Presa De Una Obsesión ( Mundo Reymer I)

Estefany

Tenia miedo, creo que sentí más miedo que  cuando le dictaron sentencia a mis padres. Por tanto tiempo traté de evadir a Víctor y siempre me funcionaba, pero no sabía como le iba hacer a partir de la boda, ya estaba casada con Víctor ahora el ya tenía derecho sobre mi, ya tenía derecho a que yo le respondiera como esposa.

Durante todo el viaje me sentía intranquila, no sabia como reaccionaría cuando me tocara y quisiera reclamar sus derechos. Mis pensamientos divagaba en todo lo sucedido, algo que me había dicho Ana es que se dio cuenta que el beso que le di fue genuino, y si lo fue, pero fue por que estuve pensando en Stefan. Ana me dijo que eso lo utilizara a mi favor que me imaginara todo el tiempo con Stefan, pero que solo repitiera el nombre en mi mente por que si lo decía me podría ir mal. Me dijo porque según ella no quería que yo pasara por lo que ella pasó, que la obligaron hacer algo que ella no quería. Y que no quería que pasara por lo mismo.

No quería sufrir esa sensación a si que si, le hice caso desde el momento que pise el hotel trate de imaginarme que estaba con Stefan y no con Víctor, desde que me tomo de la mano hice un gesto de estar feliz, me llevo a la recepción, hizo el papeleo y después nos dirigimos al cuarto, era hermoso tenia una vista al mar, era de noche y hacia que me perdiera en el hermoso paisaje. Observaba por una gran ventana el mar tranquilo y las estrellas en el cielo, sentí una paz. Me perdí por unos minutos en el paisaje que no sentí cuando Víctor se paró junto de mi.

-          Te gusta( voltee mi cara para mirarlo)

-          Si es hermoso.

-          Estefany ya no quiero pelear contigo( hizo que mi cuerpo quedará justo enfrente de el), te quiero y quiero empezar bien este matrimonio.

-          Tiene razón Ana, si quiero estar en paz, tengo que poner de parte para que funcione, tratare de quererte, pero tienes que prometerme que no me lastimaras, que ya no me golpearas.

-          Te prometo que controlare mis celos

-          Bien yo te prometo que pondré de mi parte para empezar a quererte

Volví a dirigir mi mirada al mar y lo seguía observando en silencio, la atmósfera era un poco tensa, pero no le prestaba atención a eso, trate de estar tranquila todo el tiempo, sabía que a pesar que hiciera lo que hiciera ese día tendría que estar con el y aunque no me agradaba la idea ya me había resignado, solo que si le tendría que hacer caso a Ana, tendría que imaginar que estaba con alguien mas para que no la pasara mal.

Después de un rato tocaron a la puerta Víctor fue a ver era el servicio que nos llevaban la cena, yo no quería separar mi mirada del mar. Mi mente estaba en blanco mientras observaba mi alrededor, de pronto sentí como me abrazo por la espalda haciendo que los dos viéramos el paisaje juntos. Me susurro en mi oído que me quería, lo mire y me beso, al principio no quise corresponderle, pero empecé a imaginar a Stefan y empecé a corresponderle, fue un beso largo que al principio era de ternura, pero poco a poco fue subiendo de intensidad, después empezó a voltearme poco a poco para que quedáramos de frente. Me acarició mi cara y me volvió a besar, me abrazó mientras seguía besandome le correspondí ese abrazo, y continué besándolo, tardamos a si un rato mientras el silencio seguía reinando en el lugar. Nos separamos me miró y me cargó entre sus brazos, me llevó a la cama mientras me besaba, suavemente me fue acostando. Creí que si seguía imaginando que era Stefan podría continuar, pero cuando estuvo apunto de empezar a quitarme el vestido, reaccioné de manera violenta y lo quité de encima de mi.

-          No Víctor, no puedo, no quiero (lo empuje y corrí al baño, me encerré en el y empecé a llorar)

-          Estefany, abre la puerta

-          No déjame, no quiero.

