La historia de Alexandra Maxwell, es un testimonio de valentía, resiliencia y solidaridad. Cuando fue víctima de violencia de género, se sintió tan pérdida que se aisló emocionalmente, y gracias a un ángel terrenal que luego se ascendió al cielo, encontró refugio en una fundación que le abrió las puertas permitiéndole tener la oportunidad de enfrentar sus demonios y comenzar a reconstruir su vida.
En la fundación Esperanza, que fue su salvavidas, ella encontró su propósito, y decidió dedicar parte de su tiempo y energía a ayudar a otras mujeres que están pasando por situaciones similares, brindándoles apoyo emocional y legal, asesoramiento y orientación, haciéndolas visibles contando sus historias y mostrándole que es posible salir adelante y construir una vida libre de violencia.
LOS/ AS INVITO A LEER ESTA HISTORIA QUE CUANTA LA REALIDAD DE MUCHAS MUJERES QUE SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. ESPERO LA DISFRUTEN. GRENM@
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CAPÍTULO V NEGACIÓN
ALEXA
El caso más reciente que tenemos en la fundación, es el de la chica Emma, la hermana de la periodista Mariana, que no sé si recuerdan, nos pidió ayuda para ella al terminar la entrevista que me realizó.
Resulta que Mariana, viene luchando con el caso de su hermana desde hace uno dos años, y ya nos había investigado con el propósito de encontrar el mejor lugar que le brindara la ayuda que ella considera no ha podido ofrecer a su hermana, claro, que esto, no es una cuestión de ella, sino de su hermana, la verdadera afectada…
Nuestra fundación, es una organización, no gubernamental y sin fines de lucro, con un verdadero propósito, apoyar y ayudar a las mujeres víctimas de violencia tanto física, como psicológica y sexualmente. Premisa que nos dejó George, fundador del refugio, y Gracias a Dios, nuestro trabajo sigue siendo real y asertivo. Porque lamentablemente, debo decirlo, existen otras organizaciones que inician con un propósito y terminan con otro, donde las menos beneficiadas son las víctimas.
Aclarado para ella ese punto, y conforme con los resultados que encontró de nuestro trabajo en la fundación, trajo a su hermana con nosotros, quien nos acompañó incluso a marchar, evidenció tantas víctimas, escuchó testimonios y aun así se negó a recibir la ayuda que le ofrecimos. Ella lamentablemente no termina de aceptar su situación…
La he visto, e incluso escuchado hablar con el que ahora sé, es solo su novio… “Si así es de novio, no me quiero ni imaginar cuando sea el esposo”. Yo lamento mucho que este pasando por esta situación difícil, pero si ella no reconoce y acepta su situación, el proceso será más complicado y doloroso, tanto para ella como para sus familiares, y en definitiva todos los involucrados.
Aquí le hemos ofrecido el apoyo y asesoramiento para poder salir de ese círculo vicioso en el que ha decidido mantenerse, (porque su caso ya les digo, es recurrente) y protegerse a ella misma. Su hermana incluso viene a diario para estar con ella y sostenerla de la mano, más ella sigue empeñada en creerle a su novio y querer volver con él. ya allí nosotros la verdad, no podemos hacer nada, de hecho, nadie, todo depende solo de ella.
. – Sé que te estas equivocando al tomar esta decisión, y lamento no poder detenerte…
. – Por favor no le diga a Mariana… - Increíble, eso me pide como si fuera tan fácil cargar con su irresponsabilidad.
. – ¿Que supones que le diga cuando te venga a visitar más tarde y no te encuentre?
Ella solo bajó la cara…
. – Por favor Emma, esto que estas viviendo no es normal ¿Cuándo lo vas a reconocer?
. – Él no es así, solo se equivocó, y actuó por impulso, ya me pidió perdón… ¡Mariana siempre exagera!
