A los dieciséis años, Eliana Safra pasó por la experiencia más dolorosa de su vida; ante ello, la dulce y amorosa chica sufrió una transformación. Cinco años después, ella es una mujer peligrosa e inalcanzable, la apodan "la fiera" y nadie ha podido acercarse lo suficiente para ganar su amor.
Ha llegado el momento de hacer frente a quien lastimó todo lo que amaba, aunque eso signifique destruir la única familia que conoce.
En medio de tanta lucha y dolor, aparecerá Alex, que la hará creer en el amor nuevamente. ¿Podrá la pareja hacer frente a las adversidades? ¿Podrán superar la maldad que se empeñará en arruinarles la felicidad? ¿Eliana será lo suficientemente fuerte para hacer frente a los secretos y proteger a todos a quienes ama?
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20. Un Safra no tiene miedo
Eliana baja por las escaleras con una gran sonrisa, aquella noche Alex sin pensarlo más solo la abrazó y le pidió ser su novia; no se quedó mucho tiempo, lo cual agradeció, estaba tan emocionada y nerviosa que hubiese dicho cualquier tontería; sabe que tienen mucho de qué hablar, pero será poco a poco, aún tiene miedo de contarle toda su vida, especialmente cuando son muy pocas las personas que conocen su secreto.
- "Se te nota muy alegre, al menos esta vez no escogiste un don nadie, es un médico, aunque no deja de ser alguien de clase media, ¿cuánto tiempo te vas a divertir con él?", preguntó Jonathan con su gesto frío de siempre.
- "Es evidente que Andrew te fue con el chisme, ¿ya averiguaste hasta en qué hospital nació?, PADRE", inquirió Eliana con desdén.
- "No es tan importante para tomarme tanto trabajo, me basta solo saber si tiene donde caer muerto, porque ese podría ser su destino, si pretende ser algo más que una diversión para ti", respondió Jonathan; mientras se sentó en un elegante sillón de la sala.
Eliana se sentó enfrente de él con una gran sonrisa, pareciera que Jonathan Safra parece no entender que no va a permitir que le controlen su vida, aunque sabe que su padre puede ser peligroso, hay muchas cosas que no ha descubierto, pero está almacenando todos sus datos, llegado el momento pedirá la ayuda necesaria, pero no estaba dispuesta a dejarse amenazar.
- "No tengo la evidencia que prueba que tú causaste el accidente que cobra la vida de Lucas, su tío y mi hijo. Eso es algo que me da rabia, porque mereces cubrirte en la cárcel por eso; no voy a permitir que me vuelva a pasar lo mismo, solo hay una razón por la que sigo en tu casa", manifestó Eliana, lanzando un cuchillo que pasa muy cerca por el rostro de Jonathan y se clava contra la pared.
Jonathan se pone de pie y mira el cuchillo que pudo atravesarlo, sin problemas, luego mira a Eliana y está ahí sentada, completamente tranquila como si nada hubiese ocurrido.
- "Soy Eliana Safra y un Safra no tiene miedo, no se deja humillar y siempre obtiene la victoria... Sigo en esta casa, porque podría matarte mientras duermes, o tomas el desayuno, o lees un libro, o quizás mientras te bañas... Si él va a ser mi diversión o algo más, será mejor que no te importe, tal vez en el fondo sea tu salvador y aleje a esta loca de tu vida", manifestó Eliana con una gran sonrisa, voz tierna y mirada delicada; la imagen perfecta de un ángel, que esconde la fiera que lleva dentro.
- "Puedo hacer lo mismo contigo", expresó Jonathan con molestia.
- "Claro, pero ya sabes, cuando muera, toda la verdad llegará a Edward y por más que lo niegues, sabes que él te va a aborrecer si lo descubre. Que tengas un bonito día, papito", dijo Eliana, con una sonrisa, mientras sacaba sin dificultad el cuchillo de la pared.
Jonathan apretó el puño, ninguno de sus enemigos lo había tenido tan al límite como aquella muchacha que llevaba sus apellidos y los mismos ojos de la mujer que más odia en su vida; tomó su móvil y mandó un mensaje.
Eliana sube a su vehículo, respiró profundamente, sabe que enfrentarse a su padre es peligroso, pero corría más riesgo si no lo enfrentara, porque ese hombre estaba acostumbrado a aplastar a todo aquel que representara un obstáculo; y si mostraban miedo, el castigo era mucho peor.
La joven de ojos azules tomó su móvil para llamar a Alex.
- "Hola guapo, podríamos vernos de frente en la inmobiliaria, tuve un impasse con mi padre y me he retrasado", dijo Eliana.
- "No hay problema, linda. Te veo allá, ¿te prohibió salir conmigo como en las películas?", cuestionó Alex.
- "Algo así", respondió Eliana.
- "¿Lo convenceré llevándole una serenata?", dijo Alex con una voz alegre.
- "No creo, te manda a los perros, no te preocupes, puedo manejarlo", expresó Eliana aunque no estaba muy segura de eso.
- "Eliana, no te preocupes por mí, puedo cuidarme. Te aseguro que estaré bien, eres lo más bonito que me ha pasado. Yo puedo dejarlo todo y empezar donde sea, sé que tú también, así que no te cierres a esa posibilidad", comentó Alex.
- "Lo sé, y no sabes cuánto valoro tus palabras. Por ahora no puedo hacerlo, tengo que colgar para conducir. Te veo allá cariño", dijo Eliana, poniendo su mano en su pecho.
- "Nos vemos, no tienes idea de cuánto anhelo verte. Un beso", expresó Alex con cariño.
Eliana sonrió y colgó la llamada, desde un inicio sabía que su padre sería un peligro, pero no iba a permitir que la lastimen nuevamente, ella manda un mensaje, debe tomar las precauciones necesarias, no va a dejar que ese hombre le vuelva a lastimarla.
y tus deseos hecho realidad, allí tienes al hijo q querías, salió niña, pero, es igual a ud