Tras una trágica muerte. Bell, una joven mujer, reencarna en su libro preferido. Sin embargo, ella tiene la voluntad de cambiar las cosas dentro de él, tanto, que causa que el villano de la historia se enamoré de ella.
¿Podrá realmente su esfuerzo valer la pena?
¿O el destino le tendrá muchas más pruebas por superar?
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capitulo 22: Salvé al villano
Narrador.
Hora tras hora, Elenor no dejaba de escuchar las instrucciones de Alessandro, que con su voz, lideraba cada movimiento que ella debía realizar. Empezando en como respirar debido a que al hacer ese tipo de meditación, puede relajar la mente y como tal, sus poderes se controlarán de una manera efectiva.
Él estimaba a que ella podría dominar su magia en un año o un poco más. A él le tomó más de su niñez controlarla a la perfección, pero era porque no tenía a nadie, sin embargo, Elenor lo tiene a él y jamas piensa irse de su lado para ayudarla.
Unas semanas después.
Tras haber pasado un pequeño tiempo en aprender a como manipular su magia, Elenor pudo lograr un gran avance. Lo cual la deja muy contenta ya que pensó que le tomaría más tiempo.
— ¡Ay, ya!... Quita esa cara de molesto— comentó ella a Alessandro.
— simplemente me cuesta creerlo. ¿Como pudiste aprender a controlarlo tan rápido?... Y al contrario, estoy feliz de que lo estés consiguiendo, pero esa pregunta me deja pensando.
— ¿Y acaso lo preguntas?...— comentó con una risita juguetona— Fue todo gracias a su majestad... Tú fuiste un excelente maestro, ¿Como no podría lograrlo sin tí?... Aún me falta por aprender, pero deseo que sigas estando ahí para seguir tú camino.
Ambos estaban en el pasillo, sin embargo, Alessandro se detuvo, sin voltearse, este le confiesa.
— mi camino estaba lleno de oscuridad y soledad. No quiero que sigas ese sendero...— su voz se había profundizado junto con su acento. Era como si estuviera recordando esos momentos tan lejanos—... A cambio, sigue este camino nuevo, donde en este, solo hay una persona que me alienta a seguir en el y que no dejaré de caminar hasta el final de mis días... Elenor.— por fin, él se voltea y en ese acto, se arrodilla, dejándola en sorpresa a ella. En las manos de aquel emperador, una rosa congelada y en el tallo, un anillo muy fino—... ¿Quier-...
— ¡Si, acepto!
— ¡Pero déjame terminar!
— lo siento... Por favor, continúa.
Con un suspiro, y una risa. Alessandro le confiesa antes de continuar.
— realmente amo tu voz ruidosa... ¿Quiere acompañarme en este nuevo camino?... Donde esta vez, la única luz que tengo eres tú y nada más que tú; que me salvó de la oscuridad que me tenía atrapado...
Elenor se había quedado sin palabras, estás palabras son las más hermosas que ella había escuchado.
Era más que solo palabras, era sus corazón declarándole lo cuanto la ama.
Así que, inevitablemente ella comenzó a llorar, se llevó ambas manos a su labios y no dejó de repetir el sí con su cabeza.
Su dedo sintió la sensación de la joya al ser colocada con delicadeza. Antes de que Alessandro se pudiera levantar, ella saltó sobre él y lo abrazó llenándolo de besos. Él la toma de su rostro y la detiene.
— aguarda... Reserva esa energía para en la noche.
— ¿Eh?
Sin esperarse lo siguiente. Elenor fue levantada entre los brazos de su amado villano. Alessandro ya se encontraba de pie sosteniendo a su futura esposa.
— ¿A-Adonde vamos?
— mujer... ¿A donde más?... A poner tu nombre con el mío de inmediato y hacerte oficialmente mía.
— ¿Que?... No me digas que...
— nos casaremos hoy mismo. Una vez te escuché decir que querías una sorpresa, así que está es la más especial que podía hacer. Quieras o no, serás mía en todos los aspectos.
Con una risa, le dije.
— siempre querré ser tuya. Bien, por suerte tengo un bonito vestido y mi prometido siempre se ve guapo hasta desnudo, pero eso está prohibido en la...
— Elenor...
— si, si. Yo y mis pensamientos pervertidos... Vámonos, tenemos un matrimonio que cumplir...— señaló hacia adelante, a ambos no le importaba lo extravagante que podría ser su unión. Solo le importaba ser marido y mujer oficialmente.
