Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
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Las preguntas del pasado. 10 final. Cap. 2:D
—sacha ¿acaso perdiste la memoria? Dylan me había dicho que te envenenaron, pero no pensé que fuera algo tan grave para que perdieras la memoria.
—¿por qué lo dices? Yo estoy bien, bueno no recuerdo muchas cosas, pero no creo que sea algo muy malo.
—¿no recuerdas la sequía qué el ducado tuvo que enfrentar? No teníamos para comer y yo tuve que esforzarme demasiado para conseguir dinero, por eso no podía estar en casa contigo yo se que eso te molestaba pero no había otra alternativa, yo quería que tú y Dylan vivieran de la mejor manera por eso me esforcé tanto.
—¿Qué?
—y no te abandone, yo no quería separarme de ti pero tuve que hacerlo, me pagaban muy bien por cada demonio qué mataba así que me asegure de matar a muchos de ellos para hacer una gran fortuna y que por fin pudieras presumirla, por que eso es lo que querías ¿no?
"mierda, no recuerdo nada de eso sacha jamás me mostró esos recuerdos, yo solo recuerdo a un duque qué venía a la mansión de ves en cuando como es posible que ella me haya ocultado información tan importante, es como si a ella le diera vergüenza mostrar a su esposo que se esforzó tanto por ella. "
—y supongo que tampoco sabes del estado en el que Dylan se encontraba viviendo aquí en la mansión.
—claro que lo se, yo tuve que curar todas sus heridas, pero no se exactamente que le hacían las sirvientas.
—entonces deberías de ver esto.
El duque le extendió un par de hojas a sacha para que las revisara.
—¿Qué es esto?
—esas son las cosas que nuestro hijo paso en esta mansión y yo acepto enteramente la culpa de todo esto.
Sacha leyó detenidamente la carta sin dejar pasar ningún detalle de lo que esta decía y al final no pudo evitar soltar una lágrima por su hijo.
—esos hijos de puta, sabía que le hacían cosas malas a Dylan, pero jamás imagine que fueran tan graves, yo soy una mala madre. —aunque la mujer sabía que no había echo nada aun así no podía evitar sentirse culpable por las acciones que sacha había echo contra su propio hijo, la sacha original sin duda era una persona repugnante.
—no, sacha no fue tu culpa, fue la mía por no tener suficiente dinero para darte si yo tan solo hubiera sido más inteligente esto no habría pasado. —dijo el duque sujetando las manos de sacha, el duque sentía culpa por las cosas que había echo mal en el pasado.
La verdadera sacha manipuló sus propios recuerdos para hacer quedar al duque como una mala persona frente a la nueva persona que habitaba su cuerpo, la verdad siempre fue ella la que estaba mal por codiciar el amor del duque termino haciéndole daño a sus propios hijos, al final murió de la forma que merecía.
"Yo no soy sacha, soy Naomi, Naomi Beltrán, yo no tengo nada que ver con los pecados de sacha, pero aun así tengo que pagar por ellos ¿por qué Dios me odia tanto?"
—no debes echarte toda la culpa duque, yo pude hacer algo para que los maltratos se detuvieran, pero no fue así preferí mi comodidad y mi vanidad en lugar de la seguridad de mi propio hijo.—dijo sacha.
—no es momento de buscar culpables, lo importante ahora es que estás bien y que los niños están a salvo.
—si es verdad es mejor pensar en otras cosas ¿cómo te fue con ellos? ¿Se portaron bien?
—Lilly se porta bien, pero hace muchos berrinches, Dylan tiene ataques de ansiedad todo el tiempo por lo que me preocupa su salud mental.
—ya veo, antes tenía uno que otro ataque, pero no le daban tan seguido.
—supongo que estar en la mansión abrió viejas heridas sin sanar, pero yo lo ayudaré para que pueda superarlas, sacha yo quiero disculparme contigo por haber sido tan rudo cuando nos encontramos, es que yo me puse nervioso y no supe qué hacer espero que puedas perdonarme y darme una segunda oportunidad.
—bien, no te puedo disculpar del todo, porque gracias a ti mis dos hijos estuvieron en peligro por un imbécil qué intento traerme a la fuerza, afortunadamente ya lo mate.
