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DRAGÓN DORADO

DRAGÓN DORADO

Status: Terminada
Genre:Pareja destinada / Espadas y magia / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación / Mundo mágico / Batalla por el trono / Dragones / Completas
Popularitas:354.8k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Milagros Perez

Hace mil años, en un valle oculto de Nørhaven, se conocia una leyenda que el dragón legendario, conocido como el "Dragón Dorado", nacerá en un "receptor", el oráculo profétizo, que" una joven guerrera lo tendrá en su interior, y solo encontrando a quien su corazón anela despertara".Los clanes idearon una batalla de guerreros, fue cuando el poder de Aria despertó pero.. Su poder aun era una parte,
Aria, una hermosa Joven muy dulce, pero su gran error fue confiar en su amiga Lyra, quien astuta y ambiciosa, llena de celos al ver como los príncipes la querían, motivada por su deseo de obtener poder para sí misma y proteger sus propios intereses, comienza a planear su muerte, lleno de mentiras a los príncipes, culpando de estar aliada con el príncipe Kael, el villano , quien ni quiera la conoce, Muriendo cruelmente frente a todos.

..Pero nadie se vio venir que ese fue su final para el valle, desatando la furia de los dioses, quien dio la reencarnación de otra alma a Aria.

NovelToon tiene autorización de Milagros Perez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Frederick

••

La celebración había terminado. Aria caminaba por los pasillos después de darse un baño, lista para reunirse con los chicos.

Todos estaban en la sala cuando ella salió. Pero antes de llegar, Crow se cruzó en su camino y la detuvo de golpe, tomándola por la cintura.

—Niña… ¿tienes novio? —preguntó, mirándola fijamente.

Los chicos se pusieron en alerta, listos para intervenir, pero Aria hizo un gesto desde lejos para que se calmaran. A regañadientes, volvieron a sentarse. Aun así, Lucas no apartó la mirada de Crow ni un segundo.

—No. ¿Interesado, Potrillo? Porque algunos ya están en la fila —respondió ella burlona.

—Te esperaría hasta mi muerte, mujer —murmuró él, tomando el trenzado que Aria tenía en la cintura y sacando de él un cabello propio.

—Si algún día necesitas un escudo humano, búscame en el Valle de Hueso. Solo pregunta por mí y me encontrarás —dijo mientras trenzaba su cabello blanco con el de ella—. No te lo quites. Te ganaste mis respetos. Llévalo contigo.

—Será un honor… Y lo otro suena tentador, pero… ¿si otro roba mi corazón? ¿Seguirás siendo mi escudo? —preguntó Aria, observando el trenzado y analizándolo de arriba abajo. Sus ojos celestes escondidos bajo párpados pesados, esas pestañas tupidas…

—Aun así… búscame. No pienso dejarte ir. Si necesitas ayuda, no dudes —terminó Crow, dejando un beso en la palma de ella.

Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Aria, como un choque de energía.

—Lo tomaré en cuenta… Nos vemos —dijo sonriente.

Crow se alejó con calma, sin dejar de mirarla hasta desaparecer por la puerta.

Kael acababa de llegar junto a los demás chicos, quienes estaban tensos y muy atentos a esa interacción. Ely sintió de inmediato el estallido de celos y enojo tanto de Kael como de Lucas.

—Bien… Vamos por la carne —dijo Félix, tratando de romper el ambiente cargado que se había formado.

—¡Sí! ¡Hamburguesa! —gritó Tayron.

—¡Cervezas! —agregó Tay.

—¡Y papas fritas! —gritaron Samuel e Ian.

Lucas se quedó esperando a Aria cuando ella se acercó.

—Hola, príncipe —hizo una reverencia—. ¿Comerá con nosotros?

—Claro… Me intriga eso de las hamburguesas —respondió él sonriendo, aunque al ver el trenzado en su cabello sintió un pinchazo de recelo.

—¿Qué quería Crow? —preguntó Lucas. Kael, a unos pasos, afinó el oído.

