Última parte de la saga Casualidad o Destino, continuando y culminando con la historia de Carlos y Lizbeth, así como de su descendencia, mostrando las experiencias, que puede vivir una persona sin importar, la edad que se tenga o la época en la que se encuentre.
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INTERVENCIÓN FAMILIAR.
Después de leer, la carta de sus amados abuelos, Charlotte empieza a llorar de alegría, al tiempo que esto sucede, Carolina y Alondra, llegan con la creencia de que su hija, por fin, ha entrado en razón; pero en lugar de esto, Genevive las dirige a la sala familiar, con la promesa de una sorpresa.
Al llegar, a la sala familiar se dan cuenta, que sus hermanos y cuñadas están en un círculo, con dos sillas en el centro, al darse cuenta de lo que significaba, Carolina intenta escapar siendo detenida en el acto, por lo cual no pudo escapar y se tuvo que sentar con cara de preocupación.
Carolina:
¿Hermanos, esto es necesario?
Carlos II y Aldebaran:
¡Siiii!
Carlos II:
Carolina, esto lo debimos, hacer hace años, siempre has sido testaruda, necia y controladora, pero me sorprende que incluso hayas maltratado a tu hija, diciéndole esas barbaridades, de sobra sabes que para nuestros padres sus nietos son intocables.
Aldebaran:
Tú te atreviste a sujetarla, e incluso pusiste palabras en la boca de nuestros padres con tal de controlarla y no solo eso, amenazaste con gastar sus ahorros, porque eres su totora y puedes manejar sus bienes, ¿Cómo te atreviste hacerlo?
Gienevive:
Siempre has sido algo caprichosa y berrinchuda, pero jamás imaginé que, solo porque uno de tus hijos no acepta ciegamente tus órdenes, lo amenazarías con dejarlo en la calle.
Kenia:
Escúchame bien cuñada, lo que hiciste es maltrato psicológico y físico, mi ahijada no hizo nada malo en defenderse de ti, aun con las artes marciales, y en cuanto a ti Alondra, no debiste ceder ante los caprichos de tu esposa y pasarlo todo por alto como si solo fuera un berrinche de Charlotte.
Aldebaran:
Nadie duda de tu cariño hacia mi hermana Alondra, pero ese amor te segó y siempre la has justificado al máximo, incluso poniéndote en contra de mis sobrinos.
Gienevive:
Alondra, tú crees que sí, alguien no hace lo que tú quieres, inmediatamente sientes que está en tu contra, no te quiere lo suficiente y lo mismo se aplica al amor que le tienes a Carolina, pero esto no puede ser así, mi suegra, nos los dijo varias veces jamás les den rienda suelta a los Cruz.
Kenia:
Lo que han hecho no se puede perdonar tan fácilmente, ya que las dos tomaron una mala decisión y no es justo para Charlotte, que la amenacen o le digan que es por su bien, cuando es solo lo que ustedes quieren.
Cuando, terminan de hablar, Carolina y Alondra, están llorando tratando débilmente de defenderse, pero todo lo que dicen es rechazado inmediatamente, y cuando Carolina se niega a aceptar, que cometió un error, al tratar a sí a su hija, ya que solo lo hizo por amor, Aldebaran se levanta.
Aldebaran:
No puedo creer que seas tan necia, el amor no se condiciona, siempre les dije a mis papás que te habían mimado demasiado, al darte tanta libertad, no solo cuando saliste del closet, sino cuando saliste embarazada, del peor de los tipos, y no te castigaron lo suficientemente duro, pero veamos que dice tu propia hija, Charlotte ven acá.
Al escuchar la voz de su tío, Charlotte baja de inmediato a la sala familiar, con la carta de sus abuelos, el USB, más segura de sí misma, preparada para confrontar a sus madres, sobre todas sus actitudes, no solo presentes sino pasadas y futuras, cuando llega Carolina intenta abrazarla, lo cual es evitado por Aldebaran.
