En esta nueva aventura, Liz Asiria, la sirena bruja, se embarca en una travesía con su variado grupo de amigos: Kai, un vampiro con habilidades sobrenaturales; Basil, un dragón legendario conocido como Leviatán; Demian, un semidios con la esencia de Anubis en sus venas; Sirius, un hombre lobo Alfa con un instinto agudo; y Melissa, una cazadora experta. Juntos descubren una antigua puerta escondida en las profundidades del océano que los transporta a Akvy, un mundo lleno de enigmas y desafíos.
En Akvy, el grupo debe enfrentar una serie de pruebas mágicas y secretos oscuros que podrían desestabilizar tanto su mundo como el nuevo al que han llegado. Cada uno utilizará sus habilidades únicas para resolver misterios, luchar contra criaturas y descubrir la verdad detrás de la puerta interdimensional. La aventura pondrá a prueba su valentía y la solidez de su amistad mientras exploran este enigmático y peligroso nuevo reino solo para cumplir con la profecía de la "hija de Poseidón."
NovelToon tiene autorización de Ylibloom para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 13: El faro de los vientos susurrantes
El aire en la sala del consejo de ancianos era pesado, impregnado de un aura de seguridad que intensificaba la importancia de cada palabra pronunciada. Liz, de pie en el centro de la sala, sentía el peso de una responsabilidad que nunca había imaginado llevar. La misión que se le encomendaba no era cualquier misión; era la clave para salvar a Akvy del inminente caos.
“El Juramento de las Aguas Cruzadas,”- pronunció el anciano erudito con voz grave, sus ojos fijos en Liz.- “Es la clave para despertar el Alma de Akvy, una fuerza primordial capaz de restaurar las corrientes de vida y magia en el mundo. Al hacerlo, no solo detendrás al Devorador de Corrientes, sino que también repararás las barreras mágicas, expulsarás a las sombras antiguas y evitarás el Eclipse Infinito. Devolverás la luz y la vida a Akvy.”
El silencio que siguió a estas palabras era ensordecedor. Liz, con el corazón acelerado, apenas podía procesar la magnitud de lo que acababa de escuchar. Sentía como si una montaña se hubiera posado sobre sus hombros.
“Esto es demasiado,” - murmuró, sin poder ocultar el temblor en su voz.
Kai, siempre confiable, le dio una suave palmada en la espalda, intentando transmitirle la seguridad que él mismo apenas podía sostener. - “Tranquila, Liz. Lo lograremos juntos.”- le dijo con una sonrisa que intentaba ser reconfortante.
Basil, cuya preocupación no estaba lejos de la de Liz, intentó cambiar el tema, buscando un punto de partida que los guiara. - “¿Cuál es la primera misión?”- preguntó, su voz cargada de curiosidad y determinación.
“El Faro de los Vientos Susurrantes." - respondió el anciano erudito, dirigiendo su mirada hacia una antigua estructura en el mapa, situada en la cima de una isla envuelta en una densa neblina. - “Liz debe llegar allí, a esa antigua estructura construida por una civilización que el tiempo ha olvidado. El faro tiene el poder de manipular las corrientes mágicas de Akvy, y su luz es capaz de revelar caminos ocultos entre las regiones. Sin él, no podrán avanzar.”
El corazón de Liz latía con fuerza, pero ahora con una mezcla de miedo y fascinación.- “¿Qué debo hacer?” - preguntó, tratando de mantener la calma.
“La primera misión de la profecía se cumplirá cuando logres encender el faro. Para hacerlo, deberás superar una serie de pruebas dentro de la estructura. Estas pruebas están relacionadas con los antiguos guardianes del faro, los Sylphs de Roca. Y también deberás recuperar el Cristal del Alba, una gema sagrada que actúa como la fuente de poder del faro." - explicó el anciano, sus palabras teñidas de una gravedad que Liz no pudo ignorar.
Kai, tratando de aliviar la tensión, comentó con un tono despreocupado.-“No suena tan complicado…”
Pero Demian, más realista, levantó una ceja, reflexionando sobre lo que acababan de escuchar.- “¿Qué son exactamente los Sylphs de Roca?” - preguntó, consciente de que las apariencias podían ser engañosas.