Maldita sea no me funciono, por más que trate no pude, al principio cuando cerraba mis ojos pensaba en Stefan, pero al abrirlos veía alguien diferente que me entraba miedo, no quería que mi primera vez fuera con alguien que apenas soportaba. Toda la noche la pasé en el baño, me quedé dormida en la bañera, cuando desperté me levanté me dolía mi cuello y un poco mis hombros, empecé a masajear mi cuerpo, y a caminar para salir del baño, abrí lentamente la puerta para ver si estaba el, después de unos minutos empecé a buscar por el cuarto, al no encontrarlo, salí de el y me dirigí hacia donde estaban las maletas, quería cambiarme, caminé lentamente, la tomé y regresé al cuarto, al parecer no estaba, hice un gesto de alivio. No sabía como enfrentarlo tenía miedo que me golpeara otra vez, pensé que después cuando desayunara podría verlo y hablar con el. Me bañe y me cambie de ropa, quería ir ala playa antes de que el regresara a si que me apure y me dirigí a la playa, como aún era de mañana no había muchas personas, así que estuve un rato en ella me gustaba como el agua tocaba mis pies, tenía puesto un short mezclilla y un top tejido. Camine por un largo tiempo que no me di cuenta de la hora, cuando regresé al hotel ya estaba Víctor hecho un demonio.

-          Donde diablos te metiste( medio una cachetada y me tomo de mi cabello)

-          No Suéltame Víctor, me lo prometiste

-          ¿Donde estabas?

-          Estaba en la playa, suelte me.

-          ¿Con quien estabas?

-          Víctor con un demonio suéltame, estaba sola

-          Te he estado buscando toda la maldita mañana.

-          Ya te dije que estaba sola se me paso el tiempo caminando.

Me soltó se me quedó mirando, vio que mis lágrimas empezaron a derramarse, trato de acercarse, pero lo evite, y me encerré otra vez en el baño.

No podía ser que otra vez estuviera en el baño evitando lo, no quería eso, no sabia como lo soportaría, como viviría y compartiría mi cama con alguien como el.

-          Estefany abre, quiero hablar contigo( ya estaba calmado)

-          Déjame( le contesté llorando)

-          Escúchame, vamos hablar abre.

-          No quiero, no quiero verte

-          Estefany

-          Me quiero ir, quiero estar con Diana, por favor no quiero esto.

Sal, si nos vamos a ir

-          No te creo.

-          Es enserio ya nos vamos tampoco quiero estar aquí, donde me siento inseguro.

Salí del baño y era cierto los botones del hotel estaban sacando las maletas, empecé a caminar hacia la salida, cuando el me tomó del brazo pero me zafe de el y seguí caminando dejándolo atrás. Tome el ascensor y empezó a cerrarse mientras Víctor caminaba hacia el y decía que me detuviera, no le hice caso y dejé que se cerrara, terminó de descender y me dirigí a la recepción a esperar que bajara, mientras lo esperaba vi a Carlos, no lo podía creer Carlos mi novio bueno mi ex novio, después de casi un año de no verlo el estaba justo a unos pasos de mi, el no se había percatado de mi presencia, pero yo lo estaba viendo, recordé algunas cosas de mi pasado, lo que era un hecho que me di cuenta que ya no me emocionaba verlo, de hecho solo sentí nostalgia por algunos recuerdos, pero nada más.

No hice caso y camine hacia la sala de espera, cuando sentí una presencia era Carlos que me estaba hablando.

-          Estefany, Estefany( voltee y lo mire) no lo puedo creer, cuanto tiempo ha pasado, pensé.

me abrazo, me quedé inmóvil, pero con lo que había sucedido con Víctor necesitaba ese abrazo, que se lo correspondí. Recargue mi cabeza en su hombro, y en silencio me bajaron un par de lágrimas.

-          Estefany estas bien, porque no he sabido nada de ti, pero te extrañe mucho, donde has estado.

Sabia que todo eso era mentira, por todo lo que me había dicho Ana, pero necesitaba ese abrazo. Aún sentía su abrazo cuando algo bruscamente me lo arrebató y le dio un golpe en la cara.

