Mi Dulce Venganza

Emily busca la fotografía que hace tiempo le envió Abby de Greg y su novia. De pronto siente mucha curiosidad por saber quién es esa mujer.

Busca la información en Internet y aunque hay varias imágenes de ellos dos juntos nunca se les capta teniendo algún gesto romántico y en ningún lado se menciona que sean pareja.

En su búsqueda se encuentra con una fotografía de su exmarido y su amante. Recuerda la noche en la que descubrió su infidelidad y se enfurece.

Se concentra en investigar más sobre la mujer con quien la engañaban. Ambos van a pagar por su sufrimiento y para eso debe de conocer sus debilidades a fondo.

Permanece despierta hasta muy entrada la madrugada. En el desayuno mientras Greg habla de números, ella no deja de pensar en Michael y Cynthia.

- Dime en qué estás pensando.

Ella saca su celular y le muestra una fotografía.

- ¿Conoces a esta mujer?

- Es la amante en turno de tu ex.

- Llevan muchos años juntos, estoy segura de que entre los dos planearon lo que me hicieron.

- ¿Qué quieres hacer? Hace poco la contrataron para actuar en una de las películas que nosotros producimos. Puedo hablar con el director para que la despida.

- No, necesito que permanezca cerca, así podemos vigilarla.

- Perfecto, puedo mandar a alguien que la vigile las 24 horas del día.

- Es muy pronto para eso, lo haremos cuando falte poco para mi regreso.

- Ok, ¿ahora podemos seguir hablando de números?

- Sí, te escucho.

Media hora después están terminando el desayuno y a Emily le queda claro que Greg ha hecho un gran trabajo en la productora.

- Sabía que podía confiar en ti. Gracias por el apoyo.

- Lo hago con gusto, sobre todo porque puedo ver que mudarte aquí ha sido beneficioso para ti.

- Sí, alejarme me hizo bien. He cambiado, ya no soy la misma.

- A Clara le preocupa el rencor que le guardas a Michael. Quizá deberías enfocarte únicamente en recuperar la productora, deja que la vida se encargue de hacerles pagar a los que te dañaron.

- No, yo los haré pagar. De ninguna manera voy a esperar a que les llegue el karma. Me convertiré en su peor pesadilla.

- A la larga el rencor solo te daña a ti.

- No me importa y tampoco requiero de tu ayuda. Puedes mantenerte al margen si así lo deseas.

- Te apoyo, no voy a dejarte sola. De alguna manera soy responsable.

- La única responsable soy yo, me dejé llevar por mi tonta idea sobre el amor.

- El amor existe, tus padres son ejemplo de ello. Pues si existe, no es para todos. Tú sigues soltero.

- La mujer que me interesa está fuera de mi alcance.

- Por favor, ninguna mujer está fuera de tu alcance. Todas caen a tus pies.

- Ella ni siquiera me mira. Soy inexistente.

- Nunca imaginé que un hombre cómo tú puedas sufrir por amor.

- Ahora ya lo sabes.

- Abby te ha visto con una mujer muy guapa. Supuse que era tu novia.

- ¿Anne? Es una buena amiga, nada más. De hecho, conoció a tus padres, tenemos una amistad de muchos años.

- Quizá ella está enamorada de ti y no te has dado por enterado.

- Jajaja, no. Somos como hermanos.

- Cuéntame sobre la mujer de la que estás enamorado.

- Prefiero no hablar de ella.

- Por favor, es tan extraño saber que hay alguien a quien consideras inalcanzable.

- ¿Qué es lo que te causa tanta curiosidad?

- Todo, debe de estar ciega o enamorada de alguien más para no fijarse en ti.

- Lo segundo.

- ¿Está enamorada de otro?

- Así es. Ella ama a otro hombre y por ese motivo es un imposible.

- Conquístala, quizá ese hombre no la ama como tú.

- Ojalá fuera tan sencillo.

- ¿Se lo has dicho?

- No, nunca.

- Empieza por ahí. Quizá no está tan enamorada cómo tú piensas.

- La mujer de la que estoy enamorado eres tú Emily.

Atónita por semejante confesión se queda en silencio, tratando de asimilar lo que acaba de escuchar.

- Si intentas hacerme reír, desde ya te digo que no es gracioso.

- Estoy hablando en serio. Estoy enamorado de ti.

- No, eso no puede ser. Perdón, tengo que irme.

- Déjame llevarte.

- No, necesito estar sola.

