La historia de una chica italiana en Inglaterra. Con amigos especiales y un gran secreto que no quiere revelarles. Su hermano que regresa por ella y un gran amor que vuelve a su vida después de años. Qué pasará? Cuál será ese secreto? Acompañenme a descubrirlo.
Aviso que la autoría de esta novela es totalmente de mi propiedad. No se aceptarán copias ni plagios del mismo.
NovelToon tiene autorización de Paoo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 2.
CAPÍTULO 2.
Mía se giró sobre sus talones siguiendo la vista de su amiga y pudo observar a un hombre alto, musculoso, con muchos tatuajes, unos preciosos ojos de color miel, una cara perfecta y su mandíbula bien perfilada.
Permanecía serio, parado sobre la barandilla del segundo piso del lugar mientras observaba meticulosamente el lugar. Camila lo conocía bien, sabia que estaba buscando posibles amenazas. Massimo era el hombre más sanguinario que conocía. No tenía problemas para asesinar a sangre fría. Era un as de la tortura.
-Ay, mi Cami, este hombre no puede ser humano. -Exclamo Mía, quien lo miraba de arriba abajo, admirando la figura de aquel Dios italiano.
-Bueno, en eso tienes razón. -Exclamo Camila.
Sin embargo, Mía ya no escuchaba a su amiga, más bien estaba concentrada en el hombre que tenía enfrente. En Giovanni, quien al contrario, hacía exactamente lo mismo que su mejor amigo. Analizaba el sitio en busca de peligro. Camila sonrió divertida.
-Oye, ¿Sabes que él es mi hermano verdad? -exclamo Camila.
-Claro que sí tonta. Solo que es muy bello. - Respondió Mía.
Camila se echó a reír.
-Será mejor que nos vayamos, mañana veré a mi hermano y me pondré al día con él.
-Claro. -Respondió Mía.
Camila se despidió de su hermano quedando en verse al otro día y salió del club con su amiga.
*****
Eran las 10 a.m. cuando Camila llegó al pH de su hermano. Toco el timbre dos veces hasta que abrieron su puerta.
-¿Camila? Cuanto tiempo ha pasado. -exclamo Massimo sorprendido, deletreando ese perfecto idioma italiano.
Camila quedó tiesa en su lugar, ante ella estaba su más grande tortura. Solo llevaba puesta una toalla alrededor de su cintura, mientras que unas pequeñas gotas de agua caían desde su cabello hacia su cuerpo.
-Lamento haber demorado, estaba en la ducha y no tenemos empleada. - Volvió a hablar él.
-Oh, claro. Yo… Vengo a ver a Giovanni. -exclamo ella, nerviosa.
-Pasa, aún no ha bajado, pero no debe tardar.
La chica asintió y entró a la casa.
-Hace mucho tiempo no te veía. -Dijo él.
-Casi tres años. -Respondió la chica.
Giovanni ingresó a la sala interrumpiendo la conversación.
-Piccola (Pequeña).
-Giovanni. -Dijo ella, abrazando a su hermano.
-Iré a vestirme. -Dijo Massimo dejándonos a solas.
-¿Me dirás que hacen aquí? - hablo ella, mientras tomaba asiento en el sofá que se encontraba en el centro de la sala.
Giovanni suspiró, sabía que no podía ocultarle nada a su hermana y ella, como la tercera heredera, tenía el derecho a saber lo que ocurría.
-La razón por la que vinimos a Londres es porque hemos notado movimientos extraños en las cuentas de la compañía y ya sabes como son nuestros padres, nos enviaron aquí a corroborarlo, ya que hace tiempo desconfían de Alonso. -exclamo él.
-Oh, ese viejo tonto. -exclamo Camila suspirando. -Sabía que papá no debía confiar en el cuándo lo puso al frente de la compañía. De todas formas he estado pasando todos los días para asegurarme de que todo esté marchando bien.
-¿Y qué has notado? - pregunto Giovanni sirviéndose un trago de Whisky.
-¿No crees que es muy temprano para beber? -pregunto Camila, observándolo sorprendida.
-Considero que el tiempo es una construcción social. -exclamo bebiéndose el contenido del vaso de un sorbo. -Por favor continua.
-Más allá de las quejas de las empleadas por ser acosadas por su jefe, nada más. -Dijo Camila, hablando con sarcasmo.
-Ese viejo asqueroso. -exclamo él. -Me enfurece que haya hombres que hagan ese tipo de cosas.
-Créeme, he estado haciendo lo posible para ayudar a las muchachas, pero ya sabes, la última palabra la tienen papá y Lorenzo y yo no quiero contradecirlos.
-Haces bien Cami. Lo arreglaremos y volveremos a Italia. Estoy seguro de que papa y nuestro padrino harán lo correcto.
Camila sonrió. Extrañaba mucho a su familia y a su querida Italia.
-Oye… ¿Tus amigos saben algo acerca de nuestro negocio?
-Claro que no. Suponen que soy la hija y ahijada de los dueños de Bonatello Tec, los cuales poseen una gran fortuna. Soy su heredera y por ese motivo mi padre envía guardaespaldas que piensa que no noto para cuidarme las espaldas.
-Sabes como funciona esto. -Dijo Giovanni sonriendo. -Papa se ha encargado de que estos años en los que viviste aquí, puedas llevar una vida tranquila sin necesidad de mirar en cada esquina antes de ir a algún lugar.
-De todas formas lo hago. -Dijo Camila. -Sabes que esta vida nunca te deja escapar.