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El Alfa Quiere Redimirse

El Alfa Quiere Redimirse

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Posesivo / Omegaverse / ABO / Fantasía LGBT
Popularitas:14.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Alexa_san❣

—Divorciémonos.
La voz de Alessio Albrecht cortó el silencio como un bisturí, precisa y sin emociones. Ni siquiera se dignó a mirar al hombre que había sido su esposo durante ocho largos años. Frente a él, Enzo Volkov entrecerró los ojos, cruzándose de brazos con frialdad.
—¿Quieres separarte mi ahora?
Ocho años atrás, Alessio, quien no era el verdadero villano. Solo era un hombre que despertó atrapado en el cuerpo del antagonista de una novela BL escrita por su compañera de oficina. En ese mundo ficticio, su personaje era cruel, obsesivo y dispuesto a cualquier cosa para separar al protagonista de su verdadero amor.
Se enamoró de Enzo Volkov y lo obligo a comprometerse y contraer matrimonio con él. Finalmente, después de 8 años, su amor no fue correspondido, Y así, un día, harto del eco de su propia culpa y su amor no fue correspondido, solicitó el divorcio.
Un día sucedió un accidente. Un segundo de descuido. Un camión. Y entonces, la segunda oportunidad.

NovelToon tiene autorización de Alexa_san❣ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

18

Artem sabía que algo pasaba. Lo sentía en la forma en que Alessio evitaba su mirada por momentos, en el peso que se ocultaba tras sus sonrisas. Pero no preguntó. En lugar de eso, decidió responder a la pregunta que le habían hecho, como si no percibiera la tensión flotando entre ellos.

—No, no ha pasado nada —dijo con calma, aunque se llevó una mano al mentón, como si estuviera revisando mentalmente los últimos días. Tras un breve silencio, añadió con un gesto tranquilo. —En unos días presentaré mi carta de renuncia, y tendré que ir a recoger mis pertenencias… llevarlas al departamento que me dio papá. Me alegra que quede cerca de la empresa. —Terminó con una leve sonrisa, apenas curvando los labios.

Alessio asintió en silencio, pero sus pensamientos ya no estaban del todo en el presente. Su mente lo arrastró de nuevo al pasado. Recordó con claridad cómo, tiempo atrás, ignoró por completo la situación de Artem, pensando que no era algo que debía preocuparle. No es mi responsabilidad, se había dicho. Él sabrá cómo manejarlo.

Pero ahora, al mirar a Artem frente a él, supo que esta vez no podía volver a hacer lo mismo. Ya no.

—Artem —lo llamó, esta vez con un tono distinto, más firme.

El menor parpadeó, sorprendido por el cambio en la atmósfera, y respondió en un tono cauteloso.

—¿Sí, Lio?

—¿No me ocultas algo? —soltó Alessio, sin rodeos.

Artem se estremeció. Fue apenas un leve temblor, pero suficiente para notarse. Sus ojos, de un azul claro y cristalino, evitaron los de Alessio, desviándose hacia un lado con una inquietud que intentó disimular.

—No es… no es gran cosa… —respondió con voz baja.

Alessio no se dejó convencer. Con expresión seria, se inclinó hacia adelante, apoyando ambos codos sobre la mesa. Juntó las manos frente a él, entrelazando los dedos con calma tensa. Su postura transmitía autoridad, esa mezcla de determinación y protección que solo mostraba cuando algo le importaba de verdad.

—Entonces sí hay algo —dijo, sin levantar la voz, pero con una firmeza que no permitía evasivas—. ¿Qué es?

Artem parecía debatirse internamente, como si pesara cada palabra antes de decidir si debía decirla o guardarla. Alessio, al ver aquella vacilación, dejó escapar un suspiro y se recostó lentamente en la silla.

Qué tonto fui en el pasado… Pensó, sintiendo una punzada de remordimiento. No había hecho el más mínimo esfuerzo por preocuparse por su hermano en ese entonces. Se había obsesionado con una sola meta: lograr que Artem se interesara en alguien que no fuera Enzo. Y en esa obsesión, ignoró por completo cualquier otra cosa, incluso señales claras de que algo no estaba bien.

