Silencio En La Oscuridad.

Makoto, observo detenidamente el rostro de aquel hombre pero se quedó completamente helado.

-Te encontré -rie leve-

Makoto, no pensó dos veces, agarro el cuello de aquel hombre y apretó lo más fuerte que podía.

Makoto: Maldito demonio de cuarta! , Eres un imbécil

-Yo imbécil -lo agarra del cuello- Tú, fuiste quien me dejó solo en ese maldito mundo.

El hombre hablaba Pero quitaba levemente las prendas del menor, y sacaba su gran amiguito.

Makoto: A no eso sí que no -le patea- no caeré en tus estupideces... -se suelta-

Makoto, un hielo andante y sin derretir, lo más frío y serio en este momento mirando al mayor. Él, en cambio, le miro a los ojos, comenzando a reír con astucia y calidez; Feliz.

-Aunque estemos en esta oscuridad, te haré la vida imposible dónde quieras que estés...

Makoto: Sabes lo más mínimo que me importa lo que dices? Quieras o no, ya tengo mi vida salvada y todo es gracias a ti papacito ~ -coqueto, pasaba su mano por el miembro del mayor-

-No que no querías? -burlón-

Makoto, solo sonrió.

Makoto: Tengo mucha sed y esta oscuridad, me aburre, pero lo que más me encanta son tus bellos ojos rojos brillantes; color carmesí.

Makoto se separó del mayor, camino hasta la puerta aunque no veía nada y ni la misma silueta de su sombra por la luz de la luna; entra levemente por una ventana del baño. Al entrar, un frío recorre por el cuerpo, un escalofrío.

Pequeños susurros podía escuchar, susurros que escuchaba cerca de sus oídos y una gran risa. Makoto, no tenía miedo de escuchar ni sentir pasos a su alrededor, su miedo se había levantado de su alma, su mente por un tiempo.

Voltea suavemente mirando cada rincón, notaba sombras a su alrededor y este solo sonrió de lado, haciéndole divertido el momento.

Makoto: Parece que le es divertido asustar a las personas ~ -con un tono tranquilo y coqueto-

-Como es posible, que no sientas miedo de nosotros? -Voz gruesa y espeluznante-

Makoto: Sencillo, soy parte de su mundo, un mundo lleno de placer y sobrenatural ~ -Sonrie-

Makoto, decía lo que para él, era la verdad y efectivamente, ya no pertenecía al mundo humano.

Con tan solo vivir, lo que ha pasado era efectivo para cambiar su manera de pensar y tener su mente ocupada, era placentero.

Agarro del cuello a uno de ellos, su sonrisa cambio por una grande mientras apretaba más fuerte su agarré. Las cosas se volvieron más y más oscuras.

Pero, para él, estar en la oscuridad era más relajado que estar con una insoportable luz.

Soltó, levemente su agarré, dejando caer el cuerpo sin vida de una sombra, un ser sobrenatural había muerto por sus propias manos. Makoto, observando el cuerpo sin vida en el piso y sonrió al ver a las demás sombras que estaban allí.

Makoto: Saben, a veces no quiero ni pensar que estoy haciendo esto. Por qué? , Se preguntarán ... -se acercó a la luz de la ventana, la luz que entraba gracias a la luna.

La luna que estaba tapada por nubes, regreso con un tono brillos.

Makoto, observo la luna.

Makoto: Así es como las cosas de este mundo pueden pasar, y suceden cosas que la mente humana hace que perdemos la noción de la verdad.

Al decir eso solamente cerró sus ojos, agarró su rostro, masajeando para luego abrir nuevamente lento y observo nuevamente la luna.

Makoto, después de un rato bajo su mirada, observo detenidamente el lugar donde estaba, un rojo carmesí, amarillo brilloso y una llama en ella haciendo que por última vez, su sorpresa en su rostro se notará con alegría y risa.

Todo se estaba haciendo cenizas y desaparecía de la vista. Volviéndose un gris al tiempo y un oscuro bosque, Makoto, camino por aquel bosque hasta conseguir un camino en el.

Siguió aquel sendero sin descanso, perseguido por una oscura niebla desapareciendo todo atrás de él, no había más que oscuridad y un silencio.

Mientras que gritos de ayuda y susurros desesperados se escuchaban, adelante de sus pies.

Manos, sombras y cuerpos, lloraban mientras pedían ayuda, agarrando sus pies intentando atrapar, pero, Makoto, no dejaba ser tomado. Comenzó a correr...

Corriendo, era la única manera de seguir adelante sin dejar descansar sus piernas, callo por un gran oyó, cayendo dejando su cuerpo entumecido y adolorido.

No pudo más, cerró sus ojos, cansado y escapar todo el tiempo, pero se levantó. Camino lentamente hasta conseguir el camino nuevamente corrió por el sendero.

Aunque cansado, siguió corriendo.

Al final de camino encontró una puerta, una que le dejaba en claro, que aunque siguiera por ella. Todo lo que vivió iba a cambiar.

Makoto, agarro sutilmente la Perijá, abrió con los ojos cerrados aquella puerta. Entrando sin mirar atrás.

Al entrar, notó una leve y frágil voz. Era una canción...

🎶No hay que temer, si solo no estoy

La vida nunca es fácil, pero sé a dónde voy

Siempre lleno de preguntas, así es como soy

Pasé cada momento buscando algo en que creer...

🎶No sé que puedo más hacer, soy un ser frágil y puedo volver, No soy fuerte Pero puedo serlo...

🎶ASI QUE LA OSCURIDAD ES SOLO MI LUGAR PARA DESCANSAR, QUIERO SEGUIR ADELANTE DE TI, AUNQUE MI VIDA ABURRIDA ESTABA.

🎶No es de temer, si solo no estoy

La vida humana es fácil y divertida, Pero dónde estoy debo temer y ser fuerte a la vez.

Makoto, abrió sus ojos miro detenidamente de dónde venía la canción, sus propios labios eran de dónde se escuchaban y un espejo delante de él.

Cerro sus ojos, dejando que la oscuridad consumiera su cuerpo y así se había despertado de un mundo diferente.

Un manifiesto y fantástico mundo, lleno de oscuridad y temores.

🌎 🌍 Sus ojos pesados, volvieron a tapar su vista y frágil vida.