Soy "Jessica Sinclair" , ese es mi nombre a diferencia de lo que todos creen, no soy la hija mimada , ni la princesa de papá , es todo lo contrario, a pesar de ser la hija biológica parezco más la adoptada y en esta trama no sólo soy yo, también está él, Edward Jones y no menos importante ,Sara Sinclair _mi pequeña hermana adoptada.
NovelToon tiene autorización de Evelyn Sanchez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Te daré una segunda oportunidad
Luego del encuentro con Jessica, Edward se sintió por primera vez vacío. Nada de lo que había ocurrido anteriormente —la crisis financiera, la fuga de su padre, el abandono de su supuesto amor (Sarah)— lo había afectado tanto como ver la indiferencia con la que Jessica lo había despedido y la determinación con la que lo había dejado atrás. El anillo que seguía sobre la mesa del café era la prueba de que había desechado el único amor genuino que había poseído.
Edward regresó a la mansión Jones sintiéndose como un fantasma. En esos momentos recibió una llamada. Era Liam.
—Abuelo... —dijo Edward con la voz entrecortada, aun su estado de ánimo no era el mejor, pero trató de mantenerse tranquilo, aunque el temblor en su voz era notorio.
—Ven a casa —dijo Liam, solo eso.
Edward ya sabía lo que iba a ocurrir en este encuentro. La deshonra de su padre y la ruptura con Jessica garantizaban su expulsión de la familia Jones.
Lo que Edward no sabía era que Jessica, en un acto de su última muestra de afecto hacia él, había hablado con Liam antes de su encuentro.
En esa reunión. Ella no había revelado el engaño ni la cobardía de Edward, ya que, a fin de cuentas, había decidido superarlo y avanzar. Simplemente le había comunicado su decisión irrevocable de terminar la relación, sabía que Liam no estaría contento, pero era su decisión y estaba tomada y aunque apreciaba al mayor Jones, era lo mejor para todos.
Liam, por su parte, amaba a Edward. Era su nieto, el niño que había visto crecer ante sus ojos. Aunque sabía que la ruptura era justificada, ya que Edward había sido un hombre débil al fallarle a Jessica, no quería hundirlo más. Jessica, al ser la afectada principal, solo había querido dejar las cosas por la paz, y Liam respetaría su decisión,el tenía sus formas de saber que pasaba en el exterior, así que estaba al tanto de todo.
Edward llegó después de treinta minutos. El coche lo dejó frente a la imponente mansión, y él entró al estudio de su abuelo con la cabeza gacha, esperando la sentencia que sabía estaba por llegar.
Al ver su rostro, Liam sintió lástima. Edward estaba realmente afectado; no solo por el escándalo, sino por la pérdida personal que había infligido a su propia vida, no entendía como el con sus propias manos acabó con su verdadero amor, porque el lo sabía, lo supo desde un inicio.
—Edward, siéntate —ordenó Liam, indicándole una silla frente a la chimenea.
El silencio se alargó, roto solo por el crepitar de la leña. Edward no se atrevía a levantar la mirada.
—Edward, quiero que sepas que no te quitaré tus obligaciones, por ello seguirás en la compañía y no te haré a un lado —dijo Liam, su voz profunda y cargada de autoridad y afecto.
Edward alzó la vista, incapaz de creer lo que escuchaba. —Abuelo... yo...
—Escúchame. Tu padre actuó por codicia. No sé que ocurrió para que actuara de esa manera, y aunque es mi hijo y lo amo, no podemos tolerar esa clase de comportamiento en Jones Investments , por eso la justicia seguirá su caso, no porque sea mi hijo ,debo permitirle salirse con la suya, que clase de padre sería, si no permito que aprenda de sus errores.
Pero tú no eres él. Tú eres distinto, eres mi nieto,el niño que vi crecer ante mis ojos y tienes talento. El sector de publicidad es tuyo. Solo serás reasignado, no despedido porque sé que cuentas con el talento y la capacidad para lograr grandes cosas en este ámbito.
Liam hizo una pausa, sus ojos grises se fijaron en Edward. —Pero quiero ser claro: el hecho de que te mantenga en la compañía no significa que esté ciego a tus fallas personales, aunque no intervendre tu tienes que demostrar que eres digno de confianza.
—Jessica me informó que han terminado el compromiso. Y respeto su decisión. Ella es una mujer excepcional, y su corazón es más noble de lo que merecías. Sé que estás dolido, y es un dolor que tú mismo causaste.
Edward sintió que las lágrimas que aún retenía, brotaban, no por la empresa, sino por la comprensión de su abuelo sobre la pérdida de Jessica.
—La empresa es una cosa, Edward, y la familia es otra. No te quitaré tu posición para castigarte por tu error personal. Pero esta vez no intercederé con Jessica. No intentaré obligarla a volver. Ella es libre, y su elección debe ser respetada.
—Ella... ella dijo que ya no me ama, Abuelo —dijo Edward, apenas en un susurro.
—Ella a empezado amarse a sí misma primero, Edward —corrigió Liam, con una pizca de sabiduría—. Y eso es lo que tú debes hacer ahora. Debes empezar por encontrarte a ti mismo, lejos de todo lo que te corrompe Y cuando lo hagas, quizás encuentres un amor que sea tan fuerte como el que Jessica estaba dispuesta a ofrecerte, no es tarde aun eres Joven.
Liam se levantó y le ofreció la mano. —Te daré una "segunda oportunidad", en la vida y en los negocios, pero esta vez, gánatela con lealtad y honestidad.
Edward tomó la mano de su abuelo, sintiendo el peso de la responsabilidad y el perdón. Había perdido a Jessica, pero Liam no lo había abandonado, no estaba solo después de todo y aunque aún estaba renuente de dejar a Jessica del todo, entendió algo con lo que su abuelo menciono antes.
Es hora de que me reencuentre a mi mismo.