Lo irónico era que este problema no era menor. Era, de hecho, un punto clave en la historia original. Un evento que servía de catalizador para que Enzo y Artem acercaran sus corazones, el inicio de una relación más profunda. En la trama, era Enzo quien intervenía, salvándolo en el momento justo.

¿Y si dejo que todo ocurra como en la novela…? Pero el pensamiento se volvió agrio casi de inmediato. ¿Y si Enzo llega tarde? ¿Y si le pasa algo a Artem?

Un nudo comenzó a formarse en su pecho, y su mente se volvió un caos de suposiciones y escenarios.

La voz de Artem lo arrancó de golpe de ese espiral.

—Bueno… algunas de mis pertenencias han desaparecido.

Artem calló un momento, removiendo los dedos inquietos alrededor de la taza, como si necesitara algo que mantener entre las manos.

—También he recibido correos y mensajes extraños —añadió, su tono bajo.

Alessio se quedó en silencio, procesando esas palabras. Artem, notando la tensión que acababa de instalarse, se apresuró a mover las manos en un gesto tranquilizador, dejando la taza sobre la mesa.

—Pero no ha pasado nada más —dijo con una pequeña sonrisa forzada, intentando restarle importancia—. De verdad, todo está bien.

Alessio llevó una mano a su frente, masajeando con los dedos como si así pudiera contener la irritación que comenzaba a crecerle. ¿Acaso Artem cree que si ese acosador se le acercara con un cuchillo en una mano y un ramo de flores en la otra, pidiéndole una cita, eso seguiría siendo “nada”? ¡Qué frustrante!

—Muéstrame los mensajes. Seguro el correo lo tienes en tu apartamento, ¿no? —preguntó, su voz firme, pero sin levantar el tono.

Artem, intentando seguir el ritmo de la conversación, asintió con un ligero movimiento de cabeza. Alessio, notando la facilidad con la que su hermano aceptaba, apartó la mano de su frente y soltó un suspiro más largo, esta vez cargado de paciencia contenida.

—Enséñame —repitió, con una calma que, en realidad, ocultaba urgencia.

Artem dudó por un momento. Su silencio se alargó, mientras bajaba la mirada y, con un gesto lento, sacaba el teléfono del bolsillo de su pantalón. Presionó la pantalla un par de veces, navegando por lo que parecía ser su aplicación de mensajes, antes de extender el dispositivo hacia Alessio.

Este lo tomó sin decir nada.

La pantalla del celular iluminó el rostro de Alessio con un resplandor frío. Bastó con que sus ojos recorrieran apenas un par de líneas para que se abrieran de par en par. La sorpresa y la ira se entremezclaron en su expresión, tensándole la mandíbula. Los mensajes no solo eran extraños… eran claramente perturbadores.

El número del remitente aparecía como un simple +4984******\, sin nombre\, sin foto. Debajo\, se desplegaba una secuencia de mensajes que hicieron que el pulso de Alessio se acelerara de inmediato.

"Ese traje que llevas hoy acentúa tu figura."

"Te ves lindo con esa camisa azul, como el color de tus ojos."

"Si tenemos un bebé, él tendrá los mismos ojos que tú, ¿verdad?"

"¿Corazón?"

Alessio sintió cómo la sangre se le agolpaba en las sienes. Una ira ardiente le recorrió el cuerpo, contrayéndole el estómago. ¡Este tipo está demente! Pensó con furia.

Deslizó el dedo por la pantalla con rapidez, sintiendo que su pecho se endurecía con cada nuevo mensaje. Los textos más recientes no tenían el mismo tono “romántico” torcido. Había algo distinto en ellos. Algo más oscuro. Más… amenazante.

"Artem se ve muy feliz últimamente."

"¿Debería ir a verte?"

"¿Tu esposo debería castigarte?"

Alessio frunció los labios con fuerza, conteniendo una andanada de palabrotas que amenazaban con salir.  Apagó la pantalla de golpe, como si necesitara cortar de raíz ese veneno. El asco que le generaban esos mensajes era palpable, se sentía sucio de solo haberlos leído. No podía ni imaginar cómo habría sido para Artem, teniendo que soportar esa locura en silencio.