En aquél templo cerca de su palacio. Los esperaba Derek y a su lado Vanessa como testigo de boda.
— Elenor...— habla Derek, quién le toma la mano y este se inclina en modo de disculpas—... Nuevamente te pido que me perdones. Aquí y ahora, solo deseo que la vida de mi hermano siempre te cuide y si él no está, yo lo haré en su lugar, al final, has salvado mucho más de lo que crees. Sálvate a mi única familia que apesar de que me aborrece, es mi hermano y lo quiero, además... Pudiste devolverlo a como era antes, igual de malhumorado pero sin la maldición.
Elenor le dedico una cálida sonrisa. Y le deja estás palabras.
— ahora Derek... Tendrás el poder de seguir tu propio camino, convirtiéndote en el protagonista que siempre has querido ser. Yo me encargaré de cuidar a tu hermano. Tú cumple tus metas que te propongas para tú felicidad.
En ese momento, Alessandro se coloca al frente de Derek.
— sabes que no puedo insultarte por respeto al lugar. Aún así...— toma de su hombro y sorpresivamente, lo abraza—... Gracias, también fuiste causante de mostrarme la luz en este camino que recorreré al lado de mi esposa. Te mereces más de lo que soy y reconozco no haber sido el mejor hermano, pero lo seré a partir de ahora. Prometo que está vez, no te apartaré de mi vida...
— aless...— este de igual forma lo abrazó con fuerza.
Vanessa arregla un poco más a Elenor, colocándole hermosa flores a su cabello, el ramo de lirios y el velo fino que le quedaba perfectamente.
— escogí este ramo porque vi que el amor que le tienes al emperador era tan puro que debía reflejarse.
— gracias, Vanessa...
— has luchado para alcanzar tu objetivo. Y creo... Que alcanzarte mucho más de lo pensado.
Asintiendo, Elenor miro a su espalda a Alessandro, que esté no dudó en verla también, dedicándole una sonrisa dulce. Sé acercó a ella y le tomó la mano.
— en estos momentos, te haré más que mi esposa. Más que mi emperatriz... Será la luz de mi vida y la calidez de mi corazón.
— yo a tu lado, cuidaré siempre este sentimiento que nos pertenece a solo nosotros. Como nadie nos amaremos y con en la eternidad estaremos.
Elenor.
Volvimos esas palabras como nuestros votos de matrimonio. Me sentía muy dichosa de vivir esto con él. De que todo lo que hemos cambiado por el otro. Yo era una aprendiz de lo que era amar, y él no sabía que era el amor. Ambos luchamos y aprendimos a enfrentarnos la situación que nos separaban. Al principio, solo deseaba salvarme, y escapar de sus garras de hielo, pero comprendí un tiempo después que ya no podría vivir sin él. Me salvé a mi salvándolo a él; y créame, no saben lo feliz que me siento de haber vuelto una y otra vez por Alessandro, que aunque intentara alejarme para no estar con él y para no lastimarme, él no tenía la culpa de haber sido maldito y de haber estado atrapado en una oscuridad absoluta, que sin importar de arriesgar mi vida, logré sacarlo de ahí.
Nuestras palabras de aceptación en este matrimonio ya había sido dichas, y era el momento de que nos dieramos el beso final de esta ceremonia para sellar nuestra boda. Él tomó mi cabeza y primeramente unimos nuestras frentes. Susurra unas palabras que siempre se quedarán en mi corazón y en el suyo.
— «ich liebe dich»
Aunque estaba empezando a entender su idioma, estás palabras la sabía perfectamente, así que le respondí con el mismo afecto.
— yo más...— levanté mi barbilla un poco y suavemente mis labios ya se encontraba con lo suyos.
Nos separamos en el momento en el que Derek alzó su voz junto con una botella de licor.
— ¡A celebrar!
— ¡Maestro, no puede sacar eso aquí!
— ya se casaron, ahora nos podemos regresar al palacio y comenzar con lo que realmente importa... Mi querida Elenor, que prefieres... ¿Vino, champagne, whisky?
— idiota... A Elenor no le gusta el licor.
— de hecho... No toleró el alcohol dulce.
— ves...
— por eso prefiero tomar ron. Si tienes ¿No?
Alessandro me miró con gran incredulidad, que lo dejó un poco pasmado. Para Derek no, ya que le emocionaba y tenía una idea, ennsu rostro se le notaba.