-          ¿Qué haces abrazando a mi esposa?

El se encontraba en el suelo, tomándose la nariz, porque estaba sangrando.

-          Carlos- estas loco ella es mi novia.

-          Víctor- te dije que no lo volvieras a ver(saco una pistola y le punto directo a la cabeza)

-          Estefany- baja esa arma, te juro que no lo había visto hasta hoy.

-          Víctor- que es lo que acabo de ver, estabas abrazándolo

Carlos nos observaba desde el suelo, mientras los demás huéspedes empezaron a gritar.

-          Víctor, por favor baja esa arma

-          Cállate, te dije que no lo vieras( no lo pensé dos veces y me interpuse en medio de los dos)

-          Quítate Estefany

-          No hasta que bajes esa arma.

De pronto llegó un señor, que se dirijo a Víctor.

-          Señor Víctor, tranquilícese por favor.

-          Ese hijo de perra estaba coqueteando con mi esposa.

-          Tranquilo, yo me encargo de reprender a mi hijo, por favor baje esa arma.

-          Estefany- que esperan quítenle el arma

Víctor me miró con mucho enojo, bajo el arma y me tomo del brazo e hizo que caminara junto a el, mientras se dirigía al señor,

-          escúchame bien Saúl esta ofensa la vas a pagar.

-          Saúl- señor Víctor el no sabía que es su esposa, por favor podemos hablar yo lo reprenderé.

-          Tu sabes que de mi nadie se burla y para que yo haga negocios contigo vamos a tener que renegociar.

-          Claro que si, Víctor, es más puedes quedarte todo el tiempo que quieras en mi hotel.

-          Claro que no este hotel ni siquiera me lleno mis expectativas, ni un minuto más me quedaré en tu porquería de hotel.

Fue un espectáculo en donde una vez más Víctor tenía el control, sino que también me demostraba que el podía hacer lo que quisiera.

Volví a mirarlo con enojo y empecé a caminar rumbo a la salida, Víctor me seguía al igual que yo enojado, esperamos a que llegara el auto nos subimos y empezó a manejar, durante todo el camino no me dijo nada, y yo solo me mantuve en silencio. Pensé que nos iríamos a su casa, pero no me llevo a una cabaña del otro lado de la playa, esta cabaña estaba sola, no había nadie más en menos de 15 kilómetros.

Baje del auto y camine hacia la playa

-          Adonde vas ven acá.

No le hice caso y seguí caminando, cuando de repente sentí como me tomaba del brazo y me empezaba a jalar hacia la cabaña, no le dije nada y con fuerza empecé a oponerme. No quería entrar sabia que si lo hacía me volvería a golpear. Así que traté de oponerme, pero su fuerza era más grande que la mía que termine por entrar. En cuanto entre me aventó al sillón. Me levanté y le dije.

-          Ya estoy harta de ti, eres un maldito posesivo, celoso agresivo, ya mátame de una maldita vez, para que se te quite esa maldita obsesión.

-          Cállate,( me volvió a tirar en el sillón)

-          ¿Qué diablos quieres de mí?, ya déjame en paz, maldita sea.( me volví a levantar, pero empecé a caminar hacia la salida de la cabaña)

-          ¿Adonde vas?

Me volvió a tomar de mi brazo, pero empecé a resistirme, y a defenderme esta vez, con la fuerza que ejercía perdí el equilibrio y el me volvió a empujar haciendo que callera en una mesita de vidrio que estaba en la sala. Con el impacto mi cara hizo que se rompiera el vidrio haciendo que algunos cristales se encarnaran en mi piel.

-          Aaaaaaaaaaa mi cara.

Empezó a sangrar mi rostro, sentía horrible trate de llevar mis manos a mi rostro, pero con solo tocarla sentía que me arrancaría la piel, Víctor, se movió rápido y trató de ayudarme.

