peligro de parte de los pícaros no podía ser ignorada.
- Esto cambia las cosas — murmuró Dereck, llevándose una mano a la barbilla —. Tendré que convocar a los hombres de inmediato.
Ethan, aunque no lo mostraba, sintió el alivio de Anya desde donde estaba parado. Sabía que había logrado desviar la atención del tema, al menos por ahora.
- Hazlo — ordenó el Alfa, poniéndose de pie —. Reúne a los hombres. Tenemos que actuar cuanto antes.
Anya permanecía en silencio, pegada al asiento de la silla donde estaba, esperando cualquier oportunidad para desaparecer. El Alfa asintió a Ethan y le indicó que lo acompañara a la reunión.
Justo antes de que salieran, uno de los hombres del Alfa irrumpió en la oficina, con un aire de urgencia.
- Alfa Dereck, los hombres ya están listos. Es hora.
- Ven conmigo — le dijo Dereck a Ethan —. Hay mucho que discutir. — se detuvo en seco antes de seguir, para dirigir su vista hacia la chica — Y tú, nos veremos después, espero que para entonces no te quedes callada — advirtió con seriedad a Anya.
Ella solo pudo asentir, nerviosa.
Ethan se giró brevemente hacia Anya. Sabía que quedaría sola, y aunque quería quedarse para saber el motivo de la anterior discusión con su hermano, entendía que no podía evitar lo que vendría. Asintiendo, siguió a su padre fuera de la oficina. Cuando las puertas se cerraron, la tensión en el aire aún parecía colgar entre ellos.
Finalmente, cuando quedó sola, dejó escapar un largo suspiro, liberando la presión que se había acumulado en su pecho. Pero el alivio fue breve. Ethan había escuchado todo. Sabía lo que había pasado entre ella y Damien. Y ahora él también estaba involucrado, aunque tal vez aún no lo comprendiera del todo.
¿Cómo podría arreglar esto? pensó, sintiendo cómo la realidad la aplastaba. No podía esperar mucho más. El castigo por lo que había hecho estaba cerca, pero aún no sabía cómo enfrentarlo.
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^^^Continuará....^^^
Hasta aquí leo esta estupidez de historia, aunque luego se vuelva súper arrecha la Omega, es una estupidez que aguante tanto y nunca pida las pruebas o le diga nada a sus padres... /Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke/