El destino parece jugarle en contra a Eliana, una mujer dedicada a su familia que cometió el error de dejarlo todo por un hombre que no valía la pena, mientras que Fabio está totalmente decidido a recuperar el amor de la única mujer que ha amado a pesar de los años, sin importar el que dirán se convierte en su amante y lucha por obtener el corazón de ella
Eliana: Entregué mi vida por amor, un amor que no me correspondía y perdí los mejores años de mi vida con alguien que no lo merecía. Ahora no estoy dispuesta a volver a amar
Fabio: Siempre me he considerado un hombre justo y correcto, menos en temas del corazón, en eso estoy dispuesto a jugar tan sucio como pueda con el fin de conseguir lo que me interesa
El amor para mi es como un juego de ajedrez, donde lo único que quiero es cantar el jaque y proteger a mi reina
¿Qué pasará con estas personas que se reencuentran luego de tanto tiempo? Cada quien con su vida hecha
Quédate a descubrir que le depara el destino a esta linda pareja
NovelToon tiene autorización de Roxana Fernández para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 22. Yo todavía te amo
Pasaron algunos días en los que no respondí los mensajes ni llamadas de Fabio, tenía miedo de enfrentarme a lo que estaba sintiendo por este hombre así que me dediqué solo a cuidar de mi hijo, seguir buscando empleo y por supuesto, continuar en la investigación que estaba realizando acerca de esa mujer y de verdad es que me aterra todo lo que me entero de esa maldita bruja. Definitivamente no pensé que Juan David sería capaz de meterse con alguien como ella. Pero nada de esto es motivo para pensar que tengo a esa mujercita en mis manos. Estoy que me vuelvo loca con esta situación, ahora resulta que están esperando un hijo y por ello Juan vuelve a presionarme para que le dé el divorcio, a pesar de que asegura que lo hace por ese bebé que viene en camino y me jura que me sigue amando. Que quiere volver conmigo y la verdad es que comienzo a sentir un desprecio irracional hacia ese hombre y sus incesantes intentos de hacerme ahora su nueva amante. Está loco si piensa que voy a caer
Mientras leía el informe que me entregó el detective que contraté para indagar mas acerca de esa mujer, tomaba un capuchino en la cafetería que quedaba a una cuadra de mi casa, fue raro conseguirme a Fabio aquí, esto si que fue sorpresivo para mí porque el no... No tiene motivos para estar aquí, su trabajo queda al otro lado de la ciudad al igual que su residencia. ¿A que viene todo esto? He estado evadiendo todos nuestros posibles encuentros desde hace algunos días a pesar de lo complicado que ha sido por que no deja de insistir pero... Cada vez se hace más difícil para mí todo esto.
El me nubla la mente. Me pone nerviosa y termino cediendo a sus peticiones. No sé que me pasa con ese hombre, odio esta parte de mi vida en la que él se me ha cerca y me habla con su voz gruesa, su perfume que me hace delirar y esa sonrisa que hace que casi se me caigan las bragas frente a él. Me hace querer besarlo aunque se que no puedo
—Buen día Eliana. Que gusto saludarte, venía a tu casa a saber de ti y te vi a lo lejos. Estas preciosa, mujer... Oye, tengo días tratando de comunicarme contigo y siempre me mandas a buzón ¿Sucede algo? ¿O es que no quieres hablar conmigo? ¿Debo preocuparme por esto?
《 No, esto no puede estar pasando, este hombre no debe estar aquí. El es... Increíblemente sexy y, carajo, altera todos mis sentidos. No puedo sentir esto por el jefe de mi exesposo, es totalmente inapropiado 》
—Fabio —es lo único que le digo, estoy ridículamente sorprendida y ruborizada. Mis manos tiemblan evidentemente ante su presencia y se que el puede notarlo porque tan solo me regala una sonrisa de esas que por poco y me hace mojar las bragas.
—¿Desayunamos juntos? —pregunta él sonriente— ¿Puedo sentarme? Muero de ganas de hablar contigo. De saber si vas a aceptar mi propuesta.
Toma mis manos y deja un beso en ellas y yo creo que estoy mal porque ahora mismo deseo que me de uno de esos besos en mis labios
—Fabio yo... Yo. Yo
《 Odio tartamudear cuando hablo con él y ahora mismo muero de vergüenza 》
—No creo que pueda trabajar contigo, lo siento –solté sin mas—, de verdad se me haría difícil el solo ver a Juan David a diario en ese edificio. Estoy tratando de arrancarlo de mis pensamientos y esto simplemente seria un atraso para mí —miento por que es a el a quien pienso todo el tiempo–. Además, que el sepa que estoy trabajando para ti, puede ser algo perjudicial, ya que aún estoy en proceso de divorcio, puede usar nuestro pasado en mi contra
—¿Estás segura de que lo nuestro es solo eso?
—¿A que te refieres? —pregunto confundida—
—¿Pasado? ¿De verdad solo lo llamarías de esa forma?