El anciano erudito los miró con seriedad, describiendo a estas enigmáticas criaturas.- “El Sylph de Roca tiene una forma humanoide, pero su cuerpo está compuesto casi en su totalidad de minerales y piedras preciosas. Su piel parece hecha de granito pulido, con vetas de cuarzo y mica que brillan suavemente cuando se mueve. Sus extremidades son robustas y bien definidas, con dedos largos y afilados como estalactitas, ideales para escalar o moldear la roca a su voluntad. Sus ojos son profundos y de un tono ámbar o esmeralda, brillando con una sabiduría ancestral que refleja su conexión con la tierra.”
Liz sintió un escalofrío recorrer su espalda.- “Eso suena peligroso… y al mismo tiempo hermoso."- dijo, su voz reflejando la mezcla de miedo y asombro que sentía.
Melissa, siempre pragmática, frunció el ceño.- “¿Entonces debemos derrotar a esos seres?”
Antes de que el anciano pudiera responder, Sirius intervino, su tono cauteloso. -“¿Puede decirnos cómo es el Cristal del Alba que debemos recuperar?”
La anciana hechicera, que había permanecido en silencio hasta ahora, se adelantó, describiendo la gema con una precisión casi reverente. -“El Cristal del Alba es una gema sagrada de color azul, actualmente custodiada por el Rey Sylph. No se confíen cuando lo encuentren, que no los vaya a engañar su forma. Es más de lo que parece.”
Melissa asintió, tomando nota mental de cada detalle.- “De acuerdo, entonces ya tenemos la primera misión.”
Liz respiró hondo, reuniendo el valor necesario para lo que estaba por venir. - “Sí, ahora debemos dirigirnos hacia ese lugar y encender ese faro."- dijo, su voz ahora firme, aunque su interior seguía siendo un torbellino de emociones.
Kai, con su habitual energía, estuvo de acuerdo. -“No hay tiempo que perder. Debemos irnos.”
Salieron del consejo de ancianos rumbo al Faro de los Vientos Susurrantes. Mientras se alejaban, Basil, que había estado esperando una oportunidad para estar a solas con Liz, no pudo evitar sentir una punzada de tristeza. El camino hacia la misión les dejaba poco espacio para los momentos personales que tanto deseaba, y ese anhelo no correspondido le pesaba en el corazón.
El grupo empezó adentrándose en un sendero empedrado que conducía hacia las afueras de Falfit. A medida que avanzaban, el bullicio del pueblo se desvanecía, dando paso a un paisaje cada vez más salvaje y agreste. Los árboles frondosos que bordeaban el camino parecían inclinarse hacia ellos, sus ramas susurrando en un lenguaje antiguo, como si la misma naturaleza intentara advertirles del peligro que les aguardaba.
Liz caminaba al frente, con Kai y Demian a su lado, mientras Melissa y Sirius cerraban la marcha. Basil, quien había estado más callado de lo habitual, caminaba unos pasos detrás, sumido en sus pensamientos. Su mirada se perdía en la figura de Liz, luchando contra la mezcla de emociones que sentía. Deseaba desesperadamente estar a solas con ella, pero el peso de la misión no le daba tregua.
El sendero se volvía más estrecho a medida que descendían hacia la costa. La brisa marina comenzó a acariciar sus rostros, trayendo consigo el aroma salado del océano y el sonido distante de las olas rompiendo contra los acantilados. A lo lejos, entre la niebla que se cernía sobre el horizonte, se podía divisar la silueta del Faro de los Vientos Susurrantes, erguido como un centinela solitario en la pequeña isla que se alzaba en medio del mar embravecido.
El faro era una estructura imponente, aunque desgastada por el paso del tiempo. Sus muros de piedra, cubiertos de líquenes y musgo, parecían resistir el embate constante de los elementos. Desde el lugar donde se encontraban, podían ver una débil luz que emanaba desde su cumbre, apenas visible a través de la densa niebla que envolvía la isla. Pero Liz sabía que esa luz era solo un vestigio, un reflejo del poder que una vez había tenido.
El camino los llevó a un pequeño muelle de madera, donde un antiguo bote de remos los esperaba, amarrado a uno de los postes. El agua que rodeaba el muelle estaba oscura y turbia, moviéndose inquieta bajo el cielo nublado. Los sonidos de la costa eran un murmullo constante, mezclando el rugido de las olas con el crujido de las tablas del muelle bajo sus pies.
“¿Es aquí donde cruzamos?” - preguntó Melissa, observando el bote con una mezcla de desconfianza y curiosidad.
