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Guardian Deluxe

Guardian Deluxe

Status: En proceso
Genre:Romance / Aventura / Intrigante / Madre por contrato / Venganza de la protagonista / Supersistema
Popularitas:275
Nilai: 5
nombre de autor: John Ander Giraldo

En un mundo dominado por entidades poderosas, los humanos se han refugiado en colonias protegidas por los Guardianes Deluxe, seres dedicados a defender el imperio y luchar contra la vil tiranía. En una colonia particular, la princesa Meily busca expandir su reinado y mejorar sus tierras, luchando personalmente en el campo de batalla. Su ansiedad se disipa momentáneamente cuando un día encuentra a dos Guardianes Deluxe que cambiarán su vida para siempre.

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Sayonara

Un sonido envolvente de tenazas y patas resonó por todo el lugar, enviando un escalofrío desde la punta de los pies hasta la cabeza a Aka y Meily.

—¡KATE! —gritó Aka con la esperanza de que aquella mujer que lo había estado guiando para escapar y en quien había confiado viniera a socorrerlos. Pero sus gritos provocaron a la Quimera, que respondió con una reacción que alarmó a Aka. Rápidamente, agarró la pierna cercenada del minotauro y bloqueó la mordida feroz de la Quimera. Meily trató de ayudarlo, pero la Quimera usó sus dos tenazas para atraparla y mantenerla alejada.

—Maldición, no voy a aguantar mucho —exclamó Aka, luchando contra la descomunal fuerza de la Quimera.

—¿¡KATE, DÓNDE ESTÁS!? —gritó Aka. Kate, que se encontraba arriba, escuchaba cabizbaja por lo ocurrido.

—Tienes agallas, Kate. Definitivamente no volveré a meterme contigo —mencionó Scott, dejando sorprendida a Kate.

—¿Lo dices en serio? —preguntó Kate.

—Sí, chica. Pensaba que eras una enclenque que moriría de una manera absurda, pero eres genial. Engañaste a ese Guardián Deluxe y a la princesa, haciéndoles creer que escaparían, solo para que el Guardián Deluxe muriera de forma horrible y la princesa tuviera una falsa esperanza. Eres un monstruo —mencionó Scott, dejando conmocionada a Kate. Durante su estadía como Paladina, siempre fue menospreciada por sus camaradas, propensa a recibir críticas por su forma de ser y gustos, sometiéndose a una actitud cerrada y retraída que la alejaba de cualquier persona que intentase entablar comunicación con ella, salvo sus superiores. Aka no la conocía de nada, no la juzgó por sus gustos de cocina, luchó contra ella sin verla como enemiga, la vio como una amiga más.

—Aka, realmente me viste como alguien diferente, aun después de saber quién era yo. Este mundo es tan cruel... el chico que deseaba que llegara a mí desde el fondo de mi corazón está en el otro bando, a quien debo eliminar —los pensamientos de Kate cargaban un lamento tan profundo y doloroso que no pudo evitar caer en llanto. Las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas; se cubrió los ojos con las palmas de sus manos.

—¿Oye, estás bien? —preguntó Scott al verla.

—Aka... realmente quiero estar contigo y tener esperanzas de vivir otra vez. Quiero conocerte más, quiero cocinar contigo otra vez. Pero si voy contigo, me ejecutarán sin dudarlo, no confiarán en mí, ni siquiera tú —pensó Kate, angustiada e impotente, hasta que la mano de Scott tocó su cabeza y la detuvo momentáneamente.

—Oye, ya vamos. Esperaremos a que el Guardián Deluxe muera para poder ingresar —exclamó Scott. Kate suspiró sin apartar sus manos de su rostro. Dio un paso para avanzar, luego otro tratando de continuar, pero sintió cómo su corazón se agitaba del dolor, una reacción que sufría por traicionar a su ser querido. Sus piernas temblaban, mordía sus labios por la frustración. Con todas sus fuerzas, decidió seguir avanzando tres pasos más, hasta que una voz la detuvo por completo.

