Rosalyn huyo de casa gracias a que sus padres le quitaron lo que más amaba en ese momento, años después es una universitaria que es dueña de varias empresas importantes fuera y dentro del país gracias a su propio esfuerzo y al apoyo incondicional de la única persona que la apoyo emocionalmente cuando sentía que estaba sola en el mundo
Dimitrio un hombre de 27 años apuesto y escéptico con respecto a mujeres y más cuando son interesadas, las odia debido a sucesos del pasado, es algo frío y solo hay tres mujeres a las que les permite acercarse a él, su madre, hermana y tía pero cuando conoce a Rosalyn todos sus perjuicios se vienen abajo y al instante se da cuenta que es amor lo que siente
El destino hará lo suyo uniendolos pero no sin antes ponerlos a prueba y en el trayecto Ross descubrirá algunas verdades ocultas sobre su existencia
(toda acción es sacada 100% de mi imaginación, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia
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El pasado pt2
El Sol ya estaba en lo alto pero de la nada el cielo se oscureció y empezó a llover a cántaros, era como si supiera de su dolor, como si la entendiera y la acompañará en el momento más difícil que le ha tocado vivir. A pesar de la lluvia no se detuvo, siguió cavando un pequeño agujero en ya tierra con sus propios manos mientras las lágrimas se mezclan con las gotas de lluvia, no se sentía bien se le dificultaba respirar, el pecho le dolía, las manos le sangraban, le dolían, no estaba bien y necesitaba atención médica lo más pronto posible eso lo sabía, pero eso ahora pasaba a un segundo plano lo único que quería era que su pequeño tenga un lugar donde pueda descansar. Cuando terminó de sepultarlo busco ramitas cerca e hizo una cruz, como no tenía con que amarrarla arrancó el piyama y con eso formo una soga y la ató, no se movió para nada, ahí permaneció sentada frente a la tumba de Ángel como lo bautizó.
La noche llego y caía una leve brisa, con las pocas fuerzas que ahora le quedaban se inclinó hacia delante besando el lugar donde descansaba él, “bebé lo siento... perdóname por no haber podido protegerte... perdóname por no haber podido ser la madre que tú merecías... perdóname por no haber hecho más... perdóname por no haber luchado...debí luchar... perdóname por no haber sido lo suficientemente fuerte para cuidarte y protegerte como debería haber sido perdóname... perdóname por ser tan débil tan inútil... perdón perdón” repetía una y otra, y otra y otra vez como si de verdad lo que pasó hubiera sido su culpa, como si hubiera cometido el peor pecado del mundo cuando la realidad es que no todo está en nuestras manos, tenemos que entender que no podemos controlar todo lo que pasa con nuestro cuerpo, que las cosas pasan por una razón aunque no sepamos cuál sea no nos queda más que aceptarlo, superarlo y aprender a vivir con eso aunque no es nada fácil, pero hay que seguir, aunque ahora mismo esta chica no lo entienda lo hará en algún momento y cuando lo haga conocerá la felicidad que estaba destinada para ella desde el principio.
Se levantó de ahí con mucha dificultad, recorrió una corta distancia y se detuvo para tomar aire, cada paso, cada movimiento brusco la estaban matando silenciosamente. Lo intento pero solo logro dar dos pasos más antes de desplomarse y perder el conocimiento, cuando despertó se sentía desorientada le tomo varios minutos orientarse y adaptar su visión a la oscuridad, cuando lo hizo quiso sentarse pero el dolor en el pecho se lo impidió entonces se quedó acostada mirando el lugar en silencio pero nada le era conocido eso le dio un poco de alivio, temía ser encontrada por su padre. *El cuarto donde se encontraba era pequeño, pero limpio y en orde**n* se notaba que eran personas sencillas.
Cerro los ojos y las imágenes de lo acontecido la invadieron de inmediato así que para no pensar en eso y quedarse llorando decidió salir de ahí y ver en donde se encontraba, tal vez podrían ser personas buenas como personas malas, después de todo en este mundo podemos encontrar de ambos tipos de personas, se puso de pie como pudo vio que las manos las tenía vendadas al igual que los pies (una persona mala no se tomaría la molestia de curar las heridas de una desconocida a menos que sea mercancía) pensó caminando asta la puerta la abrío y miro el cielo, la luna estaba en todo su esplendor respiro fuerte varias veces y siguió caminando, una señora de mediana edad la vio y se sorprendió al verla de pie y andando.