-          No me toques maldito infeliz( grité con desesperación, y con llanto)

El me cargo lo más rápido posible y me llevo al auto y empezó a manejar como loco. Sentía un dolor insoportable, mi cara me dolía, mis lágrimas salían de forma natural. En cuanto llegamos al hospital, me desmaye ya  o pude soportarlo más.

Víctor.

Estuve apunto de tenerla, se sentirla, por completo, fue la primera vez que la sentí tan cerca, los besos me los correspondía me hacían sentir que pronto ganaría su corazón, estuve apunto de hacerla mía, pero no se que paso que salió corriendo al baño, se encerró en el y no salió en toda la noche, trate de entrar pero no quería asustarla más, por lo menos había hecho que me besara y por poco era mía. Decidí no molestarla y dormi junto a la puerta, en la mañana salí a ver a Saúl, es un maldito hotelero que quería hacer negocios con migo, quería que le invirtiera capital a su hotel, sabía que los grandes empresarios no querían invertir por que habían entrado en un escándalo financiero, recurrió a mi y le dije que lo pensaría y ese día le daría una respuesta es por eso que había decidido ir.

Su propuesta no me había convencido así que decidí decirle a Stefan que se encargara de eso, sabía que el era bueno para las negociaciones y que el haría un buen trabajo con eso.

Regrese al cuarto y no la encontré y empecé a buscarla, empezó mi desesperación, el hecho de no encontrarla y pensar que se había ido me molestaba, pasaron las horas y no aparecía, estuve apunto de hablarle a Dante para que viniera y trajera a todos los hombres posibles, cuando entro al cuarto, al verla en lugar de tranquilizarme me enoje más y le pegue otra vez, me volví a segar por mi celos, que hice que se volviera a encerrar en el baño, por unos minutos medite pensé que era mejor que nos fuéramos a la cabaña que teníamos fuera de esa playa. Le dije que saliera que ya nos íbamos, me hizo caso pero me ignoró y empezó a caminar rumbo al ascensor, me dejó a tras, eso hizo que mi rabia volviera a mi, espere que llegara el ascensor otra vez para bajar, no se por que diablos tardo mucho, descendió el ascensor, empecé a caminar hacia el lobby del hotel, vi a Estefany como abrazaba a un hombre, eso fue lo que colmo mi poco paciencia, me dirigí hacia ella la arrebate de sus manos, lo golpeé haciendo que su nariz sangrara, el maldito resulto ser una gallina que no quiso levantarse para defenderse, cuando vi su rostro me di cuenta que era su novio el que tenía en la escuela. Me cabree más saque la pistola y lo amenace con matarlo, si no hubiera sido con Estefany lo hubiera metido una bala en su cabeza.

Salimos del hotel dejando una amenaza a Saúl, ahora si tenía el pretexto perfecto para quedarme con su mugroso hotel, o por lo menos hacer que me vendiera la mitad o más de el.

La lleve a mi cabaña, bajo del coche y empezó a caminar hacia la playa, lo que me desesperaba de ella era qué por más que yo le hablara ella me ignoraba, volví a utilizar mi fuerza y la lleve a dentro de la casa. Adentro con la discusión y con la agresividad que tenía hice que se callera en una mesa de cristal haciendo que se lastimara su rostro, su cara mostraba una cantidad de sangre un poco desalmado, la tome y la cargue para que la llevara al hospital, aunque ella se resistía la me la lleve.

Cuando llegamos ella se desmayó, ahora si pensé que había llegado lejos, por mis malditos celos y obsesión había lastimado seriamente a mi esposa. Espere por un largo tiempo cuando salió el doctor.

-          Señor, la niña ya está estable, se lastimo la cara, hay pequeñas heridas que con una pomada se quitarán, pero hay una en particular que ara que le quede una cicatriz en su rostro, la herida es la más profunda pero después de unos años podrá hacerse cirugía plástica. Eso es todo me despido.

-          Puedo pasar a verla.

-          Si.

Si antes me odiaba a partir de ese día me odiara más, porque ahora si me pase. Tendría que pensar como le haría para encontrarla.