—¡KATE, TE NECESITAMOS! —ese grito era de Meily. Kate se detuvo, incrédula. La princesa, que tanto la aborrecía y tanta desconfianza tenía hacia ella, esperaba su entrada para ayudarlos.

—Oye, ya me estás empezando a fastidiar. Muévete —exclamó Scott, molesto. En respuesta, Kate retiró sus manos, revelando unos ojos rojos de tanto llorar y unos labios lastimados por mordérselos, visiblemente escurría sangre. Pero lo que más llamó la atención fue la mirada amenazante que Kate clavó en él. Scott supo en ese momento que, aunque ella fuera su compañera, sentía una amenaza asesina en ella, por lo que se puso en guardia. En un movimiento veloz, Kate atrapó a Scott con su lazo y giró junto con él.

—¿¡QUÉ MIERDA HACES!? —gritó Scott, pero Kate no dijo nada y lo estrelló contra la puerta donde se encontraban Piscis. El impacto logró dañar la puerta, a pesar de ser de hierro. Sin descansar, Kate volvió a jalar a Scott y giró nuevamente para realizar otro ataque.

—No dejaré que maten a Aka y a Meily —exclamó Kate, para luego volver a estrellar a Scott contra la puerta, provocándole un derrame de sangre y fuertes heridas. Scott luchaba para no desmayarse y salir del amarre. La puerta estaba casi destruida, por lo que nuevamente Kate, con fuerza, atrapó a Scott, pero esta vez él logró recobrar fuerzas y liberarse de las cadenas con suma agilidad deslizándose. Cuando estuvo libre, se preparó para contraatacar, pero a una velocidad enorme, Kate lo embistió contra la puerta usando su cadena. Scott trató de forcejear, pero la presión que ejercía Kate era mayor.

—Miserable, sabía que eras una traidora —exclamó Scott. De pronto, su comunicador vibró. Cayó al suelo, oprimiendo el botón, y en eso Thiago contestó.

—¿Por qué demoran tanto? —preguntó Thiago, impaciente.

—Thiago, Kate es una traidora, los va a ayudar —trató de explicar Scott, pero Kate le dio un cabezazo que lo hizo guardar silencio.

—Kate, más te vale que te detengas ahora o te ejecutaremos —amenazó Thiago, tratando de detener el conflicto, pero Kate no parecía detenerse.

—No me detendré, estoy harta de verlos, de callarme, de detenerme y resignarme ante un montón de idiotas como ustedes —Kate, sin retroceder, seguía firme en lo que decía.

—Como gustes, espero que no lamentes tu decisión —con estas últimas palabras, Thiago se despidió de quien en algún momento consideró su compañera. Sin embargo, Kate no desistió y con más fuerza empujó a Scott contra la puerta, que estaba a punto de colapsar.

—Dime que no es cierto, dime por qué nos vas a traicionar por estas personas. ¿Qué mierda te pasa en la cabeza? —mencionó Scott, con suma brusquedad.

—No lo sé, pero no dejaré que les arrebaten la vida a las dos únicas personas que creen en mí y me valoran más que mi propia familia —dijo Kate, sus ojos tomaron en ese momento un color violeta, continuó aumentando la presión y asfixiando a Scott.

Aka ya no podía resistir más; el peso de la Quimera era demasiado grande y apenas podía mantenerse en pie.

—Shadow, toma mi cuerpo y saca a Meily de aquí, deprisa —le mencionó Aka con mucha dificultad.

—Si lo hago, morirás irremediablemente. Puede que logre salir, pero tu cuerpo colapsará y, de no ser así, tu cerebro sufrirá un derrame cerebral que acabará con tu vida. Y todavía no has cumplido tu parte del trato —exclamó Shadow, molesto y preocupado. Pero su rostro reflejó asombro al percatarse de que Aka revelaba una ligera sonrisa.

