El Corazón Del Dragón

La tormenta cesó, y la familia Blackwood fue encontrada al final del barranco, con el único sobreviviente: su hijo, August. Sin embargo, August se encontraba en recuperación debido a las lesiones graves en sus costillas.

Era de noche. Los hermanos de Antony se reunieron en la mansión Blackwood para discutir quién se haría cargo del joven Blackwood y quién tomaría el cargo de duque temporal hasta que el niño fuera adulto. August permanecía fuera de la habitación donde todos se encontraban reunidos. Muchos de sus tíos, hermanos de su padre, se negaban a hacerse cargo del pequeño, mientras otros peleaban por el dominio de la familia Blackwood. Finalmente, su tío Robert convenció al resto de quedarse a cargo del niño.

Después de ese día, la vida de August se tornó una tortura.

La vida de August se convirtió en una tortura después de aquel fatídico accidente. A pesar de sobrevivir, las secuelas físicas y emocionales lo atormentaron. La pérdida de sus padres, la lucha por el poder entre sus familiares y la responsabilidad de ser el último Blackwood lo sumieron en un mundo de soledad y presión. Cada día era una prueba de resistencia, y la sombra de aquel día en el barranco nunca lo abandonó.

Su tío Robert lo trataba bien, brindándole el cariño que sus padres antes le daban. Sin embargo, Robert albergaba una gran ambición: quería convertirse en el Duque. Una noche, maquinó un plan maléfico para deshacerse del único heredero de su hermano Antony. La envidia que sentía hacia Antony, quien era más atractivo e inteligente, se transformó en odio. El deseo de poder crecía día tras día.

August, aún afectado por la tristeza y el dolor, se encontraba en su lugar favorito de la mansión: la fuente. Había dejado de pintar debido a las secuelas permanentes de aquel fatídico día. Tío Robert buscaba al pequeño August para llevarlo de paseo por el bosque, donde ejecutaría su siniestro plan.

Se encontraban adentrados en lo profundo del bosque, Robert trataba de mantener al niño distraído hablándole de sus padres y como se conocieron. Se encontraban cerca de un acantilado, entre los árboles frondosos se encontraban asesinos contratados por Robert. Quienes esperaban la señal para entrar en acción.

August, tu padre fue un hombre excepcional — así comenzó Robert.— Era el favorito de todos, el más querido por nuestros padres. Siempre se quedaba con lo que yo deseaba. Me robo a la mujer que amaba, Annis Prada tu madre. Robert rodeaba a August mientras hablaba, y sus palabras destilaban odio. August intuía que algo andaba mal con su tío. Trató de retroceder, pero las expresiones de Robert se deformaban con cada palabra, y los recuerdos oscuros se agolpaban en su mente. “YO” hizo énfasis “La vi primero, pero a tu padre no le importo, le perdone el haberme robado el cariño de mis padres, el quitarme todos mis logros, pero nunca le perdone que me robara el amor de Annis”

Entonces, Robert dio la señal. “Me apena hacer esto a mi querido sobrino”, dijo, aunque mentía. “Te deseo que encuentres a tus padres en el infierno”. Los asesinos salieron de las sombras, rodeando a August. Robert río, su rostro reflejaba locura.

August sintió una mezcla de shock, ira y miedo al descubrir la verdadera naturaleza de su tío Robert. La traición de alguien en quien confiaba profundamente lo dejó aturdido. Su mente giraba tratando de encontrar una salida mientras los asesinos se acercaban. ¿Debería luchar o huir? Cerró los ojos, esperando el inminente final. Pero entonces, la voz de sus padres resonó en su mente, suplicándole que luchara, que no dejara que su sacrificio fuera en vano. Con determinación, August abrió los ojos, recordando las veces que su padre lo había entrenado.

Desarmado, esperó el momento en que uno de los asesinos se abalanzara sobre él. Con agilidad, esquivó el ataque y propinó un golpe certero, arrebatándole la espada. Aunque no dominaba la magia, conocía un único conjuro de viento. Hizo levantar el polvo, creando una densa cortina que lo ocultó. Ágilmente, fue derrotando a los asesinos uno por uno. Ahora solo quedaba su tío.

Su tío al ver a August tan ágil y veloz, se enfureció mas al ver a su hermano Antony en August. “De tal padre tal hijo, dicen por ahí.” Hablo Robert. “Pasaste la prueba pequeño August.” Robert trataba de mantenerlo distraído y confundido, para acercarse y darle un golpe mortal. “Tenía miedo de que no puedas defenderte en una situación de peligro.” Continúo con el engaño, posicionó una de sus manos en su espalda en busca de la daga que tenía oculta, con cuidado la fue desenvainando. “Me quedo tranquilo al ver qué puedes defenderte ya que no siempre estaré ahí para protegerte. Ven vamos a casa.” Ya cerca del niño, su rostro dibujaba una sonrisa macabra, saco la daga de su espalda y fue directo al corazón de August. Quien con unos reflejos impecables lo esquivo y le cortó la mano donde tenía la daga. Robert grito del dolor, su rostro se desfiguró en una mezcla de dolor y furia soltando un torrente de insultos hacia su sobrino.

August, con los ojos ardientes de furia, enfrentó a su tío. "Tu error fue subestimarme", comenzó, recordando los años de entrenamiento que su padre le había brindado desde la infancia. "Mi padre me preparó para momentos como este desde los seis años". La traición de Robert y el odio que esté sentía hacia su padre lo impulsaban.

"Considera esto una lección", continuó August, su mirada reflejando un odio profundo. "Aléjate de mí y del ducado de mi padre. Si vuelvo a verte, no dudaré en cortarte la cabeza". Con determinación, August le dio la espalda y se dirigió hacia su casa.

Pero Robert no estaba dispuesto a ser humillado por su sobrino. Agarró la daga que yacía a unos metros de él y corrió hacia August. La hoja se clavó en el costado de August, quien cayó al suelo, soltando un grito de dolor. "¿Quién te crees para hablarme así, mocoso?", escupió Robert por la espalda. "¡YO SOY EL DUQUE BLACKWOOD!", gritó mientras todo giraba a su alrededor. Pero antes de que pudiera reaccionar, August le cortó la cabeza, y esta giró por los aires hasta caer a unos pasos de distancia.

“Te lo advertí” dijo August dándole la espalda dejando ese lugar.

Ese día nació el frío y despiadado Duque August Blackwood.