NovelToon NovelToon
Cómo Ligarte Sin Querer A Un Millonario

Cómo Ligarte Sin Querer A Un Millonario

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / CEO / Arrogante / Ligador / Apoyo mutuo / Mujeriego enamorado
Popularitas:64k
Nilai: 4.7
nombre de autor: SaraWells

«En proceso»Destiny Love llevaba una vida tranquila trabajando como coordinadora de eventos en el club de solteros Lovely, pronta a contraer nupcias con su novio de la infancia hasta que un día se topa con el guapo y descarado James Miller quien llegó a poner su mundo de cabeza con una propuesta que no pudo rechazar.

Dispuesto a conservar su posición como nuevo CEO del negocio familiar, James está obligado a ponerle freno a las aventuras de una noche que lo sostenían medianamente cuerdo ante el dolor de su reciente ruptura. Por lo que decide contratar los servicios de una curiosa y poco atractiva mujer para entretenerse.

Ese trato inusual los embarcará en la dulce historia que cambiará la vida de ambos.

NovelToon tiene autorización de SaraWells para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

22.

Erick compró una bolsita de alimento para aves y se sentó en una banqueta a disfrutar del panorama. La laguna reflejaba el color azafrán del cielo, con el sol escondiéndose detrás de las nubes a esa hora de la tarde. Un montón de aves se arremolinaron a su alrededor para alimentarse, cuando sus semillas se agotaron, supo que era hora de retirarse. Se le olvidó que esos animales podían ser escalofriantes algunas veces, un par de palomas picaron las cintas de sus zapatos y otro grupo sobrevoló su cabeza, provocando que él se cubriera el rostro con sus brazos de manera instintiva.

Un montón de plumas cayeron a su alrededor después de un estruendoso batir de alas. Una singular risilla femenina le hizo abrir los ojos una vez terminado el ataque de las tórtolas asesinas e interpretó esa aparición como un mensaje del cielo.

Jennifer se encontraba de pie frente a él, rociando agua sobre el remanente de aves que habían quedado a su alrededor. Llevaba ropa deportiva y las mejillas entintadas de rosa por la agitación.

—Parece que acabo de salvarte la vida —se burló ella, bebiendo el sobrante de agua en el termo.

Erick se rascó la cabeza, abochornado. Asumir el papel de damisela en peligro ante la mujer que le interesaba, no era la más gloriosa de sus virtudes. Lo mejor sería tomárselo con humor, ya que, a diferencia de otras ocasiones, él andaba bien vestido. Y estaba feliz de poder presumirse de forma decente con ella.

—Créeme, no es la primera vez que sobrevivo a un ataque de aves mutantes, estoy por obtener un posgrado en ello.

Jennifer se soltó a reír, secando con una toalla el sudor que escurría por su cuello. A los segundos un par de mujeres se acercó a ellos con toda la disposición de completar el objetivo de los pájaros, sin embargo Jennifer hizo que se retiraran con un gesto.

—Discúlpalas, a veces no puedo evitar que me sigan a todos lados —dijo, refiriéndose a sus guardaespaldas femeninos—. Kean insiste en que me acompañen siempre que salgo sola a lugares abiertos.

Erick tragó saliva tratando de ignorar los rostros adustos de las mujeres que los observaban. Su plan de cortejo se veía amenazado por el estricto control que el marido de Jennifer sostenía sobre ella. Comenzaron a caminar alrededor del parque, charlando acerca de las diferentes actividades que las personas llegaban a realizar a ese lugar, desde los intrépidos ancianos que se atrevían a alimentar a las aves hasta los que luchaban por enseñarles trucos a sus mascotas de manera infructuosa.

Jennifer se carcajeó de cada uno de sus disparatados comentarios hasta que le dolió el estómago. Erick la ayudó a sentarse en una mesita de picnic cerca de los juegos infantiles, las farolas comenzaron a alumbrar al caer la noche pero ninguno deseaba marcharse.