???: ¡por todos los cielos niña pero que haces fuera a esta hora no traes puesto nada abrigado y encima estás descalza! – exclamo la señora y enseguida la agarro para llevarla dentro, ella no dijo nada en ningún momento solo la miraba
La mujer la ayuda a recostarse, no le hizo preguntas, no pregunto nombres edad o por qué terminó inconciente en la acera nada, lo único que pregunto fue si tenía hambre o si algo le dolía del resto no pareció importarle solo el hecho de que este bien y nada más.
Rosalyn: puedo hacer una pregunta? –
???: ya lo estás haciendo – sonriente
Rosalyn: como llegué aquí? Y...cuantos dias... han pasado? – la señora la miró con lastima recordando las condiciones en que la encontro – señora? – la llamo al verla pensativa
???: – toma aire antes – bueno, primero que nada creo que aún no me he presentado, mi nombre es Elizabeth pero puedes llamar Eli si gustas –
Rosalyn: mucho gusto yo soy...– dudo, no estaba segura de querer decirle su nombre – me...me llamo Ross –
Elizabeth: bien, no sé cómo lo vayas a tomar, pero llevas aquí un mes y fui yo quien te encuentro no muy lejos de aquí tirada a un lado de la carretera estabas inconsciente con las manos y pies maltratados, me asusté porque pensé que estabas muerta y quise llamar a la policía, lo hice pero jamás llegaron siempre se hacen de la vista gorda cuando pasa algo en nuestro barrio – niega con pesar – note que aún respirabas y tus latidos eran débiles pero ahí estabas, luchando por seguir viviendo. No tengo idea de lo que te pudo haber pasado pero eres una chica fuerte y testaruda, un amigo mío es doctor él fue quien te atendió con lo poco que tenemos a disposición –
Rosalyn: entiendo.... gracias...muchas gracias – las lágrimas se hicieron presente inundando su carita
Elizabeth: pero no llores muchacha, perdóname si dije algo que no debí –
Rosalyn: no...no es eso...usted no dijo nada malo es solo que... – se cubre el rostro con las manos, viendo su angustia la mujer la abraza
Elizabeth: ya... – le da suaves palmaditas en la espalda – no te esfuerces en guardar lo que te hace daño, es mejor dejarlo salir por qué si lo guardas a la larga hará más daño y será peor – al escuchar esas bonitas palabras de la boca de una desconocida la hizo llorar más – llora no te contengas –
Rosalyn: soy una mala madre...– soltó en medio del llanto – soy de lo peor...yo debí morir en su lugar...– tales palabras dejaron a la mujer sorprendida
Elizabeth: ¡pero que dices muchacha!
Rosalyn: yo soy la que está enferma el era un niño sano, las cosas no debieron ser así...
Elizabeth: ¡no digas esas cosas, nadie debió morir en lugar de nadie, no te conozco, pero estoy segura de que no eres culpable de nada!
Rosalyn: lo soy, soy débil y no lo protegi como debería por eso lo perdí, por eso se me fue arrebatado de mi...– la mujer guardo silencio y la siguió consolando, entendió que el dolor con el que cargaba era grande y para colmo se culpaba a su misma por algo que quizá estuvo fuera de su alcance hacer.
El tiempo fue pasando y descubrió que el lugar donde fue acogida funcionaba como un orfanato improvisado, algunos niños eran abandonados por sus padres al no tener como cuidar de ellos o simplemente por qué no los querían, en cambio, otros perdieron a sus padres o tutores legales en algún accidente pero a la final todos esos niños de una y otra manera terminaron bajo el cuidado de la señora Elizabeth, una mujer que también pasó por algo similar a lo de Ross con la diferencia que no fue su padre sino su propio esposo al no querer tener hijos con ella por haber subido de peso y ya no ser la mujer hermosa de la que una vez se enamoró.
Rosalyn: la vida es injusta – ve a unos pequeños de entre 5 y 9 añitos jugando con una pelota improvisada, inconciente se acaricia el vientre
En el lugar vivían alrededor de unos 100 niños sin contar a algunos adultos del barrio que hacían voluntariado de vez en cuando, Ross quiso ayudar pero antes se encargó de borrar toda huella de ella y de su gente de toda la ciudad, nada que condujera a ella a cualquiera.
Rosalyn: 📱 Petrov, hermano...
Petrov: 📱donde has estado no tienes idea de lo preocupado que estaba buscandote por cielo mar y tierra
Rosalyn: 📱lo siento, estoy bien...
Petrov: 📱gracias a Dios, donde estás iré por ti ya, no tienes que preocuparte por nada movi la gente desde que no supe de ti, supuse que así lo querías
*Rosalyn: 📱gracias por eso pero ahora necesito que vengas por mi, hay trabajo que hacer y mucho – mira a los niños no muy lejos de ella – así que trae contigo al menos a diez de los ch**icos, compra mucha comida y ven a la dirección que te enviaré*.
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