Cómo Agua Entre Los Dedos

Penny salió casi corriendo del edificio moría de la vergüenza ante tal expresión, mientras Martina se reía de ella al verla tan embobada con ese hombre que parecía Goliat.

— Oye, aguanta que te van a atropellar.

—¡Claro!.

—Penélope, deja de correr.

La tomo por los brazos para detenerla, Penny seguía alterada ante la situación, su cuerpo temblaba, era un sentimiento que no sabía describir ese hombre, hizo que hablara incoherencias y que le temblaran las piernas.

— No puedo creer que dije eso. "Exquisito". ! Qué estaba pensando!.

— Penny, ¿eres virgen?.

— ¡Qué! ---- la miro horrorizada ante su pregunta.

— Eso lo confirma. Viéndolo bien, el gigante no está mal.

— ¿En serio?.

— Si, a pesar de su cara, sería, pero tiene atractivo, excepto por el hecho de que es hermano del idiota.

— Ajá.

— Bueno, ya te calmaste, vamos a comer, me estoy muriendo de hambre.

— ¿Y si nos ve?.

— ¡Ahí, viene!.

Penny casi se cae de la banca, mientras que su prima se reía muy alto.

— Eso no es gracioso, casi me da un infarto.

— Invítalo a salir.

—¡Noooooo!. Ya no quiero ir a comer.

— Eso no, ya estamos afuera y no quiero cocinar, así que camina.

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Miguel Ángel Oliveira, a diferencia de su hermano Santiago, buscaba crecer en el mundo de los negocios, desde muy joven busco la manera de ser independiente, por eso decidió seguir las enseñanzas de su abuelo y padre, por eso a la edad de dieciocho años incursionó en la industria de los bienes raíces y a la par estudiando negocios internacionales siendo el mejor en la universidad llegando a consolidar sus negocios a los veinticuatro años tanto que decidió invertir hasta en editoriales brasileñas y extranjeras. Siendo el orgullo de sus progenitores, pues según su madre, él era la viva imagen de su abuelo audaz, temerario e inteligente y sobre todo con buen olfato para el dinero. A pesar de todo eso era un hombre romántico y sensible, pero había que pelar sus capas con arta confianza para poder conocer esa faceta, pues su más anhelo era encontrar aquella compañera que fuera su igual y su apoyo en su vida caótica.

Miguel seguía esperando en la recepción hasta que su futura esposa se marchara para no intimidarla aún más. Parecía un flechazo instantáneo en todo el sentido, sonreía mientras miraba como se alejaba del edificio, buscaría la manera de cortejarla con paciencia y de ganarse poco a poco su cariño, penny se había convertido en su meta a corto y largo plazo.

Camino hacia el estacionamiento para regresar a su casa y terminar algunos pendientes de su trabajo, pues el director de una de sus editoriales en Sao pablo estaba en busca de nuevos talentos de la escritura, por ende como amante de la lectura se tomaba el tiempo para leer algunos manuscritos aunque la última palabra la tenía el editor y jefe.

Sin saber que pronto el destino haría de las suyas para hacerlo partícipe de los primeros pasos que ayudarían a su amada para convertir en realidad su sueño de vivir de sus historias.