—Perdóname, Shadow. Fui un idiota. Realmente quería cumplir mi promesa de derrotar a Ronan, pero veo que no podré salir de esta. Al menos quiero que Meily pueda escapar, te lo pido... —Aka aceptó su final. Shadow quiso desistir, pero realmente no había otra manera de salir.

—Muy bien, me habías parecido interesante, pero no eres más que un simple Guardián Deluxe —exclamó Shadow, decepcionado.

—Jajaja, sí, lo lamento mucho, amigo, pero este es el adiós —mencionó Aka con una sonrisa.

—¿Me dijo amigo? —pensó Shadow, sorprendido, pero sus pensamientos fueron interrumpidos al ver cómo Aka caía de espaldas al no aguantar más—. ¡Aka, no! —gritó Shadow, pero el sonido de la puerta rota se escuchó por toda el área. La Quimera dejó caer a Meily y dirigió su atención hacia lo que cayó de la rampa. Lo primero que bajó fue el cuerpo lastimado de Scott. Meily logró levantarse e ir a socorrer a Aka, que aún se mantenía consciente, afortunadamente.

—¡Aka, Meily! —gritó Kate, quien los vio desde arriba. La Quimera fijó su atención en ella y notó cómo sus ojos eran violetas. Este rasgo hizo que atacara a Kate, pero ella esquivó su tenaza y, con su cadena, logró posicionarse encima de su cabeza. Usó la cadena para que las mandíbulas de la Quimera mordieran sin poder zafarse. Con una fuerte pisada, Kate envió a la Quimera al suelo, posicionándose a escasos metros de Aka y Meily.

—¡Al fin apareces, maldita lenta! —exclamó Shadow.

—Kate... menos mal, estábamos en apuros —mencionó Meily sollozando.

—Lamento mucho haberlos hecho esperar... —Kate intentó disculparse, pero en ese momento vio cómo Aka luchaba para tratar de levantarse. No pudo evitar sentirse mal al verlo. Aka tosió un poco y luego miró a Kate.

—Ka... Kate —exclamó con voz débil, pero con una sonrisa fuerte que avivó la tranquilidad de Kate.

—Deprisa, suban —ordenó Kate, intentando mantener a la Quimera en el suelo.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Meily nerviosa. a lo que Kate con una determinada sonrisa responde..

—Nos sacaré de aquí —afirmó Kate.

Aka y Meily subieron a la Quimera con dificultad, se agarraron de los brazos, uno a cada lado de Kate, procurando no caerse. Aka recuerda como la criatura se comportó hostil con Kate hace un minuto por lo que le pregunta por ese suceso

—¿Por qué está enojado contigo? —preguntó Aka.

—Luego te explico. Agárrense bien de mí y no se suelten —exclamó Kate, con un poco de dolor de cabeza. Justo en ese momento, los tres se dieron cuenta de que Scott estaba de pie frente a ellos, muy enojado.

—Oh no, te han descubierto —murmuró Aka preocupado.

—Me da igual —dijo Kate, mientras elevaba sus cadenas con fuerza para dirigir la trayectoria de la Quimera hacia la puerta destrozada. Primero, Kate condujo a la Quimera alrededor de las paredes para ganar mayor velocidad, hasta que finalmente decidió ir hacia la puerta. Gracias a la velocidad y la fuerza de la Quimera, lograron atravesarla por completo.

