Niken presencia la infidelidad de su esposo con una mujer mayor, casada y vecina de él. No solo Niken fue testigo de la ardiente traición de Reyfan, su marido, con Zahra, su amante. También Hans, esposo de Zahra, vio la escena oculta detrás de Niken, justo cuando ella sorprendía a Reyfan y Zahra haciendo el amor en el taller de su esposo.
Hans sostiene el cuerpo débil de Niken, devastada por lo que acaba de presenciar.
—¡No llores, gente vil como ellos no merecen tus lágrimas!
—¿Tío Hans?
—¡Venguémonos de lo que nos hicieron!
—¿Cómo?
—¡Salgamos nosotros también!
Niken acepta la propuesta de Hans, y así sellan un pacto de infidelidad. Pero, ¿qué ocurrirá cuando la venganza empiece a mezclarse con verdaderos sentimientos? Sobre todo porque Hans ya llevaba tiempo enamorado de Niken, desde la primera vez que la vio.
NovelToon tiene autorización de Hany Honey para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 22
Niken se sentó frente a Hans en la sala de estar. Hacía mucho tiempo que Niken no visitaba la casa de Hans, y Hans solo visitaba su casa de vez en cuando. Eso también se debía a que tenía asuntos con sus subordinados, o simplemente hacía una escala antes de volar de nuevo a otra ciudad o país.
A diferencia de lo habitual, parecían nerviosos. A pesar de que antes de divorciarse de sus respectivas parejas, no estaban tan nerviosos como ahora. Hans también estaba un poco torpe, sin saber por dónde empezar la conversación.
"Nik."
"Om."
Se saludaron al mismo tiempo, lo que los puso aún más nerviosos. La atmósfera en la habitación era muy densa, llena de torpeza y nerviosismo entre dos personas involucradas en un acuerdo de aventura amorosa hace unos meses, pero el plan fracasó, sin ningún propósito en absoluto.
Con la intención de provocar a Reyfan y Zahra teniendo también una aventura, Hans estaba muy ocupado con su trabajo. Justo cuando iba a comenzar su misión con Niken, Zahra pidió el divorcio justo el día de su aniversario de bodas, y sus hijos fueron testigos de la petición de divorcio.
Después de eso, Dewa reveló todas las aventuras de Reyfan y su madre. Hasta que finalmente Niken se fue, eligiendo separarse aunque sin llevarse un centavo del producto de la propiedad conyugal con Reyfan.
"Tú primero, Nik", dijo Hans.
"Tú primero, Om", respondió Niken.
"Está bien, yo primero. ¿Cómo estás?", preguntó Hans.
"Bien, ¿es eso todo lo que vas a preguntar?"
"Sí, ¿qué más quieres que pregunte? Estoy confundido, Nik", respondió Hans.
"Entonces, si estás confundido, quiero preguntarte algo, Om."
"Pregúntame, Nik. ¿Qué quieres preguntar?"
"¿Cómo estás?", preguntó Niken.
"¿Eso es lo que quieres preguntar?"
"Sí, Om."
Hans se rió suavemente al ver también el nerviosismo de Niken. La incomodidad volvió a envolverlos. Aunque cuando hicieron el acuerdo por primera vez, estaban bien, no tan nerviosos como ahora.
"¿Por qué no respondes, Om?"
"¿Qué quieres que responda? ¿No ves que estoy bien?"
"¿Tal vez tu corazón no está bien?"
"Sí, no está bien, porque te extraño", respondió.
"¡No seas cursi, Om!"
"No soy cursi, es la realidad. Ah, sí, ¿cómo va nuestro acuerdo?"
Niken se encogió de hombros. También estaba confundida cuando Hans le preguntó sobre el acuerdo. Si el acuerdo iba a continuar, ahora su estado era diferente. ¿Mientras que el acuerdo era un acuerdo de aventura amorosa? ¿Ahora de quién van a tener una aventura? ¿Ambos tienen el estatus de solteros? Divorciados más bien.
"¿El acuerdo, Om? ¿Qué es lo mejor que podemos hacer?", Niken en cambio preguntó.
"Vaya, estás preguntando. Lo que está claro es que aún no hemos terminado, ¿verdad? Ayer empezamos a salir, solo que ahora el estado es diferente. Ambos estamos solos", dijo Hans.
"¿Entonces?"
"¡Todavía estamos saliendo, todavía tenemos un vínculo! ¡Nunca huyas de mí, Niken!", dijo Hans con firmeza.
"¿Qué hacemos?", pensó Niken.
"Sigamos adelante. Además, ya no tenemos lazos con nadie, ¡solo estamos atados por nuestro acuerdo!", explicó Hans.
"Está bien, entonces", respondió Niken mientras se levantaba de su asiento.
"¿Está bien cómo? ¿A dónde vas?", preguntó Hans.
"Extraño la biblioteca, extraño el olor a libros", respondió Niken.
"¿No me extrañas, Nik?"
"Parece que solo un poco, extraño más la mini biblioteca. Ya me voy adentro. ¡Será mejor que continúes con tu trabajo, Om!"
"Hoy estoy libre, ¡así que puedo monitorearte siempre!"
