EL AMOR DE SEBASTIÁN

Pero mi triste realidad es la que debo afrontar cada día, el simple hecho de que mi casa quede en medio del bosque es un gran problema, ya que me toma mucho tiempo poder llegar hasta allí, primero debo cruzar una pequeña aldea y cada vez que lo hago recibo piropos muy inapropiados por parte de los aldeanos en especial por parte del hijo de quien se dice ser el jefe de la aldea solo por poseer más tierras; si tan solo el dueño del hotel me diera entrada y salida libre sería como cortar la mayor parte del camino hasta llegar a la parada de autobuses, pero seamos realistas, ¿quién en su sano juicio permitiría que una aldeana toque su preciado tesoro?

Felo – Mis ojos se iluminan cada vez que tu belleza opaca mi camino. – ese es Felo hijo del jefe de la aldea.

Akira – ¿Ahora que se te ofrece Felo? – atravesándose en mi camino.

Felo – Sabes que es lo que más deseo, ¿hasta cuándo me vas a dar una respuesta? Sabes que conmigo estarías mucho mejor que… ir a perder tu tiempo de una simple sirvienta, conmigo serias la jefa de toda la aldea y más si quieres.

Akira – ¿Ya terminaste? – me tiene cansada este tipo.

Felo – Sé que tú también deseas que un hombre como yo este a tu lado y podamos hacer cositas ya sabes….

Akira – ¡Pervertido! tienes una variedad de mujeres aquí, deja de fastidiar que estoy muy cansada y si no tienes nada más importante que decir me voy.

Felo – Algún día me buscaras, yo seré el único que pueda calmar tus penas.

Akira – No te creas tan importante…...

continuo mi camino.

Es incomodo cada vez que me lo tengo que cruzar, pero no me queda más que aguantar y continuar mi camino.

Como todos los días mi abuela me espera despierta y con una sonrisa, pero hoy no la veo feliz.

Akira – Abuelita ya llegue – le digo abrazándola.

Abuelita María – Mi niña ya llegaste, ven siéntate, iré por tu cena.

Akira – No hace falta, mejor cuéntame ¿Por qué tienes esa cara? ¿Te duele algo? ¿Mis hermanos estan bien?

Abuelita María – Hay mi niña no puedo disimular contigo, me conoces tan bien.

Akira – Que está pasando abuelita, no me hagas preocupar.

Abuelita María – sabes que cuando tu madre aún vivía, tuvimos que hacer un préstamo muy grande al banco y después de su muerte no pude pagar las cuotas a tiempo por lo que ahora me ha dado una notificación de….. Me van a quitar nuestra casita hija mía. – lo dice llorando.

Akira – No te preocupes abuelita, no permitiré que nadie nos quite nuestra casa, pero por que no me lo dijiste antes.

Abuelita María – Hay algo más hija…

Akira – Que más podría ser abuelita, dime no te quedes callada.

Abuelita María – Hoy vino el jefe de la aldea cercana y se ha ofrecido pagar la deuda a cambio de que te cases con su hijo.

Akira – De ninguna manera lo hare abuelita, jamás me casaría con ese patán.

Abuelita María – Yo se hija, pero ya estoy vieja y no………

Akira – No lo digas shiiiiii ¿Cuánto tiempo tenemos de plazo?

Abuelita María – un mes, si en un mes no hemos pagado nos lo quitaran todo hija. – lo dice en un pañuelo de lágrimas.

Akira – ¡Un mes! Es tiempo suficiente, no te preocupes abuelita, yo pagare antes de tiempo, pero no se lo digas a nadie y mucho menos al jefe.

Abuelita María – No sé qué haría sin ti mi niña, como quisiera que me alcance la vida para verte felizmente casada y con tu propia familia.

Akira – Y lo harás, eso te lo prometo, no pienses en nada mas, tu solo cuídate, que yo me hago cargo de todo.

“Casarme con ese idiota jamás, prefiero casarme con un desconocido que con el”

Como de costumbre me levanto muy temprano, preparo el desayuno para mis pequeños y mi abuelita, después me alisto para irme a trabajar. Primero pasó dejando a mis hermanos por la escuela y luego directo a mí trabajo.

MANSION DEL SOL.

Matilde – buenos días Kira, ¿puedes encargarte de arreglar el jardín? Tenemos un invitado.

Kira – buenos días señora, ¡claro que sí, ahora mismo voy!

Matilde – Y otra cosa, quiero que también te encargues de preparar un plato especial.

Carola – disculpe señora, pero la comida es mi trabajo, no veo porque ella deba preparar una comida tan importante…..

– ella es Carola quien no está muy contenta con mi trabajo aquí.

Matilde – Es mi decisión no la tuya, en cuanto a ti Kira ve hacer lo que te pedí.

Kira – si señora.

Apenas y se fue la señora….

Carola – no sé de qué te valiste para caerles tan bien a los señores, pero déjame decirte que no duraras mucho aquí.

Kira – no se cual sea tu problema conmigo, pero tus amenazas no me inmutan.

Carola – ya lo veremos.

No entiendo que fue lo que le hice, simplemente cumplo con mi trabajo y obedezco órdenes.

La mañana se me fue como el rio, entre ordenar y cocinar llego la hora de la llegada de invitado especial.

Matilde – muy buen trabajo Kira, por favor sírvenos el almuerzo, que ya esta por llegar y después te espero en el jardín.

Asi lo hice, pero el invitado aún no se hacía presente.

Mi corazón una vez más volvió a latir sin parar, mis nervios me estaban volviendo a jugar una mala pasada.

- Buenas tardes

Esa voz… podría jurar que la he escuchado en alguna parte.

Kira – buenas tardes señor.

Sebastián – mmmmmm

- ¿Eh? Mmmm es lo único que dijo?

Eriberto – Kira, puedes venir por favor?

Kira – sí señor.

Ya en el jardín

Matilde – ven siéntate con nosotros.

Kira – señora, es inapropiado, me quedare de pie sino le molesta.

Eriberto – no seas tan modesta y toma asiento.

Matilde – por favor siéntate a comer con nosotros.

A la vista de todo el personal y de los señores tome asiento a lado del joven, donde me sentía la más diminuta de todos, mi corazón latía muy rápido que si lo comprara con el trote de un caballo, estoy segura y le gana.