Un Amor Imposible

-¿ya estas lista?- me preguntó mi papá, cuando me vio en la entrada, asentí con la cabeza y el abrió la puerta del auto para mí.

Cuando cumplí la mayoría de edad me regalaron un auto, pero como papá me llevaría el día de hoy. Yo iba con él, y alguien más venia tras de nosotros con mi auto, para que yo pudiera volver a casa más tarde.

-¿te sientes nerviosa? – me pregunto papá 

-un poco, ya que no conozco a nadie – 

-no vayas a tratar de complacer a nadie solo para encajar – me aconsejo el – es imposible que le caigas bien a todo mundo – 

-nunca he sabido como hacer eso, más bien me pasaba al revés, mis compañeros intentaban complacerme a mí, para obtener algo de juntarse conmigo, estoy cansada de la gente falsa, solo quiero amigas reales – 

-las tendrás – me respondió el 

-¿te puedo preguntar algo? – le dije cambiando el tema

-pregunta, no te aseguro darte una respuesta, y lo sabes, fue tan difícil tu etapa de los porqués, más que con tus hermanos querías saberlo todo, a veces hasta me escondía de ti, pero siempre me encontrabas–

-no empieces Pa – mi padre se rio, y se detuvo en la luz roja del semáforo, entonces volteo a verme 

-pregunta – 

-tú y mamá se conocieron en la universidad, ¿Cuándo fue la primera vez que la viste? – tenia curiosidad, y ya que ambos precian más abiertos a hablar de eso conmigo, pregunte 

-fue los primeros días de mi segundo año, si te soy honesto la universidad me aburría, estaba pensando dejarla, tenia mejores cosas que hacer, y más interesantes sobre todo, ella corría con su mochila enorme en la espalda choco conmigo, y me tiro el cigarro, solo se disculpo y siguió su camino, ella no recuerda eso, por supuesto, para ella nuestro primer encuentro fue cuando Joshua le tiro su sándwich con el balón, y ya la dije que parecía una ardilla, ella me odio por eso, pero yo estaba  aburrido y era divertido  molestarla, así que seguí haciendolo, eventualmente me comenzó a gustar-  

-eras un bully, no sé como mamá se enamoro de ti, además también fumabas – 

-por qué no pudo resistirse a mis encantos, además deje de fumar, a tu mamá no le gustaba que yo oliera a tabaco cuando estaba con ella, aunque no lo creas tu madre era muy mal hablada –

-por favor dime que no veías a otras chicas cuando te hiciste más cercano a mamá, tengo muy buena imagen de ti –

El estaba concentrado en el camino, así que no me miro – eran días difíciles cuando la conocí, yo tenía mucho que hacer, habías días que no dormía, además tu mamá no siempre respondía, ella me ignoraba por días, no era fácil que nuestros tiempos coincidieron, pero la respuesta a tu pregunta es no, cuando la conocía a ella no tenía interés en nada, ni en nadie-  la plática con papá durante todo el camino fue bastante fluida y amena, hasta se me olvido que tenía nervios, cuando me di cuenta ya estábamos en la entrada.

Hasta ahí capte que el me distrajo todo el camino con la conversación, para que olvidara mis nervios –gracias por traerme pa – le dije 

-pórtate bien, no tomes, no fumes, no consumas drogas y no tengas sexo, sobretodo eso ultimo – 

-pa, no inventes voy a la universidad, no a una fiesta –

-yo también fui a la universidad cariño – me respondió – ten un buen día, te veo más tarde –

-te quiero pa – le dije antes de abrir la puerta del carro 

-yo a ti – respondió

El guardia que traía mi auto, me estaba esperando, me dio la llave, me dijo donde lo dejo, y se despidió con aun asentimiento de cabeza, se subió al auto con papá y se fueron, así que ahora estaba sola, encontrar el aula fue complicado, tuve tres clases por la mañana y en ninguna hice nada, a la hora del almuerzo comí sola, y el resto del día fue igual.

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El resto de mi semana fue más o menos lo mismo, para el viernes estaba comenzando a resignarme a que el resto de la universidad la pasaría sola, era pésima para integrarme.

Esa mañana entre a mi primera clase y me senté al fondo como hacia todos los días, seguía con los auriculares puestos, pues el profesor aun no llegaba, ya casi estaban todos los lugares ocupados,  yo estaba jugando en el celular, cuando alguien llego y me toco el hombro, me baje los audífonos, levante la vista, una chica bajita, con un bolso enorme, estaba ahí parada.

-¿me puedo sentar aquí? – Yo solo asentí y quite mi bolsa que estaba sobre la otra silla, acomode de nuevo mis audífonos y no dije nada, el profesor llego cinco minutos después.

En la siguiente clase ella se sentó de nuevo a mi lado,  me pareció raro, pero de nuevo me quedé callada, ella me sonrió al sentarse a mi lado por segunda vez ese día. 

Cuando por fin fue la hora del almuerzo, ella salió primero casi corriendo, yo fui al baño antes de ir al comedor y cuando entre a este, casi choco con ella, pues salió de uno de los cubículos.

-¿tendrás una toalla sanitaria que me prestes? – me pregunto, busque una en mi bolsa y se la di, no le di demasiada importancia ese gesto, y me dirigí al comedor, cuando ella volvió a entrar al cubículo.

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Como todos los días, me senté sola, en una mesa de las que se encontraban en el exterior,  era tan aburrido, ¿acaso nunca pasaba nada interesante? Pensé y como si lo hubiera invocado, la chica bajita de antes apareció en mi línea de visión, pero no venia sola, otras dos chicas venían con ella.

-¿nos podemos sentar aquí? – Pregunto, sentándose sin esperar mi respuesta, así que ya no respondí – hace rato en el baño ya no pude agradecerte por haberme ayudado – comenzó a decir – ella fue la que me regalo la toalla en el baño – les dijo a sus amigas -por cierto ¿cómo te llamas? – me pregunto, yo solo podía pensar para mis adentros que esta chica hablaba demasiado.

-Alison – omití mi apellido a propósito, solo por si de casualidad lo conocía 

-me llamo Luna – respondió – ella es Lidia –me señalo a una chica menudita, con unas gafas del tamaño de su cara – y ella es katia – me señalo a la chica de cabello azul, con una perforación en el labio, otra en la ceja, además vestía de negro y llevaba un maquillaje algo cargado.

Genial pensé, atraigo a las personas raras, debo serlo yo también. 

-¿siempre almuerzas sola? – me preguntó katia, y cuando hablo vi que tenía una perforación en la lengua, creo que era la primera vez que veía a alguien con una.

-sí, no conozco a nadie aun –a admití 

-puedes almorzar con nosotras – comenzó a decir Luna, quien al parecer era la líder del grupo –tenemos diferentes carreras, solo podemos vernos en los recesos, es terrible – 

Al final termine aceptando almorzar con ellas, pues ya estaba harta de almorzar sola, nuca pensé que ese trió tan raro terminarían convirtiéndose en mis primeras amigas de verdad.