Cambiando Mi Futuro

El mayordomo estaba en la entrada de mi habitación.

"¿Qué dijo padre?".

Pregunté al mayordomo que fue quien me dio la carta.

"El maestro ordenó a qué se le asignará una escolta aparte de su guardaespalda el conde".

Asentí con mi cabeza sin mucha importancia.

"El maestro mando a decir que aún puede arreglar la situación".

"..."

En otras palabras queria que le dijera al abuelo que perdonara a Marisol.

La respuesta fue fácil, es un no.

"Y ya tengo el dinero de bolsillo designado a sus gastos".

Asentí al mayordomo y me dejó una bolsa llena de monedas.

"Gracias, mayordomo".

El asintio y se alejó.

Era obvio lo que es.

'Haa'.

Con un suspiro vi la carta que había enviado el palacio imperial.

La carta decía que fuera a una fiesta de té que tendría para presentarme a su pareja.

Me sentí triste por el duque jamás debí haberme ilusionado.

Pensé mientras terminaba de leer la carta y ver la bolsa de monedas.

El día siguiente apareció el vicecapitan y dijo.

"Ellos son Marcos y Joel".

"Son que escogimos entre el capitán y yo para que fueran sus escoltas, joven maestra".

Los dos hombres se presentaron formalmente.

"Estaré a su cuidado".

Les dije cordialmente.

"Es un placer conocerla por fin joven maestra".

"El placer es mío, espero que nos llevemos bien".

Ellos asintieron mientras el vicecapitan se despidió y se fue para seguir con su trabajo.

"Vamos".

Subí al carruaje y nos dirigimos al palacio.

"Aylen".

Dijo el tío cuando llegue al palacio de la alegría.

"Tío".

Con una sonrisa lo salude y de repente apareció otro hombre por detrás.

"Te presento a Oliver".

Un morenazo exótico estaba frente a mi.

"Saludos a la princesa de Kamak, soy Oliver Carmona".

"Un placer conocerlo, soy Aylen Kamak de Canek".

"Me han dicho tantas cosas de ti, me alegra conocerla".

Asentí con mi cabeza, ahora entiendo el porque regreso el tiempo.

Entre con ellos al palacio.

La plática empezó historias de ellos conociéndose en esta vida.

El tío apareció de repente a frente de la casa de los Carmona y le dijo a Oliver que sería el dueño de sus quincenas siempre y cuando no se fuera de su lado.

Oliver se quedó en shock al escucharlo, obviamente conocía al príncipe heredero pero no espero que pasara eso.

"De repente fui secuestrado".

"..."

Oliver que lo dijo, se tenía una sonrisa en su rostro.

Miré a mi tío que secuestro a una persona.

"Al final acepto venir conmigo".

Mi tío con una sonrisa fresca habló mientras miraba a Oliver.

"Es mi pequeño secreto".

"..."

Oliver se sonrojo y negó mirándolo avergonzado.

Miré a mis alrededores mientras estaban melosos y después el tío dijo tosiendo cambiando el tema.

"El plan estará empezando, Catzim dejará de existir".

"¿Cómo planean eso?".

"La gente del ducado Cali fue a investigar el marquesado y tal como describiste las cosas ahí son horribles".

"Fue cuando la investigación a la familia real también comenzó en secreto y ellos también tienen gente secuestrada".

Asentí con mi cabeza a lo que decía mi tío.

"Hay varios niños nobles de muchos lados del continente".

"¿Lo hacían adrede?".

"Si".

"Es complicada la situación, el duque Cali esta juntando gente interna para se unan a su causa y nosotros nos prepararemos para la guerra".

"Se arrepentirán por meterse contigo, antes de regresar y ahora también".

Al final el abuelo dio términos ridículos para no firmar el tratado de paz y el príncipe con toda la gente que venía con el se retiraron del imperio.

"Primero tenemos que dejar al duque trabajar".

"¿Cuánto tiempo?".

Pregunté con curiosidad.

"Al menos un mes o todo Catzim incluyéndolo caerá".