Se levanta y camina hasta la salida del establecimiento. Su cabeza es un caos, no logra pensar con claridad y camina sin rumbo.

"Estoy enamorado de ti" la frase se repite una y otra vez en su cabeza. Se siente confundida, no esperaba esa declaración y menos por parte de Greg.

Le resulta absurdo e incomprensible. No solo por la diferencia de edad, también está la amistad que él tuvo con su padre y la mala relación que llevaban desde que ella comenzó su noviazgo con Michael.

De pronto la voz de su exmarido se hace presente: "Greg está enamorado de ti". En más de una ocasión discutieron por ese motivo y ahora es una verdad.

÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷

Greg sale detrás de Emily, no piensa dejarla caminar sola y menos en ese estado. No planeaba confesar sus sentimientos aquí y ahora.; sin embargo, lo hecho, hecho está.

El alivio se mezcla con la incertidumbre. ¿Qué pasará ahora qué sabe lo que siente por ella? ¿Cómo va a cambiar su actitud?

La sigue por más de una hora hasta que la observa detenerse en un parque y hacer una llamada. Sabe que a quién llama es a su amiga Paulette y minutos después esta aparece acompañada de Émile.

Ambos la abrazan y se sientan junto a ella a escuchar lo que tiene para contarles.

÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷

Émile y Paulette no muestran sorpresa alguna ante el relato de su amiga.

- ¿No van a decir nada?

- ¿Le decimos?- pregunta Émile y Paulette asiente.

- Ambos nos dimos cuenta desde el principio de que Greg está enamorado de ti y no dijimos nada para no incomodarte.

- Es qué no lo entiendo.

- ¿Qué no entiendes? Él es un hombre, tú una mujer. Ambos son guapísimos, ¿qué más hay que entender?- dice la chica.

- Son muchas cosas, él era el mejor amigo de mi padre. Siempre me trató cómo a una niña tonta.

- Bueno, linda, tú tampoco ponías mucho de tu parte.

- Émile tiene razón. Greg simplemente intentaba cumplir con el papel que tus padres le encomendaron. Necesitaba mostrarse enérgico contigo, que vieras en él una figura de respeto y está muy claro que en algún momento dejó de verte como una niña y se enamoró.

- Ahora no sé qué hacer, ni cómo actuar con él. ¿Por qué tenía que decir algo así?

- Yo no creo que debas cambiar nada, más bien la pregunta es sí él te gusta- dice Émile.

- Es muy guapo, no lo puedo negar, pero nunca lo he visto cómo hombre. Antes de la muerte de mis padres, aunque estuvo presente en mi vida no teníamos una relación cercana.

- Linda, es tiempo de qué lo hagas. Las cosas cambian, las relaciones evolucionan.

- Estuve enamorada de Michael los últimos cinco años.

- Y eso quedó en el pasado, espero...

- ¿No digas que aún lo amas?- cuestiona su amigo, preocupado.

- No, lo odio. El amor se terminó cuando descubrí su infidelidad y que le utilizó para quedarse con mi herencia.

- Imagínate casada con Greg, serían una pareja hermosa y poderosa además. Juntos podrían manejar la productora, dejar a Michaeo fuera y la cereza del pastel: sus hijos serían hermosos.

- Y facilitaría mi venganza.

- Emily, ¡no te atrevas!- advierte el chico- Él no merece que lo uses para una fría y burda venganza.

- Estoy con Émile, no puedes jugar con los sentimientos de la gente.

- No jugaría con él, desde el principio le hablaría con la verdad y obvio la decisión de ayudarme o no es suya.

- Esto no me gusta, tu actitud no me gusta. Linda, piénsalo bien, puede que sea él tu verdadero y gran amor.

- Puedes perder lo más importante por una venganza que a la larga te dejará un gran vacío. Me olvidaba, también corres el riesgo de enamorarte de él.

- Jamás me voy a enamorar de nuevo. Me interesa recuperar lo que es mío y nada más. El cuento de la familia feliz no es para mí.

- Ojalá que no te arrepientas de las decisiones que estás a punto de tomar, linda.

- Les aseguro que no me voy a arrepentir y que saldré victoriosa.

Paulette y Émile se marchan dejando a su amiga sumida en sus pensamientos. La chica comienza a elucubrar un elaborado plan de venganza en el cual Greg es una pieza importante.

De nada sirven las advertencias de sus amigos, está segura de que su plan no tiene falla, es perfecto. No necesitará convencer a Greg de nada, él mismo se involucrará sin siquiera darse cuenta.