Perdí La Memoria

La boda de Sofía sería en una semana, Osmara aún no podía aceptar que su hermana se fuera a casar tan rápido, pero lo que ella no sabía es que su padre estaba apunto de perder el rancho por todas las deudas que tenía y los gastos que tuvo cuando ella estuvo en el hospital.

La familia de Osmara viajo a ciudad Lázaro, fue un viaje de casi seis horas en avión, cuando llegaron al aeropuerto de ciudad Lázaro los autos de la familia del novio los esperaban. En el camino Osmar miraba a Sofía, ella tenía la mirada perdida, Osmara podía notar que ella estaba triste.

Los autos entraron en la propiedad, el rancho del prometido de Sofía era enorme, su padre y su madre estaban muy emocionados, hacían comentarios a Sofía de que tendría una buena vida en ese lugar, Sofía solo sonreía con el alma vacía.

El auto se estacionó y los padres de Sofía bajaron primero saludaban a sus compadres, Esteban ayudo a bajar a Osmara y hasta el final bajo Sofía el prometido de Sofía al ver qué ella no bajaba comenzó a molestarse al grado que no se acercaba a la familia.

Apenas miró a Sofía bajar se acercó y le entrego una rosa que tenía en su mano, Sofía lo miró nerviosa.

Gracias, no era necesario, le respondió Sofía.

- Me gustaría enseñarte algo, el joven jalo a Sofía y caminaron hacia el lugar donde se llevaría a cabo su boda.

Sofía miraba la rosa, era la primera vez que un hombre le regalaba una rosa.

El joven le pidió que mirara el lugar.

Ella estaba sorprendida al ver los arreglos y la decoración, estaba emocionada porque su color favorito estaba presente.

- ¿Te gustó?

- Si me encantó sonrió Sofía.

- Es tu color favorito y mira el pastel, también es tu sabor favorito vainilla.

- ¿cómo sabes que es mi color favorito y mi sabor favorito?.

El joven empezó a sonreír.

- Siempre te he observado Sofía. Se que tienes miedo, porque tú no sientes nada por mi y no me conoces, pero a mí siempre me interesaste. Cuando tenías quince años y te vi con ese vestido azul mi corazón comenzó a latir tan rápido, pensé que era una tontería, además eras tan pequeña, pero cuando volví a verte a los 17 y me sonreíste me quedé sin aliento.

Te seguía todo el tiempo con la mirada y escuchaba cada palabra que pronunciabas, cuando te quejaste que el pastel era de chocolate y le dijiste a tu madre mamá cuando será de vainilla por qué ese era tu sabor favorito.

También te mire adorando las rosas que le había regalado a tu hermana cuando ella nisiquiera las tocó tu estabas encantada, me sentí feliz de saber que a la mujer que me interesaba le había encantado, no quería ser grosero con tu hermana pero sabía que ella se iba a casar conmigo por obligación y que una vez que mi padre le perdonará la deuda ella iba a dejarme, pero no me importaba con tal de tenerte cerca de mi así fueras mi cuñada.

No podía pedir tu mano pues eras menor de edad, cuando me enteré que tú hermana tuvo el accidente y que la boda de atrasaría sentí alivio. Cuando se volvió a retomar lo de la boda estaba molesto no quería casarme con tu hermana pero mi padre insistió, le pregunté que si podía casarme contigo pero respondió que lo hablaría con tu padre, el me dijo que mi padrino no estaba de acuerdo con una boda por el momento y que sus hijas tenían que decidir con quién casarse, por un momento me sentí aliviado, después pensé que tal vez tú podrías conocer a alguien más y entonces yo no tendría oportunidad. Pero no esperaba que el día que los visitamos, tu me preguntarás ¿cómo estaba?, siempre me ignorabas y era difícil acercarme a ti pues no quería ser tan obvio, me di cuenta que no pensabas que nuestra plática dejara de fluir y preguntabas una y otra vez.

Te reías de mis chistes y mirarte sonreír me volvía loco.

Sofía miraba asombrada a su prometido, el ya tenía sus brazos en su cintura y la tenía muy cerca de su cuerpo.

Yo estoy feliz de que seas tu Sofía.

- ¿Sientes cosas por mi?, dijo nerviosa Sofía.

- Demasiadas, muero por probar esos labios.

Sofía se sonrojó. Su prometido se acercó a sus labios y los beso, Sofía respondió a su beso de manera brusca y lo mordió, el se alejo.

- Lo siento es que es mi primer beso, dijo avergonzada Sofía.

- Tendremos que practicar mucho, dijo el volviéndola a besar.

Sofía lo besó un poco más suave, pero aún sentía que se quedaba sin aliento y lo alejaba.

Su prometido sonrió.

- Ven vamos con la familia, deben estar pensando que estoy abusando de ti.

Sofía camino tomada de la mano de su prometido, ella lo miraba sorprendida, el la quería y ella estaba feliz de que su futuro esposo la amara. Miraba su rostro y aunque era mayor que ella por siete años, sentía que podrían ser felices.

Llegaron a la mesa donde estaban los padres, Osmara y Esteban.

Se sentaron y terminaron la comida, era hora de prepararse para la fiesta, Osmara y Sofía se quedaron solas en una habitación.

Mientras Osmara miraba como arreglaban el cabello de su hermana no pudo evitar decirle una vez más que si ella cancelaba la boda ella la apoyaría.

Sofía sonrió y le dijo que ella estaba feliz que le gustaba mucho su prometido y que aunque no lo conocía bien, cuando estaba a su lado ella se sentía segura, feliz y que sentía mariposas en el estómago, que cuando el la toma entre sus brazos, su cuerpo se quema, que su pecho se agita, que ella está enamorada de él.

Osmara miró a su hermana muy feliz al ver cómo se expresaba ella de su amor, la abrazo y le dijo que deseaba que fuera muy feliz.

Osmara y Sofía salieron de la habitación, el padre de Osmara tomo a Sofía, caminaron hacia el altar, su vestido era el que Osmara usaría pero tenía un listón azul en la cintura que era el detalle que Sofía quería que fuera de ella.

El sacerdote termino diciendo que podía besar a la novia.

Sofía se quedó inmóvil, el se acercó a ella la tomo del rostro y la beso. Sofía respondió a su beso, Sofía agradeció mucho que ellos se besaran antes así ella no arruinaría el beso que se daría frente a todos.

Esteban tomó a Osmara de la mano y se acercó a su oído.

- Pongamos una fecha para nuestra boda.

- Pronto, respondió Osmara sonriendo.

Ella aún se sentía dolida por lo que había hecho su ex, no sentía ganas de casarse.