Para Kate, la vida en la nueva Ciudad ha resultado un tanto difícil, de niña creció en un pequeño condado con no muchos habitantes, donde el trabajo que predomina son la crianza de animales y el cultivo.
Pero ahora que ya se había graduado de la Universidad ella quería crecer en el ámbito laboral, pero nunca imaginó que su vida cambiaría tan drásticamente...
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Capitulo 3 "LA PESADILLA"
Kate salió después de una semana en el Hospital, aunque ella hubiera querido salirse
antes, no quería estar ahí pues los costos eran muy elevados, pero Magy se
interpuso y le dijo que no, que ella se encargaría de todo eso.
Después de discutir con Magy con respecto al
hecho de que ella no podía permanecer tantos días en el hospital debido a que
no podía pagarlo y entender que su amiga no la dejaría salir de ahí hasta que
los doctores le dieran el alta, por fin aceptó la ayuda de Magy, pero con la
condición de que Kate le devolvería todo el dinero a su amiga.
Una vez que le dieron el alta, Kate se fue al departamento de Nadya pues no quería
quedarse sola.
Han pasado ya más de dos semanas y Kate aun no cree lo que le paso aquella noche,
aunque ella trato de regresar a su vida normal, las pesadillas por las noches
no han dejado que pueda conciliar el sueño por lo que su aspecto cada vez luce
más deplorable.
--“¿Kate, como te encuentras?”—le pregunta Magy sacándola de sus pensamientos.
–“Hola, estoy bien gracias"-- aunque la verdad era que no, se siente agotada.
–“Hay querida a mí no me puedes engañar, luces realmente terrible, sabes que puedes
contar conmigo en lo que sea” --. dice mientras apoya sus brazos sobre los hombros
de su amiga.
--“Si lo sé, pero estoy bien ya paso, debo de
dejar todo eso en el pasado y enfocarme en el futuro, tengo mucho trabajo por
hacer, lo siento Magy debo irme" -- Kate no le gustaba hablar mucho de ese
tema, sabía que realmente no estaba bien, pero prefería concentrarse en su
trabajo y tratar de olvidar todo lo que paso.
- “Esta bien querida\, cuídate” – la despide Magy y se retira a su oficina.
Desde esa noche Magy había estado más al pendiente de Kate, aunque si bien sabían
todos los que la conocían por lo menos un poco, Kate siempre había sido
reservada en cuestión de sus problemas y cosas personales, casi nunca llegaba a
platicar de esas cosas con nadie, a excepción de Magy en algunas ocasiones,
pero solo había una persona a la cual Kate le contaba todo y ella era Nadya.
Nadya y Kate trabajan juntas en el Hotel y además eran vecinas por lo que casi todo el
tiempo estaban juntas, y más desde aquella fatídica noche.
Tanto que Kate había comenzado a dormir en el departamento de Nadya pues en las
noches la atormentaba esa silueta negra que la presionaba hasta dejarla sin
aliento.
--“¿Que tal sigue tu brazo?”—pregunta Nadya a Kate, mientras dobla unas toallas.
–“Mucho mejor, al menos ya no me duele tanto”
– responde Kate un tanto distraída y levantando su brazo para verlo.
--“Deberíamos ir de nuevo al médico para que
te revise, ese corte realmente fue profundo, y no me gustaría que…” – la
interrumpe.
-- “No estoy bien de verdad, gracias por
preocuparte Nad” – Kate le dedica una sonrisa a su amiga para dejarla más
tranquila y se gira para seguir doblando toallas y sabanas limpias.
--“Está bien continuemos trabajando aun nos faltan por limpiar la habitación 350 y 356”
– Nadya sabe que su amiga es fuerte y confía en ella, pero nunca dejara de
preocuparse por su bienestar, después de su abuela, Kate es lo más cercano a un
familiar que tiene.
Kate quería mucho a Nadya pues para ella era como su hermana desde que había llegado
a la Ciudad habían estado juntas, ambas venían de pequeños condados y aunque
sus sueños no eran los mismos las dos aspiraban a ser las mejores por el mismo
propósito, ayudar a su familia.