—dime ¿qué debo hacer para que me disculpes? Haré lo que sea solo dímelo, puedo comprarte la joya más cara si eso es lo que deseas.
—quiero tener un duelo de espada contigo cuando me recupere y no quiero que te dejes ganar solo porque soy yo.
—si eso es lo que quieres lo haré, prepárate para perder, cariño.
—ja, ni en tus sueños podrás ganarme, ah y una última cosa, quiero que dejes de tratarme como solías hacerlo, quiero que me consideres una persona totalmente nueva solo así podremos salvar este matrimonio por el bien de los niños.
—bien, estoy de acuerdo si tú prometes hacer lo mismo conmigo, a partir de ahora empezaremos de nuevo.
El duque aprovechó el momento y se acercó poco a poco a la mujer para darle un apasionado beso en los labios acto qué no fue rechazado por sacha, porque aunque fuera una persona diferente no podía desperdiciar la oportunidad de jugar un rato con el apuesto duque.
—cariño aún estoy un poco débil por favor déjame descansar. —dijo sacha separándose de los labios del duque.
"Besas muy bien, gracias a ti tendré una estadía más que cómoda en esta mansión, creo que ya se porque Dios me castiga tanto, pero simplemente no puedo luchar contra la lujuria"
—esta bien, mandaré un sirviente para que te avise cuando la cena esté servida, yo me retiro.
—esta bien, gracias cariño, nos vemos.
El duque salió con prisa de la habitación al salir cubrió su cara con su mano para ocultar el sonrojo qué tenía aunque tenían dos hijos juntos el duque seguía siendo tímido como un adolescente.
—duque ¿esta bien?. —pregunto William el mayordomo.
—si, todo bien ¿en dónde están los chicos?
—ellos están en el jardín juntando flores.
—ya veo, preparen una cena especial por el regreso de la duquesa y dile al chef qué no toleraré ninguna falta.
—si señor.
"se ve feliz de seguro la duquesa lo perdono, yo lo sabía la señora sacha no es tan mala como la anfitriona decía" —dijo el mayordomo llenado en dirección a la cocina, William un joven de 26 años de complexión delgada, anteojos y de cabello se un color oscuro intenso y una apariencia aburrida él era el mayordomo de la mansión desde hace 7 años y nunca había faltado a su trabajo, era un joven comprometido.
Antes de llagar un hombre lo jalo dentro de una habitación cerrando la puerta detrás de él.
—hola mi querido William ¿cómo has estado?. —dijo un caballero sombra alto y fornido, su cara estaba cubierta y su vestimenta era completamente oscura.
—Marcus ¿qué haces aquí?
—supe que huiste de tu casa así que te seguí el rastro y termine en esta mansión, no es difícil entrar si tienes las habilidades.
—me escapé de casa hace 7 años parece que las noticias te llegan lento a ese cerebro de papa que tienes.
—veo que sigues siendo tan bromista cómo cuando te conocí, mi querido heredero del ducado Zenón.
—yo ya no soy el heredero de nada, te prohíbo qué te vuelvas a acercar a mí o me vuelvas a dirigir la palabra oh sino... Yo.
—¿oh si no que? —el hombre camino acercándose al mayordomo quien parecía muy nervioso por la presencia imponente del hombre quedando acorralado en una pared.
—aléjate de mí yo ya no soy tu maldito juguete y no quiero volverte a ver.
—ja, eso dice tu boca, pero en el fondo sabes que quieres estar cerca de mí y si tú lo quieres puedo sacarte de aquí ¿no me rogabas en tus cartas qué lo hiciera?
—tú y yo ya no tenemos nada que ver, déjame en paz. —el mayordomo empujó al hombre para huir de él.
"Corre mi querido conejito, pero no podrás escapar de mí"
El mayordomo corrió lo más que pudo y su paranoia lo hizo creer que aquel hombre estaba detrás de él siguiéndolo de cerca, por suerte logro llegar al jardín sano y salvo.
—William ¿te pasa algo? Estás muy alterado. —dijo Dylan acercándose al joven.
