ENTRE DOS MAGNATES.

D: papá a veces pienso que estás entrenando a una agente secreta, ¿seguro que soy tu hija?.

-- Claro que lo eres, tu eres lo más preciado que tengo, quiero asegurarme de que nada malo te va a pasar. _ La abracé con fuerza.

D: eres muy exagerado pero te amo porque si dejamos de lado los entrenamientos me tratas como una princesa.

-- Eso eres para mí chiquita, ¿sabes que tu nombre significa princesa?.

D: ahora lo sé padre.

Su madre llego de repente, Diana me soltó y fue hacia ella.

-- Mamá que bueno que volviste. _ Intento abrazarla.

A: estoy cansada. _ La alejó y subió sin siquiera mirarla.

D: papá, ¿mamá no me quiere?.

-- Ella solo está cansada amor. _ La abracé de nuevo.

Cenamos los tres juntos.

D: mamá ¿cómo te fue en tu viaje?, ¿te divertiste?.

A: era un viaje de negocios no tuve tiempo para divertirme.

D: debes estar muy cansada. ¿Quieres ir al spa conmigo mañana?.

A: no, yo tengo asuntos importantes no puedo.

Diana se puso triste pero trato de disimular.

Cuando subimos tuve una fuerte discusión con Amelia.

-- ¿Porque la tratas así?, ella también es tu hija.

A: porque gracias a ella mi vida se arruino.

-- Diana no arruino tu vida, ella no te dijo que fueras una chica facil. _ Amelia me soltó una cachetada.

A: esa noche me acosté contigo porque mis padres me lo ordenaron, yo no quería pero me amenazaron con lastimar a Tomás así que tuve que hacerlo, tenía la esperanza de no salir embarazada pero no fue así.

-- ¿Acaso no conocías los métodos anticonceptivos?.

A: claro que los conocía pero los infelices de mis padres me sacaron de la habitación apenas terminamos y me llevaron a casa sin darme oportunidad de tomar nada.

-- No importan las circunstancias en las que estabas, Diana no tiene la culpa así que tratarla con cariño.

A: no lo haré, esa niña siempre me va a recordar que por su estúpida existencia tengo que estar casada contigo.

Diana.

Salí corriendo de mi casa en medio de la noche. No podía creer lo que acababa de escuchar.

-- Una Greco nunca debe llorar, Una Greco nunca debe llorar, UNA GRECO NUNCA DEBE LLORAR. _ Grite a todo pulmón y me trague mis lágrimas.

-- Nunca vas a llorar, nunca vas a llorar por nada, nunca nadie te va a ver llorar.

Cuando sientas ganas de llorar golpea algo. _ Me repetí una y otra vez.

***

Del otro lado de la calle había un chico al que 3 delincuentes estaban intentando asaltar, Diana observó la escena y como andaba en busca de algo que golpear se acerco.

-- Lo que más odio en el mundo es que las personas usen ropa que no pueden pagar. _ Lo dijo porque estaban intentando robarle la chaqueta al chico.

- Mira chiquita no te metas si no quieres salir lastimada. _ Uno de los delincuentes se le acercó con un cuchillo.

- No te metas en ésto, vete de aqui. _ Ahora hablo el chico al que intentaban asaltar.

- Mira bonita será mejor que le hagas caso. _ Se acerco más pero Diana no se movió.

Le dió la vuelta y le quito el cuchillo.

D: gracias por lo de bonita, me encanta que me llamen así. _ Lo noqueó con una patada, los otros dos se le acercaron y terminaron igual que el primero, totalmente inconscientes.

El chico veía la escena estupefacto, se preguntaba cómo una niña tan delgada podía dejar Inconscientes a personas que tienen el doble de su tamaño. El pobre termino defendiendo a sus agresores.

C: ya es suficiente, para bonita. _ La agarro de la cintura.

D: toma esto es tuyo. _ Le devolvió su chaqueta y las llaves de su auto.

C: ¿cómo puedes pelear así?

D: te explicaría pero me tengo que ir, verás me escape de casa y si mi papá se entera me matará.

C: dudo que pueda matarte. _ Lo dijo muy serio pues acababa de presenciar algo surreal.

D: normalmente la dama recompensa al caballero con un beso así que quiero mi recompensa. _ El chico se quedó perplejo.

El nunca había conocido a una niña tan pequeña que fuera tan atrevida, su personalidad le pareció interesante así se le acercó y la beso en la boca.

Diana se quedó perpleja.