— bien. Pero solo espero que no sea para alardear, ya que me gustaría proponerte algo.
— sí... Esta bien.
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Una horas después, luego de la ceremonia, nos fuimos al palacio a celebrar está fiesta muy íntima, éramos pocas personas pero el ambiente tan alegre era lo que importaba. Alessandro a mi lado me acompañaba en la bebida pero con un vino refinado, él no es de beber mucho pero decidió estar conmigo. Derek me había propuesto a ver quién aguantaba más el alcohol, que con gusto acepté.
Ya esta es la cuarta ronda, la bebida era la más fuerte, un ron añejo que él trajo. Era muy fuerte lo cual Alessandro me recomendó no beberlo como agua, pero...
— ¡Otra!... ¡Esto no me hace ni cosquillas!
— ¡Bien!... ¡Como quieras que vas a perder la apuesta!
— Elenor...— la voz de Alessandro me susurraba para parar, pero no puedo, no puedo perder esta apuesta—... Esta bien, yo puedo cumplir el capricho tuyo, pero ya detente, luego no soportaras la cabeza al día siguiente.
— no. Tengo que ganar... Mi orgullo y mi libro depende de eso. Si yo gano, Derek me conseguirá ese libro de edición limitada...
— el autor está muerto, así que nadie sacará un libro como ese... Aún lo tengo empacado como nuevo, ni siquiera lo he leído — comentó Derek, con una sonrisita.— ¿Aún quieres seguir?... Por supuesto que no verás el libro pero estarás sin resaca mañana.
— no lo preguntes y bebe...
La botella seguía llena con su respectivo licor. Y hasta que no se acabará o ninguno de los dos nos rindieramos. Ya está era la última ronda, la novena. Ambos aún seguimos en esto. Yo por mi parte, aún me sentía cuerda, pero él...
— mierda... ¿Que tienes en el hígado que aguantas tanto el alcohol?... ¿Que eres?... ¿Un albañil recién cobrado?...— hace un gesto para vomitar. A lo cual sale de la habitación y detrás de él Vanessa para acompañarlo, aunque ella no bebió mucho, necesitaba saber si estará vivo después de beber tanto licor.
— ¡Gané!— alce la botella vacía. Me sentía muy bien, a pesar de tener el estado de embriaguez, no estaba como Derek, al contrario, quería hacer otras cosas.
Una mano siento tomar la mía, miré a un lado y era Alessandro. No me dijo nada, solo me observó con esa nueva dulce sonrisa.
— aless...— dejé lo que tenía en mi mano en la mesa y me subí a sus piernas. Tomé su rostro y él por fin me dice.
— ya era hora... De lo contrario, tendría que secuestrarte y llevarte a una habitación. Veo que te sientes capaz de hacerlo.
— soy capaz de amarte con mi última fuerza. Solo quería saber que era ganar una competencia contra un hombre...
— ¿Que dices?... Ya ganaste una desde hace mucho, y esa fue contra mí. Te llevaste mi corazón como premio.
— y no pienso devolverlo...— reí y luego lo besé con calma, suavemente y saboreando ese toque de vino en sus labios, ya que no tolera el ron.
En esta habitación había una cama muy acogedora, con su chimenea encendida y un buen ambiente. Él me quita la ropa de una manera delicada. Yo aprendía aún a controlar mi poder y a pesar de que en ningún momento se había manifestado, ahora sí, mi cuerpo sentía un escalofríos por los toques y caricias de Alessandro que mi piel se volvió cristalina en todo lados.
Besaba casa parte de mi cuello, bajando delicadamente a mis pechos, yo aún estaba en sus piernas y mientras que su lengua jugaba con el pezón, su otra mano bajaba por mi espalda y tocaba mi muslo apretandolo con fuerza. Lo abrazaba tomando su cuello y acariciando su mechones dorados.
Realmente extrañaba ésto.
Sé levantó conmigo en sus brazos, aproveché para besarlo de manera ferviente y me llevo a la cama sin romper el beso. Comenzó a quitarse la ropa por completo, subiéndose a la cama conmigo, juntamos nuestro cuerpos y sentimos el calor corporal mientras nos besamos sin detenernos.
Era extraño, sentía su calor a pesar de estar cubierta por el hielo de mi propio cuerpo, esto me hacía creer que Alessandro y yo fuimos hecho para estar el uno con el otro, solamente que el destino nos puso pruebas para ver si realmente nos merecíamos. Y efectivamente, ambos nos necesitábamos como a nadie.