—Me pidió ser su novia —respondió Aria con una sonrisa tranquila.

Ely se puso roja. Los chicos abrieron los ojos como platos y se miraron alarmados.

—¿Qué…? ¿Y qué dijiste? —preguntó Lucas, agitado.

Ely se tapó la boca para no reírse. Ay, hermano… eres tan lento.

—Que lo pensaría. Después de todo, fue muy directo… y eso me encanta en un hombre. ¿No es cierto, Ely?

Ely asintió entre risas, entendiendo perfectamente la jugada de Aria.

—¿En serio? ¿Qué más te gusta de un hombre? —preguntó Kael inmediatamente.

—¿En serio te gustan así como Crow? —agregó Lucas. Ambos la bombardeaban con preguntas sin pudor.

—¿Y aceptarás ser su novia? —disparó Lucas, impaciente.

Aria suspiró y se giró con una sonrisa traviesa.

—Todo puede pasar…

—Ari… eres una rompe corazones. Ahora sí los vas a volver locos a los dos —susurró Ely en su oído mientras caminaban juntas.

—Son muy lerdos… hay que hacerles sufrir un rato —murmuró Aria.

Ely rió al ver las caras de ataque puro que tenían Kael y Lucas.

Todos terminaron en el castillo de Kael. Aria preparaba las hamburguesas junto a Ely y Tayron.

Javier y Tay llegaron con las cervezas, y no venían solos: Crow y dos de su grupo habían llegado con ellos, trayendo más carne.

Kael frunció el ceño al verlos, y Lucas apretó los dientes.

—Trajimos invitados —dijo Tay, feliz.

—Espírit… —dijo Aria. Crow movió la cabeza sonriéndole—. ¿Y ustedes? —los fulminó con la mirada.

—¿No tienen que decir algo? —preguntó Crow a sus compañeros.

—Te debemos una disculpa, señorita Aria —dijo Grif, arrodillándose frente a ella.

—Y yo acepto un castigo por esas malas palabras que dije sobre llevarla con nosotros para hacer actos impuros —añadió Crick.

Kael miró a Lucas, que asintió, y se enojó aún más.

—Bien… ayudarán picando la carne. ¡Arriba! —ordenó Aria.

Los dos la miraron, confundidos, pero obedecieron. Crow no dudó en encender el fuego con los demás.

Tay repartió las cervezas. Lucas y Kael observaban de reojo a Crow hasta que él habló:

—Si necesitan decirme algo, díganlo. No soy idiota —dijo Crow, tomando una cerveza.

—¿Qué quieres con Aria? —preguntó Lucas.

Crow soltó una carcajada.

—Así que era eso… Me parece increíble. Es una gran mujer. —La miró a lo lejos—. ¿Ya se le declararon?

Ninguno respondió. Crow rió de nuevo.

—Vamos, hombres… Esa niña es una mujer para su edad. ¿Acaso tienen miedo? ¿No son hombres o qué?

—¿Cómo lo haces tan fácil? A mí apenas me soporta —suspiró Lucas. Kael rió.

—Yo no sé qué piensa de mí… —dijo Kael.

—¿No sabes o no quieres verlo? —Los dos lo miraron—. Es un espejo… mírenla. Son muy ciegos si no se dan cuenta de lo transparente que es. No le importó burlarse de mí ni darme charla cuando ni me conocía. Dice lo que piensa y eso es increíble. —Bebió un trago—. Si ustedes no toman la iniciativa con esa mujer… No me miren así. Yo la quiero, y no pienso dejarla aunque no me elija.

—Llegaron las hamburguesas —dijo Aria, feliz, trayendo dos bandejas. Crow la ayudó al instante.

Kael y Lucas reaccionaron: tenían un nuevo rival, uno muy confiado, y aunque perdiera, no se rendiría.

—¿Te ayudo, preciosa? —preguntó Crow.

—Bueno… no las quemes, porque comerás esas.

