Después de encontrar a su hermanastra junto a su prometido en la cama. Lina Connor huye despavorida y mete a una habitación prohibida que le cambiará la vida al ser devorada por un extraño ardiendo en deseo.
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Olivia Cameron.
Toc Toc...... Alguien tocó la puerta.
—Adelante.—Lina contestó sin dejar de ver el ordenador.
Un conjunto de pasos inseguros en tacones agujas se acercaba a ella.
—¿Si?—Dijo Lina sin dejar de trabajar, estaba tan entretenida en los diseños.
Al ver que nadie contestaba ella dejó lo que hacía y volvió la mirada, las mismas modelos que la habían ofendido estaban en frente, Lina disimuló su asombro y volvió a preguntar.
—¿Qué desean?.
—Nosotras venimos a pedirle perdón —Añadió Sol, con la cabeza gacha.
El hermoso rostro de Lina se tornó en sorpresa.
—Por favor no nos corra, interceda por nosotras ante el señor Torner, se lo imploramos.
El rostro de las guapas señoritas eran lamentables, al borde de estallar en lágrimas por la desesperación.
—Mmmmm, no está en mis manos contratar o despedir personas.—Respondió Lina con seriedad.
Una de las modelos la más alta y rubia, perdió la dignidad y se arrodilló, sus demás compañeras abrieron la boca en forma de Ó. La joven Kimberly Clark de 20 años recién comenzaba a brillar, no se iba a permitir perder su futuro por su boca floja.
—Señora Lina, perdóneme por haberla insultado, fui una inmadura, pero le ruego que no me vote—Kimberly empezó a llorar desconsolada.
Lina se puso en pie y caminó hacia ella.
Enseguida las otras chicas se arrodillaron.
Lina estaba incrédula, las exiquisitas modelos que siempre la menospreciaron y la trataron como una criada estaban humilladas. Lina tomó un gran sorbo de aire antes de pronunciarse.
—Levántense.
Ellas sólo negaron con la cabeza.
—¡Levántense ya!—La Voz de Lina era autoritaria que al istante se pusieron en pie —No vuelvan a humillar a ningún ser humano, todos somos iguales, espero hayan aprendido la lección, hablaré con mi esposo sobre ustedes.
—Gracias—Dijeron en unísono.
—Si me entero de algo, las corro al instante.
—Está bien jefa, entonces la dejamos trabajar, permiso. Muchas gracias.
Ellas salieron al instante sintiendo que el corazón volvía a sus pechos.
Ya en el almuerzo Lina recibió un mensaje de texto que decía. "Soy la madre de Rousselé del Solar. Encontrémonos. Te estaré esperando en el café Mocca."
Urgando en su cabeza Lina no recordaba a Rouss así que respondió:
—No conozco a ninguna Rousselé del Solar.
Recibió otro mensaje brevemente.
—Basta con que yo te conozca a ti. Nos vemos.
Sin ninguna razón en particular el rostro de Rouss apareció de repente en la cabeza de Lina. Era como si esta fuerza atrajera su curiosidad.
—Debe de ser ella.
Lina salió de la oficina hacia el café llamado Mocca. Sus clientes eran una multitud de clase media a alta por lo que el ambiente era tranquilo.
Al entrar recibió otro mensaje de texto.
—Estoy en la mesa número 4, junto a la ventana.
Lina miró y vió a una mujer de mediana edad muy elegante en abrigo de piel negro, no pudo distinguir su rostro ya que la mujer se agachó a revisar su teléfono.
—¿La madre de Rouss?.
Lina se acercó y se sentó.
Cuando la mujer miró hacia arriba, Lina estaba desconcertada, sintiendo que su sangre se heló en esa fracción de segundo.
—Si, soy Olivia Cameron ¿como me dirijo a ti?.
La mujer tenía una bonita sonrisa que pertenecía al amaneramiento de una amante adinerada.
Lina sintió que se le contraía la garganta mientras miraba el rostro familiar pero extraño que tenía ante ella. Incapáz de pronunciar una sílaba.
—No tienes porque ponerte nerviosa—Agregó Olivia Cameron—Tengo algo que hablar contigo, pero no es nada serio, ¿qué tal si pides una bebida?.
Las manos de Lina se cerraron en puños con las uñas, sin saberlo, clavadas profundamente en las palmas. Había pasado algún tiempo cuando recuperó su voz.
—No es necesario Señora Cameron, ¿Cual es el problema? podemos saltarnos la pequeña charla. Estoy ocupada.
Olivia Cameron estaba disgustada con el tono estoico de Lina, aunque no lo demostró, agarró su café con gracia y tomó un sorbo.
—Mi hija está enamorada de Said Torner y creo que el siente lo mismo, espero puedas mantenerte alejado de el. A juzgar en la forma en que vistes y en tu figura, no eres compatible para alguien como Said. No hay de que avergonzarse. No tendrás muchos beneficios cuando el se aburra y te abandone. En su lugar dame un precio.
Una sonrisa Hostil escapó de Lina.
—Sólo quisiera saber como consiguió mi número.
Olivia Cameron jugueteó con el enorme anillo de diamantes que llevaba en el dedo.
—No tienes porque saberlo. Hablemos si estás abierta a la negociación. Si no es así, entonces asume que no nos vimos hoy.
La voz de Lina tenía un temblor apenas perceptible.
—Sólo tengo curiosidad por saber porque no hizo una investigación exhaustiva de mis antecedentes al buscar mi contacto ¡Búsqueme después de comprobar por si misma quién soy!.
Al ver cómo la espalda de Lina se desvanecía a la distancia, Olivia Cameron estaba bastante perpleja. Tomó su teléfono y llamó a Rouss del Solar.
—Cariño solo me has dado el número de la mujer ¿Miraste quien es ella?. La conocí hoy, de alguna manera se mostró indiferente cuando le mencioné el dinero. No es fácil deshacerse de ella.
La voz de Rous estaba lleno de desprecio al otro lado de la línea.
—Mira su patético ser ¿importa quien es ella?.¡No me importa!. Mamá debes de hacer que ella desaparezca del lado de Said. ¡La odio! su rostro me irrita.
Olivia Cameron siempre había sido dócil ante el comportamiento mimado de Rouss. Ella río entre dientes y le dejó una promesa, luego marcó otro conjunto de números.
—Investiga a alguien por mi.