—Debo tener una condición física terrible —se quejó Jennifer, refiriéndose al cólico sufrido—. Hacía mucho que no venía a correr. Antes que Jace naciera, Kean no me dejaba salir a menudo, así que vivía haciendo ejercicio en el gimnasio de la casa.

Después de escucharse a sí misma hablando sobre sus hábitos pasados, entendía porqué no conseguía bajar de peso. Su tiempo tenía una distribución diferente en la actualidad, pero más que un cuerpo perfecto adoraba ser madre y directora de su pequeño restaurante. No cambiaría a sus bebés por nada del mundo.

—Reconozco que el ejercicio es una práctica saludable pero creo que tú no le estás dando el abordaje correcto. Tienes una figura preciosa, así que limítate a hacer este tipo de actividades a manera de entretenimiento.

La voz aterciopelada de ese hombre la hacía estremecer con una reiterada frecuencia, solo bastaba mirarlo a los ojos para adivinar todo lo que él deseaba decirle y que debido a su acuerdo debía callar. Jennifer todavía no podía creer que ella fuese capaz de despertar el deseo de un hombre joven y soltero como Erick Harris. Tenía miedo de ser un simple blanco de diversión pasajera.

Se quedaron en silencio durante varios minutos hasta que Erick rozó sus manos con las de ella y Jennifer no hizo ningún intento por evadir el tímido contacto.

—Quiero preguntarte algo —dijo Erick enfocando sus electrizantes ojos en ella—. Si nos hubiésemos conocido en otras condiciones, ¿habrías aceptado salir conmigo?

Jennifer le sonrió con ternura, vaya que era un hombre insistente.

—Sin pensarlo dos veces —confesó, entusiasmada—. En un escenario hipotético, ¿dónde habríamos ido en nuestra primera cita?

A Erick lo embargó una alegría fanfarrona. ¡Así que él no le era del todo indiferente! Una nueva esperanza comenzaba a brotar de su interior, quería brincar en el pasto gritándole a todos que él de verdad tenía una oportunidad con esa extraordinaria mujer.

—Siendo sincero, aún en un escenario hipotético, creo que habría echado todo a perder —susurró—. Es decir, puede sucederle a cualquiera. De alguna forma hubiese terminado rogándote por una segunda oportunidad.

—¿Por qué dices eso?

—A lo largo de mi vida he salido con muchas mujeres pero ninguna que me haga sentir como tú con tu sola presencia —admitió, tocando las manos de ella con las puntas de sus dedos—. Contigo soy como un bobo adolescente que no sabe cómo actuar frente a la chica que le gusta. Tal vez derramaría mi bebida sobre tu vestido o te golpearía la cabeza con la puerta de mi auto, sé que mi nerviosismo me obligaría a cometer una tontería tras otra y esperaría ganar méritos con mi torpeza. ¿Crees que lo lograría?

La sangre de Jennifer se acumuló en su rostro y agradeció a los cielos por su eclipsada cobertura esa noche. Era lo más tierno que un hombre le hubiese dicho en su vida. Ni siquiera Kean en sus mejores épocas había sido tan romántico. Cada vez que se cruzaba con Erick, su corazón se volvía un poco más ambicioso, deseando conocer más de él.

—Creo que sí —sonrió ella.

—Perfecto. Ahora quisiera preguntarte algo más. —Erick sabía que era un movimiento arriesgado, pero necesario. Bajó las manos hacia su regazo, cortando el contacto con ella. Jennifer pareció resentir el gesto, pero evitó decir algo al respecto—. ¿Puedo saber cómo terminaste casada con Kean Pears?

A Jennifer se le formó un nudo en la garganta. Desde que su madre y Taylor no se cansaban de recriminarle su estéril matrimonio con Kean, su vida privada se había convertido en su tema menos favorito. Sin embargo necesitaba responder esa pregunta para ayudarse a poner los pies sobre la tierra y erigir nuevamente las barreras que Erick conseguía tirar sin esfuerzos.