—No lo haré. Guíame —sonrió.

Ely, junto a Javier, observaba.

—Mi hermano es muy tonto… —suspiró.

—¿Crees que dará el paso?

—Ya veremos. Ari es toda una jefa en potencia… —rió—. No será nada fácil.

—Quién sabe… por ahí se queda con los tres —dijo Javier. Ely se puso roja de solo pensarlo.

—Javi… —murmuró avergonzada. Él rió y la besó en la mejilla.

Compartieron tranquilamente: hablaron, rieron y contaron historias. Crow contó cómo se crió en su valle, descendiente de un poderoso linaje centauro casi masacrado en una guerra. Grif y Crick contaron las suyas: una infancia dura, pero se conocieron de niños y se volvieron hermanos, hasta llegar al valle de Hueso donde encontraron a Crow.

La conversación se volvió íntima. Algo se unió esa noche; era como si por fin se pusieran en los zapatos del otro, y dos clanes enemigos por generaciones estuvieran sentados construyendo un futuro nuevo.

Kael escuchó atento. Miró a Aria. Nada de eso habría pasado sin ella. Esa alianza inesperada… esa unión que traía esperanza. 《¿Podría ser…?》 pensó. 《El Dragón Dorado.》

La miró fijo. Ese pensamiento lo sacudió: era lo que dijo el oráculo. Su poder traerá unión al valle… vida, esperanza y paz.

Aria lo vio y sonrió, levantando su vaso de cerveza. Kael hizo lo mismo.

Llegó la madrugada, y los chicos se fueron cantando, felices. Aria saludó a Grif y Crick, que esperaban a Crow en el carruaje.

Kael y Lucas se quedaron dentro. Dejarían que todo fluyera con Aria. Cada uno haría su parte.

—Me encantaron las hamburguesas —dijo Crow mientras subían por la colina hacia el carruaje.

—Me alegra… Vi que le caíste bien a los demás —sonrió Aria.

—Sí. Esos dos… ¿sabes que también están locos por ti, no? —se recostó contra un árbol, en la penumbra.

—Puede ser… —sonrió—. ¿Celoso? —dijo burlona.

—Un poco. Pero los entiendo: eres una mujer increíble, señorita Aria —le tomó la mano.

—Gracias, Crow.

—Ah… ¿ya no soy “Potrillo”? —rió.

—¿Te gustó, verdad? —Aria también rió.

Crow sonrió.

—Sí. No me molesta… mientras seas tú. —Acarició su mejilla—. Nos vemos, Aria —le dejó un beso fugaz.

Aria sintió otra vez esa electricidad tan intensa. Cuando él se apartó, ella lo tomó del cuello y lo besó de nuevo, esta vez metiendo su lengua en su boca. Cuando quedaron sin aire, se separaron despacio, respirando agitados.

—Yo… —balbuceó Aria.

—Lo sé… me encantó. No pienso obligarte a nada; tú decides. Aun así… me quedaré a tu lado, incluso si no me eliges —dijo mirándola fijamente.

Aria sonrió y le dio un beso en el cuello. Crow sonrió y subió al carruaje. Al cerrar la puerta, soltó un suspiro: su corazón latía a mil, algo que jamás pensó que podría sentir.

《Qué increíble mujer… por los dioses.》

Aria volvió adentro a paso lento. 《Por dios… me estoy volviendo loca… Me encantó…》 suspiraba.

No entendía sus emociones; era como si estuviera enredada en un torbellino de amoríos. Pero cada uno de ellos… era diferente.

~ Ven a mí ~

Un eco en su cabeza la hizo detenerse. Se giró hacia el bosque, y su cuerpo comenzó a caminar hacia allí por sí solo. La voz resonaba en su mente, cada vez más fuerte.

Dio pasos firmes, como si un imán la arrastrara.

Entró al bosque. Todo a su alrededor estaba cubierto por árboles densos, y entre las piedras vio una luz que parpadeaba suavemente.

