Todo cambia en la Vida de Roisin cuando la obligaban a contraer matrimonio con el hombre que desde pequeños le había hecho la vida imposible, pero el destino tenía más obstáculos para ella. El amor y la traición hacen que surja un cambio, aunque no esté segura de que ese sea el correcto.
NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 21
Al día siguiente, después del desayuno mi padre y Peter me informan que se irán por unos días — los días que sean necesarios para acabar con William. — Y que me quedaré en la casa con los hombres que eligieron para que cuiden de mí. Doblaron la seguridad, dentro y fuera de la mansión de piedra y me sugirieron que no abandone la mansión hasta que ellos regresaran. Declan, irá con Peter porque es su favorito y está en la obligación de acompañarlo, ya que representa al hombre que liderara la organización criminal de los irlandeses, la de los Prescott. No era obligatorio que yo los acompañe y han tomado como una mala excusa mi condición, para que este protegida.
No puedo decir que me enfada, realmente no quiero ver como Peter puede terminar herido o peor... Muerto.
Están en la puerta de entrada a punto de marcharse. Declan sostiene un portafolio y Peter un pequeño bolso. Ambos se despiden de mí, Peter... Se ve muy tranquilo, seguro de que todo saldrá bien y eso espero. No quiero perderlo.
—Recuerda que tenemos una conversación pendiente. Regresa en una pieza o lo lamentaras. —Beso sus labios y nos abrazamos por un breve momento.
Los ojos de Peter se fijan en los míos y acaricia con los nudillos la línea de mi pómulo hasta la barbilla.
—No solo tendremos una seria conversación, también tenemos que planear nuestra boda. Pero para eso, falta un poco. No me extrañes, volveré antes de lo que imaginas.
Besa mi frente,, como lo ha hecho tantas veces.
—¡Para mí no hay besitos ni abrazos! Niña desconsiderada! ¡Ay mi pobre corazón! ¡Mi propia hija me ignora cono si fuera un poste! — Dioses, Declan es como un niño cuando quiere y últimamente está más pesado que nunca y ahora levanta los brazos al cielo. —¡Mira amor mío! ¡Nuestra Pequeña Rosa me ignora como si no existiera!
Exclama y grita como maniático. ¿Cuántos años tiene, 12? Mira el cielo y niega con la cabeza como si escuchara a mi madre. Está bien loco cuando quiere llamar la atención. Me separo de Peter, que se ríe de la pequeña actuación teatral de mi padre y me acerco a él para darle un pequeño golpe en el brazo.
—No seas exagerado, además no eres tu quien está por ir a defender mi trasero. No sé si mereces que te de un abrazo. — Finge indignación y vuelve a levantar los brazos para comenzar con su numerito otra vez. — Y deja a mi madre en paz, que ya está muerta y lo que menos debe querer su pobre alma es soportar tu pataleta.
Me acerco más a él y le doy un beso en la mejilla. Automáticamente pasa del padre gracioso al protector y serio que suele ser delante de las personas ajenas a la mansión y me abraza con fuerza.
—Prométeme que no saldrás de la mansión, que te quedaras aquí hasta que nosotros regresemos. William no es un hombre que juega limpio y si ve que no puede ganar va a recurrir a lo más bajo, querrá usarte para debilitar a Peter. Si estas aburrida puedes destruir la casa que nadie te dirá nada. Peter es mi mejor hombre, le enseñe todo lo que se y puedes estar tranquila de que volveremos pronto. ¿Puedes hacer eso por mi hija?
Las palabras de Declan resonaron en mi mente como un eco lejano golpeándome y poniéndome los pies en la tierra, recordándome la crudeza del mundo en el que vivíamos. Sentí un nudo en la garganta mientras luchaba por mantener la compostura frente a su mirada, llena de amor y preocupación.
Ahora tengo un padre que me ama y cuida de mí y se preocupa por mi bienestar y protección.
—Lo prometo, papi. No saldré de la mansión mientras ustedes estén fuera. Haré todo lo posible para mantenerme segura.
Murmuré con algo de seguridad, aunque una parte de mí temblaba de miedo ante lo desconocido que se cernía sobre mi familia.
Lo vi alejarse con paso firme, llevando consigo la pesada carga de nuestras esperanzas y temores. Una sensación de soledad se apoderó de mí mientras lo observaba desaparecer en la distancia, Peter vuelve a acercarse y besa mis labios suavemente.
—Volveré pronto. Puedes ir a la habitación de Aiden, deje una sorpresa para ti. No salgas, por favor quédate aquí hasta que volvamos.
Con el corazón lleno de inquietud, me prometí a mí misma que cumpliría mi palabra. Pero incluso mientras me aferraba a esa promesa, no podía evitar el miedo que se arrastraba en mi interior. ¿Podría mantenernos a salvo en la ausencia de los dos? ¿Podría proteger a mi bebé de los peligros que nos rodeaban?