—Yo conocí a Kean cuando recién ingresé a la universidad. Estarás de acuerdo en que a los diecinueve años nadie tiene suficiente madurez en la cabeza y yo estaba cansada de salir con chicos que solo buscaban un coqueteo esporádico —suspiró—. Un día asistí a una fiesta con mis padres y fue ahí donde lo conocí. Me dejé deslumbrar por su perfil de hombre maduro e importante y la verdad es que al principio de nuestra relación él se portó como un auténtico caballero. Me llenaba de todo tipo de regalos y yo sentí el mundo a mis pies.

Al traducir sus recuerdos en palabras, su historia ni siquiera tenía sentido. Jennifer no conseguía concluir nada que no fuese absurdo sobre su relación con Kean. Lo único que podía creer era que fue verdaderamente estúpida.

—Me casé con él después de seis meses de conocerlo, ¿puedes creer eso? Al principio todo era felicidad en mi propio palacio, llena de cuantos lujos puedas imaginarte, pero después de un par de años las cosas...

Las cosas no fluyeron igual. Kean comenzó a ausentarse durante semanas de la casa, a desconfiar de ella y de todos sus amigos en la universidad, así que decidió que lo más conveniente era abandonar sus estudios. Ya que él aseguraba que una mujer de su posición no necesitaba una carrera.

En un inicio Jennifer no lo lamentó demasiado porque seguía embelesada con el poder adquisitivo que Kean le concedía. Joyas, lujos y viajes, pero después de un tiempo empezó a desear más. Cuanto más ella luchaba por rescatar el romanticismo de su matrimonio, Kean parecía más distante.

Jennifer pensó que su embarazo arreglaría su situación, que su marido comenzaría a verla con amor otra vez, pero eso había terminado de desmoronar la pasión existente entre ellos.

Jace llegó junto con otro montón de rumores sobre infidelidades de su marido, haciendo que Jennifer desarrollara cierto repudio por él. Detestaba que la tocara después de saber que también le hacia el amor a otras mujeres a sus espaldas y pese a ello, conservaba cierta ilusión en que un día su matrimonio volvería a ser el de antes.

Jace necesitaba un hogar próspero y ella como mujer necesitaba recuperar confianza. Llevaba meses empecinada realizando dietas, bebiendo infusiones para reducción de peso y horas interminables en el salón de belleza pero nada parecía ser suficiente para Kean. Simplemente el deseo entre ellos estaba perdido.

Jennifer no se sentía con la confianza de decirle todas esas cosas a Erick por lo que decidió que lo mejor sería terminar su conversación ahí. Estaba sumamente agradecida con él por revivir por unos instantes su orgullo femenino y la emoción de la rebosante atracción entre un hombre y una mujer, pero la aprensión por su marido la seguía como una sombra aunque él estuviese a kilómetros de distancia.

Erick notó que ella se encontraba tan incómoda que estaba a punto de escapársele de nuevo y él no estaba dispuesto a perder esa pequeña intimidad con ella tan rápido.

—Entonces, ¿nunca has considerado regresar a la universidad? ¿Qué carrera estabas cursando?

Jennifer parpadeó ante la improvisación de acompañante y gesticuló agradecida.

—Estaba interesada en la administración hotelera. Mi sueño a futuro es ahorrar lo suficiente para comprar mi propio hotel —respondió con un brillo especial en sus ojos—. Al menos, algo sencillo en una ciudad cercana. Quiero que mi hijo tenga un motivo para admirarme. Y siendo honesta pienso que ya estoy demasiado grande para regresar a la universidad.

—Nunca es demasiado tarde —repuso Erick—. Yo tengo el sueño de ser catedrático pero dada la situación con mi familia, no he podido concretarlo.

—Vaya, estoy un poco sorprendida —comentó Jennifer, escondiendo un mechón suelto detrás de su oreja—. ¿No quieres hacerte cargo de la empresa de tu familia?

—Mi vida es un dilema entre lo que deseo y lo que debo hacer. Trabajar en la empresa de mi familia es mi deber y la docencia es mi auténtica vocación. De no ser hijo único, me atrevería a vivir con mi sueldo de educador. No se gana tan mal, ¿sabes?