Dejó el teléfono sobre la mesa con un movimiento seco, casi violento, como si el aparato quemara al tacto. Luego soltó un largo suspiro, intentando calmar la tormenta interna que le retumbaba en el pecho. Pero el temblor en sus dedos lo delataba. Y en el fondo, una sola idea se repetía en su mente como un eco. No pienso dejar que esto continúe.

Alessio abrió los labios para hablar. Al principio, su voz tembló, como si las palabras fueran más pesadas de lo que pensaba, pero a medida que hablaba, se volvió firme.

—¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó, con una mezcla de decepción y preocupación que se filtraba en cada sílaba.

Artem bajó la mirada, encogiéndose ligeramente en su lugar, como si las palabras lo pesaran.

— Yo… pensé que era alguien haciendo una broma. Nada serio, al principio — murmuró, como si intentara convencerse incluso a sí mismo.

La frase le dejó a Alessio un sabor amargo en la boca.

—¿Y haces ese tipo de bromas con tus amigos? —replicó con dureza, cruzándose de brazos mientras seguía recostado en la silla, su expresión severa.

Artem levantó la mirada de inmediato y negó con la cabeza.

—No, claro que no.

El silencio que siguió fue denso. Alessio se sentía frustrado. ¿Por qué tuvo que cargar con esto solo? Pensaba, recordando que, en la historia original, era Enzo quien había notado todo. Él fue quien se mantuvo cerca, quien protegió a Artem cuando nadie más lo hizo. Pero ahora… las cosas eran distintas. Y él no pensaba cometer el mismo error dos veces. Soltó un suspiro profundo, como si su decisión ya estuviera tomada.

—Puedes quedarte aquí, en lugar de ir a tu departamento —dijo con firmeza, evaluando cada palabra como si formara parte de una estrategia. Esa era la mejor opción. No podía arriesgarse a dejar a Artem solo.

—Pero… —comenzó Artem, su voz titubeante, sin saber cómo rechazar sin parecer desagradecido.

—Debes quedarte aquí. Es por tu seguridad, ¿sí? —lo interrumpió Alessio, mirándolo directamente, sin dejar espacio para protestas.

Artem vaciló un momento, pero luego asintió con un pequeño “sí” casi susurrado. Fue entonces cuando Alessio notó el ligero rubor que teñía las mejillas de su hermano. Le pareció extraño, casi fuera de lugar, pero no le dio demasiadas vueltas.

Su mente ya estaba en otra parte, maquinando cómo atrapar al acosador antes de que pudiera acercarse otra vez.

1
Lluvia lunar
el trasmigro al cuerpo del hermano del prota y se enamoro de el otro prota asiendo que se separa del el hermano .
la pregunta es el es el de la novela cundo hizo que se separen o era el hermano original el que hizo que se separen ?
Elvira Vega
alguien mas piensa que Alessio no es el unico que tuvo una regrecion lo digo por el comportamiento de Enzo a hora y ese miedo de volver a perderlo
Maru19 Sevilla
Me quedo con ganas de más capitulos, gracias por actualizar /Good/
Maru19 Sevilla
Se ve a desenmascarar Artem
Yansuk*
Muchas gracias por los capítulos 😘
Cherry Blue Sound~
me está desagradando este hermano
Cherry Blue Sound~
pensar que comencé a leer esto un 17 de agosto skshs/Doge/
vicky bw
Por que eres tan coqueto Enzo /CoolGuy/
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Maru19 Sevilla
Que habrá pasado que Enzo ahora lo quiere /Slight/
vicky bw
Oh quiere hablar de amores, hablemos de amores
vicky bw
Me está poniendo muy nerviosa el norteño, que pasó no escuchás que te está diciendo que no es cierto, si no siquiera eres capaz de creer en sus palabras de qué tanto te quejas
✿~Celeste~✿
Aaaa bueno andamos sacando los trapos sucios jjajajja
moon_jabami03
Es una historia muy buena..todo se lleva con calma se profundiza al personaje y sus motivos...en general muy bien ¡me encantó!
YOONMIN 💜
ja le atiné, está enamorado de Alessio 😍
YOONMIN 💜
aquí si creo que Artem esté enamorado de Alessio,,,,
Maru19 Sevilla
Cómo manojo de rábanos todos juntos jajaja
✿~Celeste~✿
~Esos celos que me matan~
✿~Celeste~✿
Quede loca el capítulo pa locooo
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