La saga continúa.
Megan logró superar el dolor con la ayuda de su familia, a la que por fin recuperó. Ahora que su amor por Elliott dejó de ser prohibido, está dispuesta a todo por protegerlo a él y a su bebé en camino, y esto solo hace que su camino a la venganza contra Alphonso y la falange oscura se complique más, ya que debe cuestionarse sobre que futuro quiere para su bebé.
Con la constante amenaza de Alphonso y la de un enemigo mayor sin rostro, deberá aliarse con cualquiera que quiera ayudar.
También está la aparición del verdadero padre y hermano gemelo de Elliott, quienes no sabe si son enemigos o aliados; ellos tienen secretos que pueden cambiarlo todo.
Megan deberá enfrentarse a un gran dilema entre su sed de venganza o el amor.
Pero en este juego de sombras y traiciones nada es lo que parece y al final descubrirá que su mayor enemigo no es Alphonso, sino algo más grande detrás de todo.
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Urgencias.
"Tranquila, amor". Elliott la toma en brazos y se sube en un auto con ella. Todo el mundo está sorprendido; nadie sabía sobre estos dos.
El auto arranca tan rápido que ni a su padre ni a su hermano les da tiempo de acercarse. Ella va herida; Elliott le hace un torniquete en la pierna y él va haciendo presión en su hombro para detener la sangre.
"Muévase, carajo", le grita al soldado que maneja.
"Amor, ¿estás bien? "Háblame, ¿te duele algo?" Megan lo observa y asiente.
"Me duele un poco la espalda baja y el vientre, pero no es tan fuerte, tranquilo". Él niega, frustrado.
"¿Por qué no me dijiste lo del bebé antes? No debiste dormirme, carajo". Ella se aferra a él con sus brazos para tranquilizarlo, pero está asustada; no cree que pueda soportar otra pérdida.
"Lo siento, todo estará bien, sí, no lo quiero perder y por primera vez en mi vida tengo terror". Elliott la besa dándole esa fuerza que necesita.
"No lo vas a hacer, amor, ambos estarán a salvo, lo prometo". Ella asiente y se aferra a él.
"Mierda", murmura al sentir un pequeño bajón.
"¿Qué ocurre, amor?" La preocupación en Elliott es notoria.
"Creo que estoy sangrando, Elliott, no lo quiero perder, no lo voy a soportar, no de nuevo". Los ojos de él se oscurecen y la abraza.
"Muévase, carajo, de prisa", le grita al soldado y saca su teléfono, marca a la clínica y habla.
"Habla el coronel Elliott McGattett: "Tengan todo listo, mi mujer está herida y embarazada; necesito que la estén esperando cuando lleguemos", ordena severo y Megan lo observa embobada.
"¿Estás bien?" Esta vez es ella quien le pregunta.
"Claro que lo estoy, Amor, pero no vuelvas a hacerlo de nuevo". La mira directo a sus ojos azules.
"No vuelvas a exponerte así y con nuestro bebé dentro menos; no me hubiese perdonado si te pasara algo". Ella lo besa mientras el auto sigue su curso.
El auto, un rato después de camino, estaciona en la clínica de la OMSG y Elliott baja con Megan en brazos.
"Solo un poco más de amor, por favor", dice y entra como un torbellino, observando a todos a su paso; su sola presencia los repele y le dan paso. Su cara da terror.
"Rápido, atiendan a mi mujer". Su voz firme resuena y acercan una camilla y luego se la llevan al interior de un quirófano. Un doctor se le atraviesa a Elliott para que no entre y este lo aparta de su camino con un empujón.
La camilla es colocada debajo de una lámpara y Elliott entra y se acerca a ella apretando su mano.
"Debe salir, coronel". Elliott fulmina al otro doctor con sus ojos y con su voz gruesa y demandante contesta.
"Eso no va a ocurrir y más les vale que ambos estén bien.
