Desde pequeño he sido un experimento, tengo sangre especial....
Datos de la historia:
°Género apocalíptico y de ciencia ficción, con elementos de drama, romance y temas LGBT. Tiene una combinación de aventuras post-apocalípticas, conflictos interpersonales, y exploraciones sobre la supervivencia y la reconstrucción de la sociedad.
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Capítulo 20: Felicidad.
Quince años después de la devastación del apocalipsis, el mundo había cambiado de maneras inimaginables. La humanidad, habiendo aprendido de los errores del pasado, se había reconstruido con una nueva perspectiva de unidad y cooperación. En el corazón de esta nueva era se encontraba la familia de Nikko, un ejemplo brillante de amor, resiliencia y alegría.
Nikko, ahora en la plenitud de su vida, miraba con orgullo a sus hijos, Reon y Natsu, que habían crecido para convertirse en jóvenes brillantes y valientes. A sus quince años, ambos heredaron la determinación y el espíritu de sus padres, listos para enfrentar el mundo con confianza y optimismo.
Liam, siempre al lado de Nikko, compartía esa misma alegría y satisfacción. Su amor se había fortalecido con los años, superando juntos cada desafío y celebrando cada victoria. Su hogar, lleno de risas y momentos compartidos, era un refugio de paz y felicidad en medio de un mundo en constante cambio.
Una mañana, la familia se reunió en el jardín, disfrutando del cálido sol y la brisa suave. Reon y Natsu estaban ocupados con sus proyectos, intercambiando ideas y risas. Nikko y Liam observaban con amor, sus corazones llenos de gratitud por la vida que habían construido juntos.
"—Nunca imaginé que llegaríamos a este punto," dijo Nikko, su voz suave pero llena de emoción. "Nuestros hijos, nuestra familia... todo esto es más de lo que jamás soñé."
"—Hemos trabajado duro por esto," respondió Liam, tomando la mano de Nikko. "Y cada momento ha valido la pena."
Reon, con su energía inagotable y su pasión por la ciencia, se acercó con una sonrisa radiante. "—Papá, papá, Natsu y yo estamos planeando un nuevo proyecto para la escuela. Queremos crear una presentación sobre la historia de nuestra comunidad y cómo se reconstruyó después del apocalipsis."
Nikko sonrió, orgulloso de la iniciativa de sus hijos. "—Es una excelente idea. Nuestra historia es una lección importante sobre la resiliencia y la colaboración. Estoy seguro de que harán un trabajo increíble."
Natsu, más tranquilo pero igual de apasionado, se unió a la conversación. "—Queremos que todos sepan que, sin importar cuán difíciles sean las circunstancias, siempre hay esperanza si trabajamos juntos."
Liam asintió, sus ojos llenos de orgullo. "—Esa es una lección que siempre deben recordar. Y ustedes, más que nadie, son el ejemplo perfecto de lo que se puede lograr con amor y determinación."
Mientras el día avanzaba, la familia disfrutó de su tiempo juntos, compartiendo risas y recuerdos. Nikko y Liam, con sus hijos a su lado, se sintieron profundamente agradecidos por la vida que habían construido y por las personas que habían encontrado en el camino.
Al caer la noche, se reunieron alrededor de la mesa para la cena, una tradición que siempre había sido un momento especial para la familia. Las conversaciones fluían fácilmente, llenas de historias del pasado y sueños para el futuro.
"—¿Recuerdan cómo solíamos mirar las estrellas y soñar con un futuro mejor?" preguntó Nikko, su voz suave y llena de nostalgia.
"—Sí," respondió Reon, sus ojos brillando con entusiasmo. "Y ahora estamos viviendo ese futuro. Es mejor de lo que jamás imaginamos."
Natsu asintió, su expresión seria pero feliz. "—Hemos logrado tanto, y sé que aún hay mucho más por venir."
Liam sonrió, levantando su copa en un brindis. "—Por nuestra familia, y por todos los que nos han ayudado a llegar hasta aquí. Que sigamos construyendo un futuro lleno de amor y felicidad."
La familia brindó, sus corazones llenos de gratitud y esperanza. Mientras las estrellas brillaban en el cielo nocturno, supieron que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre enfrentarían los desafíos juntos, con amor y determinación.