¡Cristo bendito! Niego, porque de verdad que a veces es tan difícil enfrentarse con emociones tóxicas y arraigadas…
. -Emma en serio, la negación no va a cambiar tu realidad, al contrario, y entiéndelo pronto por favor, esto lo que va hacer es prolongar el sufrimiento y el peligro en el que estas…
. – Por favor ya basta, estoy muy confundida…
. – Entonces quédate, sino estas segura, no te vayas con él… - la abracé porque sé que está desorientada y siendo manipulada para volver – Emma tu mereces vivir una vida segura y libre de cualquier maltrato, eres muy joven, tienes la vida por delante nena…
Su celular comenzó a sonar anunciando una video llamada, y nerviosa se apartó de mi para responder… por supuesto era ese hombre. No me moví de donde estaba, y pude claramente escuchar como la convencía para que volviera, prometiéndole no volver a golpearla, e incluso literalmente culpándola a ella de que él haya actuado así ¡El colmo, ósea que ella salió a deber ahora…! ¡Pero lamentablemente Emma es de la mujeres que piensan con la de abajo, que pena!
Su sonrisa hacia él me indicó que fue en vano todo lo que le dije, y de corazón deseo que no se arrepienta de la decisión que está tomando… Aun así, hago mi último intento…
. - ¿Te iras? – ella asintió a confirmarme lo que ya sabía – Bueno, es tu decisión, sin embargo, quiero que sepas que no estás sola, aquí estaremos, y allá afuera, también tu hermana que sufre mucho por ti – La tristeza al mencionar a Mariana fue evidente, porque sabe que está siendo egoísta con su hermana - No dudes en volver si lo necesitas, ya estas al tanto que aquí hay recursos disponibles para apoyarte en todo este proceso…
. – No volveré – Eso espero le quise decir, pero no me voy a venir a mentir a mí misma – Dile a Mariana que la amo…
Solo asentí, ella tomó su bolso y no me quedó más que acompañarla a la puerta… afuera estaba el “novio” esperándola con una actitud de macho empedernido que dejó mucho que desear. Lo escuché pedirle perdón y abrazarla con lágrimas de cocodrilo en sus ojos, mientras ella también le devolvía feliz el abrazó, como si nada hubiese pasado. ¡Ay mi Dios, es enserio que el masoquismo existe!
Después de su demostración de “amor” él hombre me miró de arriba abajo, de forma inapropiada para estar con su novia, demostrando cuan abusador e irrespetuoso es, luego me miró amenazante, y por supuesto que no le iba a bajar la mirada, también le dediqué una mirada retadora, el muy descarado se rio burlón mientras subía al auto, ni siquiera fue capaz de abrirle la puerta a su novia, yo solo negué porque esa era otra señal de lo desconsiderado que era, cuando se marcharon, se atrevió a sacar su mano, despedirse y luego mostrarme el dedo medio…
. – ¡Patán!... – Suspiro, que más hacer - Otra que se marcha labrando solita su cruel destino…
Cuando una mujer se niega a aceptar que es víctima de violencia, puede ser por diferentes motivos, como, por ejemplo, el miedo a las consecuencias de denunciar a su agresor, la creencia de que la violencia es su culpa (que por lo visto es el caso de esta niña), la falta de información sobre los recursos disponibles para ayudarla, entre otros...
Por ello, es importante que la mujer comprenda que la violencia no es nunca su culpa y que merece vivir sin miedo, ni abuso, además, que entiendan que al negarse a reconocer la violencia puede seguir exponiéndose a situaciones peligrosas y continuar sufriendo daños físicos psicológicos y emocionales.
Aquí de verdad que tratamos de hacer lo justo, lo humanamente posible, trabajamos duro para brindarles el apoyo y la información necesaria para que pueda salir de esta situación, pero muchas insisten en reincidir. Y ya eso escapa de nuestras manos. Sé que hay otras organizaciones, servicios y profesionales que luchan día a día por ayudar a muchas a protegerse y a romper el ciclo de violencia, nosotros no somos la única.
Pero insisto, a veces la ignorancia, el masoquismo y la dependencia emocional hace difícil que te alejes de esa relación abusiva, y aceptar la ayuda. Sí, hay muchas razones que complican salir del círculo vicioso de la violencia. Sin embrago, cuando tenemos a disposición todo para alejarnos y, al contrario, decidimos quedarnos, hacemos que triunfe la negación e imposibilitamos que podamos erradicar este mal.
No quisiera, pero estoy segura que ella volverá, y espero que esa vez pueda abrir su mente y darle más valor a su amor propio que al que dice sentir por ese tipo… ahora me toca esperar a Mariana y darle la frustrante noticia…
