SEÑORITA TENTACIÓN.

(Leo)

Después de hablar con Bri, por más de dos horas se quedó dormida, aún con la videollamada, Yo realmente estoy disfrutando de verla en mi cama envuelta en mis sábanas y usando mi camisa de pijama.

<> me digo para mí mismo.

Y es qué, pudiera pasarme toda la noche viendo esta pantalla, disfrutando de su belleza, viendo como se abraza a mis almohadas y como suspira aún estando profundamente dormida, pero debo tratar de dormir.

La noche se pasó rápido, me despierto y quisiera saber como está, pues hace unas 3 horas desconecte la llamada y me dormí, sé que en este instante, mi Bri estará corriendo para irse al cole, no creo que tenga tiempo de llamarme.

Sin embargo, me doy cuenta que mi Bri también esta pensando en mí, pues en ese instante me cae una llamada por WhatsApp.

—Buenos días, amor mío.—Me dice y Yo no hago otra cosa que sonreír.

—Traviesa, pensé que estabas corriendo, para irte al cole, recuerdas que debes desayunar, hablaremos en la tarde preciosa cuando regreses.—le digo, ella niega y me dice.

—Leo en la noche hablamos, iré de compras con mis amigas, pues como sabes ya casi me voy a graduar, faltan solo 4 semanas y debemos escoger nuestro vestido para la fiesta, ya Matt me dio su tarjeta de crédito.—Me dice entusiasmada.

—Bueno Bri, esta bien, ¿como se llaman tus amigas con quienes iras?.—Le digo sereno, pero con el corazón estrujado.

—Ya conoces muy bien a Andy, a Marina y por supuesto mi mejor amiga Estefanía, es con ellas.

Y cambiando de tema, me encanto dormir en tu cama, quisiera dormir allí para siempre y contigo amor, pero ya sé que eso no va a suceder, estoy tratando de comprenderte Leo, no debemos sobrepasar la línea que nos separa, tu tienes razón en todo lo que dices, además ni siquiera soy tu novia, asi que debo aprender a no ser tan tóxica; pero aún así te diré, que te extraño muchísimo, sabes casi no se puede respirar en esta casa sin ti.—Me dice mi Preciosa y oírla hace que se forme un gran nudo en mi garganta y no solo por lo de no poder respirar, si no por lo que acaba de decirme que Ella ni siquiera es mi novia.

Yo sé que Ella, también tiene razón, puesto que lo nuestro no es una relación formal, no le he pedido que sea mi novia, no le pedido tener una relación de pareja, esto es algo anormal.

Lo que nos une es un amor que al principio era de familia, pero que se convirtió en el amor más puro y extraordinario que puede existir entre un hombre y una mujer; nos une un deseo de tenernos, y amarnos para siempre... pero no es mi novia; no lo es.

Después de salir de mis pensamientos que me tienen atrapado, le digo.

—Yo también te extraño Preciosa, todo mi ser te extraña, por favor cuidate, y toda decisión que tomes, piensa en ti, antes que nada y después piensa un poco en mí, en que te amo desmedidamente.—Le digo y ella sonríe, más Yo al terminar la llamada, me quedo con un dolor en mi pecho.

Pensar que este amor que siento por Bri es tan inmenso, y no poderlo vivir a plenitud me duele, me duele en lo más profundo.

Me duele pensar, que Bri puede cambiar, pues para ella soy su primer amor, su primera ilusión, Y no estoy complaciendola en sus deseos de vivir su primera experiencia, y tengo miedo, mucho miedo. Ella es una niña, es inquieta, extrovertida, quiere comerse el mundo de una vez, yo la entiendo fui adolescente, tuve mi primera relación sexual a los 17 años fue en la fiesta de graduación de mi promoción, Recuerdo que cuando teníamos 16 años con Matt, dijimos que lo haríamos antes de cumplir los 18 y Él se tomó en serio la tarea, lo hizo mucho antes que Yo, con una chica de nuestro salón.

A mi me costó un poco más encontrar una pareja, pero al final lo hice, con una chica de mi misma edad, ahora pensando en todo esto, que me está pasando, sé que no puedo pedirle a Bri que ella se cuide para mí, si Yo ya viví, y me duele mucho pensar en que ella podría decidir estár con alguien más.

Y no porque quiera ser el primero, es por qué no imagino que esté con un hombre que no sea yo; muero de celos, solo de imaginarlo.

Pero debo entender, aunque me sea difícil esta situación, Bri es libre; sin embargo, Yo soy esclavo de este amor...