Y así, en el nuevo mundo que habían ayudado a construir, Nikko, Liam, Reon y Natsu vivieron cada día con alegría y propósito, un faro de esperanza para todos los que los rodeaban. Unidos por el amor y la resiliencia, sabían que su felicidad era el mayor triunfo de todos.
La vida en el hogar de Nikko y Liam continuaba con la misma armonía y amor que siempre habían conocido. Los días se llenaban de rutinas familiares, desde las mañanas llenas de risas y desayunos compartidos hasta las tardes dedicadas a proyectos creativos y exploraciones en el vecindario reconstruido.
Reon, con su mente inquisitiva y pasión por la exploración, lideraba expediciones alrededor de la comunidad, investigando los nuevos desarrollos y buscando formas de mejorar la vida de sus residentes. Su curiosidad nunca se agotaba, inspirando a los jóvenes de la comunidad a seguir sus pasos y explorar más allá de los límites conocidos.
Natsu, por otro lado, había descubierto su amor por las artes y la música. Su habitación se había convertido en un santuario de creatividad, lleno de lienzos, partituras y un piano que tocaba con habilidad sorprendente. Sus composiciones resonaban a través de la casa, llenando los espacios con melodías que capturaban la esencia de la esperanza y la belleza que había encontrado en su vida.
Una tarde, mientras Nikko y Liam observaban a Reon liderar un taller de ingeniería para niños pequeños en el patio trasero, se sintieron abrumados por la gratitud por las oportunidades que habían podido brindar a sus hijos. Liam miró a Nikko con amor, sus manos entrelazadas como siempre.
"—No podríamos haber pedido una vida mejor para ellos," dijo Liam, su voz suave pero llena de convicción.
Nikko asintió, su corazón lleno de emociones. "—Ver cómo crecen y prosperan... es todo lo que siempre quise."
"—Y lo hemos logrado juntos," respondió Liam, sus ojos brillando con orgullo. "Nuestra familia es nuestro mayor logro."
La noche trajo consigo la tranquilidad y la reflexión, momentos preciosos para Nikko y Liam para compartir pensamientos sobre el pasado, el presente y el futuro. Recordaron los días oscuros de la pandemia y cómo habían encontrado el amor y la fuerza para superar cada desafío que se les había presentado.
"—Nunca olvidaré el día en que nos conocimos," murmuró Nikko, mirando a Liam con amor eterno. "Fue el comienzo de todo esto."
Liam sonrió, acariciando la mejilla de Nikko con ternura. "—Y lo volvería a hacer mil veces más. Eres mi luz en la oscuridad."
El tiempo pasó con la misma cadencia suave de las olas en la orilla cercana, trayendo consigo nuevos desafíos y oportunidades para crecer como individuos y como familia. Reon y Natsu continuaron floreciendo en sus respectivos caminos, cada uno encontrando su lugar en el mundo reconstruido que sus padres habían ayudado a forjar.
En su aniversario número treinta, Nikko y Liam renovaron sus votos en una ceremonia íntima frente a amigos cercanos y familiares. Las lágrimas de felicidad y gratitud brillaban en sus ojos mientras se prometían amor y apoyo eterno, reafirmando su compromiso de enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera traer.
La comunidad también celebró este hito, reconociendo el papel fundamental que Nikko y Liam habían desempeñado en la reconstrucción y en la creación de un futuro más brillante para todos. Su historia se había convertido en una inspiración para muchos, recordándoles que el amor y la unidad podían superar incluso las pruebas más difíciles.
Al final de cada día, Nikko y Liam se retiraban a su hogar junto al mar, donde el sonido de las olas y el brillo de las estrellas les recordaban que, a pesar de todo lo que habían enfrentado, su amor había sido la fuerza que los había guiado a través de todo.
"—Gracias por elegir este camino conmigo," dijo Nikko una noche, mirando al horizonte.
"—Gracias por ser mi luz," respondió Liam, su voz llena de amor y gratitud.
Y así, mientras el sol se ponía una vez más sobre sus vidas llenas de amor y felicidad, Nikko y Liam sabían que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían el amor y el apoyo del otro para iluminar su camino.