Una enfermera, temblando de miedo, se le acerca y le ofrece ropa quirúrgica; a regañadientes se la coloca y, al estar listo, regresa con Megan, pero ella está dormida, tiene una máscara de oxígeno y le están sacando las balas.
Elliott observa el caos ante sus ojos: unos doctores suturan a Megan, otro le detiene el sangrado, pide un medicamento y se lo inyectan, luego colocan un aparato en su vientre y él se pierde en el sonido que escucha; ellos asienten y hablan entre ellos.
"Tráigame los resultados de la paciente", pide el doctor; una enfermera sale del quirófano y Elliott sigue observando todo. No sabe ni en qué momento tomó su mano; solo sabe que no la piensa soltar.
Le colocan sangre y ella sigue inconsciente. Mientras trabajan en su cuerpo, parecen ignorarlo; solo tratan de hacer su trabajo. Elliott no escucha lo que dicen, él solo la observa a ella. Con sus ojos cerrados, siente su mano entre la de él y eso lo tranquiliza.
"Coronel... "Coronel", lo llaman y sale de su embeleso.
"¿Qué ocurre?", pregunta y el doctor le informa.
"Ya detuvimos el sangrado y le colocamos un medicamento para reducir las contracciones. Tuvo una caída fuerte que casi le cuesta la vida del feto, pero está estable, aunque debe guardar reposo". Elliott asiente y la observa.
"La tendremos en observación unas horas; luego será llevada a una habitación.
"Elliott asiente, pero no se sale; la mueven hacia un lado y él no le suelta su mano.
"Vas a estar bien, ambos estarán bien, lo prometo". Susurra y abraza su mano; el pecho le duele, es algo insoportable para él pensar en perderlos y no le importan ya los prejuicios y lo que digan, nada evitará que la haga su mujer ante todos.
Coronel, moveremos a la paciente". Elliott asiente y sigue a los camilleros de cerca; él va detrás. Al salir hacia las habitaciones, logra ver a su familia, quienes se le acercan, pero él observa por donde se llevan a Megan, queriendo seguirla.
"Hijo, ¿cómo está ella?", habla Elizabeth entre llanto.
"Está bien, mamá, estará bien". Alexander se acerca y lo abraza.
"¿Qué dijo el doctor, Elliott?" Le pregunta preocupado.
"Estará en observación, sufrió heridas de bala en el brazo y su pierna aparte..." Elizabeth se acerca.
"Aparte de Elliott, ¿qué ocurre con mi bebé?" Él la observa.
"Debe guardar reposo; tuvo una amenaza de aborto". Los ojos de todos se abren.
"Te voy a matar, Elliott", espeta Xander, su hermano.
"No es momento, Xander", advierte su padre.
"¿Cómo está el bebé?", le pregunta Alexander a Elliott.
"Está bien, pero puede que no", responde Elliott y Alexander lo abraza.
"Tranquilo, hijo, estarán bien, mi niña y mi nieto estarán bien". Le palmea la cara y besa su frente.
"Debo ir con ella, padre, no quiero que despierte sola". Él asiente y él va en busca de Megan.
SORPRENDENOS!!! Con el final que se viene con esta novela
Gracias por regalarnos siempre información de calidad, diferentes tramas, no te encasillas, no escatimas en entregar tu tiempo a lo que te apasiona, y pones todo tu amor a la escritura, haciéndonos parte de tu obra, nos haces reflexionar, entender diferentes tópicos, pasar por todas las emociones habidas, tanto así que amamos a algunos personajes o lo contrario odiando a otros y hasta deseando su muerte en algunos casos.
Sigue cosechando éxitos, que tus fieles lectoras te acompañamos!!
* ESPERO POR SABER EL TIPO DE BODA DE ESTAS "ALMAS GEMELAS"
Esa es la GRAN PREGUNTA 🤔
A veces puede resultar lógico tomar la justicia por mano propia 🤯🙈