Jennifer entendía perfectamente, él no era el único que tenía que vivir entre la espada y la pared. Como una esposa sumisa entendía que su deber era satisfacer las expectativas de su marido pero la mujer intrépida que luchaba por sobrevivir en su interior, deseaba tomar a su hijo y huir lejos de su matrimonio sin amor. No obstante ella era consciente de que eso jamás sucedería, Kean podía ser un hombre escalofriante cuando se lo proponía y Jennifer no estaba lista para desatar un infierno mayor sobre su vida.

Una de las guardaespaldas se acercó a murmurar en el oído de Jennifer y ella se limitó a asentir obedientemente con la cabeza.

—Tengo que irme, es casi la hora de dormir para Jace —dijo, poniéndose de pie atropelladamente.

—Está bien —aceptó Erick, despidiéndose de ella con una sonrisa—. Te escribiré más tarde.

Jennifer detuvo su andar un segundo y Erick tuvo miedo de ser rechazado antes de siquiera intentarlo. Sin embargo ella negó con la cabeza, esbozando una ligera sonrisa.

—De acuerdo, estaré esperando tu mensaje.

Cuando las mujeres se alejaron lo suficiente, Erick celebró su pequeña gran victoria.

1
Doglis Seijas
noooooooo, las vas a terminar /Cry//Sleep/ se terminara mi entretenimiento..../Sob//Sob/ bueno tomate todoooo el tiempo posibleeee, para q la termines/Grin/
Clemen Franco Arevalos
Me encanta la abuelita, muy liberada! 😊😉👌👌
Doglis Seijas
dios¡¡¡ cuerda de hienas, debe llegar el león a poner orden /Casual/ellos son invencible juntos fuertes y no van a derrotar ese amor bonito q se tienen...
Yesica Sosa
amo a jamesss
Clemen Franco Arevalos
Cómo no 😀 😀 😀 muy graciosa 😀
Doglis Seijas
estoy esperando con ansias la investigación de Oliver, esa va terminar el reinado de Taylor, tan maluca con un par de seres q son parte de ella, los mellizos no tienen la culpa de su elección de pareja...
Clemen Franco Arevalos
Autora, también me encanta tu historia, sobretodo divertida! 👍👍👌👌💖💐🇵🇾🌹
SaraWells: mil gracias 😊 por la lectura 🧸
total 1 replies
Yesica Sosa
amo tu novela...pero creo que ya es tiempo de poner todo en su lugar...y darle un lindo final...ya tus actualizaciones son más esporadicas....
SaraWells: Todo va cayendo en su lugar, el final está cerca 🙂‍↕️ gracias por la lectura y la paciencia ✨
total 1 replies
Marisabel Flores
excelente
Yesica Sosa
linda historia...no los hagas sufrir
Doglis Seijas
me encantó que Erick y James, hayan hechos las pases y se vuelvan grandes amigos y cómplices por sus chicas....eso estuvo bonito....te felicito por tu musa y gracias por compartirlo con nosotros....
Doglis Seijas
ojalá que destiny, le comente a Erick lo de Ian, esa absurda cita, para que la suegra embalsamada no tenga chance de fastidiar a ambos....
Doglis Seijas
dios¡¡¡ se armo el desmadre/Facepalm//Joyful//Grin/
Doglis Seijas
/Grin/lo que hace el alcohol /Facepalm//Grin//Joyful/
Doglis Seijas
gracias sara, por los capítulos estupendos reí hasta el alma, mega divertidos, lo del club nudista fue lo máximo /Facepalm//Facepalm//Grin//Grin/
Estefy Pizarro
Gracias autora si que espere por los capítulos nuevos
Erika Valdivia
Me gusta mucho la historia.
Mariana Hernandez
son hermanos 👍🏻
Derlys Rodriguez
estoy tan emocionada que ni te comento pero ya que voy a dormir te escribo autora es super genial me gusta
es muy fresca espero siga así de buena
Choa
Que giro a dado la historia
Esa Taylor es muy mala
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play