Suavemente recorre sus manos en mi piel. Al momento, él baja a mi parte intima su lengua se desliza lentamente hacia arriba y hacia abajo sucesivamente. Le acariciaba la cabeza mientras yo gemía dulcemente de placer. Luego, mete ambos dedos y sube a mi seno para chuparlo nuevamente. Hace eso mientras que seguía en ese movimiento dentro de mí. Luego nos besamos mientras que el no paraba con sus dedos. Sé sentía tan bien que gemía en su boca. Una vez mas, alcance mi placer total al salir mi orgasmo. Se lleva ambos dedos a su lengua y lo saborea, su mirada con la mía chocan con un intenso sentimiento.
— su sabor siempre será exquisito. Elenor. Supongo que esto fue a lo que me volvió adicto a tí.
Él me mira con esos ojos llenos de pasión y vida. Al contrario cuando nos conocimos, que no tenía ni una pizca de luz. Él se sube a mi y entierra su cabeza en mi cuello y comienza a besarlo y a morderlo. Pocos segundos después él me vuelve a besar pero habiendo más acción dentro de nuestra bocas. Su lengua y la mía se unían a cada rato.
— ¡Aaah!—Lo abrazo de repente cuando siento que me ha metido su erección en mi si avisar.
Mi cuerpo tenía tiempo que no gozaba de las relaciones sexuales. Me dolía cada vez que la volvía a meter. Por esa razón, lo abrazaba y rasguñaba con todo mi dolor que se iba convirtiendo en placer. Lloré un poco, no por el dolor. Si no porque alessandro me estaba haciendo suya como la mujer que ama. Él nota eso y besa esas lágrimas mientras que seguía en ese movimiento tan placentero. Cada beso que daba estaba lleno de cariño y amor... Sube sus velocidad de embestirme y gemía con más fuerza, me abraza y no dejó de susúrrarme lo cuanto que me ama junto con mi nombre.
Ese cosquilleo, esa sensación inexplicables, sí, era el amor lo que estamos haciendo, no un sexo ordinario que solo se sentía el placer y ya, esto era diferente.
Quizás... Sea la persona más afortunada en el mundo. Tenerlo a él, a mi lado, era lo que más me daba dicha de seguir con vida.
Lo amo más que a mí propia vida.
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Al día siguiente recibí lo que me prometieron. Un libro de edición única y al ser tan especial su precio era una fortuna, Derek lo compró tiempo atrás solo para fastidiar a un comprador que también lo deseaba, y al no ser persona de leer un libro de esa categoría, decidió apostarlo, resultando yo ser la portadora de ese libro.
— Toma...— me entrega en mis manos ese libro tan excepcional, único y de cubierta preciosa. Un material jamás visto.— no puedo creer que perdí contra un albañil disfrazado de dama...— se lleva la mano a la nuca—... Creo que anoche vomité algo más que líquido. Por lo menos te veo fresca como lechuga.
— ¡Gracias!... ¡Alessandro fue de ayuda para quitarme la resaca. Sudé el alcohol con él, ayer fue el mejor día de mi vida!
— ya, ya, ya... No me cuentes con detalles que fue lo que hicieron. Ahora... Tengo un rumbo que tomar.
— maestro... Esta todo listo.
Miré a un lado y Vanessa tenía una maleta. Lo único que significaba que él se iría, temporalmente, porque se que volvería a nuestro lado.
Con una sonrisa, le confesé.
— buen viaje. Espero verte pronto. También para tí, Vanessa.
— ya no puedo separarla de mi lado... Sabe muchas cosas; que es estar conmigo o matarla...— en ese momento lo mire con gran fijación, me puse seria al oír eso. A lo cuál, él se ríe de mi gesto—... No te tomes todo en serio. Ella decidió acompañarme a pesar de que le di su libertad. No es mala compañía después de todo.
Suspiré aún seria. Aún así, me despedí de ambos. Tanto como Derek y Vanessa se perdieron de mi vista para irse a su nuevo destino, ¿Que será?... No lo sé, nunca me lo dijo. Pero confío que hará una vida siendo él, el protagonista de su propia historia, y detrás de su sombra, su acompañante fiel.
Alessandro inesperadamente se pone de mi lado, se había recién levantando de la cama ya que tenía solo su bata puesta. Él me dice mientras que me abraza de lado.