~ Ven… ~

~ Somos uno ~

~ No temas ~

Aria miró la espada incrustada entre las rocas. Su llamado era una droga.

Caminó hacia ella como si todo en su interior supiera que eso era exactamente lo que necesitaba.

Su respiración se agitó, su corazón latía como si estuviera corriendo un maratón. Su cuerpo se sentía caliente, como lava recorriendo sus venas.

Estaba frente a ella. No lo dudó y la tomó. En ese instante, fue como si todo a su alrededor se detuviera.

—Pensé que ocurriría algo… como en el cuento del Rey Arturo —balbuceó Aria.

Estaba a punto de irse cuando sintió cómo su cuerpo fue invadido por un fuego dorado. Las llamas la envolvieron, incluso su cabello parecía convertirse en fuego.

Sentía un poder tan fuerte como si el mismo universo la invadiera por completo. En un segundo soltó un suspiro agitado. Sus manos aún brillaban con un destello dorado. Luego sintió un ardor intenso en su espalda y gritó de dolor cuando una marca apareció.

—Mierda… —exclamó—. Me imaginé algo menos doloroso.

—Así que… eras tú.

Una voz la puso alerta. Un hombre encapuchado salió de entre los árboles.

—Tranquila… no te haré nada —levantó las manos al verla.

—Tú… eres el de hoy —Aria lo reconoció—. ¿Cómo estás acá? ¿Quién eres? ¿Y por qué hablaste en mi mente? —preguntó filosa.

—Mi nombre es Frederick. Soy el Oráculo que profetizó tu llegada… y soy tu gran servidor, mi Reina Dragón —hizo una reverencia.

—¿"Reina Dragón"?

—El Dragón Dorado proviene de un linaje de reyes. Eso te convierte en la Reina de los Dragones —se acercó—. Veo que eres más poderosa de lo que creí —se quitó la capucha, mostrando su rostro—. Veo que ocultas tus poderes… ¿por qué?

—Para ser ciego, ves demasiado, ¿no te parece? —se acercó a él, mirándole los ojos— 《¿Realmente será ciego?》

—No necesito ver para sentir. Y tú sí que emanas un poder inmenso… —sonrió ante su mirada.

—No quiero revelarlo. No aún. Tengo que hacer algo… siento que hay algo en el valle que no es seguro.

—Yo también lo siento… algo oscuro, como…

—Una amenaza latente en cada rincón —completó Aria. Frederick sonrió, moviendo su rostro como si la mirara.

Aria frunció el ceño al notar que la estaba oliendo.

—¿Qué haces?

—Siento… Debo tocar para saber cómo es su rostro, Majestad. Soy su servidor. Su secreto está a salvo conmigo.

—¿Cómo sé que no mientes? —cruzó los brazos.

Frederick tomó su mano y la apretó. Al instante, una sangre dorada los envolvió a ambos como un lazo.

—Porque si usted muere… yo también. Nací con usted. Soy parte de usted. Solo que mi cuerpo toma forma humana hasta que, cada mil años, usted regresa. Ahora soy uno a su servicio. Créame: estas líneas que nos unen están aquí por una razón. Si la traiciono, moriré, y nada de mí quedará en este mundo —la soltó.

—Ya veo… Entonces podrás ser mis ojos y oídos. Ya que ves… ¿no? —dijo Aria, aún dudosa.

—Veo más de lo que imagina. Es como una luz frente a mí. Me guío por lo que siento, Majestad —sonrió.

Aria levantó una ceja. Caminó a su alrededor. Notó cómo él la seguía cada vez que giraba. Lo tomó de la mano y la guió hacia su rostro, haciendo que él se sobresaltara.

—Me conoces, ¿verdad? —movía su mano por su piel.

Frederick asintió. 《¿Sabrá que soy una reencarnada?》

Le tomó la otra mano para que también recorriera su rostro. Aria observó sus ojos… le llamaban demasiado la atención, como si los hubiera visto antes.

