En el oscuro arte de la escritura, Ella dio vida a una novela donde la astucia de la villana desafiaba los límites de la imaginación. Sin embargo, está muere a causa de los protagonistas, la autora fue cruelmente criticada pues la historia no tenía mucho sentido. En "El último acto de la villana caida", descubre cómo la mente maestra lucha por redimirse en un mundo donde la realidad y la ficción se entrelazan, desafiando las expectativas y sumergiendo al lector en un juego de venganza y astucia. ¿Te atreves a explorar las páginas de esta historia donde la autora se convierte en su propia creación?
NovelToon tiene autorización de Amilkar para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
A mí nadie puede darme órdenes
Isabella estaba tan enojada que caminaba sin control insultando al príncipe heredero hasta más no poder, pero debía calmarse para poder planificar su ataque y venganza, pues ese hombre debe pagar por las atrocidades que hizo. Isabella le hará pagar cada una de sus faltas, pues para ella el abuso en una mujer es algo imperdonable, y esto solo se paga con la muerte.
— ¿Qué es lo que vamos a hacer? — Lissa se encontraba un poco calmada después de contarle todo a Isabella.
— Bien, tengo un plan. Mañana es la fiesta de compromiso, pero debo actuar normal, pues aún no se hacía quien me enfrento, para mí el príncipe era un tonto del cuál no debía preocuparme, pero lo investigaré, y entonces, buscaré la manera más cruel de hacerle pagar. — Isabella estaba pensativa.
Ella no quería solo asustarlo o asesinarlo sin más, ella necesitaba verlo sufrir, pues de esa manera sentiría la angustia que la joven sintió, ella quiere que se desespere tanto, que el único camino que encuentre sea la muerte y allí estará Isabella para impedirlo, hasta que sufra lo suficiente.
— Pero no te preocupes, mañana será su último día de paz, ya se a quien debo recurrir para esta venganza —
Isabella tenía pensado usar a ese hombre misterioso que "ayudo" a la Isabella de la novela, aunque esté solo la utilizo para su propio beneficio, el no la quería ayudar, el quería que ella acabará con el heredero.
Isabella está dispuesta a utilizar a esa persona, lo usará y cuando ya no lo necesite lo desechará.
— Jajaja ese idiota, ya tengo quien nos ayude sin saberlo —
Lissa la quedo mirando como si estuviera loca, pues no entendía que era lo que Isabella iba a hacer, Isabella se acostó pues al día siguiente tenía mucho por hacer, necesita descansar para enfrentar las cucarachas del imperio.
A la mañana siguiente Isabella se encontraba entrenando con Duke, ambos luchaban como si estuvieran en una batalla real, las criadas y caballeros que pasaban se quedaban mirando como esa pequeña dama luchaba con tanto ímpetu.
Isabella maneja la espada con firmeza, pero al mismo tiempo como si fuera una danza, era capaz de hipnotizar a todos a su alrededor con su manejo de la misma, al final Isabella termino arrebatándole la espada a Duke de la mano, y colocando la de ella en su garganta. Todos los presentes empezaron a aplaudir a Isabella por su triunfo.
— ¿Algún día me vas a dejar ganar? — Duke la miraba mientras Isabella guardaba su espada.
— Nunca, el día que ganes lo harás porque fuiste mejor que yo —
Isabella terminó guardando todo pues necesitaba volver a la mansión para alistarse.
— Entonces me esforzaré más en mis entrenamientos, pero de que te ganaré lo haré —
Isabella solo sonrió, pues duda que Duke le pueda ganar algún día.
— Bien, me voy antes de que la bruja venga a regañarme por no ser una dama —
— Isabella por Dios respeta a la bruja de tu madre. —
Ambos se empezaron a reír, Isabella se marchó hacia su habitación pues necesitaba darse una buena baño antes de presentarse ante su madre para irse a la dichosa fiesta, su padre ya estaba en el palacio, pues había Sido convocado desde temprano. Al entrar encontró a la duquesa sentada en su habitación, la mujer arrugó la cara al verla en pantalones y así de sudada como iba.
— ¿Por Dios que diría el príncipe si te viera en estas fachas? —
La mujer arrugaba su rostro como si fuera lo peor que hubiera visto. Isabella solo suspiro.
— Pues lo que ese pueda decir sobre mi aspecto me importa poco.—
La duquesa se dirigió a la puerta, cerrándola de inmediato, pues no quería que nadie escuchará la conversación que tendrían en ese momento.
— Respeta al príncipe heredero, pues el será tu esposo, así que le debes respeto y también es el príncipe, el futuro emperador. —
Isabella solo volteo el rostro fastidiada, no soportaba a la duquesa, esa mujer siempre tratando de verse como la dama más refinada.
— Primero, ese no va a ser mi esposo, porque primero me suicidó antes que casarme con ese desgraciado y segundo, si llega a ser emperador, este imperio llega a su fin —
La duquesa levantó su mano dispuesta a golpear a Isabella, pero su mano nunca llegó pues Isabella la detuvo antes, y mirándola desafiante a su rostro, le jalo para que estuviera más cerca.
— En su vida usted vuelve a colocarme una mano encima, y su no quiere que padre se entere de su aventura, no vuelva a meterse en mi vida — Isabella la soltó — Largo de mi habitación, y se puede marchar, no pienso llegar con usted al baile.
La mujer sorprendida de que Isabella supiera lo de su aventura, quedó con los ojos bien abiertos y decidió no decir nada, pues no tenía como refutar en ese momento a Isabella, ella había ido a su habitación para que Isabella usará el vestido que ella le había llevado.
Sola en su habitación Isabella llamo a Rita para qué llenarán la bañera, pues necesitaba bañarse para asistir a la fiesta, Rita llegó con las criadas y entre todas ayudaron a Isabella a alistarse. Isabella se colocó uno de sus vestidos y las criadas le dijeron que se veía muy hermosa.
Isabella vestida se subió al carruaje, por suerte la duquesa se fue, no quería ver a esa mujer.
Al llegar el heraldo anunciaba la llegada de los invitados, Isabella paso y el heraldo anuncio su nombre.
— ¡Presentando a la ilustre Isabella Hart, descendiente directa del honorable duque Hart! ¡Que su presencia ilumine está noche! —
Isabella con su mirada altiva y gran elegancia ingreso a la sala, la cuál se había quedado atenta, pues hacía años que la joven Isabella se había marchado de Astaroth, pero el grupo de mujeres que la había acompañado en la fiesta de te, se encontraban un poco molestas y furiosas por lo que había pasado, pues Isabella salió triunfante en vez de humillada como debería haber Sido.
Isabella ingresó y la mirada de todos los presentes se dirigió hacia ella, pues la elegancia de Isabella y esa mirada penetrante eran hipnotizantes, una mirada Feroz se posó el la dulce joven, y una sonrisa de satisfacción la acompaño, al fin conocía a la joven que sería prometida del príncipe heredero, de ser posible podría volverse su aliada.
Nota:
(Hola, es un gusto saludarles. Me disculpo por no haber publicado en estos dos días, pero tuve complicaciones y no pude sacar mis horas de escritura, pero no sé preocupen que ya me estoy organizando para no volver a faltar en publicar.)
(Les agradezco mucho el apoyo, y espero que les siga gustando y cautivando esta historia, besos y feliz noche). 🥰🥰