Victoria Valenzuela, hermosa, fuerte, decidida, y dispuesta a vengarse por lo que le hicieron a ella y a su madre, Marcus Dubois, empresario exitoso, codiciado por las mujeres, se convertirá en su aliado para recuperar la empresa V.V. pero, el destino tiene algo más preparado para ellos. Puede más la venganza que el amor.?
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Cap.
_ wow que fue todo eso, esa tipa sí que es intensa
_ había llegado hace poco, y estaba con sus coqueteos, pero gracias a Dios llegaste.
_ creo que quería besarte
_ si, eso me di cuenta, pero debemos tener cuidado con ella o nos va a hacer divorciarnos, ja, ja, ja
_ si, y disculpa por el beso, algo tenía que hacer para, ya tú sabes hacer esto más real
_ no te preocupes prima, y dime qué tal vez todo por aquí, era como lo tenía tu papá
_ la verdad sí, está igual, bueno unos pequeños cambios,
_ lo extraño es que no ha cambiado el nombre
_ la verdad no creo que le convenga, la mayoría de los socios y personal que trabajan aquí, querían mucho a mi papá, es una empresa muy reconocida así que, por eso creo que no la ha cambiado
_ bueno si tienes razón.
Pasaron un rato solos en la oficina hablando, cuando se escucha un toque en la puerta,
_ adelante,
_ hola buenos días. Rodrigo había llegado y apenas entró, lo primero que vieron sus ojos fue a Victoria, toda radiante, deslumbrante, hermosa, bien vestida, muy imponente, sin ningún temor de verla la cara al culpable de lo sucedido años atrás.
_ buenos días, respondieron Marcus y Victoria, le presento a mi esposa, Victoria Dubois
_ mucho gusto, señora, no sabía que estabas casado
_ si muy pocos lo saben, pero si está es mi hermosa esposa,
_ si es muy hermosa. Él la miraba de arriba abajo
_ mucho gusto señor Rodrigo, es un gusto. Ella sin dudarlo le extiende la mano. No había dudas de que Victoria no le temía, ni en lo más mínimo, al pasar los años se había hecho fuerte, por ella y por su madre, porque ese día de tener a Rodrigo cerca llegaría y allí estaba ese día, frente a frente al asesino de su padre, él que le robó todo y las hecho a la calle, sin importarle nada.
_ Quiero, invitarlos a cenar a mi casa, en la noche, que les parece
_ bueno si mi esposa, desea ir, iremos,
_ claro que sí mi amor, vamos.
_ bueno los espero a las ocho, y tu padre y tu tía también están invitados,mi secretaria te enviará mi dirección.
_ si gracias allí estaremos.
Cuando, Rodrigo salió, Victoria calló sentada en el sillón, pudo respirar tranquilamente, era difícil para ella tener a ese hombre enfrente y no poder decirle nada, las lágrimas se hicieron presentes.
_ A ver qué pasa hermosa, porque lloras.
_ estoy siendo fuerte, es difícil tener a ese desgraciado enfrente y no decirle quien soy y a qué he vuelto
_ tranquila, que eso será pronto, no llores, no me gusta verte llorar. Ven acá, y Marcus la abrazó
_ gracias por estar para mí,
_ siempre estaré princesa, no lo dudes, ahora ven, vamos a casa, tenemos que ir a una cena y quiero que mi esposa se ponga más guapa de lo que ya es
_ gracias, y bueno sabemos que será algo incómodo estar allí, pero muy divertido, porque esta noche alguien va a derramar las bilis
_ ja, ja, ja, eso sí es cierto, la verdad que me gustó que la pusieras en su lugar,
_ claro que lo hago y lo seguiré haciendo, no quiero que ponga sus ojos en mi esposo. Victoria le guiñó un ojo, ambos se miraron de una manera dulce, no podían ni ellos mismos explicarlo.
Fueron a casa, todos esperando, para saber que tal les fue,
_ buenas tardes, familia,
_ hijo que bueno que llegan, como les fue
_ mi esposa aquí presente casi, se agarra a golpes con la odiosa de Alicia
_ hija y eso porque, qué pasó
_ nada mamá, solo que me faltó al respeto, cuando llegue casi besa a Marcus, y luego fue grosera, pero nada más
_ y tu hijo, que hacia ella en tu oficina
_ nada papá, ya sabes las mujeres como ellas solo pasan de coquetas, llegó mi esposa y se puso celosa, bueno ambas estaban celosas ja, ja, ja
_ me parece bien que Victoria esté celosa
_ tío, porque dices eso
_ pues hijos míos, yo si no les voy a esconder nada, pero mi deseo es que ustedes dos hagan una familia. Marcus y Victoria al escuchar aquello, se voltearon a mirar, sentían algo, pero no estaban seguros, que era.