“Así parece.” - respondió Sirius, adelantándose para examinar el estado del bote. Las tablas estaban desgastadas, pero aún sólidas, y los remos, aunque envejecidos, parecían lo suficientemente fuertes para llevarlos a través de las aguas traicioneras que separaban la costa de la isla.
Kai, siempre dispuesto a liderar, subió primero al bote, extendiendo una mano para ayudar a Liz a subir.- “Vamos, no podemos dudar ahora.” -dijo con una sonrisa que intentaba infundir confianza al grupo.
Uno por uno, todos subieron al bote, acomodándose como podían. Basil, que había permanecido en silencio, tomó un remo junto a Kai, preparándose para remar hacia la isla. A medida que avanzaban, la niebla se cerró a su alrededor, envolviéndolos en una densa cortina blanca que ocultaba el mundo exterior.
El bote se movía con lentitud, cortando las aguas que parecían estar cargadas de una energía oscura, como si algo en las profundidades estuviera observando su progreso. Liz, sentada en el centro del bote, no podía evitar sentir un nudo de ansiedad en su estómago. El faro se veía más cercano ahora, su figura imponente recortada contra el cielo gris, pero la sensación de peligro no la abandonaba.
“¿Estás bien?” - preguntó Demian, notando la expresión preocupada en el rostro de Liz.
Ella asintió, aunque sus pensamientos eran un torbellino. - “Solo… no puedo dejar de pensar en lo que nos espera ahí." -confesó en voz baja, sin querer alarmar al resto.
Demian le dedicó una mirada comprensiva.- “Lo superaremos juntos, como siempre." dijo con determinación.
Mientras el bote avanzaba, el sonido de las olas comenzó a cambiar, volviéndose más fuerte, más agresivo. De repente, una ráfaga de viento helado azotó la embarcación, casi arrancando los remos de las manos de Kai y Basil. La niebla a su alrededor se agitó, como si algo invisible la estuviera manipulando, y de la nada, escucharon un susurro lejano, un murmullo que parecía provenir de la propia neblina.
“Los Vientos Susurrantes.” - murmuró Sirius, sus ojos buscando en la niebla el origen de aquellos sonidos. - “Estamos cerca.”
El bote finalmente llegó a la orilla rocosa de la pequeña isla. Desembarcando con cuidado, el grupo miró hacia el faro, que se alzaba ante ellos, envuelto en misterio. Liz sintió cómo la responsabilidad pesaba aún más en sus hombros. Sabía que lo que les esperaba dentro del faro no sería fácil, pero también sabía que no estaba sola.
Mientras se preparaban para iniciar la ascensión hacia el faro, Basil no pudo evitar mirar una vez más a Liz, deseando que las circunstancias fueran diferentes, que tuvieran un momento para ellos. Pero el destino había decidido otro camino, uno en el que la misión era lo primero. Y aunque comprendía su deber, no podía evitar la tristeza que lo invadía al saber que aquel anhelo quedaría sin cumplir, al menos por ahora.
lo que no confío es en la loca de Liz... ella y sus sensaciones es profundas...ya me va a corromper a mi Nessi.../Smug/
Nessi te trasnformaste que emoción que emoción.. Ahora sí Ahora sí Liz va a tener sus sensaciones profundas...
/Grin//Grin//Grin//Grin/
pero tranquilo no te preocupes que cuando te conviertas en adulto ella va a tener sus sensaciones profundas lo repito va a tener sus sensaciones profundas de ataques hormonales y todo lo demás que va a querer abrirte las piernas totalmente así que cálmate ah no mejor no no no no abrirnos las piernas abrir las aletas 🤣🤣🤣🤣🤣
así fue con el lobito así fue con el vampirito que lo rechazó y mira cómo resultó así que cálmate mi niño lindo hermoso dragón que tú vas a tener lo tuyo...hay una parte por allí....Liz es así ..
Me encantó No importa la ausencia siempre y cuando todo esté bien todo esté bien y todo como siempre digo hay que bajar las aguas para poder seguir..
pero bueno nuevamente esa sirenita hace de las suyas
porque yo veo que cuando se transforme, para volver otra vez las profundas sensaciones profundas porque siempre es así
no sé porque este momento es tan tierno tan sublime es el segundo acto para decirlo de esa manera que me pareció muy tierno muy lindo en vez de salvaje bueno es el segundo el segundo acto que que no sé me me llena así como de ternura así como con suavidad con amor con delicadeza