Aldebaran:
Habla hija, no tengas miedo, estás en el lugar más seguro para ti.
Charlotte:
Mamás, no las odio, pero nunca me ha gustado, que no me dejen tomar mis decisiones, siempre quieren controlar todo lo que pasa en mi vida e incluso en las de mis hermanos y si no lo hacemos inmediatamente, nos atacan, yo tome mi decisión y si no lo aceptan no me importa, estudiaré lo que quiera y no necesito nada de ustedes, mis abuelitos están de mi parte.
Alondra:
Hija, solo nos preocupamos por ti, no queremos que desperdicies tu inteligencia, con una carrera que no promete gran cosa.
Carolina:
Hija, entiendo que estés molesta, pero no puedes, decir que tus abuelos estarían de tu lado.
Carlos II:
Tampoco del tuyo hermana, nadie de los que estamos aquí lo sabe a ciencia cierta.
Charlotte:
Yo si lo sé, tengo una carta de ellos, además de un USB, lo pondré y los veremos.
Kenia:
Hija permíteme ver la carta nena.
Mientras, Charlotte pone el video, todos los asistentes, leen la carta viendo las firmas, de Carlos y Liz, además de los sellos que estos acostumbraban, llenándolos de sorpresa, al ver que eran tan previsores, que habían dejado una carta para su nieta, previniendo, todo lo que estaba pasando, al poner Charlotte la memoria,
todos se quedan asombrados, viendo a sus padres.
Carlos:
Hola hijos míos, si están viendo esto, ni su madre ni yo estamos ya entre ustedes amenos físicamente, y que Carolina, sigues tan caprichosa como siempre y te has atrevido a hacerle algo a nuestra pequeña Charly, de una vez te lo digo hija mía o cambias de una buena vez o te quedaras sola, ya que ni tus hijos, ni tus hermanos seguirán en contacto contigo.
Liz:
Mi niña hermosa, tanto tu padre como yo siempre cometimos un grave error al no ser más estrictos contigo, pero no es tarde, así que desde este momento, te disculpas con tu hija, y la dejaras estudiar lo que ella quiera, ya que si no, créeme que ni económicamente ni emocionalmente, te necesitara debido a que, le dejamos una tarjeta con el suficiente dinero para sus estudios.
Además, estás castigada un año entero, no puedes salir a ningún lado, ni siquiera a trabajar, tendrás que hacer las labores de la casa familiar, además estudiaras tu peor materia metamatemáticas, resolverás todos los libros desde primaria hasta bachillerato, con esto entenderás que se siente que te obliguen hacer algo que no quieres.
Carlos:
Kenia, sé que estás viendo esto, si Paco todavía sigue con vida, tiene instrucciones para bloquear todos los activos de Carolina y que vallan totalmente a sus hijos, si no obedece, Junior, Aldebaran están a cargo de que
su hermana cumpla, su castigo, por cierto la carta es auténtica, si se preguntan si hay más no se los diré, pero esta memoria contienen muchos archivos y las contraseñas se les revelarán a mis nietos si se requiere.
Al acabar el video, todos tienen lágrimas en los ojos, pero Carolina es la que llora desconsoladamente, ya que sus padres ni de niña la habían castigado tan duramente y le estaban dando una cucharada de su propia medicina, sintiendo todo el dolor que le había causado a su hija, abrazándola y pidiéndole perdón.
Carolina:
Discúlpame, mi niña hermosa, ahora siento lo que sientes, y esa tarjeta guárdala para alguna emergencia enfrente de tus tíos y del retrato de tus abuelos, te prometo que te apoyaré siempre y no te volveré a amenazar, puedes volver a casa si lo quieres o quedarte en este refugio que tus abuelos construyeron con tanto amor.
Charlotte:
Gracias mamá, me quedaré aquí, ya que el próximo mes inicio la prepa, y es el lugar más tranquilo.