Conoce a Morgan, deja que te envuelva en su historia y siente cada una de sus emociones como si fuera tuya.
NovelToon tiene autorización de Mar-4538 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo: 21
MORGAN.
Después de que Caleb y Connor me salvaran, fuimos a casa de Caleb para que le sacaran la bala. Nunca me había alegrado tanto de ver a alguien. Cuando terminaron, y él ya estaba bien, me lancé a sus brazos y lloré. Lloré mucho, y él solo me consolaba.
Ahora, Caleb y yo somos oficialmente novios. Sé lo que dije, que no me volvería a enamorar, pero el corazón no elige de quién enamorarse ni cuándo dejar de amar; simplemente sucede.
Estoy en mi departamento, acostada y mensajeando con Caleb, cuando suena el timbre. Me levanto perezosamente y abro la puerta.
Me quedo sorprendida.
—¿Hermana? —es lo único que puedo decir.
—Hola, hermana —susurra Madison, con los ojos llorosos.
—No puedo creerlo. ¿Cómo sabes dónde vivo?
—Fue la tía Ana.
—Oh. Dios, pasa, pasa. Estás en tu casa.
—Gracias —dice, con lágrimas en los ojos.
—¿Por qué lloras?
—Estoy feliz. Sé que no tiene sentido, porque somos unas completas desconocidas, pero siento que te quiero y que me haces muchísima falta.
—Tú también me haces y me hiciste muchísima falta —le confieso, acercándome para abrazarla.
—Oye, creo que hay muchas cosas de las cuales hablar. ¿Te parece si hacemos una salida de chicas? —le propongo.
—Claro, me parece una buena idea —dice, con una sonrisa radiante.
—Bueno, solo me cambio y nos vamos.
Camino a mi habitación y le mando un mensaje a Caleb, diciéndole que saldré con mi hermana. Cuando estoy lista, salgo al encuentro de mi hermana. Nos subimos a mi auto, que gracias a Dios Caleb había encontrado para mí. Nos dirigimos al cine, luego de compras y, finalmente, a un restaurante italiano.
CALEB.
Estoy en mi casa con Connor, Hunter y Dylan, organizando una pequeña reunión.
—Trajimos los cinco barriles de cerveza —comenta Connor, entrando con Dylan.
Sí, para mí, esta reunión es pequeña. Se preguntarán por qué hacemos una fiesta si estamos en guerra con tres mafias. La respuesta es simple: si vamos a morir, queremos disfrutar nuestros últimos días de vida.
—Chicos, ¿creen que Morgan esté de acuerdo con la fiesta? —pregunta Dylan, nervioso.
—No es una fiesta, Dylan, es una pequeña reunión. Y no importa, porque ella está muy ocupada con su "hermana" —comento, haciendo comillas con los dedos en la última palabra.
—¿Y por qué las comillas? —pregunta Hunter, molesto.
—Es obvio que esconde algo. Hasta donde sé, no tiene una hermana.
—No tienes ni idea, Cab.
Después de eso, nadie dice nada más.
Son las 9:30 de la noche y ya hay bastante gente en la casa. La música suena realmente alta. Estoy en la piscina con Hunter y su novia, platicando, cuando de pronto, siento unas manos que me tapan los ojos.
—¿Quién soy? —pregunta una voz familiar que no logro ubicar.
—¿Brittany?
—¿Qué? No. Inténtalo de nuevo.
—¿Natalia? —pregunto, con una sonrisa.
—Sí. Vaya, no me has olvidado del todo, ¿eh? —dice, colocándose frente a mí.
—Diablos, ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que te vi.
—Sí, lo sé. Ha pasado mucho.
—Cuéntame. ¿Cuándo volviste de España?
—Hace una semana. Tenía pensado buscarte apenas llegara, pero se me presentaron algunas cosas.
—No pasa nada. Lo importante es que ya estás aquí. Y qué tal, ¿algún chico nuevo que se haya ganado tu corazón?
—¿De qué hablas?
—No me digas que no has tenido novio después de mí.
—No, porque tú y yo no terminamos.
—Oh... —me quedo en blanco y no sé qué decir—. Verás, Nati, lo que pasa es que ten... —no me deja terminar, pues me besa.
MORGAN.
Después de terminar mi salida con mi hermana, me dirigí directamente a la casa de Caleb, ya que lo había extrañado todo el día. Pero, claro, tengo que pasar más tiempo con mi hermana, ya que nuestro padre nos robó demasiado tiempo juntas.
Mientras conduzco, en la esquina antes de llegar a su casa, comienzo a escuchar música alta y un gran escándalo.
Cuando llego, me doy cuenta de que es de ahí de donde proviene todo el ruido. Me bajo del auto y entro al patio. Cuando me encuentro frente a la piscina, veo a Caleb. Está besándose con una chica morena y con muchas curvas.
—¡Caleb! —grito su nombre, sin importarme nada.
Él se separa rápidamente de la chica y me mira, con una expresión de asombro, tristeza y, ¿arrepentimiento?
—Morgan, no es lo que parece. Nena, no es lo que piensas —trata de explicarme mientras sale de la piscina.
—Te vas a arrepentir de esto, Caleb —sentencio, para luego salir de ahí lo más rápido posible.