Danna sufre de un matrimonio destruido por los medios hasta que su esposo sufre un accidente automovilístico
¿Como se verá afectada su vida cuando descubra que este ha perdido la memoria?
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Cumpleaños
Después de la charla que tuvimos en mi habitación, los días pasaron de forma amena
Pedí que un fisioterapeuta viniera a la casa para que lo ayudara a caminar con normalidad, el trato entre nosotros era el de un par de amigos, ya no volvimos a besarnos, y aunque lo extrañaba de cierta manera, sabía que era lo mejor por su novia
Extrañamente no la he visto en la casa pero era algo que no me incumbe en absoluto
Estaba terminando una jornada más de consultas, Hiram estaba muy agotado, le dije que descansará un poco en el sofá mientras terminaba los últimos expedientes
Tocaron la puerta, era un hombre entrando con un ramo grande de rosas rojas, me extraño mucho por que nadie las había pedido
-¿usted es la señorita Louis?-
-si, soy yo- puso el ramo sobre el escritorio, realmente era hermoso
-le han mandado las flores ¿puede firmar de recibido? – me entregó una tabla con un bolígrafo
-¿Quién las manda?-
-no me dieron ningún nombre, quizá en la tarjeta- le entregué la tabla después de firmar y este salió con prisa
-¡Vaya que es enorme!- la voz de Hiram me hizo sobresaltarme -¿quién las manda?
-no lo sé, es algo muy extraño- nunca había recibido flores en el hospital -¡¿No estabas dormido?! Me has asustado- el sonrió
-mi amor por saberlo todo me ha dicho que despertará en este momento- me sorprendía lo chismoso que podía ser
Estaba buscando la tarjeta hasta que la encontré en el pie del ramo, era de un papel hermoso y las letras estaban con una impresión en dorado
Hiram me la arrebato la tarjeta, me dio gracia creo que su curiosidad era más grande que la mía
-“Pará esa hermosa mujer que nació en este día, llenándolo de alegrías y sonrisas”- su tono de voz simulaba un exagerado refinado en burla
-¿quién las manda?- el giro la tarjeta por todas sus caras pero parece que no ha encontrado nada
-No dice- me mando una cara llena de picardía -¿no será que tu amado Cain las mando por tu cumpleaños?-
-es imposible Hiram, el no recuerda la fecha de mi cumpleaños, además que ¿por que mandarlas al hospital y no dármelas en la casa?-
-quizá quería sorprenderte- no sabía que pensar, la tarjeta no tenía nombre, podría ser Cain o mis padres que era aún más imposible
-¿como me llevaré esto a casa? – El me veía divertido
-Te ayudo a subirlo al auto- le asentí, la jornada para nosotros ya había terminado, el tomó el arreglo floral y pasamos al elevador, la gente que nos veía se sorprendían por el tamaño de las flores
Hiram me ayudó a subirlo al auto, después le propuse llevarlo a su apartamento
Después de dejarlo conduje hasta mi casa, realmente aunque fuera mi cumpleaños no esperaba celebrar nada
Era temprano, las ocho de la noche, baje del auto y tomé las flores, abrí la puerta con dificultad, me estaba tambaleándose por que no podía ver nada a mi alrededor
-Danna que bueno que llegas.. – escuche a Cain, después sentí sus manos rozar con las mías, fue una sensación bonita, pude ver la luz, Cain dejó las flores sobre una mesa de la estancia, estaba vestido de forma elegante, un traje hecho a su medida, camisa blanca y zapatos hermosos
Me quedé viéndolo como una adolescente viendo al chico que le gusta, sabía que físicamente me encantaba este hombre
-¿está todo bien?- me veía con una sonrisa nerviosa, me di una bofetada mental, se había dado cuenta que lo veía de pies a cabeza
-si… si, todo bien- me abrazo de repente, su aroma me hizo entrar en relajación, correspondí a su gesto, se sentía muy bien
Comenzó a cantar la canción de feliz cumpleaños, sentí todas las emociones en el pecho, escuchar su voz entonando una canción para mi era el mejor regalo de cumpleaños que había recibido
-Felicidades, hermosa- mis piernas temblaban se separó de mi me veía con una sonrisa
-Muchas gracias, de verdad es un hermoso gesto- estaba emocionada -me encanta-
-no es nada, Danna mereces eso y mucho más-
-Cain entonces… ¿tu mandaste las flores?-
-no, pensé que tus colegas te las dieron ¿venía con tarjeta?- asentí y se la mostré, la veía serio pero después me la entrego de nuevo
-¿Algún admirador secreto?- preguntó dándome la espalda, al parecer buscaba algo en sus bolsillos
-no lo sé, nunca había recibido flores en el hospital- me extrañaba un poco y a pesar de que el ramo era precioso no me gustaba la idea de que se marchitaran todas las flores -no se a quien agradecer por el gesto- me vio sonriente se acercó y tomó mi mano
-vamos, quiero celebrar contigo este día especial- me sorprendieron sus palabras, me llevo hasta el comedor y vi una cena que parecía sacada de una revista
-Esto… ¿lo haz hecho tu?- estaba conmovida y es que me sorprendía que recordará todo lo que me gusta, la fecha de mi cumpleaños, la comida… todo
-¿te gusta?- me encantaba, era muy lindo de su parte
-claro que si, Cain- oculte un poco mi emoción, pero por dentro quería brincar y llorar emocionada
-me alegra que así sea- su sonrisa mostraba satisfacción -vamos, si quieres podemos empezar ahora-
Yo me sentí mal por un momento y es que no estaba vestida para la ocasión, el se veía tan elegante y bien parecido, yo parecía que me había atropellado un auto
-está bien, pero primero iré a cambiarme- me vio extrañado pero asintió, fui hasta mi habitación, y rápidamente busque algo mejor que ponerme, tomé una ducha rápida, no quería que me esperara por mucho tiempo
Mientras me maquillaba escuche que tocaban en la entrada, no le tome importancia
Sabía que esta era una noche de amigos, pero estaba emocionada ¿quién no se emocionaría por un regalo de cumpleaños así?