"De acuerdo".

Asentí con mi cabeza, sólo esperaba que el ducado Cali no fallará.

Si la familia imperial y el marqués estaban haciendo lo mismo, ¿cuántos nobles harían eso también?.

"Por el momento esperemos, no te preocupes".

"Si".

La plática siguió armoniosamente.

Después de la fiesta de té me fui huyendo del palacio de mi tío, el tío estaba preparándose para ir a cazar un Oliver salvaje.

"¿Le fue bien?".

Preguntó Marcos al llegar al carruaje.

"¿Algo así?".

Respondi casualmente.

"Fue divertido".

Murmuré.

Él asintio con un rostro satisfecho.

"¿Hacia el ducado?".

"Si, el vicecapitan dijo que había clases después de que regresará".

Eran muy informativas las clases, por fin supe hacer magia de rastreo con un cabello.

Eso era lo bueno, lo malo es que no tenía a nadie a quien acosar.

Cuando regresamos a la mansión del ducado, el duque Chac con César Chac estaban en la mansión del ducado.

Al entrar a la mansión fui recibida por ellos.

"Saludos a la princesa".

Los dos saludaron al unísono, el duque también estaba frente a mi.

"¿Qué dijo su alteza el príncipe sobre Marisol?".

"..."

La mirada del duque siendo fría me miró con detenimiento pero me hice la desentendida.

"Lo siento, la plática no dio".

Hable sin emociones y sin importancia.

"Si me disculpan".

Me retiré con un saludo cordial y fui a dónde está el vicecapitan con una mirada fría.

¿Esos son sus colores?.

El duque esperaba que me tentara el corazón con lo que me había mandado a decir con el mayordomo y era posible que su dinero de bolsillo haya sido un soborno, ¿no?.

Qué triste de su parte.

Pero el dinero llegó a mi como dinero de bolsillo así que ya es mío.

Suspiré mientras caminaba y llegué con el vicecapitan.

"Saludos joven maestra".

"Hola, vicecapitan".

"¿Continuamos con la práctica?".

Preguntó el vicecapitan.

"Si".

Respondi pero el vicecapitan volteo a ver qué venía un hombre algo familiar.

Cesar Chac apareció detrás de mi

"Princesa".

"Saludos joven duque".

Cesar Chac me observó y con una sonrisa dijo.

"Lamento lo anterior".

"...Aja".

"Se que es difícil para ti acostumbrarte en un nuevo ambiente también es difícil para todo el ducado que de repente llegué la legítima dueña, más cuando ya tenía una".

"..."

"Se que para ti es más fácil ser indiferente las desgracias de mi prometida pero por favor ayudame, odio verla en ese lugar".

"Me siento peor ya que no puedo ingresar a verla".

La mirada de César Chac lamentable.

"Pero para eso deberían de ir a exponerlo con su majestad el emperador, yo no doy órdenes para que ella esté encerrada".

¿Por qué venir a mi cuando está el abuelo?.

¿Creen que soy fácil de manipular?.

"Pero usted puede interceder".

Dijo sonriendo incrédulo.

"Pues no le veo nada malo que esté encarcelada en su habitación".

"Ella debe ser responsable de sus propias acciones y desiciones".

"..."

Hablé ya molesta de lo mismo, por mi que se pudra en esa habitación.

"Si usted fallará, ¿no le gustaría que intercediera su familia por usted?".

La mirada de César cambio drásticamente cómo diciendo he ganado.

"Depende de que parte de la familia me dices".

"..."

"Hasta en la familia se tiene que tener cuidado".

Cesar me miró fastidioso.

"Espero que Marisol disfrute sus vacaciones tranquila y que lo tome con calma".

"Ya verán que dos meses pasan tan rápido, joven duque".

Con una sonrisa fresca le dije y el se fue sin siquiera decir nada más.

El chasquido se escuchó a lo lejos.

"..."

Las personas alrededor me miraron con distintas expresiones.

"¿Entrenamos?".

Asentí con mi cabeza y seguimos con la práctica con el vicecapitan.