Frio Deseo

Ella intentaba concentrarse en su trabajo, pero después del incidente en la sede de manufactura, era imposible ignorar la tensión entre ella y Alexander.

Él había puesto distancia de inmediato, como si tocarla hubiera sido un error que no se podía repetir. Pero sus ojos le habían dicho otra cosa.

- No Val, no... todo esta en tu cabeza- se decia ella- no te mira raro, sigue siendo el mismo ogro de siempre.

Despues de una larga jornada de trabajo llego la hora de volver a la oficina, él condujo en absoluto silencio lo que la ponia nerviosa e incooda. Por lo cual como siempre ella no pudo evitar llenar el vacío con palabras.

-Es curioso, ¿sabe? Siempre dicen que el silencio es cómodo cuando hay confianza, pero yo creo que eso es mentira. Porque hay silencios y silencios. Como este, por ejemplo, que no sé si es un silencio porque está concentrado o porque está molesto. Aunque si está molesto, podría decirlo y así no tendría que adivinar. Aunque tal vez no está molesto, y simplemente yo estoy...-sus palabras fueron interrumpidas.

-Reyes.- dijo arrastrando las palabras.

-¿Sí?- dios como odio que me diga asi.

-Calma.

Valentina cerró la boca de golpe, no queria que su imprudencia hiciera que la despida sin mas, sabia que estaba a prueba y el no era muy tolerante.

Pero cuando miró de reojo a su jefe, notó algo extraño. Sus nudillos estaban tensos sobre el volante. Como si también estuviera peleando contra algo.

Durante el resto del viaje miro por la ventanilla sin más evitando cualquier tipo de contacto y repitiéndose mentalmente que mantenga la boca cerrada.

Apenas llegaron a la oficina ella bajo y se encamino al ascensor sin esperarlo, el la seguia a pasos firmes aunque no le pidio que lo eperara. Al salir del ascensor Catherine los interceptó con cara de preocupación.

-Señor Sullivan, hay un problema con los diseñadores. El proveedor de telas retrasó la entrega, y la colección podría no estar lista para la presentación.

Alexander frunció el ceño. Y Val penso para sus adentros ¡No de nuevo! Que tenian los jodidos proveedores para generar crisis cada dos segundos.

-Reúne al equipo en la sala de juntas en diez minutos.- dijo con tono tranquilo pero firme.

Valentina lo siguió sin pensarlo dos veces. No estaba enojado o eso intuia, pero sabia que era una situacion dificil por lo que se mentalizo que debia hacer lo mejor que podia sin cagarla en el camino.

La reunión fue intensa. Los diseñadores trataban de encontrar soluciones, pero el problema principal seguía siendo el retraso del proveedor.

Alexander, impaciente, pasó una mano por su cabello.

-Necesitamos una solución ahora. No hay margen de error.- ya se notaba en el tono que estaba a punto de explotar.

Valentina, sin pensarlo, intervino.

-¿Y si usamos una tela alternativa? Hay proveedores locales que podrían ayudarnos con una variación similar.- si no sabia mucho de moda, pero que tan malo seria cambiar de telas se decia ella.

Todos en la sala la miraron. Alexander también.

-Continúa -dijo él, con los ojos fijos en ella.

Valen tragó saliva aunque tal vez no la había cagado se dijo mentalmente. Y siguió explicando su idea, . Y para su sorpresa, Alexander la escuchó, sin interrupciones y con una mirada seria.

Y para su sorpresa tomaron su sugerencia. Ella daba pequeños brincos mentales,habia ganado un punto a su favor.

Horas después, cuando la crisis se había controlado, Valentina entró en la oficina de Alexander para entregarle unos documentos.

-Sobre lo de hoy… -comenzó ella.

-Hiciste un buen trabajo -dijo Alexander, sorprendiéndola.

-¡Gracias! La verdad, estaba nerviosa porque… bueno, usted da miedo cuando está enojado, aunque no en el sentido de miedo real, sino en el de "oh, Dios, mejor no respiro fuerte porque me despedirá". Aunque también puede que yo exagere porque suelo hablar demasiado cuando- y se cayo la boca cuando noto que su verborragia volvia a hacerse presente.

Alexander se puso de pie de golpe y caminó hacia ella. Demasiado cerca.

-Si la cague de nuevo- se susurro, que el fuera hacia ella no era bueno.

Pero Valen sintió que el aire en la habitación cambiaba. Él la estaba mirando de una manera que nunca antes lo había hecho.

Su corazón latía tan rápido que estaba segura de que él podía escucharlo y sentia fuego en la cara, si no habia duda sus cachetes esataban colorados.

Y entonces, el ogro levantó una mano y acarició con suavidad su mejilla. Un gesto tan inesperado que ella se quedó sin aire.

Pero, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, él retrocedió bruscamente.

-Esto no debería estar pasando -murmuró el suavente, era mas para el que para ella.

Valentina sintió que el piso temblaba bajo sus pies.¿A qué se refería?¿Él también lo sentía?

Antes de que pudiera decir algo, Alexander se giró y le dio la espalda.

-Puedes retirarte, Reyes.- con ese tono glasear que tanto le gusta usar.

No, claro que no se respondió ella, el no sentía lo mismo. Solo fue un gesto de agradecimiento hacia la persona que lo ayudo en su crisis laboral.

Valen se giró y salió de la oficina sin decir nada, corrió hacia el baño y se echo agua en la cara para bajar las llamas que sentía que se apoderaban de su cuerpo.

Es claro que el no sentía nada, pero a ella la estaba prendiendo fuego comoa un volcán en erupción.