— nunca me gustó despedirme de mi hermano y él tampoco. Es una costumbre que tenemos... Pero se que volverá, tal vez no pronto, pero lo hará... Ahora, tenemos que arreglarnos, tenemos una reunión entre los ministros para saber qué es lo que ocurrirá realmente con el imperio. Ya lo tengo todo preparado, está vez dirigiré mi imperio para un bien mayor... Y tú como mi emperatriz, me ayudarás en este camino.
Con una gran sonrisa le asentí. Quiero ayudarlo a construir un nuevo mundo donde vivamos plenamente, y si es de trabajar duro y de cero, lo haremos.
Tomé su mano y comenzamos con buena actitud en este nuevo camino de nuestra vida que sin duda alguna será maravillosamente emocionante.
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Los años había pasado como una brisa de primavera. Los pétalos de un árbol de cerezo cae en nuestro rostro mientras que dormíamos en un bote en el lago cercano del palacio. Alessandro estaba tan cansado de sus deberes que decidí acompañarlo para no déjalo sólo, y era algo que él quería.
A pesar de tener su trabajo de emperador presente, aún yo seguía siendo su prioridad en todo momento. Cambio volviéndose un hombre sumamente dulce, amoroso y un devoto esposo. Había dejado atrás su apariencia desolada y ahora se cuidaba más por mí, su cabello largo se lo había cortado luciendo como un encantador monarca.
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— Elenor...
— ¿Sí?
— amo esta vida... Tu como mi esposa, a Dominic como nuestro hijo y un gran futuro que tenemos. He levantado este imperio solo para hacer este lugar seguro para los que amo. Aunque he hecho mucho, aún falta por construir y tú a mí lado, eso será posible.
— Alessandro. Eres mi lugar seguro, con nuestro hijo de por medio, ambos son la alegría de mis ojos.
Con una sonrisa, me comenta.
— solo que el pequeño le gusta pasar tiempo con su tío. Es un niño de 8 años pero ha heredado toda tus cualidades, es ruidoso, siempre tiene energía, es aventurero y lo mejor, heredó tú sonrisa.
— ¡Padre!... ¡Madre!— exclamó la voz de un joven niño— ¡Le he traído un regalo!— alzó unos conejos de pelaje extraordinario como detalle para nosotros.
Ambo alzamos nuestra vista y vemos a un niño de cabellera azabache, sus ojos del color miel y muy agraciado. A su lado, un hombre vestido con su típica coleta y traje de cuero, era Derek y mi hijo, Dominic.
— supongo que sacó tu personalidad de cazar...— dije. Luego rectifico—... Pero claro, heredero los genes de bestia como lo tuyos.
— aún está aprendiendo a transformarse. Algunas veces nos vamos a la montaña y practicamos ahí.
— lo sé... Me gustó verlo a los dos así que quería repetirlo nuevamente.
— y lo haremos...
Nosotros nos le quedamos viendo a nuestro hijo. Era curioso que Dominic no pudo heredera los poderes de hielo si nosotros lo tenemos, pero tengo la esperanza de que su magia saldrá en un futuro cuando lo necesite.
Ambos nos salimos del lago y nos fuimos al lado de Dominic. Le tomamos la mano de ambos lados y caminamos por el prado hacia camino al palacio. Él no dejaba de reír y comentar cómo le fue en su día con su tío.
Sí, salvé al villano de una historia, pero hice más que eso, salvé mi vida al encontrarlo, ya que de él aprendí a como amar, como ser fuete y a luchar por lo que realmente amo. Seguiremos como hasta ahora, amándonos y amando a nuestra nueva fortaleza, a nuestro hijo.
^^^Fin ❄️^^^
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Muchísimas gracias por leer la historia de renací para salvar al villano. Espero que le haya sido de su agrado como fue evolucionado la historia. En aquel tiempo cuando empecé a escribir la historia original, no era muy experta, tampoco lo soy ahora, pero reconozco que he avanzado y que poco a poco me acerco a mis sueños. Pero todo es gracias a ustedes, mis lectores que hacen posible eso. Por ello, más adelante le traeré una nueva entrega. Sin más que comentar, le deseo de corazón mucha salud y prosperidad para ustedes. Los leo en los comentarios 🥀
Sólo espero que Derek ayude a Elenor para vencer la maldición y derrotar a la bruja de la emperatriz 🤔