—¡¡YUJU!! —gritó Kate, disfrutando de montar sobre la Quimera. Observó a su costado cómo se encontraban Aka y Meily. Esta última estaba aterrada y con los ojos medio cerrados. Aka tenía una sonrisa de emoción ligera por toda la adrenalina que sentía en ese momento. De reojo, también observó a Kate, y ambos no pudieron evitar verse con mucho cariño. Kate volvió a fijar su mirada al frente, pero esta vez su sonrisa se extendió más, sus ojos violetas cambiaron a blanco puro, y los lados de sus labios comenzaron a rasgarse como si de una calabaza de Halloween se tratase. La madriguera sufrió una gran destrucción interna por culpa de la Quimera descontrolada, y las razas de criaturas corrían despavoridas. Cuando finalmente llegaron al primer piso, se percataron de que Thiago estaba frente a ellos apuntando con una flecha. Kate lo vio y volvió su rostro a la normalidad, pero era demasiado tarde. Thiago disparó su flecha con mucha fuerza y precisión. Aka también se percató de la flecha y, en un descuido, interpuso su brazo izquierdo delante de Kate, evitando que la flecha la impactara y sacrificando su propio brazo. La fuerza de la flecha provocó que Aka soltara a Kate.

—¡Aka! —gritó Kate preocupada, soltando una de las cadenas para agarrar la mano de Aka. Meily, con su otra mano, agarró la cadena que soltó Kate, manteniendo la dirección hacia la salida. Thiago se apartó y presenció cómo la Quimera avanzaba sin detenerse.

En ese mismo momento Thiago presenció como un Guardian Deluxe logró infiltrarse en una guarida de paladines, rescatar a su princesa, escapar destrozando todo a su paso y hacer que una paladina traicionara a los suyos en una noche.

Sin más, la Quimera emergió de la tierra junto con Aka, Kate y Meily en el aire. Los tres aterrizaron con dificultad en el bosque. La Quimera finalmente se liberó y desapareció en lo profundo del bosque. Kate fue la primera en levantarse, vio a Meily y se apresuró a levantarla. Solo sufrió heridas leves, pero quien más preocupaba a Kate era Aka. En eso, escuchó un quejido y supo que era de Aka. Las dos se dirigieron hacia él y vieron cómo Aka se retiraba la flecha clavada en su brazo. Kate corrió hacia él y lo abrazó fuertemente.

—Menos mal, estás bien —exclamó Kate.

—No puede ser que hayamos escapado... —Meily cayó rendida al suelo, dejando salir toda la adrenalina acumulada—. De verdad creí que no lo lograríamos.

—Yo tampoco. ¿Qué vas a hacer, Kate? Ya saben que eres una traidora —le mencionó Aka, dejando un poco desanimada a Kate.

—Supongo que me mantendré escondida en los bosques y selvas. Solo quería decirte que fue corto el tiempo en el que estuvimos juntos y realmente quiero tener más momentos contigo, pero este es el precio que debo pagar por ser una traidora. Cuando se traiciona al mandatario de la emperatriz, los ojos del traidor toman un color violeta en señal de traición. Esa señal provocará que todas las demás criaturas y Vorus ataquen al traidor, y supongo que me toca a mí —explicó, deprimida, Kate.

—Eso es terrible. Irán a ejecutarte apenas se enteren. ¿Cómo estás dispuesta a vivir de ese modo? —preguntó Meily conmocionada.

—No tengo ningún tipo de rastreador. A la emperatriz o a las calamidades les importa poco si algunos paladines traicionan al mandatario. Hay miles y miles de Vorus esparcidos por el mundo. En cualquier momento, pueden cazarme o incluso toparme con otros paladines o una calamidad —exclamó Kate mientras se levantaba—. Lamento mucho lo ocurrido, princesa. Espero que pueda volver a su capital y tenga más cuidado con otro enemigo.

—Kate, ven con nosotros entonces —mencionó Aka, dejando sorprendida a Kate y a Meily.

—Estás loco. Soy una paladina, no soy como ustedes. Somos enemigos jurados y, además, soy una persona horrible. No puedes fiarte de mí —dijo Kate, pero Aka se levantó para estar a la par con ella.