—no, no, no, mi lord por favor ignóreme y siga con lo suyo.—dijo William volteando para todos lados como si buscará algo.
—¿mamá esta bien?. —pregunto Dylan.
—oh, si, si, ella está esperando por ustedes, por favor tenga cuidado al dirigirse a su habitación puede haber algún animal suelto por ahí.
—¿animal?
—no, olvídelo.
—yo quiero ver a mamá. —dijo Lilly levantándose del suelo.
—vamos Lilly yo también quiero verla, con permiso William.
—adelante, mi lord.
Los dos niños caminaron juntos de la mano hasta llegar al cuarto de sacha sin toparse con ningún animal como había dicho el mayordomo.
—mamá ¿puedo pasar?. —dijo Dylan asomando su cabeza en la habitación.
—claro, entren los estaba esperando.—sacha cerro el libro que estaba leyendo y se acomodó para platicar con sus hijos.
—¿cómo se la pasaron aquí mientras no estuve? ¿El duque fue amable con ustedes?
—si mamá, papá es una gran persona y nos cuidó muy bien. —dijo Lilly con emoción.
—si papá es muy diferente a lo que recordaba, me dio gusto volverlo a ver. —dijo Dylan.
—me alegra escuchar eso y ¿no quieren irse de aquí?
—claro que no me encanta este lugar, no quiero irme jamás. —dijo Lilly.
—yo voy a donde tú vallas mamá.
—vivamos una vida cómoda aquí, si en el futuro no les gusta podemos irnos, no importa.
—esta bien, mamá.—asintió Dylan
—mami ¿te gusta el duque?
—pues es un hombre muy guapo no lo voy a negar, esperen un momento ¿dónde esta Lucía?
—oh, creo que ella salió a reunirse con los aliados, no la he visto desde que llegamos.
—y no les dijo a donde iba o lo que haría.
—no, no nos dijo nada solo se fue.
—mierda talvez le paso algo malo, necesito reunirme con ella cuanto antes. —dijo sacha levantándose de la cama.
—mamá no te levantes o te vas a lastimar. —dijo Lilly colgándose de uno de su brazo impidiendo qué se levantará.
—si mamá, no te levantes por favor.
—qué acaso ustedes dos me creen tan débil como para herirme por caminar un poco, estos dos brazos los han criado a ustedes dos, no se olviden de lo fuerte que soy.
—si, pero mamá has estado dormida por tres días no puedes levantarte así a la ligera.
—esta bien, esta bien, si insisten me voy a recostar otra vez.
—gracias, mamá.
Los niños se subieron a la cama y se recostaron al lado de sacha y esta les canto una canción de cuna terminando los tres profundamente dormidos.
El tiempo paso rápido y el duque entro junto a William en la habitación para avisarle a sacha qué la cena estaba lista.
—como quisiera tatuarme esta imagen en mi cerebro.—dijo el duque observando la tierna escena de su familia profundamente dormida.
—ciertamente, es buena suerte que su familia esté devuelta mi lord.
Ambos salieron al de la habitación para darles tiempo para descansar, el duque no podía interrumpir tan magnífica escena.
—Oye¿tú cuantos años tienes, William? —dijo el duque rompiendo el silencio qué se había formado entre ellos.
—26 años, mi señor.
—¿eres más joven que yo? Debería despedirte y contratar a un anciano así hace mejor su trabajo.
—lo siento mi lord, pero soy el único que puede hacer bien este trabajo.
—si, creo que te dejaré en el puesto, además cobras barato.
—cobro lo justo mi señor.
Ambos hombres recorrieron los pasillos en silencio.
Lucía estaba desaparecida por una razón particular, ella estaba encerrada en un calabozo por haber cometido varios crímenes y fue incriminada por un marqués corrupto qué la acuso de brujería porque la muchacha llevaba una espada consigo y ahora debe luchar por escapar antes de que la quemen por blasfemia.
Las cosas mejorarían poco a poco pero para eso se necesita tiempo y confianza sacha tendrá que aprender a confiar en los demás y sanar las heridas de su vida pasada para poder seguir adelante y poder ser una buena duquesa aceptando por fin su destino.