Tercera parte de Bajo el mismo techo. La historia de Brianna
NovelToon tiene autorización de SilvinaTracy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21
Eduardo y yo seguimos viéndonos hasta que en las fiestas de fin de año me besó.
Ha sido muy atento conmigo, incluso me ha ayudado a estudiar mil veces. También me ha cuidado cuando he estado enferma, se ha portado maravillosamente.
-¿Me darás una oportunidad de hacerte feliz?- pregunto tantas veces
-Dejame pensarlo, sabes que no nos amamos ahora y tú eres un gran hombre- verlo a los ojos fue difícil y más porque mostraba tristeza en estado puro
Él no se ha rendido y jamás me ha fallado en nada. Recuerda mis exámenes, sabe mis horarios, me recoge a la salida de la universidad cuando sus tiempos lo permiten.
Él es el hombre perfecto, aquel que busque desde muy joven y considero darle la oportunidad que tanto me pide, es que además es un caballero.
-Ya lo he pensado y la respuesta es si- días después me decidí y se lo comenté aún con dudas
-¿Me aceptas? Te voy a hacer feliz, la mujer más feliz del mundo- me levantó en sus brazos
Nos besamos pero no sentí lo mismo que con Ian "Quizás el beso fue muy corto, tendré que volver a besarlo... No, no es eso, sus labios no provocan aquella sensación en mi vientre ni alteran mis sentidos, no me suben la temperatura ni me da deseos siendo que llevo mucho tiempo sin sexo. ¿Por qué no siento lo mismo que con Ian? Ni siquiera se compara..."
Paso los días pensando y comparándolos, se que está mal pero no lo puedo evitar. Eduardo es perfecto en todos los sentidos pero no me provoca. Siento que estoy besando a mi amigo, lo mismo que sentiría con un desconocido.
Estoy decidida a lograr que esto funcione, definitivamente debe funcionar. Los primeros meses son difíciles, solo era eso pensaba.
-Preciosa no tenemos que hacer esto si no estás lista- me habló cuando estábamos en un momento "caliente"
-¿No lo deseas? Llevamos meses juntos
-Me muero por estar contigo pero si no estás lista esperaremos, yo no tengo problema en esperar el tiempo que sea necesario
Mi excitación era mínima, nos besamos al punto que sentí que se me gastarían los labios y acarició mi cuerpo mil veces con mucho cuidado, tal como si fuera una muñeca de cristal
Finalmente nos desnudamos y pasó lo que tenía que pasar pero fue decepcionante porque jamás respondí como tendría que haberlo hecho.
Me faltó lubricación, eso con Ian me pasaba en exceso pero con él si me sentía ansiosa por hacerlo y ahora no. Llegué al climax imaginando que lo hacía con Ian, una humillación que sola me provoqué. Fue todo tan despacio que temí morir del aburrimiento o dormirme, además duraba mucho
Entendí que son mejores diez minutos de máxima intensidad que treinta de aburrimiento.
Mi noviazgo siguió y la intimidad lo tomé como algo que no podía faltar en la relación aunque no lo deseara. Una vez al mes era cuando sucedía. Yo intentaba ahorrar ganas treinta días aunque ni con un año de ahorro podría sentir lo mismo.
Viajamos para presentarselo a mis padres ya que llevábamos varios meses juntos. Ellos dijeron "parece buen chico" pero mi padre luego me habló en privado
-¿Lo amas hija?
-Lo quiero papá
-Yo quiero el auto, el perro, la vecina pero amar es otra cosa
-Lo intento papá
-Te estás engañando, así lo intentes no lo vas a lograr, es un chico perfecto para cualquier hombre que desee novio para su hija o esposo pero no lo es para ti
-¿Y quién lo es papá?
-Creo que tú sabes la respuesta hija aunque todos nos dimos cuenta. Pero si estás segura con éste chico tienes nuestro apoyo, solo queremos que seas feliz
Volvimos a Nueva York donde todo siguió inmerso en la misma rutina, no teníamos nada mejor que hacer, además el no es fanático de las fiestas ni reuniones o cualquier cosa que pueda considerarse divertida