CHOQUE DE ORGULLOS.

Me fui a trabajar pero pensando en Elena todo el día, no puedo sacarla ni de mi mente, ni de mi corazón pero tengo que ser fuerte y para variar llego mi hermano con la sonrisa de oreja a oreja.

César: Hermanito.

Arturo: César sabes para que sirve una maldita puerta.

César: Felicitame.

Arturo: Te felicitó.

César: Soy feliz Arturo.

Arturo: ¿Dime rápido por qué?

César: Estaré saliendo con Sofía Lozano la asistente de Ricardo.

Arturo: Esa niña quiere a Ricardo no te metas ahí César vas a salir herido y si esa niña te hace sufrir te juro que le va a ir muy mal.

César: Sí tienes razón ella está enamorada de Ricardo pero¿cómo lo sabías?

Arturo: Ella es muy obia y el es un idiota por no darse cuenta o no acepta que le gusta.

César: Pues ella anoche que salí con ella me dijo que quería seguir saliendo conmigo y si algo se daba más adelante lo intentaremos.

Arturo: Que bueno por ti, pero adviértele que no estás solo.

César: A ti ni te preguntó como estás porque se te ve, ¿sigues mal con tu esposa?

Arturo: ¡Mi esposa si como no!, será solo de nombre, sabes en las condiciones que me case con ella, aún sigue enamorada de Manuel.

César: Pero es su cuñado.

Arturo: Ese es su problema, oye que bueno que estás aquí, necesito un cuarto en tu Penthouse.

César: ¿Y eso por qué?

Arturo: He decidido ir únicamente para lo indispensable me pongo mal cada que la veo y terminó diciéndole cosas horribles.

César: ¿Tanto la quieres?

Arturo: Me tiene hecho un idiota.

César: ¡Dile que la amas!, eres tan orgulloso.

Arturo: Pues si, pero no me voy a exponer a su rechazo me volvió a decir que le doy asco, te imaginas yo amándola y ella me tiene asco, no prefiero alejarme los seis meses que me faltan y luego me regresó a Dubai.

César: ¿Y yo, no piensas en mí?

Arturo: César tú ya vas a hacer tu vida y si lo de Sofía se da mejor para ti, me llamas si te casas con ella y vendré te lo juro.

César: No, si tú te vas yo me voy contigo.

Arturo: No seas tonto, busca tú felicidad.

César: ¿Y por qué no buscas la tuya?, mira si con Elena no se dio por algo será hay muchas mujeres que desearían estar contigo.

Arturo: No hermanito, esas cosas del amor no son para mí.

César: Vas a buscar a Aurora.

Arturo: No claro que no.

César: Bueno te dejó voy a mi oficina cualquier cosa solo me hablas.

Arturo: Si hermano mayor, y enseñate a tocar las puertas.

César: Lo intentaré.

Arturo: Suerte con Sofía.

Salió César de la oficina de Arturo molesto por la actitud de su esposa y se detenía de hablar con ella solo por su hermano.

Desperté con los ojos hinchados me veía terrible eran la dos de la tarde cuando desperté le pedí a Fiorella que me preparará el baño me puse una mascarilla relajante y gracias a dios ya no se notaba tanto, Georgina me mando una sopa de verduras estaba muy rica como todo lo que ella hace, estaba aún en pijamas en el cuarto del piano cuándo vi que eran las 6:30 salí del cuarto me bañe me puse un lindo vestido y un poco de maquillaje y me puse un lipstick color rojo en los labios y baje para ordenar las cena.

Elena: Hola Georgina.

Georgina: Señora se mira usted muy bella, a su marido lo dejará con la boca abierta.

Elena: Gracias Georgina ¿qué hará para la cena?

Georgina: ¿Desea la señora algo en especial?

Elena: Sí quiero que haga una ensalada mediterránea un consomé y pastel de carne.

Georgina: ¿Pastel de carne señora, está segura?

Elena: Sí hágalo por favor.

Azucena: A Arturo no le gusta el pastel de carne.

Elena: Ya te he dicho que no seas igualada para ti es el señor Durán y yo por más que te duela soy dueña y señora de la casa y Arturo es mío entendiste y no te metas dónde no te llaman.

Georgina: Azucena respeta a la señora, mire señora yo lo puedo hacer pero Azucena tiene razón al señor no le gusta el pastel de carne.

Elena: A no.

Georgina: No señora, si quiere podemos hacer el platillo favorito del señor.

Elena: No yo quiero pastel de carne a mí si me gusta y quiero que haga eso por favor.

Azucena: Ni entiendes que no le gusta, haga el platillo favorito de Arturo.

Ya no la soporte más y le di una bofetada no soy de maltratar a la gente de servicio pero esta muchachita ya se estaba pasando de la raya.

Azucena: Eres una estúpida, le diré a Arturo cuándo venga.

Cornelio: AZUCENA, vete a tú cuarto estás jalando demasiado la cuerda y el señor Durán no permite que se le falte a su esposa.

Azucena: Arturo necesita una verdadera mujer como yo en su cama, ¿por qué no te largas con tú amante el señor Manuel Montenegro?, el marido de tu propia hermana de tu propia hermana que horror, Arturo me lo dijo.

Elena: Cornelio sáquela de aquí.

Cornelio: Si señora, vamos niña muévete.

Sacaron a Azucena entre gritos y jalones y los demás estaban en silencio cuándo vieron que derramó unas lágrimas.

Elena: Hagan el pastel de carne que les pedí por favor.

Georgina: Si señora.