Curvas del Destino
Una historia de amor, coraje y renacer.
Lina Song perdió a su madre a los 16 años y terminó en un orfanato, donde su sobrepeso la convirtió en blanco de burlas y humillaciones. Al cumplir 18, con esfuerzo y el apoyo de trabajadores sociales, consigue empleo como auxiliar de limpieza y luego en una cafetería para poder pagar su renta.
Allí conoce a Daniela Ling, hija de un millonario, quien se convierte en su mejor amiga y la ayuda a ingresar a la universidad. Todo parece mejorar… hasta que aparece Luzbel Shao, un joven poderoso y arrogante que no tarda en hacerle la vida imposible. Pero lo que inicia como acoso se convierte lentamente en una pasión imposible de ignorar.
Cuando el primer amor de Luzbel regresa y Lina descubre que está embarazada, su mundo vuelve a romperse. Decide huir y empezar de nuevo… lejos del dolor y los secretos.
¿Podrá el amor sobrevivir a la distancia, el poder y las heridas del pasado?
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El silencio antes de la tormenta.
LUZBEL
Departamento de Luzbel – noche del domingo.
La música sonaba baja en el fondo.
Una mezcla instrumental de jazz oscuro y ritmos electrónicos llenaban el departamento como un susurro.
Yo estaba sentado en el sofá de piel negra, tenía la camisa desabotonada hasta el pecho.
Una copa de whisky en la mano y el ceño fruncido.
Alexander, mi mejor amigo y confidente desde la secundaria, me observaba desde la barra de la cocina, con una cerveza a medio terminar.
- No entiendo porque te ves así. ¿Es por Sofía otra vez?
Yo solté una risa seca.
- ¿Sofia? No… ella ya no me afecta. Hace meses que dejó de hacerlo.
Alexander me miró, con escepticismo.
- ¿Entonces qué? ¿Te peleaste con tu ego?
Yo le lancé una mirada cargada de veneno y burla.
- Mi ego está bien. Es más… hace mucho que no me sentía así con nadie.
- ¿Con alguien? ¿Qué, te enamoraste?
- No es amor – respondí, cortante – Es otra cosa… algo más primitivo.
Vi que Alexander dejó su cerveza y se sentó frente a mi.
- ¿Quién es?
Yo dude un segundo antes de decirlo.
- Lina.
- ¿La chica tímida? ¿La que siempre está con Daniela?
- Esa misma.
Alexander alzó una ceja.
- Vaya. No la veía como tu tipo.
- Ni yo. Pero tiene algo… no se que es. Me intriga, me enoja, me atrae, me reta. – me pasé los dedos por el cabello – La tuve frente a mi a noche. Y aun así me desafío. A mí.
Alexander rio, divertido.
- ¿Y eso te molesta?
- No. Me excita.
Tome mi celular y lo desbloque distraídamente.
Abrí Instagram por inercia.
Una notificación nueva.
@ivan_cinefreak publicó una nueva foto: “Tarde perfecta con esta linda compañía 😊🍿🍔”
Le di click sin pensar.
La foto se cargó.
Y ahí estaba.
Lina.
Con una sonrisa suave, apoyando el rostro en su mano. Su mirada no tenía miedo, ni duda. Era… feliz, cómoda y hermosa.
Iván la había etiquetado.
Iván. Ese imbécil que siempre sonreía como si la vida fuera un maldito helado.
Mi mandíbula se tensó.
La copa de mi mano tembló ligeramente.
Mis ojos no parpadeaban.
Alexander noto el cambio en mi rostro.
- ¿Qué pasó?
- Ella está con él.
- ¿Quien?
- Lina… está en una cita con Iván. Y parece que la está disfrutando.
Alexander bajó la cabeza con un suspiro.
- Hermano… si de verdad te gusta, entonces…
- Te dije que no es amor – lo interrumpí, con los dientes apretados. – Es otra cosa. Es mía. Ella lo sabía. Yo se lo advertí anoche.
- ¿Y qué vas a hacer?
Yo me recosté en el sofá.
Cerré los ojos un segundo y respiré profundo.
Y luego abrí una sonrisa torcida.
Una sonrisa fría, venenosa.
- Mañana es lunes.
Alexander frunció el ceño.
- ¿Y eso que?
- Mañana ella vuelve a clases. Mañana… me va a ver. Y yo voy a recordarle lo que significa desobedecerme. Lo que pasa cuando alguien cree que puede ignorarme.
- No vayas a pasarte, Luzbel.
- No me subestimes, Alexander. Yo sé hasta dónde llegar.
Y con Lina, voy a llegar justo al límite.
Guardé el celular en el bolsillo y me serví otro trago de Whisky.
La imagen de Lina riendo con Iván seguía clavada en mi mente.
Si pensaba que podía alejarse de mí tan fácilmente…
Estaba a punto de aprender que con Luzbel, las cosas no funcionaban así.