La Hija Despreciada Del Conde

Mi nombre es Evelyn Salvatierra mi padre es el Conde Alejandro Salvatierra y mi madre a la cual no conocí tenía por nombre Amelia Rossi hija de varón.

hasta los tres años siempre creí que no tenía padres nana me cuidaba y me quería mucho las personas a mi alrededor eran amables y siempre decían que yo era muy bonita.

Un día por la tarde mientras jugaba me topé con un hombre que parecía estar borracho, me empezó a gritar y dijo palabras que yo no entendí.

Palabras como bastarda, basura, un animal salvaje y muchas otras palabras que mi mente de 3 años no entendió, pero si entendí, que ese hombre no me quería me dijo palabras que se me quedaron grabadas.

"Tu madre era una p*ta barata una mujerzuela que se acostó con el primer hombre que se le atravesó y todavía pensó que se podría hacerte pasar por mi hija. Porque tú no eres mi hija mírate no te pareces en nada a mí ni siquiera sacaste mi cabello".

Te tengo aquí solo porque no puedo deshacerme de ti espero que crezcas rápido para poder usarte de alguna manera, estoy seguro que de algo has de servir ya sea para conseguir más dinero, más tierras o tal vez para salvar a tu hermana ella sí es mi hija, ella sí se parece a mí no como tú.

Esas son las palabras que ese hombre dijo y entonces comprendí.

Este hombre era mi padre, le pregunté a nana ella me lo confirmó entonces le pregunté porque él dijo que no lo era.

Nana me explicó que había gente envidiosa que le lleno de veneno el corazón haciéndole creer mentiras pero que más adelante me contaría bien porque aún era muy pequeña y serían cosas que yo no podría entender al menos aún no.

Le pregunté cuándo sería el momento que yo podría comprender. Me dijo que tenía dentro de unos 2 o 3 años.

Entonces le dije que estudiaría todo lo que pudiera leería mucho y después de que haya aprendido a leer ya y escribir entonces podría comprender lo que significan las palabras que me dijo.

Y lo hice me esforcé mucho pero no fue en 3 años, los 7 empecé a comprender lo que decían los demás. Ya que después del suceso que tuve a los 3 años. Las personas me empezaron a maltratar y a humillarme.

Pero fue hasta los ocho cuando realmente comprendí, lo que era ser la hija despreciada del Conde.

Fue exactamente el día de mi cumpleaños cuando lo descubrí de la manera más cruel y dolorosa que era no ser querida o la bastarda como todos me llamaban.

Aunque me maltrataba y me insultaban no me importaba porque tenía a nana ella me cuidaba y me amaba.

Pero otra vez la mala suerte cayó y otra vez me encontré al Conde Alejandro Salvatierra esta vez no estaba borracho estaba en sus cinco sentidos me lo encontré en un lugar donde no debería estar.

El nunca iba a ese lugar al parecer me buscaba,yo estaba jugando entre los árboles en donde iniciaba el bosque.

Para ese entonces tenía el cabello largo rubio que parecían rayos de sol, mi piel era blanca y mis ojos que antes eran claros ahora se veían como verdosos o azules dependiendo de qué lado me vieran todos decían que yo era muy bonita, al menos los que me querían y me apreciaban.

Sí yo era diferente al Duque al menos las características que resaltaban eran diferentes y otra vez me encontré al Duque pero otra vez fue culpa de Manuela.

Ella me culpó de haberle robado algo, no sé qué era exactamente, porque yo nunca iba por donde ella estaba solamente la miraba de lejos nunca ni siquiera intercambiamos palabras.

Mucho menos nos tocábamos el Conde me buscó y cuando Nana lo quiso detener diciéndole que yo también era su hija que no debía tratarme de ésa manera.

Se enfureció sacó una daga por un momento pensé que me iba a matar, tuve mucho miedo quería correr pero no pude, me quedé paralizada quería gritar pero estaba tan asustada que mi voz no salió.