—Yo ni sé bien qué soy. Soy una anomalía al tener un desborde de energía descomunal por mi brazo y tengo un shadow que me llama torpe siempre que puede. A mi vista, somos bastante iguales. Nos has salvado la vida a Meily y a mí, traicionaste a los tuyos. Si te intentan atacar, yo te protegeré y sé que con el tiempo te aceptarán —exclamó Aka, dejando perpleja a Kate—. ¿Verdad, Meily?

—Mmm... tal vez. Nunca imaginé esto, así que no esperes que tenga una pronta respuesta. Haré todo lo que esté en mis manos para que puedas ingresar, pero no prometo nada —estas palabras emocionaron a Kate a tal punto que abrazó a Meily con mucha alegría.

—Gracias, gracias. Aunque no sé si pueda estar cómoda, lo intentaré por ti, Aka —exclamó Kate, alegre.

Los tres tomaron un pequeño descanso mientras pensaban cómo regresar a la capital de Fénix. En eso, Meily se acordó de su comunicador y llamó a los demás. En breve, respondieron al comunicador alegrándose de ver a Meily.

—¡Meily, estás viva! —gritaron de felicidad al ver a su princesa a salvo. Markel vio cómo Aka estaba muy malherido, pero seguía con fuerzas.

—Hermano, lo has hecho bien. Regresa rápido —mencionó Markel. Aka no pudo evitar llorar al escuchar la voz de su hermano.

—Markel, realmente pensé que no lo conseguiría —exclamó Aka sollozando. En eso, Kate apareció para consolar a Aka. Los demás se alteraron ante la presencia de Kate, pero Meily se puso al frente, tratando de explicarse.

—Esperen, esperen, ella está con nosotros —exclamó Meily, tratando de disminuir la tensión. Kate se escondió detrás de Aka, temerosa por la reacción de los demás.

—¿Estás loca? Esa paladina te secuestró y fue la causante de todo esto. Esa mujer es un peligro para ti en potencia. Te va a apuñalar en cualquier momento. ¡Abre tus ojos! —exclamaron los demás, preocupados.

—Ella cometió errores, pero está dispuesta a pagar por ellos. Y aunque no lo crean, de no ser por ella, hubiéramos muerto más de una vez —exclamó Aka, defendiendo a Kate.

—Esto es un grave error. Puede que se nos una, pero puede estar ocultando secretos e intereses.— en eso la presencia de la monarca se hace presente 

—Si mi hija confía en ella, entonces es más que suficiente —exclamó Iris, haciéndose presente ante todos.

—Mamá... —unas lágrimas de alegría desbordaron el rostro de Meily al ver a su madre.

—Les autorizo que regresen, incluso la paladina. Tiene mi enorme gratitud —exclamó Iris, estando de acuerdo con que la paladina llegue a su capital.

—Pero, monarca, podría ser una trampa —mencionó Markel, preocupado por la situación.

—Solo confíen y ya. Es mi palabra final. Meily, te vamos a dar las coordenadas nuestras. Espera a recibirlas y, con mucho cuidado, diríjanse hacia nosotros, ¿de acuerdo? —las palabras de la monarca alegraron a Kate pero rápidamente su rostro cambio al percatarse como una mirada filosa por parte de la monarca se clavaban en ella dándole un mal presagio

—Muchas gracias, mamá, te amo —exclamó Meily.

—También te quiero —mencionó Iris, cerrando la comunicación.

—Monarca Iris, ¿está segura de que es buena idea que esa Paladina ingrese aquí? Podría ser una trampa, podría aparentar estar con nosotros, pero puede suministrar información valiosa o incluso revelar nuestra capital —mencionó Daniela, visiblemente alterada.

—Comprendo su preocupación y es por eso que, cuando ella ingrese aquí, todos ustedes la van a someter y la vamos a mantener encerrada sin posibilidad de escapar o suicidarse. Mientras Toffie viene hacia aquí, vamos a tratar de sacarle toda la información posible. Esta oportunidad no suele ocurrir dos veces —dichas palabras dejaron conmocionados a todos, pero asintieron a su decisión y esperaron el regreso de los tres.

