Feray: Resplandor De La Luna

Estuvimos un largo rato en la cafetería, hasta que finalmente regresé a casa, mis padres no estaban, agradecí a Alá por eso, no quería que me vieran así, mis ojos estaban muy hinchados de tanto llorar, Yasemin fue a la cocina y me preparó un té, yo me lo bebí y fui a mi habitación, ella me acompaño, allí nos quedamos dormidas hasta que el sonido de mi celular me despertó, era Khan, me estaba llamando, aunque no quería, tomé mi celular y contesté.

📱- Hola mi amor -- dijo a través de la línea.

📱- Hola, ¿cómo has estado?-- pregunté tratando de sonar natural.

📱- bien, he tenido mucho trabajo, pero tengo algo de tiempo para vernos, muero por un beso tuyo en estos momentos -- tuve que cerrar mis ojos y controlar el impulso de gritarle hasta de que se va a morir.

📱- yo también te extraño -- sentí como si hubiese lamido un cactus, parecía que tenía la lengua llena de espinas al decir esas palabras.

📱- Entonces pasaré por ti en una hora, ponte algo lindo -- dijo.

📱- Está bien, pero te espero en el parque, no quiero tener problemas con mis padres --

📱- Está bien, en un rato nos vemos, adiós, preciosa -- dijo y finalizó la llamada.

Yasemin se estaba despertando por el ruido de la conversación -- ¿quién era?-- me preguntó.

- Khan, quiere verme -- ella se incorporó y me miró directo a los ojos.

- ¿vas a verte con él?-- yo asentí.

- Sí, he tomado una decisión -- mi amiga me miró confundida.

- explícate, ¿que piensas hacer?--

- hoy le voy a decir que estoy embarazada, le mostraré la ecografía, él tiene que pagar lo que hizo, no solo a mí, a su esposa también, ella se ve una buena mujer, y entre mujeres nos tenemos que apoyar, él no tuvo ni una gota de apatía hacia nosotras, y si a él no le importó hacer lo que hizo, le será indiferente si le hago pagar con creces su falta de hombría -- fui contundente.

- te apoyo, pero ten mucho cuidado, recuerda que ya no estás sola, tienes a alguien creciendo en tu vientre y lo que te pase a ti, puede perjudicarlo, nunca hagas algo que te ponga en riesgo -- me recomendó Yasemin.

- Lo tendré amiga, no te preocupes, él-- dije acariciando mi vientre-- será lo único bueno que me ha dado ese idiota -- mi amiga asintió.

Ella me ayudó a prepararme, me puse un vestido y recogí mi cabello en una coleta alta, dejando apreciar el largo de mi cuello, uno de mis mayores atributos físicos, finalmente me maquillé un poco, más de lo normal, aunque no me gusta recargar tanto mi piel, aun así le puse algo de color, lo había perdido estos últimos días por las náuseas.

Tome mi gabardina y mi cartera con todo lo que iba a necesitar para darle la gran noticia al padre del año, me dirigí a la puerta, pero está se abrió antes de que yo tomara el pomo, mis padres entraron y me vieron de arriba abajo.

- Feray.. ¿Para dónde vas tan arreglada?-- preguntó mi madre.

- para donde crees, apuesto a que se irá a ver con el bueno para nada de su novio -- sentenció mi padre, quise darle la razón al referirse a el de esa manera, pero aún no era el momento de que me cuestionaran.

- Papá, por favor, se llama Khan-- luego me dirigí a mi madre-- si mamá, me voy a ver con mi novio, te prometo que no tardo-- dije, les di un beso a cada uno y salí.

- Tío, Tía, un gusto verlos, que alá los bendiga -- Yasemin saludo a mis padres y salió conmigo.

- Te llamo cuando termine mi cita con Khan--

- Si no me llamas en una hora, llamaré a la policía donde me dijiste que ibas a estar con él, así que ni se te ocurra ponerme a esperar, si no, ya sabes-- me advirtió y yo sonreí.

- No lo olvidaré, sé que no me tomará mucho tiempo-- le aseguré y ella asintió.

Cada una cogió hacia diferentes direcciones, al llegar Khan ya estaba esperándome, yo sonreí forzosamente en cuanto me vio.

- Estás hermosa -- fue lo primero que dijo al verme, luego rodeo sus brazos en mi cuello y acercó sus labios a los míos.

Hace un día, sus besos me daban la mejor sensación, pero hoy, siento asco y mucha decepción, uno no deja de amar de un día para otro, pero cuando te golpea la realidad ese sentimiento pasa a segundo plano, lo amó, pero me amo más a mí, gracias a las personas que me rodean, eso lo tengo claro.

- Te extrañé -- volvió a hablar, me di cuenta de que no había dicho nada.

- Yo igual -- dije secamente -- ¿vamos? Tengo hambre -- él me abrió la puerta y yo subí, me acomodé el cinturón de seguridad, mientras él se subía.

Puso el auto en marcha, mientras tanto nos tomamos de la mano, cada nada él me miraba y sonreía, no sé cómo puede venir a verme y estar tan tranquilo, ¿su conciencia no le pesará? ¿Cuánto tiempo podría haberme engañado si yo no lo hubiese descubierto? ¿qué tan estúpida me veo ante sus ojos? Tantas preguntas se me cruzaron por mi mente, controlé mis pensamientos intrusivos antes de que explotará en llanto, pensar en mi bebé y en el padre que le di, me duele el corazón.

Llegamos al restaurante, él acomodó el auto y entramos, como siempre nos llevaron a un módulo privado, ahí noté más detalles que antes no veía, solía pensar que le gustaba ofrecerme lo mejor y lo más lujoso, pero desde otra perspectiva, es obvio que él buscaba está privacidad para que no lo descubrieran.

El sacó la silla y me invitó a sentar, yo me acomodé y esperé a que él hiciera lo mismo.