Dylan es un chico ejemplar quien siempre creyó que Sofia; su madre, era una madre soltera engañada y traicionada un día descubre de la peor manera que no es así. Sino que ella fue por decisión propia la amante de su jefe quien estaba casado convirtiéndose así en la otra.
El chico es llamado heredero de uno de los más grandes imperios de la industria de la minera por parte de su abuelo paterno quien lo nombró solo por ser su único nieto varón, no por que lo acepten y mucho menos lo amen en la familia Boyer.
Todo esto pasa cuando Dylan es traicionado, decepcionado y humillado por la mujer que amaba, quien solo lo usó para saciar sus bajos instintos convirtiéndolo en una máquina sexual para ella.
El chico a quien no le importaba el dinero de la herencia decide usar este poder para llevar a cabo su venganza contra esa mujer.
Dylan se verá envuelto en un sin números de eventos peligrosos, manipulaciones y placer donde solo el más fuerte sobrevive.
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Capítulo 20
Sofía antes de que su hijo la mirara y se diera cuenta de su malestar, de inmediato cambio nuevamente su cara por una sonriente, ya que se le hacía imposible que su hijo se topara con alguien de esa familia la cual tanto daño le había hecho en el pasado.
Sin pensar tanto en eso y para no molestar a su hijo y hacer las cosas más complicadas entre ellos, decidió no le darle importancia al apellido suponiendo que sería alguien más con ese mismo apellido.
— Tienes que traerla para conocerla.— Le pide avergonzado aún más al chico.
Al escuchar a su madre el chico soltó un gran suspiro mientras levantaba la vista para verla.
— No sé si quiera, ya que es una persona muy tímida y me pidió mantener nuestra relación en secreto por el momento.—
Explica el chico haciendo que su madre por instinto de madre y obviamente por instinto de mujer, levante varias banderas rojas por lo que acaba de escuchar. Sin embargo, aunque ella pensaba que algo estaba mal ahí, se mantuvo al margen y dejó que su hijo llevara su relación como mejor le pareciera.
Después de tener esa pequeña conversación con su madre y luego de terminar de cenar, el chico tomo un baño y se fue a dormir.
Al ser un chico de 20 años, desde su adolescencia había experimentado lo que era tener sueños húmedos, en los que solamente sentía inquieto su cuerpo, experimentando y buscando placer, trayendo con eso algunas reacciones fisiológicas de su cuerpo que lograba apaciguar con su mano.
Jamás había soñado con alguien en concreto, solamente su cuerpo sentía el deseo de la lujuría y él solo se desahogaba.
Sin embargo, esta noche fue diferente, cuando en sus sueños apareció Marcia quien lo llenaba de besos apasionados y un millón de caricias llenando su noche de pasión.
El chico a mitad de la noche despertó de golpe cuando sintió como algo había salido de él y mojaba su ropa interior algo que jamás le había pasado.
Despertó agitado y con su cuerpo lleno de sudor. Cerró un poco los ojos y lo único que podía ver eran imágenes excitantes que habían pasado en su sueño, el cual por primera vez quería que continuará.
Luego de esa noche, varias noches después tuvo el mismo sueño en el cual sus instintos cada vez más iban deseando tener el cuerpo de la chica.
Por las noches soñaba con ella y en el día cuando se veían a escondidas, los besos y las caricias iban en aumento y eran mucho más apasionados y profundos que antes.
El viernes por la noche después de salir del gimnasio los dos enamorados se encontraron cerca del centro comercial como siempre lo hacían.
— Por los siguientes días no vendré al gimnasio.—
Le explica la chica agitada abrazándolo por el cuello después de un beso largo.
Marcia le explica a Dylan que junto con sus padres tiene que asistir a la fiesta de cumpleaños de su única tía por lo que no puede faltar.
Dylan aunque estaba un poco triste porque no la podría ver esos días, comprendió y le pidió que se divirtiera mucho y que no se preocupara que ellos se volvían a ver en unos días.
Después de un largo beso de despedida cada uno tomó su camino diferente para regresar a su respectiva casa.
Al día siguiente Marcia no sabía cual atuendo escoger para ir a la fiesta de cumpleaños de su única tía, quien es la hermana menor de su padre.