Solamente mis ojos lloraban, solamente mis lágrimas rodaban y caían por mis mejillas pero más allá no podía hacer nada.

Sentí que me tomó del cabello y mientras me decía que yo era una vergüenza que debería desaparecer, que no debería volverme a aparecer frente, tampoco quería ver un solo cabello mío y si es posible tampoco a mí.

Que ya suficiente tenía que mantenerme y darme educación y mientras decía esto agarró mi cabello y me lo cortó con cada palabra mi hermoso cabello rubio era cortado e iba desapareciendo.

Intenté meter las manos para detenerlo pero me arañó los dedos.

Pensé que podría ser peligroso entonces deje que mi hermoso cabello desapareciera.

Después de terminar de cortarme todo mi cabello me dio una bofetada y me golpeó las manos diciendo que yo no debería tocar lo que no es mío y que si lo hacía de nuevo está vez no me cortaría el cabello, lo que me cortaría sería las manos.

Y si decía algo me cortaría la lengua y que no volviera a parecer ni enfrente de él y tampoco frente a su familia.

Que debería estar feliz con que yo viviera bien y que si no hacía lo que él quería nos dejaría a Nana y a mí morir de hambre.

Así fue como al cumplir los 8 años descubrí la crueldad de mi padre.

El anciano José me curó y me dijo que mi padre estaba equivocado para que creyera lo que me decían.

Que mi padre estaba envenenado que le dijeron mentiras pero que yo era su hija y que algún día se arrepentiría.

Le dije que si ese día llegaba no lo perdonaría porque ya lo odiaba desde ahora y hubiera deseado jamás nacer mejor si hubiera muerto en vez de mi madre.

El anciano José dijo que no debería de sentirme mal porque me parecía mucho a la abuela Alondra que era madre de mi padre.

Pero que ahorita mi padre era ciego y no quería ver lo que estaba enfrente de él pero que un día él me pediría perdón de rodillas.

Me dijo que no me llenara de odio, debes de ser una buena niña, sonriente y feliz porque hay gente que sí te quiere y te protegera, me dijo como yo y nana.

Nana dijo que sería mejor que me cubriera la cabeza para que ya no volviera a pasar lo de ahora porque como mi cabello era de un color diferente podría causarme problemas.

Y desde entonces he vestido con los vestidos más holgados y viejos me he cubierto la cabeza y nunca me ha arreglado para no llamar la atención de mi padre casi me veía como una monja; pero para tener una vida tranquila al menos hasta que pueda irme de aquí, esto es lo mejor que puedo hacer.

Aunque si algún día él me pide perdón no lo perdonare por qué después de todo es la persona que más me ha lastimado y ha provocado que otras me lastimen.

Si no era su hija está bien pero yo no tenía la culpa de nada.

Mejor me hubiera mandado lejos, dado en adopción o dejarme en un orfanato estoy segura que cualquier cosa hubiera sido mejor que sentir su desprecio.

Pienso que el desprecio de alguien que te debería de amar es mucho más doloroso que el de otras personas después de todo las personas extrañas no tienen nada que ver conmigo.

Así que es más fácil ignorarlos porque ellos no me importan y tampoco me interesan pero mi padre con él es diferente porque se supone que debería de amarme y si alguien le mintió debería de haber investigado la verdad y no solo creerlo ciegamente.

Por eso pienso que no puedo perdonarlo, además con el tiempo he aprendido que si alguien me lastima lo haré pagar porque solamente así; esta presión que siento en mi corazón y en mi pecho desaparecerá.

Solamente así mi corazón se liberara y ya no sentiré este dolor que no me deja respirar.

No quiero sentir más dolor así que ahora de aquí en adelante el que me lastime le devolveré el golpe sin importarme quien sea incluso si es mi padre, incluso él también sufrirá; no ahora pero en el futuro lo haré pagar por todo el dolor que me está causando ahora y no me importa que me digan que soy una mala persona solo por querer un poco de venganza....Que sienta el mismo dolor que ahora yo siento será la mejor venganza...