Nadya era una joven bajita de complexión delgada cabello muy largo y negro, con unos
grandes ojos color avellana, a simple vista parecía una joven frágil de 16 años
y no una joven de ya 22 años, pero solo era su físico, ya que ella era fuerte
de espíritu y tenía un gran coraje para enfrentarse a los problemas.
Aunque en una pelea mano a mano ella estaría en completa desventaja, pero para eso
estaba Kate.
A diferencia de Nadya, Kate si aparentaba muy bien sus 22 años, ella era una
Joven con una estatura media-alta, su cabello al hombro de un color avellana
que cuando le daba los rayos del sol destellaba brillos dorados, tenía grandes
ojos color grisáceo que en conjunto con su color de piel blanca lucían muy
hermosos, su complexión era delgada, aunque tenía fuertes brazos debido al gran
trabajo que realizaba en la granja de su padre al igual que el resto de su
cuerpo.
Kate tenía la fuerza de un chico debido a que había crecido rodeada de ellos en la granja
y al arduo trabajo que desde niña había llevado, aunque aquella terrible noche
esas fuerzas no pudieron ayudarla en nada y la abandonaron.
Un día Kate decide que es tiempo de quedarse en su departamento.
Para ella ya no tiene caso seguirse quedando con Nadya y pagar alquiler de su
departamento, aunque ya habían platicado en mudarse juntas no lo habían hecho
pues los departamentos donde vivían eran realmente pequeños y solo contaban con
una sola habitación y el espacio justo para las cosas de una sola persona, pero
esa idea no la habían abandonado pues buscarían un mejor lugar para ambas.
Después de aquella noche era el trabajo de todos los días, entrar a páginas de internet
buscando nuevo departamento, pero hasta el momento no habían corrido con
suerte, todos los departamentos cercanos a sus dos trabajos de cada una tenían
costos elevados.
Al ser fechas de regreso a Clases muchos de los jóvenes que ingresaban a Universidades
de la Ciudad Midcovia ya habían acaparado los mejores lugares para vivir, por
lo que no les quedaba de otra más que seguir buscando por esa misma zona o
buscar en lugares más lejanos tomando en cuenta que el transporte sería una
desventaja.
--“¿Estas segura de que te quieres quedar sola?”—pregunta Nadya con mucha preocupación.
–“Si estoy segura, creo que ya es momento de
que regrese a mi departamento, es momento de dejar todo eso atrás, no te
preocupes Nad estaré bien, además estoy justo en el departamento de al lado”—le
da un abrazo antes de disponerse a irse a su departamento.
--“¿Prométeme que me llamaras pase lo que pase sin importar la hora?”—dice Nadya en un tono
autoritario.
—“Esta bien te lo prometo, quédate tranquila, buenas noches adiós” -- toma sus cosas y
sale del departamento.
—“Adiós, descansa” --. la despide y mira como su amiga entra a su departamento, espera
hasta que ella cierra su puerta para hacer lo mismo.
Para Kate esta es la primera vez después de un mes que regresa a su departamento. Se
siente vacío y frío, pues ya ha pasado mucho que nadie le ha brindado el calor
de hogar.
Decide tomar un baño antes de terminar de arreglar unas cosas para su trabajo, una vez
terminada la ducha Kate mira su cuerpo, aún tiene marcas de aquella noche,
entre ellas resaltan moretones en las piernas, su vientre, pero sobre todo esa
enorme cicatriz en su brazo izquierdo, donde fue apuñalada.
Aunque ya no le duele físicamente, le duele en el alma solo de verla, pues esa es una
de las marcas que tendrá para recordar todo lo que le paso.
Ya pasada la media noche trata de conciliar el sueño como todas las noches, aunque
no es nada fácil, después de un buen rato el cansancio de semanas sin dormir la
vencen, pero ese descanso no dura mucho pues durante sus sueños imágenes de
aquella noche comienzan a embargar su cabeza.
Kate siempre había tenido la misma pesadilla, una silueta grande que la toma
prisionera y no la deja mover, pero esa noche nuevas imágenes comienzan a
surgir, durante su forcejeo ella escucha como esa silueta la insulta 'zorra' -
'pagaras por esto' - 'te arrepentirás' y mira uno de los brazos del tipo que
esta sobre ella, en el visualiza una pulsera de oro con un diamante que
brillaba en la oscuridad y la letra M.