Al final después de revisar una y otra vez los cinco atuendos que fueron diseñados exclusivamente para ella, escogió un vestido de seda rojo acompañado con una exclusiva joyería que la hacían parecer una verdadera princesa.
Y es que a esa fiesta asistiría lo mejor de alta sociedad, ya que la tía era la nuera de una familia muy distinguida e importante.
La familia Rivero partió a una mansión afueras de la ciudad donde la lujosa fiesta se llevaría a cabo.
Después de qué el chofer los dejara en la puerta de esta, los tres estaban listos para entrar al salón donde se llevaría acabo la recepción de la fiesta.
— No dejo de impresionarme cada vez que vengo a este lugar.— Menciona Brian admirando la gran mansión frente a él.
— Es una familia importante, pero nosotros no nos quedamos atrás, querido padre.— Dice Marcia tomando el brazo de su padre quien le sonríe satisfecho.
Maggie tomó el otro brazo de su esposo y los tres caminaron firmes hacia el interior del salón donde de inmediato acapararon casi todas las miradas por su distinguida presencia.
Aunque había alguien a quien no le agradaban para nada y se los hacía saber al ni siquiera voltearlos a ver.
— Brian.—
— Hola hermanita felicidades.— La abraza y le deja un beso en la mejilla.— Tu maldito suegro siempre tan amable.— Le susurra mientras la abraza.
— Genio y figura hasta la sepultura.— Le susurra mientras le sonríe divertida.— Y espero que eso sea pronto.—
— Hay hermanita sigues igual que siempre.—
— Eso te lo debo a tí Brian, si no fuera por tí no me hubiera casado con el heredero de los Boyer.—
— Me alegra que lo tengas en cuenta.—
— ¡Ya papá, nosotras también la queremos felicitar!.— Reclama Marcia tomando la mano de su tía.
— Felicidades tía.— Le dice para luego abrazarla alegremente.
— Gracias Marcia.—
— Felicidades cuñada, espero y te guste.— Le entrega Maggie un regalo.
— Gracias cuñada, como siempre tan amable.—
Después de las felicitaciones y de los abrazos Brian pregunto por Javier el cual se encontraba en la habitación de su hija Naomi tratando de averiguar el porqué había salido corriendo de la fiesta de su madre.
Mientras tanto Alejandra escoltó a su hermano y su familia hasta la que sería su mesa, la cual compartirían precisamente con su suegro.
— Buenas noches Edward un placer saludarlo.— Lo saluda amablemente Brian estirando su mano hacia el mayor quien ignora su saludo y solo le asiente indiferente.
— El señor Edward ha estado un poco mal de salud por lo que no puede tener contacto físico alguno y tampoco puede esforzar su voz.— Interviene Logan.
Brian con la quijada tensa y lleno de malestar por el agravió que recibió, lentamente recogió su mano bajo algunas miradas de las personas que se encontraban ahí.
— Disculpe no lo sabía.— Sonríe nervioso.— Pero si se siente mal, ¿porqué no descansa en su habitación?.— Le pregunta sonriendo mientras toma asiento.
Edward al escuchar burla e ironía en las palabras de Brian, miró a su nuera Alejandra y luego volvió su vista seria y molesta hacia Brian.
— Solo vine hacer acto de presencia a este circo porque me lo pidió mi hijo, ya que si fuera por mí no estaría aquí aguantando tanta gente que solo viene a aparentar y a querer quedar bien conmigo.—
— Jajaja, ¿y porqué alguien querría aparentar y querer quedar bien con usted?.— Pregunta en tono de burla Marcia.
— Porque en este mundo hay gente carroñera que solo espera a que caiga la presa para tomar su tajada.— Dice serio el anciano borrándole la sonrisa.
El anciano ve como su hijo Javier, Reyna y Naomi bajan por las escaleras y se dirigen hacia ellos.
— No todos son así suegro.— Sonríe carismática Alejandra tratando de mostrar su mejor cara.
— Exactamente, no todos, hay personas que verdaderamente valen la pena.—
— ¿Pasa algo padre?.— Pregunta Javier mirando fijo a su esposa quien de inmediato baja la mirada.
— Nada hijo, solo les digo que entre el suelo y el cielo nada se esconde y tarde o temprano todo sale a la luz… Y quien sabe, tal vez hasta podríamos encontrar una grata sorpresa.—
^^^Continuará…^^^
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