Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
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Capítulo #20
Después de más de dos horas de espera, el doctor sale de la sala de cirugía seguida por la camilla en donde llevan a Max entubado, esta vez las cosas no son como antes.
—Doctor: señor, esta vez las cosas han cambiado. (dijo tratando de no asustarlo)
—¿Fabián (padre de Max): como así doctor a que se refiere? (Pregunto preocupado)
—Violeta: por favor doctor no se quede callado y denos una respuesta. (Dijo aún más nerviosa)
—Doctor: el joven Max está muy delicado de salud, en esta ocasión solo podrán entrar a una hora determinada a verlo por unos minutos, él estará en cuidados intensivos, en medio de la operación entró en un coma. (dijo profesionalmente)
—Violeta: que…. (Dijo sorprendida y a la vez triste)
—¿Fabián (padre de Max): no hay nada que podamos haces para que despierte? (Pregunto con los ojos llenos de lágrimas, después de todo a veces un hijo ablanda hasta la roca más dura)
—Doctor: ya hicimos todo lo que pudimos, de aquí en adelante él debe hacer el resto, a los pacientes que caen en coma lo mejor es hablar con ellos, así que cuando vayan a visitarlo háblenle y demuéstrenle que él tiene muchas personas que lo aman y que necesita volver. (Dijo tratando de darles consuelo y darle esperanzas)
—Violeta: gracias doctor, así será. (Dijo mientras que las lágrimas le salían hasta sin darse cuenta)
—Doctor: él ya está siendo trasladado a la habitación en la que estaba anteriormente y también doblamos la seguridad del hospital, señor Fabián pueden ir a sus casas a descansar y mañana podrán verlo. (Dijo cortésmente y caminado a la salida)
—Fabián (padre de Max): después de todo lo que pasó hoy mi hijo no se quedara, solo no me importa pasar lo que resta de la madrugada sentado por seguridad de mi hijo. (Dijo con determinación)
—Violeta: señor Fabián, si quiere puede ir a descansar y yo me quedaré aquí esta madrugada, todo estará bien, no se preocupe. (Dijo tratando de convencerlo de que descanse porque después de todo ya Fabián tiene algunos años encima, aunque no lo aparente)
—Fabián (padre de Max): querida tú necesitas descansar más que yo, ve a casa y date una ducha y duerme, yo estaré aquí y por favor dale un beso a mis nietos por mí. (Dijo sonriéndole aún a pesar de la situación)
—Violeta: bueno, pues creo que iré a casa necesito ese baño y aunque sea cerrar los ojos, señor Fabián, sé que este no es el momento ni el lugar, pero quiero preguntarle algo antes de irme. (Dijo con cara de preocupación)
—¿Fabián (padre de Max): sí? (Dijo mirándola a los ojos)
—¿Violeta: no he vuelto a ver más a Melissa, que hizo con ella? (Pregunto con preocupación pero sin remordimiento)
—Fabián (padre de Max): por ella no te preocupes, por ahora está bien, pero ya me ocuparé de ella y tendrá lo que se merece porque en la vida hay que saber que hay límites y como hay algunas personas que no saben cómo hacerlo, pues, yo se los enseño y ella será un ejemplo de ello. (Dijo mientras le ponía la mano en el hombro a Violeta)
—Violeta: en ese caso ya me voy señor, lo veré mañana, pero cualquier cosa, por favor, no dude en llamarme y estaré aquí enseguida. (Dijo mientras le daba un abrazo)
—Fabián (padre de Max): te llamaré sin dudarlo, por favor ve con cuidado y descansa, debemos estar más unidos que nunca y hay que estar fresco para cualquier cosa que pueda volver a pasar. (Dijo mirándola con cariño)
—Violeta: así será don señor Fabián. (Dijo sonriendo y caminó a la salida del hospital y subió al auto que Fabián le había preparado con algunos de sus escoltas siguiéndolos)
En unos minutos Violeta llegó a su casa y sin hacer ruido entró a su habitación y dio un suspiro de alivio, se desvistió y se dio una larga ducha de agua caliente después de todo lo necesitaba, y se preparó rápidamente para dormir y cuando calló en la cama se quedó inmediatamente dormida.
La madrugada pasó y al hospital llegó la policía, la cual también estuvo en la persecución, pero perdieron el rastro de los vehículos, quedándose con la matrícula del auto, el cual pertenecía a Violeta James de Trejo y como era de esperarse debían presentarse a la casa de los Trejo.
—¿Policía: señor Fabián, cómo está? (Pregunto estrechando su mano para saludar)
—Fabián (padre de Max): cómo cree que estamos después de todo esto. (Dijo con incredulidad)
—Policía: ya usted sabe por qué estoy aquí me imagino. (Dijo mientras se sentaba al lado de Fabián)
—Fabián (padre de Max): realmente no sé por qué está aquí. (Dijo aún con incredulidad)
—¿Policía: estoy aquí por el tiroteo de esta madrugada en donde en uno de los autos involucrados iba su hijo y su esposa, algo que debamos saber al respecto? (Pregunto con desdén)
—¿Fabián (padre de Max): que piensa usted que debo decirle? (Pregunto enojándose)
—Policía: necesita que emita una orden de arresto para poder incentivarlo a que pueda hablar. (Dijo mirándolo con enojo, ya que este era un policía nuevo y no sabía en qué o con quién se estaba metiendo)
—Fabián (padre de Max): te reto a que lo hagas, vienes al hospital en donde tengo a mi único hijo en mal estado a amenazarme, pero qué grandes pelotas tienes será mejor que salgas de mi vista antes de que pierda la paciencia indolente. (Dijo mirándolo con mucha furia y levantándose de la silla para ir a ver a Max)
Mientras tanto Violeta sigue dormida y si madre le lleva el desayuno a la habitación, pues, resulta que aunque ella entre sigilosamente los escotas la vieron entrar y le avisaron, así que ella le preparó una bandeja de desayuno llena de frutas, huevo, wafles y jugo porque al estar tan pendiente a Max se le había olvidado alimentarse bien.
Carmen (madre de Violeta): buenos días, cariño es hora de desayunar, necesitas ponerte fuerte. (Dijo levantado a Violeta para que pudiera comer algo)
—¿Violeta: huhuhu que hora es mamá? (Pregunto mientras se estrujaba los ojos)
—Carmen (madre de Violeta): son las 10:45 am, casi es la hora del almuerzo, así que como no te habías despertado te traje el desayuno, dicen que el desayuno es la comida más importante del día. (Dijo sonriendo mientras ayudaba a Violeta a sentarse en la cama con su pierna adolorida)