Me pregunta mirándome fijamente y sonríe hermoso
—No lo sé —respondo temerosa
—Créeme cuando te digo que yo soy la persona más interesada en verte lejos del licenciado Baéz. Él no volverá a trabajar en el grupo Ferrara y te aseguro que no vas a conseguirlo tampoco en el congreso, mejor dicho, es posible que no lo veas nunca más. No me digas que no —toma mis manos de nuevo— por lo menos piénsalo, no me rechaces de lleno
—¿Cómo así? —pregunto sorprendida— ¿Lo despidieron?
—No, solo lo reasignaron a otra sede. Y antes de que preguntes la respuesta es sí... Tengo mucho que ver en eso. Pedí personalmente que lo reubicaran porque no lo necesito a mi servicio y no lo quiero tener cerca, siento que no puedo verlo sin querer golpearle la cara por atreverse a hacerte sufrir. Además, pensé que era una buena oportunidad para ambos
—¿Ambos? —interrogo sin entender muy bien a que se refiere este hombre exactamente, o a quiénes—.
—Sí, sería una buena oportunidad para él porque al cambiarse de ciudad su salario va a ser mucho más alto. Y para mí porque al enviarlo lejos, puedo tenerte a ti mucho más cerca —acaricia mis mejillas y yo siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral— Puedo verte a diario, sin miedos, sin cargos de conciencia, sin arrepentimientos. Escúchame una cosa Eliana, eres una mujer hermosa y joven, mereces ser feliz y yo estaría encantado de hacerte la mujer más dichosa del planeta. ¿Quieres que siga? —Sonríe hermoso.
—No, tranquilo —respondo nerviosa— Yo entiendo lo que quieres decir. Gracias Fabio. La verdad no se que decirte. Me dejaste sin palabras
—¿Y esto que es? —pregunta al tomar el sobre de la mesa y esboza una amplia sonrisa mientras lo abre sin previo aviso— ¿Los papeles del divorcio?
—Fabio no, deja eso —trato de tomarlo antes de que lo abra, pero es inútil— No es el documento de divorcio.
Le digo y él al ver todas esas fotografías no puede evitar fruncir el ceño con rabia
—Ya veo —suelta el sobre— ¿En serio estas investigando a la amante de tu exmarido?
Se cruza de brazos y se recuesta en su silla alejándose un poco de mi. Toma una gran bocanada de aire y mira hacia otro lado tratando de ignorarme, luego me mira fijamente como si estuviera escudriñando mis más profundos secretos y esto me aterra, todo en el es un misterio. Un exquisito y atractivo misterio que no estoy dispuesta a resolver
Se ve tan sexy cuando esta enojado, con su cara seria y el ceño fruncido, esos dos botones de la camisa desabrochados y su cabello un poco alborotado, no puedo dejar de desearlo tanto
Sin darme cuenta el bufó una ligera sonrisa y volvió a poner su cara seria en un instante y esto se debe a que pudo darse cuenta de que mordía mis labios cuando repasaba su cuerpo entero de pies a cabeza
《 Seguro se dio cuenta de que lo estoy deseando 》
—La verdad sí —hablo con seguridad—. Hay algo que oculta esa mujer y quiero saber exactamente que es. Estoy segura de que no es una chica inocente como dice ser, detrás de esa fachada de mujercita picante y atrevida hay algo turbio, lo sé. Está con Juan por interés y de eso estoy segura
—Eso a ti no tiene por qué importarte, mujer ya deja ir a ese hombre y sus problemas. Si él no se preocupa por que ella le esté mintiendo u ocultando cosas no tiene por qué interesarte a ti. Si pierde su dinero invirtiéndolo mal en esa cazafortunas es asunto suyo, a ti no tiene por qué robarte el sueño ese tipo de cosas, si esa mujer lo deja en la calle es su problema, el decidió confiar en ella ciegamente y debe asumir sus consecuencias —resopló—. Me parece que tú deberías enfocarte en tu alrededor. Te aseguro que te darás cuanta de que puedes ser asombrosa e importante para alguien más —me dice y se levanta— Lo siento, pero debo irme
Si te sirve de algo, creo que deberías saber que esa mujer fue mi secretaria hace unos meses. Ella quiso mantener una relación conmigo y era irritante la manera en que se me insinuaba y trataba de llamar mi atención mostrando sus pechos, le di una oportunidad para que siguiera trabajando en la empresa pero no cerca de mi oficina, debido a que su situación económica era bastante complicada, pero ella seguia insistiendo, me perseguía a todas partes, como la confronté a tiempo y la despedí se puso en mi contra, trabajó vendiendo mi información a la competencia y perdí muchos negocios, grandes negocios de hecho y tuve innumerables perdidas debido a eso. Ahí fue donde se conoció con el licenciado Baéz, quien aparentemente fue el único que le prestó atención en la empresa y fue el que siguió dándole información sobre mis negocios, quiso captar la atención de tu marido no porque lo quería sino porque lo necesitaba, pero eso a mi no me importa. No se que cuento raro te haya inventado esa mujer, pero esto fue exactamente lo que sucedió