Aka y Meily se encontraban aliviados por la situación, pero parecía que Kate dudaba de algo.

—De verdad me alegra tener permiso de entrar a la capital, pero me es difícil creer que la monarca no tuviera molestia o siquiera temor de mí. Es como si no le importara, además creo que planea algo —exclamó Kate molestando un poco a Meily

—No entiendo a qué te refieres. ¿No basta con que mi mamá te haya dado permiso? —preguntó Meily, confundida.

—Sí, lo sé, pero algo me dice que planean hacerme algo, ¿no vieron su mirada? algo no me gusta de todo esto... me parece extraño. Siento que ocultan algo. — dijo Kate

—¿Cómo te atreves a decirle mentirosa a mi mamá? —Meily se enojó al ver cómo prejuzgaban la nobleza de su madre.

—Pues disculpa si ofendo, pero he vivido muchas mentiras a lo largo de mi vida y sé de lo que hablo —exclamó Kate, tratando de justificarse, pero esto solo provocó que Meily se molestara más con ella.

—Pues claro, como eres una mentirosa que traiciona hasta a sus propios compañeros, no es de extrañar que seas así de ruin y cobarde —estas palabras parecieron haberle dolido a Kate, quien hizo un gesto de enojo hacia Meily.

—Pues al menos no soy una tonta que cree ciegamente lo que le dicen como una... —pero sus palabras fueron interrumpidas por la intervención de Aka, que se puso en medio de ambas.

—Oigan, oigan, chicas, pueden atraer Vorus hacia nosotros —explicó Aka, tratando de disipar el enojo.

—No te metas, Aka —le gritó Meily, molesta.

—No le grites a Aka —Kate defendió a Aka, agarrándolo del brazo con su mano, pero en eso Meily sujetó el brazo de Aka con mucha fuerza y lo trajo del lado de ella.

—Él es mi Guardian Deluxe, puedo hablarle como se me dé la gana. Él me tiene que seguir a mí y es todo —dijo Meily de una manera prepotente, manteniéndose firme ante Kate.

—Él es mi... —sin embargo, antes de que pudiera seguir, Kate se detuvo en seco. Vio a Aka nervioso, agachó su cabeza y se fue corriendo.

—¡Kate, espera! —trató Aka de detenerla, pero Kate no se detuvo, Aka se voltea para dirigirse hacia su princesa— Meily ¿No te parece que exageraste un poco?. Ella nos ha ayudado y salvado, ha pasado por muchas cosas en una noche, creo que es normal que se sienta asi. — pero las palabras de Aka no parecían llegarle a Meily

—¿Y está bien que dude de la palabra de mi mamá llamándola mentirosa? Ya como sea, llévame a casa —exclamó Meily, soltando el brazo de Aka con fuerza.

—Ahj que dolor de cabeza...está bien, pero primero buscaré a Kate —Aka se dirigió hacia donde corrió Kate.

—Es... ¡una orden! —exclamó Meily, provocando que los ojos de Aka brillaran amarillos. Aka se detuvo y pareció que la orden lo estaba afectando, pero sorpresivamente Aka desistió de la orden y continuó en dirección hacia donde estaba Kate, devolviendo sus ojos a la normalidad.

—Él aguantó... —pensó Meily anonadada sin poder creerlo—. Oye, espérame —dijo, siguiendo a Aka. Finalmente, llegaron hasta un lago. La luz de las estrellas iluminaba el precioso lago y ante ellos se encontraba Kate, sentada frente de el.

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Foquita Retrasada
¡Tu personaje principal es tan inspirador! Definitivamente recomendaré esta novela a mis amigos.
Shong: Te lo agradezco mucho 😊
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Erika Solis
Tu capacidad de crear un mundo tan fascinante y detallado es impresionante, ¡realmente tienes talento!
Shong: Muchas gracias 😊
total 1 replies
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