Sacudo la cabeza y asiento, fingiendo una sonrisa de tranquilidad. No quiero que se vaya preocupado ni pensando cosas que pueden sacarlo de su enfoque.
—Vuelve a mí.
Siguió a mi padre cuando nos separamos y abordaron una de las camionetas para marcharse juntos a donde sea que se fueran.
El silencio de la habitación se volvió ensordecedor, dejándome sola con mis pensamientos y temores. Cerré los ojos un momento, buscando fuerzas para enfrentar los desafíos que se avecinaban. Con una determinación renovada, me preparé para lo que estaba por venir, sabiendo que debía mantenerme fuerte por mi familia, por mi hijo y por los nuevos sentimientos que comienzo a sentir por Peter.
Subo con cuidado las escaleras para llegar al piso de mi dormitorio, junto al mío, el cuarto de Aiden. No había notado el olor a pintura cuando abandone la habitación esta mañana. La puerta estaba pintada de un color celeste pastel, ya estaba seca, pero el olor aun esta fuerte.
Abrí la puerta y al entrar me sorprendí. Sonreí ante el detalle de Peter. pinto las paredes del mismo celeste pastel, las ventanas tenían delicadas cortinas blancas y la cuna de Aiden en los mismos colores, con ositos de peluche. Junto a la cuna un sillón súper cómodo que no pude evitar probar.
¡Un sillón mecedor! En una de las paredes libre de decoración una tele y un librero con cuentos infantiles. Una mesita con una lámpara con diseño de oso y un cambiador. Hay juguetes y cosas para bebe e todos lados.
Peter hizo esto por mí... Porque veía que me cansaba fácilmente. Me siento nuevamente en el sillón y acaricio mi pancita, feliz de ver como el hombre que pretende ser algo más conmigo se preocupa por mi seguridad y además es detallista, el cuarto de Aiden es precioso.
Recorro con la mirada el bellísimo trabajo de Peter y veo una nota pegada en la puerta. Me levanto nuevamente y la tomo.
Tiene una letra muy bonita.
"Es una suerte para mí que te duermas y no escuches nada. Estuve toda la noche y parte de la madrugada terminando de arreglar la habitación de nuestro pequeño fuego. Espero que te guste como quedó todo y si no, podemos hacer los cambios que quieras juntos. Tú me importas y el niño que aún no nació ya es parte de mi vida, como tú. Los quiero Roisin, recuerda eso en mi ausencia.
Seremos una hermosa familia."
Con Amor, Peter.
Mis manos temblaban mientras tomaba la nota que Peter había dejado pegada en la puerta de la habitación del bebé. Las palabras escritas en su letra familiar se me antojaban como un bálsamo para mi corazón inquieto.
Con pasos vacilantes, observe nuevamente en la habitación y quedé maravillada por la decoración que me había recibido. Cada detalle estaba cuidadosamente elegido, cada rincón lleno de amor y dedicación. Las lágrimas brotaron en mis ojos al contemplar la cuna con sus suaves sábanas y los juguetes dispuestos con cariño.
Me dejé caer en el sillón mecedor junto a la ventana, con la carta aún en mis manos. La habitación estaba imbuida de la esencia de Peter, y me sentí envuelta por su amor y su presencia, aunque estuviera ausente físicamente.
Las palabras de la carta resonaban en mi mente, reconfortándome en medio de mis temores y preocupaciones. Sentí un nudo en la garganta al pensar en la batalla que él estaba a punto de librar, en el peligro que enfrentaba por mi bienestar y el de mi hijo por nacer, que quiere como si fuera suyo.
Pero también sentí una profunda gratitud y una renovada tranquilidad. Peter había demostrado una vez más su compromiso con nuestra familia, su amor incondicional y su deseo de protegernos a cualquier costo.
Con un suspiro, cerré los ojos y me permití sumergirme en el amor y la seguridad que emanaban de la habitación. Sabía que enfrentaríamos desafíos difíciles en el futuro, pero también sabía que teníamos un amor que estaba floreciendo y que nos sostenía, algo nuevo, una oportunidad nueva, de ser felices de una vez por todas.
Con la carta apretada contra mi pecho, me prometí a mí misma que mantendría viva la esperanza y la fe en el regreso de Peter. Porque, en medio de la habitación del bebé adornada con tanto amor, supe que juntos, superaríamos cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.
Lo que no sabía, es que la nueva tranquilidad que tenía en esta mansión de piedra, me duraría tan poco.
Sin más escritora muchas felicidades por su excelente trabajo
Felicitaciones escritora me Muy linda tu historia!! 🌹🤗🫶👏👏👏👏👏⭐