Josefina Valle, venía del mundo de copas y pooldance, bailaba en un antro de la ciudad. Fue testigo de un asesinato y debió esconderse en un convento.
Gustavo Singer, empresario, viudo, nunca pudo recomponerse del accidente que hizo perder a su mujer, y esto lo llevó a no hacerse cargo de su hija Emilia.
Por esas cosas de la vida, y a través de una mentira, Josefina será su niñera y nadie sabe que pasará cuando esa mentira salga a la luz. Pero será solo la mentira de Josefina?, o también la mentira de Gustavo que harán de Josefina ser una prisionera de ellas...
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capítulo 21
*Gustavo.
Cuando la vi bajar, sentía como mi corazón latía fuerte, siento que es un paso más para estar con ella.
- bienvenida, Josefina, hoy vas a conocer mi otro mundo, el de los negocios.
- buenos días, señor Gustavo, señor Damián, ya he conocido el helicóptero.
Nos mira y se sonríe, y a mi con esos gestos me mata. Por suerte Damián, enseguida toma confianza.
- buen día , Josefina, que te pareció el viaje?
- señor Damián, me pareció alucinante, al principio tuve miedo, pero luego me encantó.
Por ahora viene todo bien, me acuerdo que debo saludarla por su cumpleaños.
- muy feliz cumpleaños Josefina no creas que me he olvidado.
- es verdad, feliz cumpleaños Josefina.
Y enseguida aprovecho el saludo, para acercarme, la abrazó y le doy un beso en la mejilla, espero que no haya notado el temblor de mi cuerpo tal como yo sí noté el suyo y eso me da coraje para seguir con la conquista. Ella se acomoda su cabello detrás de una oreja y pone su vista al piso, ahí noté que se había sonrojado.
* Josefina.
Me tomó de sorpresa el saludo efusivo de Gustavo, me quedé confundida, su cercanía provocó algo en mi, que no puedo explicar, también pude sentir la reacción que tuvo al abrazarme, le temblaba el cuerpo, como así también el mio, siento que algo me provoca, y me pone nerviosa, tengo que controlar este tipo de reacciones.
- muchas gracias a ambos, no esperaba que todos lo recordaran.
- ya sos parte de nuestra familia, como íbamos a olvidarlo?, vayamos a la oficina.
Nos subimos los 3 en un ascensor, que recorrió 2 pisos y se detuvo, la puerta se abre y me encuentro en una oficina muy grande, luminosa y lujosa.
- por favor Josefina, sentate en este sillón. ¿Queres tomar algo?
- no, muchas gracias, señor, ya desayuné, no quisiera molestarlo, si desea me puede dar los papeles y me vuelvo junto a Emilia.
- ah, no Josefina, hoy es tu cumpleaños, así que primero iremos a festejar y luego, nos volveremos juntos, hoy, también es el día que voy a la mansión. Y otra cosa, no estamos en la mansión, así que aquí, soy solamente Gustavo.
Me sorprende con lo que me propone, no tengo idea si es o no conveniente aceptar su propuesta, y si es una prueba?, estará intentando ver si soy una aprovechada?
- usted cree que es conveniente?, usted debe tener trabajo y no creo que deba perder el tiempo en mi cumpleaños.
- para nada, hay veces que vale la pena, dedicar nuestro tiempo en personas que nos interesan.
¿Escuche bien?, acaso le intereso?, no, Josefina, que estás pensando?, lo debe decir por tu relación con Emilia..., pero que le respondo?
* Gustavo.
Noto que se queda confundida, mientras ella está pensando, miro a Damián que me hace un gesto, que conozco bien, porque lo hace cuando estamos negociando, y es el de que me estoy acelerando en lo que digo, entonces trato de no ser tan efusivo.
-perdón Josefina, dije algo que te haya molestado?
- eh!, no perdón señor…
-mmm, Gustavo a secas.
- si, claro, estoy un poco dispersa, será la fecha...
- es por tu familia?
- un poco si pero ya me llamaron y saludaron, eso, alegro mi día.
- entonces hagamoslo más lindo todavía, te invito a almorzar.
- a usted le parece?, no sé, yo...
- nada de peros, nos vamos a almorzar, y luego iremos por tu regalo, hoy voy a hacer de este, tu día especial.
- bueno, no se que decir... muchas gracias, será suficiente?
- no te imaginas cuanto.
- bueno, Gus, Josefina, yo me retiro, tengo otros compromisos, que sigas disfrutando de tu día Josefina.
- gracias señor Damián.
Mi amigo se retira y me guiña un ojo. Ella se queda mirando todo, como una niña que no sabe que hacer ante una situación.
- que te parece si vamos a almorzar?, no conozco tus gustos, que te gustaría comer?
- lo que usted almuerce, a mi me enseñaron a comer de todo.
- esta bien, pero me imagino que tendrás favoritos.
- como buena Argentina, me gusta mucho la carne, sobre todo asada.
Se sonríe, y yo también lo hago, me encanta como es, si bien parece tímida, es resolutiva, no anda con vueltas cuando está decidida.
- entonces, ya se donde llevarte, a cinco cuadras de aquí, hay un restaurante argentino. Vamos.
Salimos de mi oficina, directo al ascensor, mientras bajamos, la noto nerviosa, se acomoda mucho el pelo, mira hacia abajo.
- perdón Josefina, estas incomoda?
- no es incomoda la palabra, me resulta extraño, quizás es porque no me lo esperaba.
- bueno, esa era la idea, que fuese una sorpresa.
El ascensor para, llegamos a la recepción, allí hay muchos empleados, que cuando bajamos, no disimularon en mirarnos con sorpresa y empezaron con los murmullos. Yo acompañe con mi mano a Josefina para brindarle seguridad, ya que note en ella, que tenía dificultad para moverse y sé que de debía a la vergüenza y al que dirán. Por fin llegamos afuera.
- estas más tranquila?
- creo que si.
- ya paso lo peor, no tiene que importarte esas cosas, no le debemos nada a nadie. Ahora, caminemos como dos amigos.
*Josefina.
Una vez afuera, comenzamos a caminar, evidentemente Gustavo se dio cuenta lo que me costó salir junto a él, sobre todo para sobrevivir a lo que puedan interpretar . Mientras caminamos, lo observo de reojo y me impacta con la seguridad que anda por todos lados, también caigo en la cuenta que a pesar de ser más grande, es un hombre muy atractivo, sobre todo cuando observo que mientras camina, las mujeres pasan y lo miran con... deseo?, el sigue como si nadie existiera, pero para ellas no es igual, siento un poco de molestia, ¿acaso me da celos?, no debería, ni corresponde, empiezo a preocuparme, ¿ que sentimientos está provocando en mi su presencia?, tengo que evitar esto, todos sabemos que el rico ni cuenta se da del pobre , y que esas cosas, solo se cumplen en las novelas, en los cuentos de princesas, pero eso no era para mí, la vida, me hizo despertar ante las necesidades y borro de un plumazo, la historia del príncipe que rescata a la dama en apuros.
- estas pensativa, te sucede algo?, quiero que disfrutes y no que sea problemático.
- no señ... perdón, Gustavo. No entiendo como podes pasar por estas cosas y que no te afecten.
- ya te lo dije, no le debemos nada a nadie, por ende, no me interesa, lo que miren, ni lo que hablen. Y ya estamos por llegar, así que disfrutemos.
Tal cual lo dijo, llegamos al lugar, y me hacia acordar a las parrillas de mi país.
- ahora más cómoda y como en casa?
- si, es increíble, es como estar allá.
- y esto recién empieza, preciosa.