—Tienes unas facciones…

Sin pensarlo, Aria tocó su rostro. Acarició sus ojos con suavidad. Frederick soltó un suspiro, dejándose llevar por su toque, cerrando los ojos ante ella.

—Sé quién eres y quién fuiste… Sé de lo que eres capaz, y el corazón que tienes —dijo, guiando su mano por su rostro mientras con la otra cubría los ojos de Aria—. Soy su fiel servidor, y por primera vez alguien toca mi rostro como si fuera alguien… es… exquisito —suspiró.

Aria, con los ojos cubiertos, recordó a su alumno, aquel que siempre tocaba su rostro y al que ella también dejaba hacerlo: siempre le sonreía de forma cálida. Era como si ella entendiera su mundo sin necesidad de explicarlo.

—Bien… Te creo. Tienes unos nuevos ojos ahora —dijo Aria, acariciando suavemente sus párpados.

《Esta niña… es magnífica》 pensó Frederick.

—Es el más grande honor, Majestad —sonrió al soltarla—. Debe volver. Sus amigos saldrán. Ahora soy su sombra: solo usted podrá verme. Solo diga mi nombre y apareceré.

—Gracias, Frederick —dijo Aria. Vio cómo él y la espada se desvanecían en las sombras.

En un instante, estaba frente a la puerta del castillo. Era como si nunca hubiera salido.

—Ari… ¿estás bien? —preguntó Ely al verla desorientada.

—Sí… creo que tomé mucho —sonrió nerviosa.

—Vamos, hay helado —dijo feliz.

Comieron helado juntas mientras Ely le contaba a su hermano la escena con Lyra. Kael no podía creer la vergüenza y la descaradez de esas mujeres.

Sin darse cuenta, todos quedaron dormidos en la sala, conversando frente a la chimenea. Envueltos y entrelazados unos con otros.

Kael acarició suavemente el rostro de Aria, que dormía profundamente, quedándose dormido a su lado. Ely le sostenía la mano, y Javier la tenía tomada de la cintura.

Lucas, en el sofá sobre Aria, durante la madrugada no pudo evitar tocar su cabello y aspirar su olor, durmiéndose feliz con su fragancia.

••

# Holaaa, nuestra protagonista si que es muy codiciada.. Que piensan de Crow ¿Le damos una oportunidad? ¿ Quién piensa que Aria eligira? o la Dejaremos ser y que disfrute esos bombones .. Jaja que no estaría mal..

-> Comenten, comenten 🥰🥰🥰

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Irma Ruelas
❤️❤️❤️❤️
Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
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Irma Ruelas
❤️😍😍🐺
Ana María Andarcia
Felicidades muy bella
Naty Lemesi
💖💖💖
georgina Pazsoldan
No me gusta ,muy rudo y porque tantos tatuajes, y parece muy mayor
Autor/a cambia al personaje 😭😭😭😭
georgina Pazsoldan
Que trama tan interesante y llena de suspenso, no puedo dejar de leerla
Lo confirmo excelente creatividad
georgina Pazsoldan
Me pregunto porque no ha representado a Kael, debemos conocer a todos los pretendientes
Amo manera de ver más me agrada Kael ,lo malo es que muy tímido y de esta quedando,pero si puede tenerlo a el como Rey y los demás como concubinos sería genial jajaja 🤣😃😂
georgina Pazsoldan: A mi manera de ver o en mi opinión y es muy tímido
total 1 replies
georgina Pazsoldan
Y Karl falta el principal,ojalá que sea muy guapo 🤣🤣 jajaja jajaja 🥰🥰🥰
georgina Pazsoldan: Kael, mi teclado me saca canas jajaja 🤣🤣😃,peto la trama me encanta
total 1 replies
georgina Pazsoldan
Tubo que morir y otra resucitar para que ésta arpía comience a pagar por tanto daño y maldad,me gusta cuando se hace justicia
Sonia Cheuquepil
me encanto la historia!!! 👏👏👏👏
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