"Está bien, como quieras, Om. ¡No me molestes! ¡Quiero leer un libro, Om!"
Hans asintió obedeciendo a Niken. Déjala estar, deja que Niken esté con su mundo, mientras que Hans también está con su propio mundo. Ver a Niken leyendo un libro con seriedad también hace feliz a su corazón. Niken es su mundo ahora, ver a Niken feliz, contenta, él también está feliz.
**
Después de estar todo el día en casa de Hans, por la noche Niken tenía la intención de volver a su cafetería. Indah todavía estaba allí, así que quería alcanzarla. Porque Indah todavía vivía en su casa. Al mismo tiempo, al volver de la cafetería, quería salir un rato con Indah, disfrutando de nuevo de su soltería.
La cafetería de Niken está abierta hasta las dos de la madrugada, pero Niken e Indah solo están en la cafetería hasta las diez de la noche, el resto hay empleados en los que confían para encargarse hasta la hora de cierre.
Niken conduce su motocicleta. Es el único vehículo que tiene, porque Reyfan tiene su coche. Más concretamente, Reyfan lo pidió. Niken solo alcanza a Indah, porque esta noche quiere ir a solas con Indah.
El centro comercial es su destino. Lo que más les gusta a las mujeres es ir de compras. Ir de compras por aquí y por allá en busca de lo que quiera. Niken todavía está eligiendo bolsos en el escaparate, mientras que Indah no sabe a dónde ha ido, y está buscando algo.
"¡Tía!", llama un hombre a Niken.
"Sí, ¿quién es?", pregunta Niken.
"¿Dewa, tía? ¿Lo has olvidado?"
"Dios mío... ¿Dewa? ¿Me sorprende verte con ropa normal así? ¿Con quién estás?", pregunta Niken.
"Estoy solo, ¿estás eligiendo un bolso, tía?"
"Sí, más bien estoy mirando. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Buscando un bolso?"
"Sí, buscando un bolso de mujer. Por suerte te he encontrado, ¿me ayudas a elegirlo?", pide Dewa.
"Claro, ¿es para tu novia?"
"¡No, no tengo novia! Es para Ratu, mi hermana mayor, mañana es su cumpleaños", responde Dewa.
"¿Aún no tienes novia, Dewa? ¿Cómo es posible que un joven como tú no tenga novia?"
"Todavía no pienso en tener novia, tía. Solo me concentro en mi carrera y en mis hermanas. ¡Papá me regañaría si tuviera novia!"
"No pasa nada, a tu edad ya puedes tener novia", dice Niken mientras sus ojos buscan un bolso adecuado para Ratu, la hermana de Dewa.
Mientras que Dewa no aparta la mirada de Niken, que está eligiendo un bolso para Ratu con seriedad, porque le ha pedido a Niken que lo elija por él. A los ojos de Dewa, Niken, que siempre tiene un aspecto sencillo y natural, tiene mucha gracia.
"¿Este parece encajar con Ratu, que es muy moderna, femenina y enérgica?", dice Niken mostrando el bolso que ha elegido.
"¿Dewa?", llama Niken.
"Ah, sí, ¡es bonito!", responde nervioso.
"¿Bonito?"
"S-sí, es bonito. ¡El bolso es bonito!", responde nervioso.
"Por supuesto que es bonito, ¿no? ¿Así que lo quieres o no?"
"Sí, lo quiero, las elecciones de mi tía siempre son buenas", dice Dewa.
"Tengo tres opciones, ¿cuál te gusta más?" Niken muestra todas las opciones de bolsos para Ratu. En su opinión, los tres bolsos son adecuados para Ratu.
"¡Me llevo todos los que ha elegido mi tía!"
"¿Todos estos?"
"¡Sí!"
Dewa lo lleva a la caja registradora y luego completa el pago. Se lleva los tres bolsos elegidos por Niken, pero elige uno para Niken. Dewa espera a que Niken e Indah terminen de comprar delante de la caja registradora. También quiere regalarle un bolso a Niken, por haberle ayudado a buscar un bolso para Ratu.
Indah ha comprado muchas cosas. Mientras que Niken solo compra lo que necesita. Niken sale de la caja registradora después de completar el pago. Tiene la intención de volver a casa, pero fuera está lloviendo mucho, mientras que ellas están usando una motocicleta.
"¿Está lloviendo, Indah?"
"Bueno, esperemos a que pare, ¿o nos empapamos?", sugiere Indah.
"Hace frío, ¡no hay nadie que me abrace!", responde Niken.
"¿Buscas un abrazo?"
Mientras están bromeando, Niken oye que un hombre la llama de nuevo, y se acerca directamente a ella.
"¡Tía Niken!", llama Dewa.
"¿Todavía estás aquí, Dewa?", pregunta Niken.
"Sí, este es un regalo para ti, gracias por ayudarme a buscar un bolso para Ratu."
"No deberías haber hecho esto, Dewa."
"No pasa nada, tía, ¿solo tómalo?"
A regañadientes, Niken acepta el regalo de Dewa. Tampoco se siente bien si se niega, da la impresión de que no valora el regalo de la gente.