Pasada una hora con mis pensamientos torturándome, y la causa tiene nombre y apellido, Brianna De la Torre, estoy ya desayunando con mi abuelo, y conversando con Él, pues he venido porque necesito conocer verdades que aún no conozco, y sé que Él también quiere que hablemos de muchas cosas.

Mi Abuelo me invita a caminar por los viñedos, y me dice que en la tarde quiere que conozca todo el proceso de preparación del mejor vino de Italia.

Ver los interminables viñedos y ver como cientos de personas están cuidando con tanto esmero y entusiasmo, las plantaciones, frutos y cada etapa del proceso, me impresiona y me hace recordar el amor que Mamá tenía por todo esto.

—¿Que te parece Leonardo?.—Me dice mi abuelo que había venido observándome en silencio.

—Esto es impresionante Abuelo.—Le digo y Él sonríe.

—¿Sabes, que tu Madre amaba esto, verdad?

—Lo sé.

—Mira Leonardo, Tu ya eres un hombre, cuando te fuiste a Norteamerica, Yo aún no podía explicarte algunas cosas y decirte, las dudas que tengo acerca de la repentina muerte de Lucianna, Ella era mi primogénita, y no es que yo la amara más que a Nicolas; ¡¡claro que no!!, pero ella era mi princesa, la eduque para que fuera la heredera de todo lo que vez, le enseñe y traspasé todos mis conocimientos, y ella con su inteligencia aprendió.

Ella amaba y admiraba, cada cosa que aquí se hace para llegar a tener una botella de vino, en la mesa de millones de familias, ella aprendió todo a muy temprana edad...

Yo era feliz, viéndola recorrer los campos de plantaciones, hablar con los trabajadores del campo, pues ella decía que de todas las personas que trabajaban, los encargados de cultivar eran sus favoritos.

Y así, si te contará cada detalle de tu Madre, te sorprenderías y la extrañarías más.

Yo jamás superaré su muerte, me duele todo el tiempo que ya no esté.

Todo era perfecto, ella se llevaba muy bien con Nicolás quien nació 2 años después que Ella, y quizá por eso eran tan unidos.

Nicolás la protegía de todo a pesar de ser el menor.

Y Yo la cuidaba tanto, era la niña de mis ojos, pero ni Nicolás, ni Yo y menos tu abuela, aun siendo la mejor Madre que mis hijos pudieron tener, nadie de nosotros pudo protegerla de tu Padre...

Y perdóname por decírtelo así; pero tu Padre fue la causa de que ya no la tengamos.

Yo trabajaba con tu abuelo paterno, Franco Ferretti, quien murió y le heredó a tu Padre la Naviera Ferretti.

Tu Padre a pesar de que trabajaba con Él, nunca nos atendió, pues tu abuelo y Yo éramos muy buenos amigos y Él se encargaba personalmente de atendernos con nuestras exportaciones.

Yo en algunas reuniones en las oficinas Ferretti, había visto a Franco tu Padre.

Pero Él nunca había venido a los viñedos, ni a la fábrica y menos a las oficinas que era donde se mantenía tu Madre.

Más cuando tu abuelo murió, y tu Padre, tomo el control de la naviera tuvo que venir y allí conoció a tu Madre, que para esa época estaba a punto de cumplir 18 años, Ella ya tenía responsabilidades en la procesadora y no fue porque Yo se las impusiera, era ella quién quería tenerlas y a mi eso me gustaba mucho.

Era mi orgullo, amaba verla tomar las riendas de la procesadora, pero eso hizo que Ella atendiera personalmente a Franco Ferretti.

Después de que tu Padre la viera por primera vez, me pareció muy extraño que empezará a venir con mucha frecuencia.

Yo a tu Madre la veía normal; sin embargo, Ella salía a atenderlo casi siempre.

Cuando tu Madre cumplió 18 años, le hicimos una estupenda fiesta, y Él que había estado frecuentando, logró ser uno de los invitados, de Ella.

Lo que jamás imaginé, es que tenía un plan.

Esa misma noche, se le declaró a ella y quiso hablar conmigo, según para pedir mi permiso, quería tener una relación con Lucianna.

Por supuesto lo saqué a golpes, Él era solo 10 años menor que Yo, y 15 años mayor que mi pequeña Lucianna.

Como iba a darle permiso, si Él era un hombre vivido de 33 años, y mi niña solo tenía 18.

La fiesta terminó en desastre; pero después de eso vino lo peor...